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martes, 16 de junio de 2015

PARLAMENTO FILIPINO POSPUSO DEBATE SOBRE PROVINCIA MUSULMANA, Y LOS "OBISPOS" CONCILIARES PELEANDO

Por Paolo Affatato para VATICAN INSIDER
   
No pasó en el Congreso filipino la institución de la nueva región islámica en el sur del archipiélago. Los parlamentarios filipinos, que tenían como plazo hasta el 11 de junio para discutir sobre el proyecto de ley, acordaron postergar la decisión. La nueva fecha será en septiembre. La asamblea acogió de esta manera las dudas que plantearon diferentes actores políticos, la sociedad e incluso la Iglesia sobre la “Bangasamoro basic law” (Ley sobre los musulmanes filipinos), suscrita el año pasado por el gobierno y los rebeldes musulmanes del Frente Moro de Liberación Islámica.
   
El proyecto “Bangasamoro basic law” surge a raíz del reciente acuerdo de paz firmado entre el gobierno filipino y los líderes del Frente Moro de Liberación Islámica el 27 de marzo de 2014
  
El procedimiento sustituiría a la actual Región autónoma musulmana en Mindanao con una entidad islámica notablemente extendida y potenciada. Tanto que los comentadores han hablado de «estado islámico construido dentro del Estado», y han aludido al peligro de que este territorio podría ser elegido por el llamado Estado Islámico (EI), la formación yihadista activa en Medio Oriente, como pase para su expansión oriental.
   
Mapa de las Filipinas señalando el área que comprenderá un potencial “Estado islámico de Bangasamoro”
     
«La ley debe ser examinada ulteriormente, en todos sus aspectos e implicaciones», declaró a Vatican Insider Sócrates Mesiona, sacerdote de Manila, Algunos senadores también han planteado excepciones de inconstitucionalidad al respecto. Y el Congreso perdió tiempo, a pesar de las presiones del presidente Benigno Aquino III, quien querría adjudicarse el éxito político de una votación positiva, presentada como solución a la difícil cuestión de la rebelión islámica en el sur del país, antes de que termine su mandato presidencial, en mayo de 2016.
  
Los obispos filipinos también han expresado opiniones contrastantes. En enero de este año, la Conferencia Episcopal publicó un mensaje indicando que la constitución de la nueva región musulmana era un «paso esencial hacia la paz», para no volver a caer en un estado de tensiones, inestabilidad y conflictos, que tanto han dañado a la población civil del sur.
  
El arzobispo de Manila, el cardenal Luis Antonio Tagle, aceptó formar parte del “Consejo especial para la paz” creado por el presidente Benigno Aquino III, promotor de la ley, pero nunca lo expuso al público ni se ha pronunciado a favor de la nueva región.
  
Luis Antonio Tagle, "Cardenal-Arzobispo" de Manila (y "papable para un futuro Cónclave), se ofrece a entregar la soberanía filipina al fundamentalismo islámico 
  
Entre los promotores más aguerridos está el también cardenal filipino Orlando Quevedo, obispo en Cotabato, en la isla de Mindanao, el vasto territorio en el que vive la consistente comunidad musulmana filipina (alrededor de 7 millones de habitantes), y en el que todavía se encuentra la provincia autónoma musulmana. Mientras el presidente Aquino promocionaba la nueva ley como «fruto del sacrificio de todos los que han dado la vida por la paz», Quevedo publicó una carta abierta a los parlamentarios en la que los animaba a aprobar el texto de la ley, misma que definió como «la esperanza más significativa para alcanzar una paz justa y duradera en Mindanao».
  
Pero casi inmediatamente surgió la certeza de que no todos estaban de acuerdo en el episcopado nacional. El obispo auxiliar de Manila, Broderick Pablillo, invitó al presidente a no hacer presiones sobre los legisladores y a no «tener prisa». Más que de una ley escrita, recordó, la paz deriva de un acuerdo real alcanzado en el territorio y gracias a una sincera voluntad de reconciliación y convivencia entre las diferentes comunidades presentes en Mindanao. Gran parte de la opinión pública, además, pidió una evaluación más profunda, y esto indica la necesidad de mayores análisis y reflexiones.
  
Y comparte esta opinión el arzobispo de Zamboanga, otra importante ciudad de la isla de Mindanao, que expresó sus perplejidades sobre la nueva región autónoma y sobre el impacto que tendría en las comunidades locales, incluida la cristiana.
  
Los estudiosos han indicado que existe el peligro de crear una entidad paraestatal que, dotada de poderes específicos, afecte la soberanía nacional y de esta manera surgiría la necesidad de cambiar la Constitución. La elección del gobernador con un modelo “presidencialista” y la facultad de aprobar leyes exclusivas para la región autónoma serían solo un ejemplo de esta situación.
   
Y se suman los temores de los cristianos filipinos que viven en el Sur del archipiélago: en el territorio musulmán autónomo, que incluiría las cinco provincias de Mindanao, las minorías de cristianos e indígenas podrían ser discriminadas por leyes inspiradas en la “sharia” (la ley islámica).
   
El proyecto de una provincia autónoma islámica en Filipinas es sumamente impopular entre la población (mayoritariamente cristiana), que teme ser víctima de la Sharía (como ocurre en otras latitudes).
  
También son importantes las objeciones planteadas si se considera la cuestión desde un punto de vista de política internacional: en un reciente encuentro de la ASEAN (la Asociación de las Naciones del Sureste Asiático) se aludió al hecho de que el llamado EI podría considerar el establecimiento de un “puente” en Filipinas, para encontrar un terreno fértil en un territorio islámico oficialmente constituido.

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