jueves, 28 de abril de 2011

HEREJÍAS DE BENEDICTO XVI EN “JESÚS DE NAZARET”

Por el hermano Pedro Dimond OSB. Tomado de VATICANO CATÓLICO

Para los que no saben, Benedicto XVI es Joseph Ratzinger.

Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección por Benedicto XVI (Ediciones Encuentro, S.A., Madrid, 2011)


Puesto que hay muchísimas herejías en este libro de Benedicto XVI, me he limitado a incluir sólo aquellas herejías que son verdaderamente dignas de mención.

HEREJÍAS EN JESÚS DE NAZARET – SEMANA SANTA:
-BENEDICTO XVI CRITICA EL EVANGELIO DE SAN MATEO Y RECHAZA SU EXACTITUD HISTÓRICA
-BENEDICTO XVI ENSEÑA DESCARADAMENTE LA JUSTIFICACIÓN POR LA SOLA FE
-BENEDICTO XVI PROMUEVE QUE LOS JUDÍOS NO DEBEN SER CONVERTIDOS
-BENEDICTO XVI NIEGA DESCARADAMENTE LA NECESIDAD DE CREER EN EL EVANGELIO PARA LA SALVACIÓN
-BENEDICTO XVI JUSTIFICA LA CONDENACIÓN DE CRISTO
-BENEDICTO XVI DICE QUE LOS JUDÍOS NO MATARON A JESÚS
-BENEDICTO XVI CUESTIONA LA AUTENTICIDAD DEL CAPÍTULO 2 DE LOS  HECHOS DE LOS APÓSTOLES
-BENEDICTO XVI NIEGA LA CONCLUSIÓN DEL EVANGELIO DE SAN MARCOS – ÉL DICE QUE FUE AÑADIDA
-BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE LA BIBLIA SE CONTRADICE
-BENEDICTO XVI CUESTIONA EL HECHO DE QUE JESÚS HAYA PROFETIZADO LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO
-BENEDICTO XVI ADMITE QUE SU LIBRO PRESUPONE UNA EXÉGESIS HISTÓRICO-CRÍTICA
-BENEDICTO XVI COMPARA BLÁSFEMAMENTE LA PERFECCIÓN DE CRISTO Y EL CUMPLIMIENTO DE LA EXPIACIÓN EN SU “ORACIÓN SACERDOTAL” (JUAN 17) CON CÓMO EL JUDAÍSMO SE REDESCUBRIÓ A SÍ MISMO DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO
- BENEDICTO XVI SE ALEGRA QUE SE HAYA ESCRITO UN LIBRO PARA REFLEJAR LAS CREENCIAS DEL PROTESTANTISMO Y QUE SE COMPLEMENTA CON SU LIBRO
- BENEDICTO XVI SU TILMENTE ENSEÑA QUE EL HOMBRE ES DIOS
- BENEDICTO XVI APRUEBA LAS PALABRAS “POR TODOS” EN LA CONSAGRACIÓN
- BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE JESÚS ACOGIÓ A LA HUMANIDAD ENTERA Y A TODA CARNE
- BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE TODOS LOS HOMBRES TIENEN FILIACIÓN DIVINA
- BENEDICTO XVI PROMUEVE EN TODO SU LIBRO LA EVOLUCIÓN
- REFLEXIONES FINALES

BENEDICTO XVI CRITICA EL EVANGELIO DE SAN MATEO Y RECHAZA SU EXACTITUD HISTÓRICA

Esta debe ser una de las peores herejías de Benedicto XVI. Ella se presenta en el contexto de sus repetidos intentos de excusar a los judíos de cualquier culpa por la muerte de Cristo.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 218: “El ochlos [“muchedumbre del pueblo” en griego] de Marcos se amplía en Mateo con fatales consecuencias, pues habla del ‘pueblo entero’ (27, 25), atribuyéndole la petición de que se crucificará a Jesús. Con ello Mateo no expresa seguramente un hecho histórico:¿cómo podría haber estado presente en ese momento todo el pueblo y pedir la muerte de Jesús? La realidad histórica aparece de manera notoriamente correcta en Juan y Marcos”.

¡Impresionante, ¿no?! Benedicto comenta sobre las palabras de Mateo 27, 25: “Y todo el pueblo contestó diciendo: Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos”. Benedicto XVI no solamente critica las palabras del Evangelio de Mateo como algo de “fatales” consecuencias, sino que también niega de plano que el relato de San Mateo sea históricamente preciso. Esto simplemente es un rechazo de la indefectibilidad de la Sagrada Escritura. Es una negación de la revelación divina y de la fe católica. Ya es hora que la gente despierta y vea a este hombre por lo que es y lo que enseña. Él profiere esta tremenda herejía simplemente porque, como su libro deja claro , quiere exonerar a los judíos.
Papa León XIII, Providentissimus Deus, #20-21, 18 de noviembre de 1893: “En efecto, los libros que la Iglesia ha recibido como sagrados y canónicos, todos e íntegramente, en todas sus partes, han sido escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo; y está tan lejos de la divina inspiración el admitir error, que ella por sí misma no solamente lo excluye en absoluto, sino que lo excluye y rechaza con la misma necesidad con que es necesario que Dios, Verdad suma, no sea autor de ningún error. Tal es la antigua y constante creencia de la Iglesia definida solemnemente por los concilios de Florencia y de Trento, confirmada por fin y más expresamente declarada en el concilio Vaticano, que dio este decreto absoluto: ‘Los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, íntegros, con todas sus partes, como se describen en el decreto del mismo concilio (Tridentino) y se contienen en la antigua versión latina Vulgata, deben ser recibidos por sagrados y canónicos. La Iglesia los tiene por sagrados y canónicos, no porque, habiendo sido escritos por la sola industria humana, hayan sido después aprobados por su autoridad, ni sólo porque contengan la revelación sin error, sino porque, habiendo sido escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor’. Por lo cual nada importa que el Espíritu Santo se haya servido de hombres como de instrumentos para escribir, como si a estos escritores inspirados, ya que no al autor principal, se les pudiera haber deslizado algún error. Porque É l de tal manera los excitó y movió con su influjo sobrenatural para que escribieran, de tal manera los asistió mientras escribían, que ellos concibieran rectamente todo y sólo lo que Él quería, y lo quisieran fielmente escribir, y lo expresaran aptamente con verdad infalible; de otra manera, É l no sería el autor de toda la Sagrada Escritura. Tal ha sido siempre el sentir de los Santos Padres. (…) pero lo que de ninguna manera puede hacerse es limitar la inspiración a solas algunas partes de las Escrituras o conceder que el autor sagrado haya cometido error”.

Papa Benedicto XV, Spiritus Paraclitus, # 22, 15 de septiembre de 1920: “Y no discrepan menos de la doctrina de la Iglesia – comprobada por el testimonio de San Jerónimo y de los demás Santos Padres – los que piensan que las partes históricas de la Escritura no se fundan en la verdad absoluta de los hechos…”.

BENEDICTO XVI ENSEÑA DESCARADAMENTE LA JUSTIFICACIÓN POR LA SOLA FE
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, pp. 275 -276: “Pablo, que tanto resalta la imposibilidad de la justificación fundándose en la propia moralidad, presupone indudablemente en esto que el nuevo culto de los cristianos, en el cual ellos mismos son ‘víctima viva y santa’, sólo es posible participando en el amor hecho carne de Jesucristo, ese amor que, mediante el poder su santidad, supera toda nuestra insuficiencia.
    “Si debemos decir, por un lado, que con esta exhortación Pablo no cede a ninguna forma de moralismo y no desmiente para nada su doctrina acerca de la justificación mediante la fe –y no por las obras–, por otro queda claro que con esta doctrina de la justificación no se condena al hombre a la pasividad: no se convierte en un destinatario meramente pasivo de la justicia de Dios, la cual, en ese caso, sería en el fondo algo externo a él”.

Esto es protestantismo. Benedicto XVI afirma claramente que la doctrina de San Pablo sobre la justificación es ¡“mediante la fe –y no por las obras–“! Para aclarar esta herejía en su perspectiva, piénsense de esta manera: La próxima vez que se enfrente con un protestante en una discusión sobre la fe católica, y él (erróneamente) trae a colación el pasaje de San Pablo, en su intento de probar la justificación por la sola fe sin las obras, recuérdese que Benedicto XVI está de acuerdo con el protestante.
Santiago 2, 24: “Ved, pues, cómo por las obras y no por la fe solamente se justifica el hombre”.

Romanos 2, 5-6: “… del justo juicio de Dios, que dará a cada uno según sus obras”.

Romanos 2, 13: “Porque no son justos ante Dios los que oyen la Ley, sino los cumplidores de la Ley, ésos serán declarados justos”.
 
No es de extrañar que Benedicto XVI haya estado íntimamente involucrado en la formulación y aprobación de la herética Declaración Conjunta con los Luteranos sobre la Doctrina de la Justificación. Ella también enseña que la justificación es por la sola fe.
Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación, Anexo a la Declaración oficial común, # 2, C [“católicos” y luteranos juntos]: “La justificación tiene lugar só lo por gracia, por la sola fe; la persona se justifica sin las obras”.

BENEDICTO XVI PROMUEVE QUE LOS JUDÍOS NO DEBEN SER CONVERTIDOS
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 60: “Hildegard Brem comenta así este pasaje: ‘Según Romanos 11, 25, la Iglesia no tiene que preocuparse por la conversión de los judíos, porque hay que esperar el momento establecido por Dios, ‘hasta que entren todos los pueblos’ (Ro m. 11, 25)”.

Benedicto XVI cita a Hildegard Brem (lo que significa que él lo aprueba), quien enseña que la Iglesia no debe convertir a los judíos. Benedicto XVI no contradice esta enseñanza, sino que la promueve y está de acuerdo con ella. En la siguiente página, él amplia aún más el punto,  d eclarando que los judíos conservan su propia “misión”.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 61: “Hemos comprobado, además, que el anuncio de un tiempo de los gentiles forma parte del núcleo del mensaje escatológico de Jesús, un tiempo durante el cual se debe llevar el Evangelio a todo el mundo y a todos los hombres: sólo después la historia puede alcanzar su meta.
    "Entretanto, Israel conserva su propia misión. Está en las manos de Dios, que lo salvará ‘por entero’ en el tiempo apropiado, una vez que el número de los paganos esté completo. Es obvio y nada sorprendente que no se pudiera calcular la duración histórica de este periodo”.

Según él, los judíos no necesitan convertirse porque ellos retienen su propia misión y están “en las manos de Dios”. Por supuesto, esto es una negación de Jesucristo, del Evangelio, de la fe católica, y de muchos dogmas. Es por esto también que lo vimos alentar en su “misión” al rabino jefe de Roma .
Benedicto XVI, Discurso al rabino jefe de Roma, 16 de enero de 2006: “Distinguido señor rabino jefe, recientemente se le ha encomendado la guía espiritual de la comunidad judía romana; usted ha asumido esta responsabilidad con su experiencia de estudioso y de médico, que ha compartido alegrías y sufrimientos de mucha gente. Le expreso de corazón mis mejores deseos para su misión, y le aseguro mi estima y mi amistad cordial, así como las de mis colaboradores”.

Es un fraude monumental que este hombre pueda decirse ser el Papa y el jefe de la Iglesia cristiana. Los apóstoles fueron judíos conversos. Los mismos apóstoles evangelizaron a los judíos. El Gran Mandato de Jesús (Mc. 16; Mt. 28) consistió en encomendarle a los apóstoles llevar el Evangelio a todo el mundo . Es un dogma que los judíos ( al igual que los otros no cristianos) no pueden salvarse sin el bautismo y la fe en Cristo.
Hechos 4, 12: “… en nombre de Jesucristo (…) pues ningún otro nombre nos ha sido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos”.

Hechos 13, 45-46: “Pero viendo los judíos a la muchedumbre, se llenaron de envidia e insultaban y contradecían a Pablo. Mas Pablo y Bernabé respondían valientemente, diciendo: A vosotros os habíamos de hablar primero la palabra de Dios, mas puesto que la rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, nos volveremos a los gentiles”.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y en que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre. –Ahora bien, la fe católica es que veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y a la Trinidad en la unidad, (…) El que quiera, pues, salvarse, así ha de sentir de la Trinidad.
    “Pero es necesario para la eterna salvación creer también fielmente en la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo (…) hijo de Dios, es Dios y hombre. (…) Ésta es la fe católica y el que no la creyere fiel  y firmemente, no podrá salvarse”.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino”, 1441, ex cathedra: “[La Santa Iglesia romana] firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irán al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mat. 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia católica”.

 

BENEDICTO XVI NIEGA DESCARADAMENTE LA NECESIDAD DE CREER EN EL EVANGELIO PARA LA SALVACIÓN
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, pp. 58-59: “El caminar incansable de S an Pablo hacia los pueblos para llevar el mensaje a todos y cumplir así la tarea, posiblemente ya durante su vida, muestra precisamente una tenacidad que sólo se explica por su convencimiento del significado histórico y escatológico del anuncio: ‘No tengo más remedio, y ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!’ (1 Co 9, 16). En este sentido, la urgencia de la evangelización en la generación apostólica no está motivada tanto por la cuestión sobre la necesidad de conocer el Evangelio para la salvación individual de cada persona, cuanto más bien por esta gran concepción de la historia: para que el mundo alcance su meta, el Evangelio tiene que llegar a todos los pueblos”.

Benedicto XVI dice que la urgencia de la evangelización no se basaba tanto en la necesidad de conocer el Evangelio para la salvación individual de cada persona. Más bien era importante para que el mundo pudiera cumplir su destino. Para el hereje Benedicto XVI, no es necesario que las personas conozcan y crean en el Evangelio para la salvación.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, 1870: “… nadie, sin embargo, ‘puede consentir a la predicación evangélica’, como es menester para conseguir la salvación, ‘sin la iluminación e inspiración del Espíritu Santo, que da a todos suavidad en consentir y creer a la verdad’”. (Denz. 1791)

Papa Gregorio XVI, Mirari vos, # 13, 15 de agosto de 1832: “Si dice el Apóstol que hay ‘un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo’ (Ef. 4, 5), entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, ‘están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo’ (Luc. 11, 23) y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual es ‘indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guardan íntegra y sin mancha’ (Credo Atanasiano)”.

BENEDICTO XVI JUSTIFICA LA CONDENACIÓN DE CRISTO
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p . 19 9: “… sobre el ‘caso’ Jesús. (…) Según Juan, se reunieron conjuntamente los jefes de los sacerdotes y los fariseos, los dos grupos dominantes en el judaísmo en tiempos de Jesús, aunque hubiera discrepancias entre ellos sobre muchos puntos. Su preocupación común era: ‘Vendrán los romanos y nos destruirán ‘el lugar’ (es decir, el templo, el lugar sagrado de la veneración de Dios) y la nación’ (11, 48). Uno estaría tentado de decir que el motivo para proceder contra Jesús era una preocupación política, en la cual concordaban tanto la aristocracia sacerdotal como los fariseos, aunque por razones diferentes (…) Con todo, hay que ser cautelosos a la hora de condenar a la ligera la perspectiva ‘puramente política’ propia de los adversarios de Jesús. En efecto, en el ordenamiento hasta entonces vigente, las dos dimensiones –la política y la religiosa– eran de hecho absolutamente inseparables una de otra”.

Benedicto XVI claramente intenta exonerar a quienes fueron responsables por la muerte de Cristo (es decir, los judíos).
Hechos 3, 12-19: “Visto lo cual por Pedro, habló así al pueblo: Varones israelitas, ¿qué os admiráis de esto o qué nos miráis a nosotros, como si por nuestro propio poder o por nuestra piedad hubiéramos hecho andar a éste? (…) Vosotros negasteis al Santo y al Justo y pedisteis que se os hiciera gracia de un homicida. Disteis la muerte al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. (…) Dios ha dado así cumplimiento a lo que había anunciado por boca de todos los profetas, la pasión de su Cristo. Arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados…”.

Errores de Pedro Abelardo, condenados por Inocencio II, 16 de julio de 1140, #10: “No pecaron los que crucificaron a Cristo por ignorancia, y cuanto se hace por ignorancia no debe atribuirse a culpa”. – Condenado

BENEDICTO XVI DICE QUE LOS JUDÍOS NO MATARON A JESÚS
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p . 217: “Pero preguntémonos antes de nada: ¿Quiénes eran exactamente los acusadores? ¿Quién ha insistido en que Jesús fuera condenado a muerte? En las respuestas que dan los Evangelios hay diferencias sobre las que hemos de reflexionar. Según Juan, son simplemente ‘los judíos’. Pero esta expresión de Juan no indica en modo alguno el pueblo de Israel como al –como quizás podría pensar el lector moderno–, y mucho menos aún comporta un tono ‘racista’. (…) Esta expresión tiene en Juan un significado bien preciso y rigurosamente delimitado: con ella designa la aristocracia del templo”.

Este es otro decidido esfuerzo del antipapa Benedicto XVI – el hombre que lleva la estrella judía de David en su mitra – para reescribir el Evangelio y excusar a los judíos. Su enseñanza constante a favor de los judíos es consistente con quien lidera la falsa Iglesia judía del anticristo. La revelación divina, sin embargo, es clara al decir que los judíos fueron los responsables por la muerte de Cristo.
1 Tesalonicenses 2, 14-15: “Pues vosotros, hermanos, os habéis hecho imitadores de las iglesias de Dios que hay en Judea, en Cristo Jesús, pues habéis padecido de vuestros conciudadanos, lo mismo que ellos de los judíos, de aquellos que dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos persiguen, y que no agradan a Dios y están contra todos los hombres…”.

Hechos 10, 39: “Y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén, y de cómo le dieron muerte suspendiéndole de un madero”.

Hechos 2, 5, 22-23, 37-38: “Residían en Jerusalén judíos, varones piadosos, de cuantas naciones hay bajo el cielo, (…) Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús de Nazaret, varón probado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por Él en medio de vosotros, como vosotros mismos sabéis, a éste, entregado según los designios de la presciencia de Dios, le alzasteis en la cruz y le disteis muerte (…) En oyéndole, se sintieron compungidos de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les contestó: Arrepentíos y bautizaos en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.

Benedicto XVI admite que en el Evangelio de San Marcos, el “círculo de los acusadores” se amplía. Sin embargo, él (por supuesto) aun encuentra manera para no culpar a los judíos.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, pp. 217-218: “En Marcos, en el contexto de la amnistía pascual (Barrabás o Jesús), el círculo de los acusadores se amplía: aparece el ‘ochlos’, que opta por dejar libre a Barrabás. ‘Ochlos’ significa ante todo simplemente un montón de gente, la ‘masa’. No es raro que la palabra tenga una connotación negativa, en el sentido de ‘chusma’. En cualquier caso, no indica el ‘pueblo’ de los judíos propiamente dicho”.

BENEDICTO XVI CUESTIONA LA AUTENTICIDAD DEL CAPÍTULO 2 DE LOS  HECHOS DE LOS APÓSTOLES
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 298: “Pedro presupone a David como el orante originario de este Salmo, y ahora puede constatar que en David no se ha cumplido esta esperanza: ‘David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy’ (Hch 2, 29). (…) No es necesario discutir aquí sobre si este discurso es de Pedro o fue redactado por otro, y por quién, como tampoco sobre cuándo y dónde fue compuesto exactamente. Cualquiera sea la razón, se trata de un tipo antiguo de anuncio de la resurrección, cuya autoridad en la Iglesia de los inicios se demuestra por el hecho de que se le atribuyó a Pedro mismo y fue considerado el anuncio original de la resurrección”.

El capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles contiene el sermón de San Pedro el día de Pentecostés, uno de los discursos más importantes en la historia de la Iglesia. Benedicto XVI pone en duda que este discurso pueda atribuirse a San Pedro. Esta es una herejía escandalosa y un sucio modernismo. El 1 de julio de 1933, la Pontificia Comisión Bíblica respondió a una pregunta respecto a Hechos 2, 24-33, el mismo pasaje que menciona Benedicto XVI. La respuesta declaró que ni siquiera está permitido interpretar las palabras de Salmo 15, 10-11, citados por San Pedro en Hechos 2, 27, que no sea sobre la resurrección de Jesucristo (Denz. 2272). Es decir, esas palabras de San Pedro se refieren definitivamente a la resurrección de Cristo. Nos podemos imaginar cómo habría respondido la Comisión Bíblica si alguien cuestionara que el discurso haya sido pronunciado por San Pedro.

BENEDICTO XVI NIEGA LA CONCLUSIÓN DEL EVANGELIO DE SAN MARCOS – ÉL DICE QUE FUE AÑADIDA
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, pp. 304 -305 : “La conclusión del Evangelio de Marcos presenta un problema particular. Según manuscritos importantes, el texto termina con el versículo 16, 8: Ellas, las mujeres, ‘salieron corriendo del sepulcro, temblando de espanto. Y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían’. El texto auténtico del Evangelio, en la forma que ha llegado a nosotros, concluye con el susto y el temor de las mujeres. (…) Por qué nuestro texto queda interrumpido en este punto no lo sabemos. En el siglo II se ha añadido un relato sintético en el que se recogen las más importantes tradiciones sobre la resurrección, así como de la misión de los discípulos de predicar por todo el mundo (Mc. 16, 9-20)”.

Según Benedicto XVI, todo lo dicho a partir de San Marcos 16, 9 a San Marcos 16, 20 no es parte de la Biblia. Él excluye esta sección importante del texto bíblico.
Marcos 16, 15-20: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyere, se condenará. A los que creyeren les acompañarán estas señales: en mi nombre echarán los demonios, hablarán lenguas nuevas, tomarán en sus manos serpientes, y, si bebieren ponzoña, no les dañará; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud. El Señor Jesús, después de haber hablado con ellos, fue levantado a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios. Ellos se fueron, predicando por todas partes, cooperando con ellos el Señor y confirmando su palabra con las señales consiguientes”.

El hecho de que haya habido diversas opiniones en manuscritos antiguos con respecto a San Marcos 16 es algo irrelevante. En la Iglesia primitiva, hubo también disputas acerca de qu é libros constituían la Escritura canónica. Una vez que la Iglesia confirmó la autenticidad del Evangelio de San Marcos, de principio a fin, como se ha creído siempre en la Iglesia católica, esta declaración de Benedicto XVI es herejía. De hecho, es interesante tener en cuenta que el Primer Concilio Vaticano incorporó dogmáticamente, en su decreto infalible, el mismo extracto del Evangelio de San Mateo, precisamente el mismo que niega Benedicto XVI.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, constitución dogmática sobre la fe católica, cap. 2, de la revelación: “Por eso, tanto Moisés y los profetas, como sobre todo el mismo Cristo Señor, hicieron y pronunciaron muchos y clarísimos milagros y profecías; y de los Apóstoles leemos: Y ellos marcharon y predicaron por todas partes, cooperando el Señor y confirmando su palabra con los signos que se seguían [Mc. 16, 20]. Y nuevamente está escrito: Tenemos palabra profética más firme, a la que hacéis bien en atender como a una antorcha que brilla en un lugar tenebroso [2 Petr. 1, 19]”.

Si usted todavía cree que Benedicto XVI es el Papa, entonces usted y él no tienen ni siquiera la misma Biblia.
  
BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE LA BIBLIA SE CONTRADICE
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 129: “El problema de la datación de la Última Cena de Jesús se basa en las divergencias sobre este punto entre los Evangelios sinópticos, por un lado, y el Evangelio de Juan, por otro”.
 
Benedicto XVI dedica una buena parte de su libro en examinar lo que él considera son contradicciones en los relatos bíblicos.
 
BENEDICTO XVI CUESTIONA EL HECHO DE QUE JESÚS HAYA PROFETIZADO LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 134 : “Jesús acudía al templo para las grandes fiestas. Incluso si predijo su fin, y lo confirmó con un dramático gesto simbólico, Él observó el calendario judío de las festividades, como lo demuestra sobre todo el Evangelio de Juan” (*).

No hay motivo para poner en duda que Jesús haya profetizado la destrucción del templo si se cree en las palabras de la Biblia. La profecía de Jesús está en Mateo 24, 1-2, y se cumplió. Benedicto XVI dice, “Incluso si él predijo su destrucción”, como si no hubiera certeza de que Jesús la hubiera profetizado. Esto es una herejía.

Algunos responderán diciendo que la expresión de Benedicto XVI es só lo una manera de hablar. Todo lo contrario, su libro esta llenó de detalladas discusiones que cuestionan la veracidad y precisión histórica de los acontecimientos relatados en el Nuevo Testamento. Él dice c laramente que los Evangelios se contradicen entre sí. Él t ambién admite que su libro adopta el método de exégesis histórico-crítico , que en nuestros días equivale a una deconstrucción ( en lugar de una aceptación) de la historia registrada en la Biblia.

(*) N. del T.: En este párrafo hay una discrepancia entre la edición inglesa y la española. La edición española dice “Jesús acudía al templo para las grandes fiestas. Aunque predijo su fin…”, lo que obviamente cambia el sentido de la frase. Puesto que el autor hace el análisis de su artículo en base a la edición inglesa del libro de Benedicto XVI, hemos trascrito aquí la traducción al español de la edición inglesa, conservando, por tanto, las conclusiones del autor.
 
BENEDICTO XVI ADMITE QUE SU LIBRO PRESUPONE UNA EXÉGESIS HISTÓRICO-CRÍTICA

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –  Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 341: “Como he indicado en el prólogo este libro presupone la exégesis histórico-crítica y utiliza sus resultados, pero pretende ir más allá de este método para llegar a una interpretación propiamente teológica”.

BENEDICTO XVI COMPARA BLASFEMAMENTE LA PERFECCIÓN DE CRISTO Y EL CUMPLIMIENTO DE LA EXPIACIÓN EN SU “ORACIÓN AL PADRE ETERNO” [CONOCIDA TAMBIÉN COMO “ORACIÓN SACERDOTAL”] (JUAN 17) A CÓMO EL JUDAÍSMO SE REDESCUBRIÓ A SÍ MISMO DESPUÉS DE LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO

En su libro, Benedicto XVI señala correctamente cómo la oración de Jesús al Padre, en Juan 17 –conocida hoy día como su “oración sacerdotal”– corresponde a la oración del sumo sacerdote en el día de la Expiación del Antiguo Testamento.
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 97: “La estructura del rito descrito en Levítico 16 es retomada precisamente en la oración de Jesús: así como el sumo sacerdote hace la expiación por sí mismo, por la clase sacerdotal y por toda la comunidad de Israel, también Jesús ruega por sí mismo, por los Apóstoles y, finalmente, por todos los que después, por medio de su palabra, creerán en Él: por la Iglesia de todos los tiempos (Juan 17, 20)”.

Benedicto XVI dedica algunas páginas en las que establece que la “oración sacerdotal” de Jesús es el cumplimiento divino del ritual y tipo [bíblico] del Antiguo Testamento. En Cristo, ha llegado el verdadero sumo sacerdote. Sin embargo, más adelante ¡Benedicto XVI compara la perfección de Jesús y el cumplimiento de la Expiación a cómo el judaísmo se redescubrió a sí mismo después de la destrucción del templo y la finalización de su culto!
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 90: “Esta ‘verdad’ purificadora y santificadora es, en último análisis, Cristo mismo. Han de ser sumergidos en Él, han de ser como ‘revestidos’ de Él y, de este modo, hacerse partícipes de su consagración, de su cometido sacerdotal, de su sacrificio.
    “Tras el fin del templo, también el judaísmo ha tenido que buscar por su parte una nueva interpretación de las prescripciones cultuales. Éste veía ahora la ‘santificación en el cumplimiento de los mandamientos: en la inmersión en la palabra sagrada de Dios y en la voluntad de Dios que en ella se manifiesta (Schnackenburg, Johannesevangelium [El Evangelio según San Juan], III, p. 211)”.

Esto es herejía, blasfemia y apostasía. La destrucción del templo judío y la finalización de su culto significaron que el judaísmo estaba definitivamente muerto. El Mesías había llegado. Todos los verdaderos judíos iban a ser incorporados en la alianza universal del Salvador. Ya no hay más futuro o redescubrimiento para el judaísmo después de la destrucción del templo. Estaba terminado y acabado; ese futuro fue pasado a la Iglesia.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, 1441, ex cathedra: “La Santa Iglesia Romana firmemente cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo Testamento, o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos sagrados, sacrificios y sacramentos (…) cesaron una vez venido nuestro Señor Jesucristo (…) y empezaron los sacramentos del Nuevo Testamento (…) Denuncia consiguientemente como ajenos a la fe de Cristo a todos los que, después de aquel tiempo (la promulgación del Evangelio), observan la circuncisión y el sábado y guardan las demás prescripciones legales y que en modo alguno pueden ser partícipes de la salvación eterna…”.

Papa Pío XII, Mystici Corporis Christi,# 29-30, 29 de junio de 1943: “Y, en primer lugar, con la muerte del Redentor, a la Ley Antigua abolida sucedió el Nuevo Testamento (…) en el patíbulo de su muerte Jesús abolió la Ley con sus decretos [Ef.2,15] (…) y constituyó el Nuevo en su sangre, derramada por todo el género humano. Pues, como dice San León Magno, hablando de la Cruz del Señor,de tal manera en aquel momento se realizó un paso tan evidente de la Ley al Evangelio, de la Sinagoga a la Iglesia, de lo muchos sacrificios a una sola hostia, que, al exhalar su espíritu el Señor, se rasgó inmediatamente de arriba abajo aquel velo místico que cubría a las miradas el secreto sagrado del templo’. En la Cruz, pues, murió la Ley Vieja, que en breve había de ser enterrada y resultaría mortífera…”.

Benedicto XVI no solo indica que el judaísmo tiene un futuro, y que redescubrió un nuevo significado a sus prescripciones, sino que argumenta que el redescubrimiento del judaísmo es comparable (y por lo tanto tiene la misma validez) con la perfección de Jesús y el cumplimiento del día de Expiación del Antiguo Testamento . En otras palabras, para él, el judaísmo moderno es comparable (y por lo tanto válido) con las acciones, religión y realización divina del Salvador.

BENEDICTO XVI SE ALEGRA QUE SE HAYA ESCRITO UN LIBRO PARA REFLEJAR LAS CREENCIAS DEL PROTESTANTISMO Y QUE SE COMPLEMENTA CON SU LIBRO

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, Pró logo, pp. 5-6 : “También ha sido para mí un motivo de alegría que el libro haya ganado en este tiempo, por decirlo así, un hermano ecuménico en la voluminosa obra Jesús (2008), del teólogo protestante Joachim Ringleben. Quien lea los dos libros notará, por un lado, la gran diferencia en el modo de pensar y en los planteamientos teológicos determinantes, en los que se manifiesta concretamente la distinta procedencia confesional de los dos autores. (…) Si bien con enfoques dispares, es la misma fe la que actúa, produciendo un encuentro con el mismo Señor Jesús”.

Benedicto XVI se alegra de que un hereje publique un libro sobre Jesús. Él dice que el libro herético refleja los presupuestos teológicos y el ambiente confesional de los protestantes (es decir, herejía). Por lo tanto, Benedicto XVI aprueba y promueve un libro protestante. Además, Benedicto XVI dice que los protestantes tienen la misma fe en Jesús. Esto es herejía manifiesta.

Papa León XIII, Satis cognitum, # 5, 29 de junio de 1896: “La Iglesia de Cristo es, pues, única y, además, perpetua: quien se separa de ella se aparta de la voluntad y de la orden de Jesucristo nuestro Señor, deja el camino de salvación y corre a su pérdida. ‘Quien se separa de la Iglesia para unirse a una esposa adúltera, renuncia a las promesas hechas a la Iglesia. Quien abandona a la Iglesia de Cristo no logrará las recompensas de Cristo. Quien no guarda esta unidad, no guarda la ley de Dios, ni guarda la fe del Padre y del Hijo, ni guarda la vida ni la salud’”.

BENEDICTO XVI SUTILMENTE ENSEÑA QUE EL HOMBRE ES DIOS

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 233 : “’Ecce homo’: esta palabra adquiere espontáneamente una profundidad que va más allá de aquel momento. En Jesús aparece lo que es propiamente el hombre. En Él se manifiesta la miseria de todos los golpeados y abatidos”.

El hombre no se manifiesta [ni se puede reflejar] en Jesús, porque el hombre no es el Dios-hombre. Si bien esto está lejos de ser el pasaje más significativo o problemático de su libro, vale la pena señalarlo.

BENEDICTO XVI APRUEBA LAS PALABRAS “POR TODOS” EN LA CONSAGRACIÓN

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 161 : “[Joachim Jeremias] Trata de probar que la palabra ‘muchos’ significa en el Antiguo Testamento ‘la totalidad’ y, por tanto, se debería traducir por ‘todos’. Esta tesis se impuso rápidamente por entonces y se ha convertido en una convicción teológica común. Basándose en ella, en las palabras de la consagración, el ‘muchos’ se ha traducido en distintas lenguas por ‘todos’. ‘Derramada por vosotros y por todos’. Así oyen hoy los fieles en muchos países las palabras de Jesús durante la celebración eucarística”.

Esto es herejía, una mentira, y una escandalosa perversión de las palabras de Jesús.

Catecismo del Concilio de Trento, Sobre la forma de la Eucaristía, p. 173: “Respecto a las palabras que se añaden: Por vosotros y por muchos, las primeras están tomadas de San Lucas y las otras de San Mateo, pero que las juntó seguidamente la Santa Iglesia, instruida por el espíritu de Dios; y son muy propias para manifestar el fruto y las ventajas de la pasión. Porque, si atendemos a su valor, habrá que reconocer que el Salvador derramó su sangre por la salvación de todos; pero si nos fijamos en el fruto que de ella sacan los hombres, sin dificultad comprenderemos que su utilidad no se extiende a todos, sino únicamente a muchos. Luego, cuando dijo: por vosotros, dio a entender, o a los que estaban presentes, o a los escogidos del pueblo judío, cuáles eran sus discípulos, excepto Judas, con los cuales estaba hablando. Y cuando dijo: por muchos, quiso se entendieran los demás elegidos de entre los judíos o los gentiles. MUY SABIAMENTE, PUES, OBRÓ NO DICIENDO “POR TODOS”, puesto que entonces sólo hablaba de los frutos de su pasión, la cual sólo para los escogidos produce frutos de salvación”.

BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE JESÚS ACOGIÓ A LA HUMANIDAD ENTERA Y A TODA CARNE

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret –   Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 72 : “Y el Jesús que retorna no se despoja en modo alguno de su humanidad, como si ésta fuera una contaminación. El descenso tenía la finalidad de aceptar y acoger la humanidad entera y el retorno junto con todos, la vuelta de ‘toda carne’”.

Benedicto XVI dice que el descenso de Jesús al infierno y su regreso de allí, fue con la finalidad de “aceptar y acoger la humanidad entera” y “toda carne”. Esto es la salvación universal. Esto alude a la enseñanza herética de Juan Pablo II que decía que Cristo se unió con cada hombre en la Encarnación, y asumió toda “carne” [o “la carne de todos”]. Juan Pablo II enseñó que el Verbo, el Hijo de Dios, en realidad no se hizo hombre, sino que asumió a toda la humanidad.

Juan Pablo II, Dominum et v ivificantem, # 50, 18 de mayo de 1986: “La Encarnación de Dios-Hijo significa asumir la unidad con Dios no sólo de la naturaleza humana sino asumir también en ella, en cierto modo, todo lo que es ‘carne’,toda la humanidad, todo el mundo visible y material”.

BENEDICTO XVI ENSEÑA QUE TODOS LOS HOMBRES TIENEN FILIACIÓN DIVINA

Benedicto XVI, Jesús de Nazaret – Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección, 2011, p. 19 1: “‘No se haga mi voluntad sino la tuya’ (Lc 22, 42), es realmente una oración del Hijo al Padre, en la que la voluntad natural humana ha sido llevada por entero dentro del Yo del Hijo, cuya esencia se expresa precisamente en el ‘no yo, sino tú’, en el abandono total de Yo al Tú de Dios Padre. Pero este ‘yo’ ha acogido en sí la oposición de la humanidad y la ha transformado, de modo que, ahora, todos nosotros estamos presentes en la obediencia del Hijo, hemos sido incluidos dentro de la condición de hijos”.

Só lo aquellos que están incorporados a Cristo reciben la filiación divina.

Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, tercera sesión, 24 de abril de 1870: constitución dogmática sobre la fe católica, cap. 3: “Mas porque sin la fe es imposible agradar a Dios y llegar al consorcio de los hijos de Dios; de ahí que nadie obtuvo jamás la justificación sin ella, y nadie alcanzará la salvación eterna, si no perseverara en ella hasta el fin”.

BENEDICTO XVI PROMUEVE LA EVOLUCIÓN EN TODO SU LIBRO

Benedicto XVI promueve en todo su libro las herejías de evolución teológica y física. Él hace referencia al “mundo de los humanos tal como ha evolucionado en la historia”; habla de cómo la liturgia tuvo que “evolucionar”; dice que la resurrección de Jesús constituye “un salto evolutivo”; que la creación espera el último y supremo “salto evolutivo”; habla nuevamente de la resurrección de Cristo como un radical “salto evolutivo”, por citar algunos ejemplos.

Papa Pío X, Pascendi, # 26, 8 de septiembre de 1907, explicando la doctrina de los modernistas: Si, pues, no queremos que el dogma, la Iglesia, el culto sagrado, los libros que como santos reverenciamos y aun la misma fe languidezcan con el frío de la muerte, deben sujetarse a las leyes de la evolución. No sorprenderá esto si se tiene en cuenta lo que sobre cada una de esas cosas enseñan los modernistas ”.

REFLEXIONES FINALES

Hay entre 20 a 40 pasajes del libro que son heréticos o están llenos de herejía y modernismo, pero creí que sería mejor focalizarme únicamente en las que les he presentado aquí. De todos los libros escritos por Benedicto XVI que he estudiado (un total de 27), este libro es quizás el más herético y definitivamente se encuentra en el top de los tres primeros más heréticos.

SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT, APÓSTOL DE MARÍA SANTÍSIMA

San Luis María Grignion de Montfort, Profeta de María y Primer Apóstol de los Últimos Tiempos
  
PRIMEROS AÑOS
San Luis María Grignion nació en Montfort del Meu, Francia, el 31 de enero de 1673 de una familia muy numerosa, el siendo el mayor de 18 hermanos. Uno de ellos murió en su infancia, 3 fueron sacerdotes y 3 religiosas. San Luis sobresalía entre sus amigos por su habilidad y su extraordinaria fortaleza física. De carácter era mas bien tímido y prefería la soledad.
   
Desde joven, San Luis tenía una gran devoción a la Eucaristía y a la Virgen María. Frecuentemente lo encontraban rezando por largo rato frente a una imagen de la Virgen. Cuando tenía suficiente edad, pidió permiso para asistir en la misa de la parroquia en las mañanas. Como la iglesia le quedaba a dos millas de su casa, tenía que levantarse muy temprano para llegar a tiempo. Mientras estudiaba con los jesuitas en Rennes siempre visitaba la iglesia antes y después de las clases. Participó en una sociedad de jóvenes que durante las vacaciones servían a los pobres y los enfermos incurables. Les leían libros inspirados durante las comidas.
   
Pero no todo en su juventud era de color de rosas. Su padre, Jean Grignion, tenía la fama de ser uno de los hombres más coléricos en toda la región de Rennes. Y como Luis era el hijo mayor, era quien sentía mas el peso de la furia. Su papá constantemente lo incitaba a la ira. Ya por si mismo Luis tenía un temperamento tan fuerte como el de su papá, lo cual le hacía aun más difícil soportar aquellas pruebas... Para evitar un enfrentamiento con su papá, y el mal que su ira podría traer, Luis salía corriendo. Así evitaba la ocasión de pecado. Era todo lo que Luis podía hacer para controlar su temperamento. En vez de empeorar, a través de estas demostraciones de ira de su papá, Luis aprendió a morirse a si mismo y pudo aprender a ser paciente, dulce y crecer en virtud. Su papá, sin quererlo le proporcionó un medio para entrar en la lucha por la santidad a una temprana edad.
   
UN TOQUE DE GRACIA LO LLEVA AL SACERDOCIO

Entre los 16 y 18 años, San Luis tuvo una experiencia de Dios que marcó su vida para siempre. Ante este encuentro personal e íntimo con Dios, la vida de Luis cambió radicalmente. Se entregaba totalmente a la oración y a la penitencia, encontrando su delicia tan solo en Dios. San Luis aprendió rápidamente que lo que verdaderamente valía no eran los grandes acontecimientos en este mundo: el dinero, la fama, etc., sino que el verdadero valor ante Dios estaba en la transformación interior.
   
Escribe San Luis: 
Esta es la forma en que actúan las almas predilectas. Se mantienen dentro de su casa... o sea, mantienen sus mentes en las verdades espirituales (y no en las de la tierra). Se aplican a la oración mental, siguiendo el ejemplo de María, su madre, cuya mayor gloria durante su vida era su vida interior y quien amaba tanto la oración mental. Estas almas observan como tantos trabajan y gastan grandes energías e inteligencia para ganar éxitos y reconocimiento en la tierra. Por la luz del Espíritu Santo, saben que hay mas gloria y mas gozo, permaneciendo escondidos en Cristo y en perfecta sumisión a María, que en hacer grandes cosas o grandes milagros.
 
En 1693, a los 20 años, siente el llamado de consagrar su vida a Dios a través del Sacerdocio. La primera reacción de su padre no era favorable, pero cuando su papá vio la determinación de su hijo, le dio su bendición. Y así, a finales de ese año, San Luis sale de su casa hacia París.
   
EL SEMINARIO
Renunciando a la comodidad de su caballo, San Luis se decidió caminar los 300 kilómetros hacia el seminario en París. Durante su camino, se encuentra con dos pobres en distintos momentos. Al primero le da todo el dinero que su padre le había entregado, quedándose con nada. Al segundo, no teniendo ya mas dinero que darle, le entrega su único traje, regalo de su mama, cambiándolo por los trapos del pobre. De esta manera, San Luis marca lo que ha de ser su vida desde ese momento en adelante. Ya no se limitará a servir a los pobres, pues es ya uno de ellos. Hace entonces un voto de vivir de limosnas.
  

En aquella época habían seminarios separados para ricos y pobres. Cuando llega San Luis al seminario, viéndolo en tan miserable condición, los superiores lo mandan al seminario de los pobres. Así se privó de la ventajas ofrecidad en el mejor seminario. En el seminario, San Luis fue bibliotecario y velador de muertos, dos oficios que eran poco queridos por los demás. Mas en el plan providente de Dios le proporcionaron opotunidades de mucha gracia y crecimiento.
  

Por su oficio de bibliotecario, San Luis pudo leer muchos libros, sobre todo, libros de la Virgen María. Todos los libros que encontraba de ella, los leía y estudiaba con gran celo. Este período llegó a ser para él, la fundación de toda su espiritualidad Mariana.
  

El oficio de velar a los muertos fue también de gran provecho. Era su responsabilidad pasar toda la noche junto con algún muerto. Ante la realidad de la muerte que estaba constantemente ante sus ojos, San Luis apredió a despreciar todo lo de este mundo como vano y temporal. Esto lo llevó a atesorar tesoros en el cielo y no en la tierra. El llegó a reconocer que nada se debe esperar de los que es de este mundo más todo de Dios.
  
Su tiempo en el seminario estuvo lleno de grandes pruebas. San Luis era poco comprendido por los demás. No sabían como lidiar con el, si como un santo o un fanático. Sus superiores, pensando que toda su vida estaba movida mas bien por el orgullo que por el celo de Dios, lo mortificaban día y noche. Lo humillaban y lo insultaban en frente de todos. Sus compañeros en el seminario, viendo la actitud de los superiores, también lo maltrataban mucho. Se reían de el, lo rechazaban muy a menudo. Y todo esto San Luis lo recibió con gran paciencia y docilidad. Es mas, lo miraba todo como un gran regalo de Cristo quién le había dado a participar de Su Cruz.
 
SACERDOTE
El 5 de junio de 1700, San Luis, de 27 años, fue ordenado sacerdote. Escogió como lema de su vida sacerdotal: ser esclavo de María. Enseguida empezaron a surgir grandes cruces en su vida. Pero no se detenía a pensar en si mismo sino que su gran sueño era llegar a ser misionero y llevar la Palabra de Cristo a lugares muy distantes.
   
Después de su ordenación, sus superiores no sabían aun como tratar con el. San Luis estaba ansioso de poder empezar su obras apostólicas. Sin embargo sus superiores le negaron sus facultades de ejercer como sacerdote... no podía confesar ni predicar... y lo mantuvieron un largo rato en el seminario haciendo varios oficios menores. Esto fue un gran dolor para San Luis, no por los trabajos humildes sino por no poder ejercer su sacerdocio. Tenía como único deseo dar gloria a Dios en su sacerdocio y en sus obras misioneras. Mas como siempre, San Luis obedeció con amor.
   
Después de casi un año en el seminario, por fin San Luis se encontró con un sacerdote organizador de una compañía de sacerdotes misioneros, que le invitó a acompañarlo en otro pueblo. Sus superiores, aprovechando esta oportunidad para salir de el, le dieron permiso. A San Luis le esperaba otra gran decepción pues cuando llegó a la casa de los padres misioneros, vio tan grandes abusos y mediocridad entre ellos que no le quedaba duda de que no podía quedarse. Escribió inmediatamente a su superior del seminario pidiendo regresar a París pero este le dijo que estaba siendo malagradecido y le hizo quedarse. San Luis, que obedecía santamente a sus superiores, se quedó. Aun no le daban permiso para confesar y pasaba los días enseñándole catecismo a los niños.
   
CAPELLÁN DE HOSPITAL
Después de varios meses en que se encuentra relegado, San Luis es asignado capellán del hospital de Poitiers, un asilo para los pobres y marginados. No era el apostolado que San Luis buscaba, pues su deseo era ser misionero, pero aceptó con docilidad. Cuando ya percibía los frutos llegó la prueba otra vez. Los poderosos del mundo no podían aceptar la simplicidad y naturalidad que tenía San Luis con los pobres y empezaron los ataques y la persecución. Vive, como todos los santos, el sufrimiento de Cristo.
    
De vuelta en París, el predilecto de la Virgen Santísima empieza a ver como las puertas se le cerraban con rapidez. Muchos, no entendiéndolo, crean falsos testimonios de el, desacreditándolo como sacerdote y como hombre. Es rechazado hasta por sus amigos mas íntimos. Fue tanto el rechazo contra el, que en uno de los hospitales en que servía, su superior le puso una nota bajo su plato a la hora de la cena informándole que ya no necesitaba de su ministerio. Hasta su propio obispo empieza a dudar seriamente de el y dos veces lo manda a callar.
    
San Luis, aunque sufrió enormemente, se mantuvo firme en su fe actuando como un santo sacerdote. Dios lo estaba purificando y fortaleciendo para que su vida sea un amor puro a Dios y al prójimo. En su total humillación y abandono de todos se abre cada vez mas a la total conciencia de que Dios es su único apoyo, su única defensa. El ve en esto una nueva oportunidad de abrazar su determinación de vivir en plena pobreza, tanto espiritual como física. También llega a entender que la razón de los ataques es la doctrina Mariana que enseña. Primero porque Satanás no la quiere y segundo porque la humanidad no esta dispuesta a abrazar sus enseñanzas.
   
RECURSO AL PAPA QUIEN LE HACE MISIONERO
San Luis decide, en el año 1706, recurrir al Santo Padre, el Papa Clemente XI. Quería saber si en verdad estaba errado como todos decían o si cumplía la voluntad de Dios, lo cual era su único deseo. Se logra el encuentro y San Luis recibe del papa la bendición y el título de Misionero Apostólico. 
  
Clemente XI
243º Papa de la Iglesia Católica (8-XII-1700/ 19-III-1721)

Durante su vida apostólica como misionero, San Luis llegará a hacer 200 misiones y retiros. Con gran celo predicaba de pueblo en pueblo el Evangelio. Su lenguaje era sencillo pero lleno de fuego y amor a Dios. Sus misiones se caracterizaban por la presencia de María, ya que siempre promovía el rezo del santo rosario, hacía procesiones y cánticos a la Virgen. Sus exhortaciones movían a los pobres a renovar sus corazones y, poco a poco, volver a Dios, a los sacramentos y al amor a Cristo Crucificado. San Luis siempre decía que sus mejores amigos eran los pobres, ante quienes abría de par en par su corazón.
  
San Luis de Montfort escribiendo el Tratado de la Verdadera Devoción a María
  
FUNDADOR
Un año antes de su muerte, el Padre de Montfort fundó dos congregaciones: Las hermanas de la Sabiduría, dedicadas al trabajo de hospital y la instrucción de niñas pobres, y la Compañía de María, misioneros. Hacía años que soñaba con estas fundaciones pero las circunstancias no le permitían. Humanamente hablando, en su lecho de muerte la obra parecía haber fracasado. Solo habían cuatro hermanas y dos sacerdotes con unos pocos hermanos. Pero el Padre Montfort, quien tenía el don de profecía, sabía que el árbol crecería. Al comienzo del siglo XX las Hermanas de la Sabiduría eran cinco mil con cuarenta y cuatro casas, dando instrucción a 60.000 niños.
   
Una de las cruces de misión de San Luis de Montfort
  

Después de la muerte del fundador, la Compañía de María fue gobernada durante 39 años por el Padre René Mulot. Al principio había rehusado unirse a Montfort en su trabajo misionero. No puedo ser misionero -decía-, porque tengo un lado paralizado desde hace años; tengo infección de los pulmones que apenas me permite respirar, y estoy tan enfermo que no descanso día y noche. Pero San Luis, inspirado por Dios, le contestó: En cuanto comiences a predicar serás completamente sanado. Así ocurrió.
  
SUS VIRTUDES
Los santos son hombres que aman con todo el corazón y el corazón da fruto en virtud. Los frutos no se dan sin la entrega y el sacrificio perseverante. San Luis Grignion de Montfort es un hombre de oración constante, ama a los pobres y vive la pobreza con radicalidad, goza en las humillaciones por Cristo.
   
Algunas anécdotas:

  • En una misión para soldados en La Rochelle, estos, movidos por sus palabras, lloraban y pedían perdón por sus pecados a gritos. En la procesión final un oficial caminaba a la cabeza descalzo, llevando la bandera. Los soldados, también descalzos, seguían llevando en una mano el crucifijo y en la otra el rosario mientras cantaban himnos. 
  • Cuando anunció su plan de construir un monumental Calvario en una colina cercana a Pontchateau, muchos respondieron con entusiasmo. Por quince meses, entre doscientos y cuatrocientos campesinos trabajaron diariamente sin recompensa. Cuando la magna obra estaba recién terminada, el rey ordenó que todo fuese destruido. Los Jansenistas habían convencido al gobernador de Bretaña que se estaba construyendo una fortaleza capaz de ayudar a una revuelta. El padre Montfort actuó con una gran paz ante la situación. Solo exclamó: “Bendito sea Dios. 
  • En una ocasión, cuando el obispo lo había mandado a callar, San Luis obedientemente se retiró en oración. Fue durante ese tiempo que escribió la Carta a los Amigos de la Cruz, un fabuloso tratado que enseña la necesidad y la práctica de llevar la cruz. 
  • Los Jansenistas (seguidores del obispo Cornelio Jansenio que terminaron en herejía), irritados por los éxitos del padre Montfort, logran por medio de intrigas que se le expulse del distrito en que daba una misión. 
  • En La Rochelle trataron de envenenarlo con una taza de caldo y, a pesar del antídoto que tomó, su salud fue dañada permanentemente. 
  • En otra ocasión trataron de asesinarlo cuando caminaba por una estrecha calle. El tuvo un presentimiento de peligro y escapó por otra calle. 
  
¿Y CUÁL ES LA ESPIRITUALIDAD TAN ATACADA?
La espiritualidad de San Luis María sigue hoy día siendo amada por la Resistencia Católica y perseguida por muchos aun de la Iglesia. Es porque enseña un camino muy claro y exigente que no permite ambigüedades ni medias tintas. El amor lo reclama todo.
  
La espiritualidad de San Luis María de Montfort se basa en dos fundamentos:

  1. Reproducir la imagen de Cristo Crucificado en nosotros.
  2. Hacerlo a través y por medio de nuestra consagración a María como esclavo de amor.
   
En otras palabras: vivir la Cruz Redentora a través de María.
  
Toda la vida de S. Luis fue centrada sobre un deseo: La adquisición de la Sabiduría Eterna que es Jesucristo, Hijo de Dios e Hijo de María.
   
Optó por una condición radical de vida formulada como
“La santa esclavitud” o la esclavitud voluntaria de amor a la Virgen Santísima para llevarnos a la de Cristo. A ella le entregamos cuerpo y alma para que haga con nosotros lo que quiera pues todo lo que ella quiere es de Dios. La Virgen, Gestora de Cristo, pasa a ser la que dispone de nosotros.
   
Es una vía de perfección y unión, de ascética radical y de misticismo dentro del corazón de María Santísima. Enseña que el alma abandonada en las manos de la Madre es unida a la obediencia del Hijo. Esta entrega es total cuando el alma se separa de todo apego terrenal y así es reengendrada en el seno de María donde se encarnó Jesús. Llega a ser así perfecta imagen de Dios quien escogió ser obediente hasta la Cruz.
   
San Luis no ve en María una simple devoción piadosa y sentimental, sino una devoción fundada en teología sólida, la cual proviene del misterio inefable de lo que Dios ha optado realizar por su mediación y por su perfecta docilidad a esa obra. Esto es muy importante, ya que es este desarrollo lo que ha hecho posible la revolución teológica que causó S. Luis de Montfort. 
  
ESCRITOS
San Luis dio a la Iglesia las obras mas grandes que se han escrito sobre la Virgen Santísima: El Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, el Secreto de María, y El Secreto del Rosario. A estos se añade la Carta a los Amigos de la Cruz. La Iglesia ha reconocido sus libros como expresión auténtica de la doctrina eclesial. El Papa Pío XII, quién canonizó a San Luis dijo: Son libros de enseñanza ardiente, sólida y autentica.
  
ORACIÓN
Oh Dios, que hiciste a San Luis María un eximio pregonero del reino de tu Hijo unigénito, y le levantaste para que sembrara en tu Iglesia una familia religiosa, concédenos propicio que, por su ejemplo y aviso, merezcamos servir perennemente, bajo el suave yugo de su Madre, la Bienaventurada Virgen María, a tu Hijo muy amado, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 27 de abril de 2011

DE MARÍA SANTÍSIMA Y EL APOSTOLADO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS


“Si, Dios quiere que su Madre Santísima, sea ahora más conocida, amada y honrada que nunca (las apariciones y revelaciones que Nuestra Señora ha tenido desde 1847). Lo que sucederá sin duda, si los predestinados, con la gracia y luz del Espíritu Santo, entran y penetran en la práctica interior y perfecta de la devoción que voy a manifestarles en seguida (la Sagrada Esclavitud a Jesus por María).

Entonces verán, en cuanto lo permita la fe, a esta hermosa estrella del mar y, guiados por Ella, llegará a puerto seguro, a pesar de las tempestades y de los piratas.

Entonces conocerán las grandezas de esta Soberana y se consagrarán enteramente a su servicio como súbditos y esclavos de amor.

Entonces saborearán sus dulzuras y bondades maternales y la amarán tiernamente como sus hijos predilectos.

Entonces experimentarán las misericordias en que Ella reboza y la necesidad en que están de su socorro, recurrirán en todo a Ella, como a su querida Abogada y Medianera ante Jesucristo.

Entonces sabrán que María es el medio más seguro, fácil, corto y perfecto para llegar hasta Jesucristo y se consagrarán a Ella en cuerpo y alma sin reserva alguna, para pertenecer del mismo modo a Jesucristo.

Pero ¿qué serán estos servidores, esclavos e hijos de María? Serán el fuego abrasador de los ministros del Señor, que prenderán el fuego del Amor Divino por todas partes, serán como flechas agudas en las manos de esta Virgen poderosa, para atravesar a sus enemigos. Serán los hijos de Leví, bien purificados por el oro del amor en el corazón, el incienso de la oración en el espíritu y la mirra de la mortificación en el cuerpo y por todas partes, serán Buen olor de Jesucristo a los pobres y a los pequeños, mientras que serán olor de muerte para los grandes, para los ricos y para los orgullosos del mundo.

Serán aterradoras nubes que volarán por los aires al menor soplo del Espíritu Santo y que, sin apegarse a nada, ni extrañarse de nada, ni preocuparse de cosa alguna, descargarán la lluvia de la palabra de Dios y de la vida eterna; tronarán contra el pecado, retumbarán contra el mundo, herirán al Diablo y a los suyos (Comunismo * Masonería * Liberalismo * Sectas); atravesarán de parte a parte, para la vida o para la muerte, con el cuchillo de doble filo de la Palabra de Dios, a todos aquellos a quienes serán enviados de parte del Altísimo.

En su boca tendrán el cuchillo de doble filo de la palabra de Dios, sobre sus espaldas llevarán el estandarte ensangrentado de la Cruz, en la mano derecha el Crucifijo, en la izquierda el Rosario, en su corazón los Sagrados Corazones de Jesús y María, en toda su conducta la Modestia y Mortificación de Jesucristo.

Serán los Apóstoles de los Últimos Tiempos, a quienes el Señor de las Virtudes dará la palabra y la fuerza para obrar maravillas y obtener gloriosos trofeos sobre sus enemigos; dormirán sin oro ni plata y, lo que es más, sin cuidados en medio de los SACERDOTES, Eclesiásticos y Clérigos y, sin embargo, tendrán alas de paloma, para volar con la pura intención de la gloria de Dios y de la salvación de las almas, a donde los llama el Espíritu Santo, y no dejarán detrás de ellos, en los lugares donde habrán predicado, más que el oro de la caridad, que es el cumplimiento de toda ley. En fin, sabemos que serán verdaderos discípulos de Cristo que, caminado sobre las huellas de la pobreza, humildad, desprecio del mundo y caridad, enseñarán el camino de Dios en la Verdad Pura, según el Santo Evangelio y no según las máximas del mundo, sin preocuparse ni hacer acepción de nadie, ni perdonar, ni escuchar, ni temer a ningún mortal, por poderoso que sea. He aquí los grandes hombres  (y mujeres) que han de venir, pero a quienes María formará por orden del Altísimo, para extender su imperio sobre el de los Impíos, Idólatras, Mahometanos. ¿Mas cuándo será esto? Solo Dios lo sabe; a nosotros sólo toca callar, rogar, suspirar, esperar. Estas grandes almas, llenas de gracia y de celo, serán escogidas para oponerse a los grandes enemigos de Dios, que se extenderán por todas partes y serán, de una manera especial, devotos de María, fortalecidas por su luz, alimentadas con su leche, conducidas por su espíritu, sostenidas por su brazo, guardadas bajo su protección, de modo que combatirán con una mano y edificarán con la otra. Con una mano lucharán, derribarán y aplastarán a los Herejes con sus herejías, a los Cismáticos con sus cismas, a los Idólatras con sus idolatrías y a los Pecadores con sus impiedades, y con la otra mano edificarán el templo del verdadero Salomón y de la Mística Ciudad de Dios, es decir, la Santísima Virgen, llamada por los Santos Padres el Templo de Salomón y la Ciudad de Dios. Conducirán a todo el mundo con sus palabras y ejemplos a la verdadera devoción de María, lo cual les acarreará muchos enemigos, pero también muchas victorias y glorias para Dios solo”.

(San Luis María de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción ala Santísima Virgen)

DE LA LUCHA FINAL ENTRE MARÍA SANTÍSIMA Y EL DIABLO

"Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza". (Apocalipsis 12, 1)
A estas últimas y crueles persecuciones de Satanás, que aumentarán de día en día hasta que llegue el anticristo, debe referirse sobre todo aquella primera y célebre predicación y maldición lanzada por Dios contra la serpiente en el paraíso terrestre. Nos parece oportuno explicarla aquí, para la gloria de la Santísima Virgen, salvación de sus hijos y confusión de los demonios:
"Inimícitias ponam inter te et Muliérem, et semen tuum et semen íllius, Ipsa cónteret caput tuum, et tu insidiáberis calcáneo ejus".[1]

Dios ha hecho y preparado una sola e irreconciliable enemistad, que durará y se intensificará hasta el fin. Y es entre María, su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer. De suerte que el enemigo más terrible que Dios ha suscitado como Satanás es María, su Santísima Madre. Ya desde el paraíso terrenal aunque María sólo estaba entonces en la mente divina le inspiró tanto odio contra ese maldito enemigo de Dios, le dio tanta sagacidad para descubrir la malicia de esa antigua serpiente y tanta fuerza para vencer, abatir y aplastar a ese orgulloso impío, que el diablo la teme no sólo más que a todos los ángeles y hombres, sino en cierto modo más que al mismo Dios.

No ya porque la ira, odio y poder divinos no sean infinitamente mayores que los de la Santísima Virgen, cuyas perfecciones son limitadas, sino:
  • Porque Satanás, que es tan orgulloso sufre infinitamente más al verse vencido y castigado por una sencilla y humilde esclava de Dios y la humildad de la Virgen lo humilla más que el poder divino;
  • Porque Dios ha concedido a María un poder tan grande contra los demonios que como a pesar suyo se han visto muchas veces obligados a confesarlo por boca de los posesos tienen más miedo a un solo suspiro de María a favor de una persona, que a las oraciones de todos los santos y a una sola amenaza suya contra ellos más que a todos los demás tormentos.

Lo que Lucifer perdió por orgullo, lo ganó María con la humildad. Lo que Eva condenó y perdió por desobediencia, lo salvó María con la obediencia. Eva, al obedecer a la serpiente, se hizo causa de perdición para sí y para todos sus hijos, entregándolos a Satanás; María, al permanecer perfectamente fiel a Dios, se convirtió en causa de salvación para sí y para todos sus hijos y servidores, consagrándolos al Señor.

Dios no puso solamente una enemistad, sino enemistades, y no sólo entre María y Lucifer, sino también entre la descendencia de la Virgen y la del demonio. Es decir: Dios puso enemistades, antipatías y los odios secretos entre los verdaderos hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y esclavos del diablo: no pueden amarse ni entenderse unos a otros.

Los hijos de Belial, los esclavos de Satanás, los amigos de este mundo de pecado ¡todo viene a ser lo mismo! han perseguido siempre y perseguirán más que nunca de hoy en adelante a quienes pertenezcan a la Santísima Virgen, como en otro tiempo Caín y Esaú figuras de los réprobos persiguieron a sus hermanos Abel y Jacob figuras de los predestinados.

Pero la humilde María triunfará siempre sobre aquel orgulloso y con victoria tan completa que llegará a aplastarle la cabeza, donde reside su orgullo. ¡María descubrirá siempre su malicia de serpiente, manifestará sus tramas infernales, desvanecerá sus planes diabólicos y defenderá hasta el fin a sus servidores de aquellas garras mortíferas!

El poder de María sobre todos los demonios resplandecerá, sin embargo, de modo particular en los últimos tiempos, cuando Satanás pondrá asechanzas a su calcañar, o sea, a sus humildes servidores y pobres a juicio del mundo; humillados delante de todos; rebajados y oprimidos como el calcañar respecto de los demás miembros del cuerpo. Pero, en cambio, serán ricos en gracias y carismas, que María les distribuirá con abundancia, grandes y elevados en santidad delante de Dios, superiores a cualquier otra creatura por su celo ardoroso; y tan fuertemente apoyados en el socorro divino que, con la humildad de su calcañar y unidos a María, aplastarán la cabeza del demonio y harán triunfar a Jesucristo.

(San Luis María de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen)

NOTA
1 Génesis III, 15: "Pondré enemistad entre ti (Satanás) y la Mujer (María), entre tu descendencia y la Suya, Ella aplastará tu cabeza cuando tú le aceches su calcañar.

LAS HEREJÍAS DE JUAN PABLO II

  
“Cualquiera que sostenga una sola de estas herejías no es católico”. Papa León XIII (Satis Cógnitum: 28)
  
    
¿Qué es Herejía?
“La herejía consiste en el rechazo obstinado de verdades que han sido definidas y propuestas por la Iglesia como doctrinas divinamente reveladas” (Canon 1324 – 1325 del Código de Derecho Canónico)
   
¿Qué debemos creer?
“Por Fe divina y Católica, debe creerse todo aquello que forma parte de la Palabra de Dios o de la Tradición; y todo aquello que ha sido propuesto por la Iglesia, sea por declaración solemne, sea por el magisterio ordinario y universal, debe creerse como divinamente revelado”. (Concilio Vaticano I. Denzinger 1792)
    
¿Quién no cree lo que el Magisterio de la Iglesia enseña?
“Toda persona bautizada que rehúsa obstinadamente o duda de verdades propuestas como de Fe divina y católica es hereje”. (C. 1325)
   
¿Un hereje puede ser reconocido como Papa de la Iglesia Católica Romana?
No. La Bula del Papa Pablo IV “Cum Ex Apostolátus Offício” dice que cualquier hereje antes de la su elección como papa, no puede ser reconocido, incluso si hubiera sido elegido por unanimidad del Colegio de Cardenales.
   
El Canon 188, 4.º (Código de Derecho Canónico de 1917) nos dice que:
Si un clérigo (Papa, obispo, etc…) cae en la herejía, pierde su cargo sin proceso alguno, por simple aplicación de la ley.
San Roberto Belarmino, San Antonio, San Francisco de Sales, San Alfonso de Ligorio, y otros numerosos teólogos nos enseñan que un hereje no puede ser papa.
“Sin embargo, si Dios permitiera que un Papa llegue a ser notoriamente hereje y rebelde, cesaría por el mismo hecho [ipso facto] de ser papa, y la Sede Apostólica estaría vacante”. (San Alfonso de Ligorio, Doctor de la Iglesia: Verità della Fede, parte III, cap. VIII, 9-10).
Publicamos entonces las Herejías de Juan Pablo II. La Verdad de Fe divina y Católica es todo lo contrario a dichas herejías.
  1. La Iglesia Católica carece de unidad. UUS :7-10 La unidad cristiana es la Iglesia Católica. Pío XI, MA: 3,15.  
  2. Los Infantes pueden ser salvos sin el bautismo. EV: 99, 3/25/1995 Los infantes necesitan el bautismo para la salvación. San Zósimo I, D.102.
  3. Los Musulmanes adoran al Dios Verdadero. CE:141, 1994 Sólo los Católicos adoran al Dios verdadero. Gregorio XVI, SJS 
  4. Las sectas heréticas tienen una misión apostólica. LOR, 06/10/1980 La Iglesia Católica es la única con misión apostólica. León XIII, SCG:35 
  5. El Espíritu Santo usa las sectas como medio de salvación. CT:32, 10/16/1979 El Espíritu Santo no da vida a los herejes. León XIII, SCG:18 
  6. Debemos orar con herejes para la unidad. UUS:21, 05/25/1995 Si alguno ora con herejes, (él) es un hereje. San Agatón I, SCN:XXI:635
  7. La libertad de conciencia es un derecho del hombre. LOR, 09/01/1980 Libertad de conciencia es locura. Gregorio XVI, D. 1613 
  8. Los herejes son Cristianos. LOR, 12/23/1982 Sólo los Católicos pueden ser Cristianos. Pío VI, D. 1500 
  9. Cada hombre está en unión con Cristo. RH:13.3, 1979 Cristo no está en todos los hombres. San Pío X, D.2103 
  10. Los herejes tienen la Fe Apostólica. US:62, 05/25/1995 La fe verdadera no puede hallarse fuera de la Iglesia. Pío IX, Sqi 
  11. El Nuevo Orden Mundial es unidad santa. PA:39, 1987 El Nuevo Orden Mundial es perverso. Pío XI, MA:1-2 
  12. Dios ama a herejes, paganos, etc. PA:48, 1978 Sin la fe Católica, es imposible agradar a Dios. Paulo III, D.787 
  13. Los judíos son nuestros hermanos mayores en la fe. CE:99, 1994 Los judíos rechazaron la Única Fe de Jesucristo. Gregorio I, EIC 
  14. Los masones son hijos de Dios Padre. LOR, 05/22/1984 Los masones son hijos del Diablo. Pío IX, Sqa 
  15. Los herejes son nuestros hermanos en Cristo. LOR, 09/16/1980 Los herejes son hijos del Diablo. San Clemente I, EIC:42,46 
  16. Los Concilios Ecuménicos no necesitan defender a la verdad. CE:162, 1994 Los Concilios Ecuménicos deben defender la verdad. Pío II, D.717 
  17. Los dogmas y doctrinas crecen y evolucionan. EDA, 1987 La evolución de dogmas y doctrinas está condenada. San Pío X, P:12-27
  18. Todos los matrimonios interreligiosos son buenos. FC, 11/22/1981 Hay que disuadir a los fieles de realizar matrimonios interreligiosos. Gregorio XVI, SJS:1-9 
  19. El budismo es una gran religión. PM:147, 06/17/1984 El budismo es una religión falsa y pagana. San Pío X, P:14 
  20. Todos los hombres tienen una dignidad humana de derechos iguales. CP:478, 09/01/1980 La igualdad de derechos para todos los hombres no tiene sentido. Pío VI, QA 
  21. El Nuevo Orden Mundial es necesario para el mundo. CP:809, 09/02/1981 El Nuevo Orden Mundial es un reinado de terror. Benedicto XV, LRH:35 
  22. Lutero tenía un espíritu religioso muy profundo. PM:105 Si alguno no condena a los herejes, que sea anatema. Vigilio, D.223 
  23. Juan Pablo II oró con judíos: “nuestros más queridos hermanos.” LOR, 04/13/1986 Los judíos no son “nuestros más queridos hermanos.” Inocencio III, EAN
  24. El Cuerpo de Cristo no sólo es la Iglesia Católica. LOR, 07/08/1980 El Cuerpo de Cristo es solamente la Iglesia Católica. Pío XII, MC:17-18 
  25. Todos los hombres son salvos. LOR, 05/06/1980 Fuera de la Iglesia Católica no no hay salvación. Eugenio IV, D:714 
  26. Los milagros de Cristo no prueban su dignidad de mesías. LOR, 11/11/1983 Los milagros de Cristo sí probaron Su dignidad de Mesías. San Pío X, D.2028 
  27. Todo hombre tiene derecho a la libertad de religión. CIC:2106, 10/11/1992 Decir que todos tienen derecho a la libertad de religión es herejía. Pío IX, D.1690,99 
  28. Los infieles pueden ser salvos por decir: “Que Gandhi viva para siempre.” SEM:9 Todos los infieles están condenados. San Pío X, PDC:13 
  29. La Iglesia Católica se regocija cuando los herejes predican. CE:141, 1994 La Iglesia Católica condena los discursos de herejes. Paulo IV, ACA 
  30. Los herejes pueden ser mártires cristianos fuera de la Iglesia. UUS:84, 05/25/1995 Fuera de La Iglesia no existen mártires Cristianos. Pelagio II, D.247 
  31. Los herejes pueden recibir legalmente los sacramentos. UUS:46, 05/25/1995 Los herejes no pueden legalmente recibir los sacramentos. León XIII, ENL 
  32. Los herejes no son nuestros enemigos, sino nuestros hermanos. UUS:42, 05/25/1995 Los herejes son nuestros enemigos. San Clemente I, EIC:42,46 
  33. La Iglesia Católica ha pecado en contra de la unidad. UUS:34, 05/25/1995 Los Modernistas dicen: La Iglesia ha errado. Pío XI, MA:8 
  34. Unirse en oración con herejes es amor. UUS:21, 05/25/1995 Herejía: es unirse en oración con herejes. Pío XI, D.2199 
  35. Los Anti-Cristos tienen el derecho humano de libertad de religión. LCR:2, 09/01/1980 Sólo los Católicos tienen el derecho a libertad de religión. Pío IX, D.1690, 1699 
  36. El estado no puede prohibir las religiones no Católicas. LCR:2-4, 09/01/1980 El Estado debe prohibir la religiones no Católicas. Pío IX, D.1777, 1778 
  37. Las sectas heréticas pueden tener la vida de la Iglesia. CT:32, 10/16/1979  Las sectas heréticas no pueden tener la vida de la Iglesia. San Gregorio I, ES5 
  38. La unidad cristiana subsiste en la Iglesia Católica. CIC:820, 10/11/1992 La unidad Cristiana es la Iglesia Católica. Pío XI, MA:7 
  39. El “diálogo” se requiere para traer unidad a la Iglesia. CIC:821, 10/11/1992 La Iglesia Católica prohibe reuniones para “unidad.” Pío XI, MA:15 
  40. La Santificación y la verdad pueden ser encontradas en las sectas heréticas. CIC:819, 10/11/1992 Es herejía decir: todas las religiones son verdaderas. San Pío X, P:14
  41. Los herejes de hoy en día no pueden ser culpados por su herejía. CIC:817, 10/11/1992 Los herejes de hoy en día han despreciado la Fe Verdadera. Pío XI, MA:16 
  42. La Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica. CIC:816, 10/11/1992 La Iglesia de Cristo es la Iglesia Católica. Pío XII, MC:17-18 
  43. Existe esperanza para los infantes que mueren sin recibir el bautismo. CIC:1261, 10/11/1992 Fuera de la Iglesia no hay esperanzas de salvación. Pío IX, D.1717
  44. El entendimiento de dogmas crece con la experiencia del hombre. CIC:94, 10/11/1992 La evolución de dogma es un error de los Modernistas. San Pío X, P:12-13,25-27 
  45. Todos los hombres pertenecen a la Iglesia Católica. CIC:836, 10/11/1992 Sólo los Católicos son miembros de la Iglesia. Pío XII, D.2286 
  46. La Iglesia Católica está en unión con herejes. CIC:838, 10/11/1992 Los herejes están separados de la Iglesia Católica. Pío XII, D.2286 
  47. La Ley Antigua está viva y trabajando al llamado de Dios. CIC:839, 10/11/1992 La Ley Antigua cesó, y llevada a cabo por la Nueva Ley. Eugenio IV, D.712 
  48. El plan de salvación incluye a los musulmanes. CIC:841, 10/11/1992 Es herejía decir: la salvación está abierta a los musulmanes. Gregorio XVI, VM:13 
  49. La Iglesia Católica tiene un lazo con las religiones falsas. CIC:842, 10/11/1992 Las religiones falsas están separadas de la Iglesia. Eugenio IV, D.705 
  50. Las religiones falsas buscan al Unico Dios Verdadero que salva. CIC:843, 10/11/1992 Las religiones falsas adoran al Diablo. Gregorio XVI, SJS 
  51. En Asís, 150 religiones falsas “oraron en una sola voz al Señor”. VS:76, 05/25/1995 En Asís, 150 religiones falsas adoraron al Diablo. Gregorio XVI, SJS 
  52. Juan Pablo II oró con anglicanos-herejes en 1982. UUS:24, 05/25/1995 Si alguien ora con herejes: (él) es un hereje. Benedicto XV, C.2338.2 
  53. Una persona puede ser salvada fuera de la Iglesia por una vida moral. VS:3, 08/06/1993 La moral y salvación verdadera está sólo en la Iglesia. Gregorio XVI, D.1613 
  54. La salvación no es solamente para aquellos explícitamente en la Iglesia. Rmi:10, 12/07/1990 La salvación se encuentra sólo en la Iglesia Católica. Bonifacio VIII, D.468-469
  55. Judíos apóstatas y Cristianos tienen “una herencia común.” PM:135, 04/13/1986 Los judíos apóstatas no tienen la Fe de Salvación. San Gregorio I, EIC 
  56. En 1991, Juan Pablo II oró con luteranos para “unidad.” UUS:25 05/25/1995 Orar con herejes por “unidad” es herejía. Pío IX, D.1685-1687 
  57. Reuniones de diálogo pueden traer unidad Cristiana. UUS:31,32, 05/25/1995 Estas “asambleas" para la “unidad” están condenadas. Pío XI, MA:15 
  58. La unidad cristiana es posible si decimos que la Iglesia Católica falló. UUS:34, 05/25/1995 Los modernistas mantienen que la Iglesia ha errado. Pío XI, MA:13 
  59. Los Católicos legalmente pueden recibir los Sacramentos de herejes. UUS:46, 05/25/1995 Ninguno puede orar con herejes y seguir siendo Católico. San Agatón, SCN:XI:635 
  60. Los Católicos deben regocijarse cuando los herejes derraman su sangre. UUS:47, 05/25/1995 Los Católicos deben anatematizar a todo hereje. San Martín I, D.271-272
  61. Juan Pablo II dio su bendición a luteranos en 1991. UUS:73, 05/25/1995 Si alguno patrocina a herejes: (él) es un hereje. Inocencio III, LHI:I:441 
  62. La “fe” de los herejes alaba y da gracias a Dios. UUS:74, 05/25/1995 Es herejía el decir: los herejes pueden adorar a Dios. Pío IX, D.1718 
  63. Una comunión de fe existe entre herejes y Católicos. UUS:75, 05/25/1995 Los Católicos y herejes no comparten unidad de fe. León XIII, SCG:18,27-18 
  64. Los herejes honran a las Santas Escrituras con un celo verdaderamente religioso. UUS:12, 05/25/1995 Los herejes deshonran las Santas Escrituras. Pío IX, D.1788 
  65. El Espíritu Santo da “poder santificador” a herejes. UUS:12, 05/25/1995 Los herejes no pueden vivir en la vida del Espíritu Santo. Pío XII, D.2286 
  66. Dios desea e inspira a herejes a derramar su sangre por Él. UUS:12, 05/25/1995 ¡Todos los herejes que derraman su sangre van al Infierno! Eugenio IV, D.714
  67. Cuando los herejes reciben la Eucaristía se construye la Iglesia de Dios. UUS:12, 05/25/1995 Los herejes pecan cuando reciben la Eucaristía. León XIII, ENL 
  68. La Iglesia Católica y los cismáticos del Este están en una sola fe. UUS:59,62 Los herejes no son miembros de la Iglesia Católica. San Pío V, CCT:101 
  69. Los judíos Apóstatas adoran al Unico Dios Verdadero. PM:135, 04/13/1986 Los judíos apóstatas no adoran al Unico Dios Verdadero. Gregorio XVI, SJS 
  70. Cada ser humano es el camino de la Iglesia. DM:3, 11/13/1993 Herejía es decir: La Iglesia es una conciencia colectiva. San Pío X, P:23 
  71. Todas las naciones forman una sola comunidad. CIC:842, 10/11/1992 Herejía es decir: todas las naciones forman una sola comunidad. Pío XII, MC:18 
  72. La Iglesia Católica respeta la tradición espiritual islámica.. CP:2443, 08/19/1985 Es herejía decir: Todas las religiones son verdaderas. San. Pío X, P:14 
  73. Todos los hombres son hermanos con una dignidad humana. CP:826, 09/05/1983 Sólo los Católicos tienen dignidad humana en Cristo. San Pío X, CJF 
  74. En religiones falsas se encuentra bondad y verdad. CIC:842, 10/11/1992 Es herejía decir: todas las religiones son buenas. Pío XI, MA:2 
  75. La experiencia religiosa del islam merece respeto. CE:93, 1994 Es herejía decir: Los musulmanes pueden experimentar a Dios. San Pío X, P:14 
  76. El modernismo renueva y une la Iglesia de Cristo. CE:76, 1994 El Modernismo intenta destruir a la Iglesia. San Pío X, P:23 
  77. En el hinduismo los hombres toman refugio en Dios con amor y confianza. CE:80, 1994 Es herejía decir: Los hindúes pueden experimentar a Dios. San Pío X, P:14 
  78. Los budistas con ayuda superior alcanzan libertad e iluminación suprema.. CE:80, 1994 Es herejía decir: Los budistas pueden experimentar a Dios. San Pío X, P:14 
  79. La Iglesia no rechaza lo sagrado y verdadero de las religiones falsas. CE:80, 1994 Fuera de la Iglesia la Verdad no puede ser encontrada. Gregorio XVI, D.1617 
  80. El Espíritu Santo trabaja efectivamente una raíz común en todas las religiones. CE:81, 1994 Es herejía decir: Todas las religiones son verdaderas. San Pío X, P:14 
  81. Orando con las religiones falsas puede traer paz. CH:81, 1994 Orando con religiones falsas para la paz es herejía. Pío XI, MA:1-17 
  82. Las religiones animistas preparan a muchos a ser cristianos. CH:82, 1994 Es herejía decir: Los animistas pueden experimentar a Dios. San Pío X, P:14
  83. Juan Pablo II oró con animistas y se asombró ante ello. LC, 08/23/1985 Es herejía pensar: todas las religiones son buenas. Pío XI, MA:2
  84. La esfera de salvación incluye a aquellos que no están en la Iglesia. CH:140, 1994 Nadie se puede salvar si no está en la Iglesia. Pío IX, D.1716
  85. Con Dios, el hombre crea su salvación personal. CH:195, 1994 Nadie se puede salvar fuera de la verdadera fe. Pío IV, D.1000
  86. La fe implícita en la necesidad esencial de la salvación. CE:193, 1994 La fe explícita es una necesidad esencial de la salvación. San León I, DJP:129,II:3
  87. La Iglesia Católica está presente en todos sus elementos en las sectas heréticas. CN, 05/28/1992 Fuera de la Iglesia Católica no hay unidad santa. San León I, DJP:129,II:3
  88. La Misa se debe decir en lengua vernácula. SC:36, 12/04/1963 Herejía es pensar: Se debe usar la lengua vernácula en la liturgia. Pío VI, D.1566
  89. Catecúmenos no bautizados son miembros de la Iglesia. LG:14, 11/21/1964 Los no bautizados no son miembros de la Iglesia. Paulo III, D.895
  90. Fuera de la Iglesia hay remisión de pecados. LOR, 11/20/1989 Fuera de la Iglesia no hay remisión de pecados. Bonifacio VIII, D.468
  91. La dignidad del hombre es: Libertad, Igualdad y Fraternidad. AL, 04/1980 La Francmasonería es: Libertad, Igualdad y Fraternidad. San Pío X, CJF
  92. La evolución es algo más que una hipótesis. LOR, 10/23/1996 La evolución es la doctrina de los Modernistas. San Pío X, P:26
  93. La adoración en común con herejes es buena. UUS:8, 1965 95 La adoración en común con herejes está condenada. Benedicto XV, C.1258
  94. El rito de la Misa debería ser simplificado. SC:34,50, 1965 Herejía es pensar: el rito de la Misa debería simplificarse. Pío VI, D.1533
  95. Juan Pablo II oró con hechiceros, llamando a los “espíritus”. LOR, 08/11/1985 Juan Pablo II adoró al Diablo. Gregorio XVI, SJS
  96. La Iglesia, fuera de la cual no hay salvación, no es exclusivamente Católica CE:141, 1994 La Iglesia Católica es el único camino de salvación. Eugenio IV, D.714
  97. Juan Pablo II no profesó el “filióque” con los cismáticos Orientales. UUS:24, 12/06/1987 Juan Pablo II fue anatematizado por simpatizar con herejes. Inocencio III, LHI:1:441
  98. Todo los hombres fallecidos “están de pie ante” Dios como santos. LOR, 11/01/1993 Nadie se puede salvar si no está en la Iglesia. Pío IX, D.1716
  99. Es antievangélico el condenar a herejes. UUS:15, 05/25/1995 Es evangélico condenar a herejes. San Martin I, D.271-272
  100. El budismo es una religión de salvación. CE:84-85, 1994 El budismo es una religión de perdición. Eugenio IV, D.714 
  101. La ONU es el foro supremo de paz y justicia. CP:112, 10/02/1979 La Iglesia es el foro supremo de paz. Pío XI, MA:1-17
   
TABLA DE REFERENCIAS

Abreviaciones Ab. Referencia: Nombre, Autor, Editor, Fecha, Etc.

AAS Acta Apostólicæ Sedis. Commentarium officiale, Roma, 1909 (Tomo I) ff.
ACA Ad Cathólicos Ángliæ, Papa Paulo IV
AL Alocución (una audiencia privada con la Curia Romana)
C. Cánon, número citado del Código de Derecho Canónico del Papa Benedicto XV
CCT Catecismo del Concilio de Trento, del Papa San Pío V, Libros TAN, Rockford, IL
CE Cruzando el Umbral de Esperanza, por Juan Pablo II, Alfred A. Knopf, Inc. 1994
CIC Catecismo de la Iglesia Católica, de Juan Pablo II, 1992, Publicaciones Ligorio
CJF Carta a la Jerarquía Francesa, del Papa San Pío X en 1910, C.M.R.I.
CN Communiónis Nótio, Carta a los Obispos sobre la “Comunión”, 28 Mayo, 1992
CP Camino a la Paz: Una Contribución. Publicaciones Litúrgicas Inc., Brookfield, WI, 1987
CT Catechési Tradéndæ, Exhortación de Juan Pablo II, Oct. 16, 1979, Pauline Books
D. Enchíridion Symbólorum, “La Fuente de los Dogmas Católicos”, editado por el Padre Heinrich Denzinger, B. Herder Books Co., Imprimatur, 1955
DJP De Jejúnio Pentecóstes, sermón 129, II:3, del Papa San León el Grande
DM Dives in misericórdia, Encíclica de Juan Pablo II, Nov. 30, 1980, Libros Paulina
EAC Epístola a los Cledonios, del Papa San Gregorio el Grande
EAN Epístola al Conde de Nevers, 1208 DC, del Papa Inocencio III
EDA Ecclésia Dei Afflícta, motu proprio de Juan Pablo II, Julio 2, 1988, libros Paulina
EIC Epístola a los Corintios del Papa San Clemente I
ENL Exímia Nos Lætítia, Decreto del Papa León XIII
ES5 Exposición sobre el Salmo V, Poenit., tom. 3 del Papa San Gregorio el Grande
EV Evangélium Vitæ, Encíclica de Juan Pablo II, Marzo 25, 1995, Libros Paulina
FC Familiáris Consórtio, Encíclica de Juan Pablo II, Nov. 22, 1981, Libros Paulina
LC La Croix, un periódico Francés
LCR Libertad de Conciencia y Religión, carta de Juan Pablo II a los jefes de estado de las naciones que firmaron el Acta Final de Helsinki, Sept. 1, 1980, Libros Paulina
LG Lumen Géntium: Un Decreto del Concilio Vaticano II, Nov. 21, 1964
LHI Lecturas en la Historia de la Iglesia, por el Padre Colman James Barry OSB, Westminster, DM, Newman Press, 1965
LOR L’Osservatore Romano, Ciudad del Vaticano, Italia, edición inglesa.
LRH La Hermandad Religiosa: ¿Es Anticristiana? Rev. Edward F. Brophy, 1954, Christian Book Club of America, Apartado Postal 638, Hawthorne, CA 90250
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MC Mýstici Córporis, Encíclica de Pío XII, Junio 29, 1943, AAS 35 (1943), 202ff.
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PA El Papa viene a América, Publicaciones Internacional, Ltd. Stokie, IL, 1987
PDC Puerta del Cielo, Hermana Catherine Clarke, MICM, Boston: Ravengate Press, 1952
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