martes, 29 de noviembre de 2016

BERGOGLIO, ¿PSICÓPATA? PUEDE SER...

  
El pasado 26 de Noviembre, en Beirut, falleció a los 87 años el sacerdote jesuita holandés Peter Hans Kolvenbach Domensino (foto), 29.º General de la Compañía entre 1983 y 2008. Kolvenbach es recordado por enviar a Bergoglio a la provincia de Córdoba como confesor (en una medida para recuperar parte de la credibilidad que se había perdido después del CV2 y el generalato de Arrupe) y porque al ser consultado por el Vaticano acerca de la posibilidad de consagrar al Rev. Jorge Bergoglio como obispo auxiliar de Buenos Aires (por recomendación del primado bonaerense Antonio Quarracino Lista), desaconsejó vivamente dicha decisión, argumentando que Bergoglio padecía graves desórdenes psicológicos.

En su momento, Bergoglio dice que no se ve reinando por mucho tiempo por una enfermedad mental. ¿Cuál? Posiblemente la respuesta esté en el comentario que Wanderer hizo sobre el cambio bergogliano del rito del Mandátum:
“el hecho viene, una vez más, a confirmar la grave patología que padece el papa Francisco: la psicopatía. Hace lo que se le ocurre y porque se le ocurre sin medir o mirar consecuencias
enunciando seis características propias de los sicópatas:
  1. Emotivos: El área emocional/interpersonal, es sin lugar a dudas la que más diferencia al psicópata de la persona normal. Se podría decir que no sienten las emociones como el resto de las personas. Se muestran como personas locuaces, se expresan con encanto, tienen respuestas vivaces y presentan historias muy improbables, pero convincentes, que les deja a ellos en buen lugar.
  2. Superficiales: Se observa mucha superficialidad, habla de cosas atractivas para las que no tiene preparación, como poesía, literatura, sociología, o filosofía. Y no le suele importar mucho si se evidencia que sus historias son falsas, o lo ponen en evidencia.
  3. Narcisistas: El psicópata tiene además, una autoestima muy elevada, un gran narcisismo, un egocentrismo descomunal y una sensación omnipresente de que todo le es permitido. Se siente el centro del universo.
  4. Fríos: No experimentan ninguna preocupación por los efectos de sus actos en los demás y, en ocasiones, lo manifiestan claramente. Esta falta de remordimientos y sentimientos de culpa lo lleva a tener una conducta “fría” y distanciada emocionalmente.
  5. Mitómanos: Además, tienen mucha dificultad en ponerse en el lugar de los demás (empatía), y suelen mentir, engañar y manipular con el objetivo de salirse con la suya.
  6. Impulsivos: A nivel conductual suele ser una persona impulsiva, que no valora los pros y los contras de sus actos. Esta misma impulsividad lo lleva a un deficiente control conductual, es extraordinariamente reactivo a lo que él considera que son las provocaciones o insultos, que no se consideran como tal por otras personas, actuando con violencia física y verbal, normalmente desproporcionada a la “ofensa” sufrida. No posee la capacidad de inhibir su respuesta que generalmente suele ser muy agresiva, tanto física como verbalmente.
Cualquiera que haya seguido las noticias, sabrá reconocer la situación. Pero vamos a citar uno de los episodios más oscuros de la historia del hombre que ante el mundo se vende como “Su Santidad el Papa” Francisco I: El secuestro y desaparición de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics durante el gobierno de Jorge Rafael Videla. Jorge Mario era el Provincial de la Compañía en Argentina para ese entonces.
   
En una entrevista concedida por Rodolfo Yorio (hermano de Orlando) al diario PÚBLICO de España, justo el día de la Inauguración de Bergoglio, dice que Orlando y Jalics eran literalmente “un escollo para que Bergoglio alcanzara lo que quería conseguir”, y en el proceso desarmó las pastorales en las villas, para ser en los noventa heredero del arzobispo Quarracino en la primada bonaerense –y ya sabemos el resto de la historia–.
    
Rodolfo relata que en su última conversación con Bergoglio, éste dijo que de Jalics todavía se hablaba, pero que de Orlando ya no, dando la idea de que mi hermano estaba muerto (quizá fusilado).
ANA DELICADO: ¿Qué sentido tenía afirmar algo así?
RODOLFO YORIO: Porque [Bergoglio] tiene una personalidad disociada. Ahora es un santo. Pero una persona puede ser dos cosas al mismo tiempo.
A. D.: Y si ahora es un santo, ¿qué era antes?
R. Y.: Un psicópata cruel. Comenzó con un marketing directo de pobre después de volver del ostracismo del monasterio. Ahí comenzó a ser otra persona, hasta físicamente. Antes era alto y corpulento, de mucha presencia. Cuando volvió, su aspecto físico daba pena. Así empezó con su campaña de austeridad y pobreza.
A. D.: ¿Por qué lo considera un psicópata cruel?
R. Y.: Por testimonios de quienes lo han conocido internamente, y de cosas que ha hecho.
A. D.: ¿Qué cosas ha hecho?
R. Y.: Olvídelo. Me van a acusar de injurias, y yo estoy hablando ahora de un jefe de Estado. Eso no lo pierdo de vista. Sólo tenemos un reclamo: primero, la verdad. Que alguien en la Iglesia se haga cargo de esos supuestos informes contra mi hermano.
A. D.: ¿Pero usted cree que era un psicópata cruel?
R. Y.: No lo creo, lo sé. Bergoglio funciona en base a objetivos. Si usted le sirve, no corre peligro. Si se convierte en un inconveniente, se ocupa de destruirlo.
A. D.: Una injuria es un agravio difamatorio. Pero usted dice tener base para llamarlo así.
R. Y.: Que lo digan los que lo han sufrido.
 
Y esa psicopatía se refleja en la ambición y el odio exacerbado de Francisco I. Si no lo crees, pregúntale a Ángelo Scola, a Asia Bibi, a Steffano Manelli, a Raymond Burke, a Sandro Magister, a los perseguidos y asesinados por el Estado Islámico, y a todos los que han sido víctimas de persecución por el hecho de conservar algo de catolicidad dentro de la secta conciliar.

lunes, 28 de noviembre de 2016

SI LUTERO TAN DEVOTO ERA COMO DICEN, ¿CÓMO SE EXPLICAN ESTAS AFIRMACIONES CONTRA LA VIRGEN MARÍA?

Siendo publicado en nuestro artículo anterior que los fundadores del protestantismo mostraron grande odio a la Bienaventurada siempre Virgen Santa María, hay quienes consideran esto una necedad y una carga de profundidad contra los argumentos adversos al pentecostalismo, aduciendo "La Iglesia se une a los historiadores al afirmar que Lutero llevaba consigo el Rosario".
 
  
La triste, cruel, pero real realidad muestra que Martín Lutero, mientras avanzaba en su herejía, eliminaba toda traza de devoción a la Virgen. Pero, ¿que mejor prueba que las propias palabras de quien se habla? Aquí traemos las palabras propias de Martín Lutero, con su respectiva fuente bibliográfica:
  • Que la Virgen María haya sido concebida sin pecado original, de esto no hay una sola palabra ni en el evangelio ni en otras partes de las Escrituras”. (Martín Lutero, Sermón sobre Lc. 11:27-28)
  • “La Madre María es, en verdad, digna de alabanza; pero al alabarla debemos tener mucho cuidado de no perder de vista al Hijo que Ella os dio”. (Martín Lutero, Sermón sobre Is. 9:1-7)
  • Cuanto más méritos y dignidad se atribuyen a María, tanto más mengua la gracia divina y se reduce la verdad del Magníficat”. (Obras de M. Lutero, Tomo VI, pág. 402)
  • El papa quiere que se ore en el nombre de la Virgen María; esto no significa alabar a María, sino deshonrarle de la peor manera y convertirla en un ídolo”. (Martín Lutero, Segundo sermón sobre el Magníficat)
  • María, la amada y santa Virgen y Madre de Dios, fue convertida en el papado en execrable ídolo”. (Martín Lutero, Comentario de Gén. 6:1-5)
  • El cántico Salve Regína es una gran blasfemia contra Dios pues allí se llama a María «madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra». Y no mucho mejor es el cántico Regína Cœli, donde llaman a María «Reina del Cielo»”. (Martín Lutero, Sermón sobre Mat. 1:1-16)
  • “…en el presente, no hay quien hable tan mal de esta Madre y su Fruto como aquellos que la honran con muchos rosarios y constantemente dicen el Ave María. Estos, más que cualquier otro, blasfeman de la peor manera contra la palabra y la fe de Cristo”. (Obras de M. Lutero, Tomo XLIII, pág. 40)
  • Ridiculizando al dominico Juan Tetzel, que le había ganado la predicación de la Indulgencia en el Arzobispado de Maguncia, dice Lutero que Tetzel “tenía del papa esta gracia y potestad: que si alguien hubiese llegado a violar a la virgen María o crucificar a Jesucristo por segunda vez, podía él perdonarle con tal que depositase en el arca los derechos correspondientes”. (Cf. Obras de M. Lutero, Tomo LI, pág. 538).
Pudiéramos citar todavía más, pero la obra del monje maldito es vasta y sus blasfemias tan repugnantes, que sería fastidioso al lector (máxime a los no especializados y débiles de fe) publicarlas todas. Baste todo lo anterior como prueba inconfutable de que Lutero, cual anticristo, odiaba a Dios Uno y Trino, y a su Santuario (la Virgen María), y a los habitantes del Cielo. Pero la blasfemia y el odio contra Dios, la Virgen y la Iglesia Católica no queda impune: Martín Lutero, luego de opípara francachela y comilona en casa de sus amigos los príncipes de Sajonia, el día 18 de Enero de 1546, fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma, a las tres de la mañana (“la hora del diablo”), SE SUICIDÓ COLGÁNDOSE DE UNA DE LAS COLUMNAS DE SU CAMA, y su alma está en el Infierno, donde los demonios le fuerzan una y otra vez a arrodillarse clavándole una estaca en la cabeza por toda la eternidad. TODO EL QUE SIGA O DEFIENDA A MARTÍN LUTERO IRÁ AL INFIERNO, DONDE NO HAY REDENCIÓN POSIBLE.
  
ADENDA
Lutero, en sus Conversaciones de Sobremesa, dijo
Cristo cometió adulterio por primer vez con la mujer de la fuente, de que nos habla Juan. Eso se murmuraba en torno a él: «¿Qué hizo, después, con ella?». Más adelante con Magdalena, después que con la mujer adultera que absolvió tan livianamente. Así, Cristo, tan piadoso, también fornicó antes de morir” (Propos de table, nº 1472)
De ahí que para muchos, sea precursor de la teoría del matrimonio entre Jesús y María Magdalena que tanto publicitó Dan Brown. Teoría además de blasfema, imposible, porque según las profecías, Jesús nacería como SACERDOTE - REY, igual que su prefiguración San Melquisedec (rey de Salem y sacerdote de Yahveh). Además, según la Ley de Moises, está prohibido que un sacerdote judío –y menos el Sumo Sacerdote, el que sobre su frente lleva la corona santificada con el Nombre de Dios– contraiga matrimonio con una mujer que no fuera virgen de Israel (mucho menos con una extranjera, prostituta o una mujer divorciada, aunque estuviera arrepentida de sus pecados). Y en el libro de Ezequiel, cuando le es revelado el Templo futuro, Dios reitera dicho mandato.

domingo, 27 de noviembre de 2016

BLASFEMIAS DE LOS FUNDADORES PROTESTANTES CONTRA NUESTRA SEÑORA

Una afirmación de muchos apologistas conciliares y ecumenistas es decir "Los primeros reformadores tenían en respeto a la Virgen, y sus herederos los niegan al blasfemar contra Ella", y aseguran y prueban que Lutero no era tan "reformador" como lo pintan. Contra esto está el testimonio implacable y verídico de la historia.
  
Juan Eck, el dominico que dio a conocer la bula "Exsúrge Dómine" que excomulgó a Lutero, escribió los 404 artículos, un libro que recoge, como lo indica su nombre, otros tantos errores protestantes. Entre estos, están las siguientes sentencias que los primeros protestantes dirigieron contra la Virgen:
  • "Cristo dijo a María: «¿Qué tengo que ver contigo?» diciendo: «Porque eres una mujer, piensas que te será mostrado por mí un favor especia sobre la base de un mérito de prerogativa. Entiende, sin embargo, que no tienes más influencia sobre mí que la mujer que fue pecadora (Magdalena), o la sirofenicia»". (Felipe Melanchthon)
  • "Cristo permitió a María errar; y José quería dejarla bajo sospecha de adulterio". (Martín Lutero)
  • "Cuando Cristo predicaba, el centurión tuvo mayor fe que María; porque mientras Cristo le dio a su madre gran fe en la concepción y la natividad, y posteriormente no, o solo raramente, una fe tan grande, y entretanto él permitió que vacilara". (Martín Lutero)
  • "La contradictoria a que la Bienaventurada Virgen fue concebida sin pecado original no ha sido reprobada". (Martín Lutero)
  • "Ciertamente nosotros somos tan santos como María. Por ello, no deseemos tenerla como nuestra abogada". (Martín Lutero)
  • "Que en el día de la Natividad de María usemos la Epístola de la sabiduría de Dios (Prov. 8:22-35), y el Evangelio del Nacimiento de Cristo (Mat. 1:1-16), es una mendacidad y blasfemia". (Martín Lutero y el Concejo de Núremberg)
  • "La Salve regína y el Regína cœli son impropias, sino que hacen injuria a Cristo, porque tributan a una creatura lo que a Dios le es propio". (Concejo de Heiden lippense; Concejo de Núremberg y Martín Lutero)
  • Dice Lutero a sus oyentes: "Tu oración me es tan preciosa como la de María, porque puedes ayudarme tanto como ella".
  • "Cristo no quería satisfacer la curiosidad de María, cuando ella pidió un milagro al faltar el vino". (Ulrico Zwinglio).
  • "Claustra virginitátis Maríæ in partu fuérunt apérta et dimóta". [El seno virginal de María fue abierto y dividido en el parto] (Martín Lutero)
  • "No hay fiesta que más odio que la de la Concepción de María y el Corpus Christi". (Martín Lutero)
  
Alguno objetará: "¿Entonces por qué existen citas de Lutero, Calvino y Ecolampadio elogiando a la Virgen?". Respondemos a esto, y citando al apologista luterano James Swan:
"Lutero se burla de aquellos que invocan a María o la veneran. Lutero insiste que aquellos que buscan a Cristo por María lo hacen por el uso de la “razón”, y “la razón es por naturaleza una hermosa prostituta”".
  
Y aún cuando Lutero se explayare en exponer sobre el Magníficat o sobre la Inmaculada Concepción, NO LO HACE POR LA FE CATÓLICA, sino para defender sus herejías de él. En suma, Lutero odia tanto a la Virgen como en su tiempo lo hiciera Judas Iscariote, y como haría cualquier pentecostal o testejehovista. Por eso Lutero (como Judas Iscariote) cayó en muchos pecados e inmundicias, y al final de sus días fue abandonado a la desesperación y acabó suicidándose, Y SU ALMA ESTÁ EN EL INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD.
  
Como Católicos, no queda más que proclamar: ¡REGOCÍJATE, VIRGEN MARÍA, EXTERMINADORA DE LAS HEREJÍAS, PORQUE TÚ SOLA HAS DADO MUERTE A TODAS LAS HEREJÍAS EN EL MUNDO ENTERO!

sábado, 26 de noviembre de 2016

FIDEL: AL FIN TE MORISTE, TIRANO HIJO DE PUTA

Ayer 25 de Noviembre, a las 22:29h (hora de Cuba), falleció en su casa de retiro en La Habana a causa del cáncer metastásico de garganta producto del tabaquismo (ya había padecido dicha enfermedad en 1985) a la edad de 90 años el exdictador Fidel Alejandro Castro Ruz, que desde el 16 de Febrero de 1959 hasta el 24 de Agosto de 2008 gobernó con puño de hierro la isla de Cuba.
  
Fidel Castro era comunista y ateo (aunque le reveló a su homólogo Hugo Chávez cómo usar la santería para controlar a Venezuela), y durante su tiranía se cometieron muchísimos crímenes y persecución religiosa. Además, en pleno odio a la Fe Católica, recibió a los antipapas Wojtyla Katz, Ratzinger Tauber-Peitner y Bergoglio Sívori; y fuera de todo lo anterior, dispuso ser cremado, de ahí que con toda autoridad declaramos: Fidel Castro murió excomulgado e impenitente, por tanto, QUE SU ALMA ARDA EN EL INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD.

jueves, 24 de noviembre de 2016

EXMASÓN: "LA MASONERÍA APARENTA SER TOLERANTE, PERO QUIERE DESTRUIR EL CATOLICISMO"

Por Carmelo López-Arias para RELIGIÓN EN LIBERTAD. Vía FORO CATÓLICO
  
  
El testimonio de Maurice Caillet, Yo fui masón, ha dado la vuelta al mundo en diez idiomas. Médico agnóstico, se inició en el Gran Oriente de Francia y disfrutó de las mieles de la fraternidad y ayuda mutua entre sus miembros, hasta que comprobó que esa fraternidad estaba por encima de la justicia y empezó a ser incómodo para la sociedad secreta. Al final del camino le esperaba la Santísima Virgen en Lourdes.
 
Le hemos pedido una valoración sobre el que, nos comenta, es un “escándalo” en la Iglesia francesa [MILES CHRISTI dixit: Año 2013]: la pertenencia a la masonería del párroco de Megève (diócesis de Annecy, en la Alta Saboya, cerca de Suiza). Pascal Vesin ha tenido que ser apartado de sus funciones y excomulgado (FC: es falso que haya sido excomulgado) ante su negativa a abandonar la organización, en lo que José Gulino, gran maestre del Gran Oriente de Francia y transmisor de los sentimientos del sacerdote (“él no lo entiende”) considera “un retorno al oscurantismo que ya no tiene razón de ser en la República”: 
Deseo que la Iglesia evolucione. Se puede ser sacerdote y masón. No comprender esto supone volver a la Edad Media”.
 
Pero Caillet opina de otra forma: 
“Como antiguo francmasón del Gran Oriente de Francia durante quince años y convertido repentinamente en Lourdes, estoy sorprendido e indignado de que un sacerdote católico [MILES CHRISTI dixit: Entiéndase “presbítero conciliar”] haya podido adherirse a la misma obediencia que yo”.

Carmelo López-Arias: ¿Por qué esa indignación?
Maurice Caillet: Es una prueba de desobediencia, porque él no podía ignorar la decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe de noviembre de 1983 que priva de la Santa Comunión a los católicos que se adhieran a a masonería. [MILES CHRISTI dixit: Más peso y legitimidad tienen el Magisterio hasta Pío XII, y el Código Pío Benedictino de Derecho Canónico, que fulminan excomunión Latae senténtiae contra los adherentes y simpatizantes de la masonería]

C. L-A.: ¿Se trata sólo de una cuestión disciplinar?
M. C.: Es su fuero interno, es absurdo y filosóficamente contradictorio conciliar la Fe católica y la filosofía masónica.

C. L-A.: ¿Qué las separa?
M. C.: El cristianismo anuncia la Verdad, Jesús, verdadero hombre y veradadero Dios, muerto y resucitado por nuestros pecados. La masonería especulativa fundada en 1717 a instancias del hereje Newton reposa sobre mitos y fábulas como el de Hiram, niega todo fenómeno sobrenatural y predica el relativismo.

C. L-A.: Pero no se presenta así…
M. C.: Sus doctrinas son secretas y reservadas a los iniciados, que se sitúan orgullosamente por encima de los profanos. Pretenden revelar a los iniciados una sedicente “Tradición Primordial” anterior al cristianismo, para llevarles “la Luz”. Es, por tanto, una organizacion elitista, mientras que Jesús se dirige a todos, pero sobre todo a los humildes y a los pequeños.

C. L-A.: ¿Creen en Dios los masones?
M. C.: Algunos masones de algunas obediencias admiten la existencia de un Gran Arquitecto del Universo, creador impersonal del cosmos, pero no reconocen a Jesús como Dios.

C. L-A.: ¿Y en el más allá?
M. C.: Los masones creen que después de la muerte pasan al Oriente Eterno, pero no tienen esperanza alguna en el Paraíso. Ni tienen en cuenta la gracia de Dios ni esperan nada de Dios.

C. L-A.: ¿Por qué combaten a la Iglesia?
M. C.: Oficialmente exhiben una tolerancia hacia todas las religiones, pero en realidad persiguen la destrucción del Papado y la abolición de los principios de la moral cristiana.

C. L-A.: En todas esas batallas actuales se les ve en la posición antitética a la católica…
M. C.: Predican el hedonismo, es decir, la satisfacción de todos los deseos y todos los placeres. Por esto están en el origen de leyes sobre la anticoncepción, el aborto, el divorcio, el matrimonio homosexual, la eutanasia, la despenalización de las drogas llamadas “blandas”…

C. L-A.: ¿Y su lema: libertad, igualdad, fraternidad?
M. C.: Todos sus principios son desviados en verdad: es la libertad sin límite, la desigualdad entre iniciados y profanos y entre los treinta y tres grados bien diferenciados, y la fraternidad… pero entre masones, ¡incluso con riesgo para su vida!
  
C. L-A.: ¿Hay culto demoniaco?
M. C.: En los grados altos se rinde culto a Lucifer. Pero desde los primeros grados un católico, y con mayor razón un sacerdote, debería reconocer las parodias de la religión y la práctica de ritos animistas.

C. L-A.: ¿Cómo explicar entonces el caso de Pascal Vesin u otros?
M. C.: Sólo la candidez o la ambición pueden cegar a quienes entran en el círculo cerrado de los iniciados. El único beneficio es la ayuda incondicional entre “hermanos” y tener a tu disposición una buena agenda de direcciones. Pero a cambio… ¡se pierde el alma!
 
Así que Maurice Caillet pide que recemos por Pascal Vesin:
“Un sacerdote (sic) es tan falible como un fiel, pero… nada es imposible para Dios. ¡Yo soy la prueba!”.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

¿QUÉ ES LA HISTORIA?

¿QUÉ ES LA HISTORIA? REFLEXIONES
Por Luis Odzen
 
Una gran parte de los seres humanos tienen una innata curiosidad por saber lo que ha sucedido, lo que ha pasado, lo que ha acontecido, en su entorno o en los lugares alejados de su residencia y de su tiempo.
 
Es un deseo muy común y valioso, especialmente, para los hombres y mujeres con capacidad de meditar los actos de sus vidas. Este recuerdo de lo pasado forma la Historia.
 
La Historia de las personas aisladas o de los grupos sociales, la Historia de los asentamientos humanos, de las poblaciones, de las ciudades o de los países, etc. etc.
 
La Historia es una ciencia ella misma, que se puede aplicar, a su vez a todas las ciencias del saber. La Historia tiene sus leyes y su rigor, tiene su ESTRUCTURA o edificio esquemático y su FIN PRÁCTICO.
 
LA HISTORIA SE CONSTRUYE CON LOS HECHOS O ACTOS Y LAS FECHAS DE ESTAS ACCIONES. Pero la Historia no es solamente hechos y fechas. También es el conocimiento de los HECHOS Y FECHAS de los mismos nos lleva, naturalmente, a meditar EL PORQUÉ de los hechos efectuados en determinado lugar y en determinado tiempo. Y con la meditación de lo anterior, estaremos preparados para ESTUDIAR E INVESTIGAR los ANTECEDENTES Y LAS CONSECUENCIAS de toda acción humana o física sobre la tierra.
 
La finalidad de estudiar e investigar los HECHOS Y FECHAS de cualquier sujeto nos lleva a relatar su devenir, siguiendo nuestra VOLUNTAD INDIVIDUAL y nuestra CAPACIDAD de INTELIGENCIA. Que puede dar por resultado un producto VERDADERO O FALSO.
 
Alguien ha definido a la Historia como: “LA HISTORIA ES LA MAESTRA DE LA VIDA”
 
LAS DOS VERSIONES DE LA HISTORIA
“No cabe duda que existen dos versiones de la Historia: LA VERDADERA Y LA DE PARTIDO”. La HISTORIA VERDADERA debe abarcar todos o la mayor parte de los HECHOS y puntos de vista acerca del sujeto que se ha historiar. Mientras que la HISTORIA DE PARTIDO, es precisamente eso: PARCIAL, y sigue los gustos del expositor o los intereses de algún partido o grupo de individuos.
 
En la relación histórica de los actos individuales o colectivos. Es legítimo destacar los hechos positivos de tal o cual persona o nación, sobre los actos negativos o erróneos de los mismos, que también hay que relatar. Con mayor razón cuando se trata de aplicar la JUSTICIA, entrando en la defensa de tal HECHO O PERSONA.
 
En cambio es maldad denigrar a una persona o a una nación solamente por antipatía personal o de grupo sin desear enterarse de su realidad histórica, porque entonces se estaría aplicando la INJUSTICIA. Así mismo es también maldad e injusto ensalzar a una persona o nación inventando HECHOS o cualidades que nunca han tenido, solamente porque nos simpatizan. Actitudes que las vemos constantemente aplicadas por los voceros de la Historia Oficial o del Partido Político en el poder.
 
Quien persigue la VERDAD EN LA HISTORIA actúa honestamente, mientras quien sigue sus simpatías personales o las directivas de grupo, no solamente es deshonesto, sino que miente con descaro. He aquí la pugna que se nos presenta todos los días entre: LA VERDAD HISTÓRICA versus LA FALSEDAD HISTÓRICA
   
LO IMPONDERABLE EN LA HISTORIA
El ser humano es la única criatura en la superficie de la Tierra que tiene el poder de crear cosas, objetos e ideas para su supervivencia y desarrollo, durante el lapso de su vida. He aquí la primera pregunta que nos hacemos para entender la Historia y más aún para historiar. ¿POR QUÉ ES ESTO?
 
No cabe duda de que la RAZÓN puede, en sus especulaciones, analizar los fenómenos físicos, intelectuales y sentimentales del hombre, pero ella no es capaz de explicar plenamente la naturaleza y conducta humanas, sin meditar el PORQUÉ DE SU PODER CREADOR. Desde fabricar un cuenco de barro para colocar su comida hasta componer un aparato lleno de chips y conexiones electromagnéticas para los usos más diversos.
 
¿De dónde ha obtenido la inspiración para componer una sinfonía con instrumentos musicales, desde los más simples a los más elaborados? O ¿Para hacer de los materiales más diversos, obras de arte, que aceleran el corazón? A este SER HUMANO hay que llamarlo: “El fabricante”.
 
Es por esto que los seres pensantes se preguntan: ¿Quién o qué le ha dado esa cualidad? ni la Naturaleza, ni por sí mismo, el hombre ha adquirido esa maravillosa cualidad. ES AQUÍ CUANDO NUESTRA INTELIGENCIA SE DIRIGE A CREER EN DIOS EL CREADOR DE TODO LO QUE EXISTE.
 
También, cuando se investiga y se estudia la Historia humana se encuentran muchos HECHOS que no se pueden explicar apoyándonos en las solas fuerzas humanas. AQUÍ TENEMOS LOS EJEMPLOS DE QUE EXISTE LO IMPONDERABLE EN LA HISTORIA HUMANA. Por tanto la Historia humana es el “Gran teatro donde la importancia del elemento sobrenatural se declara en favor de los pueblos, que por su docilidad a la Fe en Dios, domina sus bajas pasiones o en contra de esos mismos pueblos, cuando por el mal uso de la libertad que Dios les concede, se olvidan del Creador. Dios interviene en el devenir histórico de los pueblos. AQUÍ TENEMOS LO QUE SE HA DADO EN LLAMAR: “LA HISTORIA PROVIDENCIAL”
 
LA HISTORIA ANTES Y DESPUÉS DE CRISTO
En el mundo actual, siglo XXI, siglo materialista y agnóstico de los valores religiosos, especialmente dirigido por la opinión de sus intelectuales, y por la presión económica y política de los gobernantes de cualquier tendencia. Todos ellos están predispuestos para apuntar sus tiros contra la religión de CRISTO y a sus seguidores; muchos la quisieran desaparecer de la faz de la Tierra.
 
Sin embargo todos los habitantes del actual globalismo, han reconocido, de hecho, a CRISTO, CUANDO SE TRATA DE DATAR HECHOS Y FECHAS HISTÓRICOS, ESCRITOS EN SUS DOCUMENTOS PARA PODER ENTENDERSE UNOS CON OTROS. Antes de CRISTO; o después de CRISTO.
 
ASÍ QUE CRISTO RESULTA SER TAMBIÉN, EL CENTRO DE LA HISTORIA
 
Así hemos llegado a afirmar que todo sistema histórico que hace abstracción del ORDEN SOBRENATURAL, en el planteamiento y la apreciación de los HECHOS, es un sistema falso que no explica nada y que deja a los anales de la Humanidad en una confusión o en una permanente contradicción con todas las ideas, que la Razón forma sobre los destinos que nuestra raza aquí abajo. Solamente la Historia del Cristianismo obtiene la generalización de la Historia. Esa necesidad de generalización no existía en los tiempos del paganismo.
 
Los historiadores del paganismo no tienen visiones de conjunto sobre los anales humanos. La idea de su tribu es todo para ellos y no se adivina ningún sentimiento de afecto por toda la Humanidad, considerada en su conjunto. Solamente, a partir del Cristianismo, es cuando la Historia comenzó a ser tratada de forma sintética. (“Sentido Cristiano de la Historia” del Abad de Solesmes: Dom Prosper Gueranger)
 
El Cristianismo nos abrió los ojos para ver a la Humanidad como una sola especie capaz, toda ella, de salvación en Cristo-Dios, sin importar la escala de desarrollo de los diversos pueblos del globo terráqueo.
 
Es en JESUCRISTO donde se ha desvelado la FRATERNIDAD HUMANA, es entonces cuando aparece el estudio de la HISTORIA UNIVERSAL.
 
El paganismo nunca pudo escribir sino una fría estadística de los HECHOS sucedidos en su entorno tribal: los nombres de sus reyes y sus hechos principales.
 
LA RELIGIÓN CRISTIANO-CATÓLICA HA CREADO LA VERDADERA CIENCIA HISTÓRICA.
Los relatores no cristianos de los siglos XVIII, XIX y XX han copiado el método cristiano de la generalización, pero lo han dirigido contra el sistema cristiano. Muy pronto se dieron cuenta de que apoderándose de la HISTORIA CRISTIANA y cambiándola a sus ideas asestaban un duro golpe al principio sobrenatural, que bajo este sistema, su éxito en demolerlo ha sido inmenso.
   
Son tres escuelas las que no creen en la Historia Providencial:
  • LA ESCUELA FATALISTA O ATEA: Ve solamente la necesidad de los acontecimientos y muestra a la especie humana siempre en conflicto.
  • LA ESCUELA HUMANITARIA: Se pone de rodillas ante su ídolo: el Género Humano, pero siempre negando lo imponderable.
  • LA ESCUELA NATURALISTA: Hace abstracción del HECHO sobrenatural, y ve al género Humano siempre en perfección constante.
    
Por tanto; el historiador que busca la VERDAD DE LOS HECHOS HISTÓRICOS, y que su Filosofía está en su FE CRISTIANA, SABE QUE CRISTO HIJO DE DIOS, ES EL VERDADERO REY DE ESTE MUNDO Y VENDRÁ A REGIR A LA HUMANIDAD PURIFICADA, CON SU JUSTICIA Y CON SU AMOR, PONIENDO EN EL LUGAR CORRECTO A CADA PERSONA O HECHO.

martes, 22 de noviembre de 2016

MANELLI INOCENTE ANTE LA JUSTICIA SEGLAR, O LA IRONÍA DEL FINADO "AÑO DE LA MISERICORDIA"

Traducción del artículo publicado por Marco Tossatti para STILUM CURIÆ

PADRE MANELLI: ARCHIVADAS LAS ACUSACIONES CONTRA EL FUNDADOR DE LOS FRANCISCANOS DE LA INMACULADA

  
Archivadas las acusaciones contra el padre Stefano Manelli, el fundadorde los Frailes Franciscanos de la Inmaculada. Luego de casi un año de indagaciones, el agente del Ministerio Público (Fiscalía) ante el Tribunal de Avellino, doctor Adriano Del Bene, ha pedido la archivación del procedimiento contra el religioso, cuya orden aún está en comisariato, sin que luego de tantos años la Congregación para los Religiosos presentase motivación válida.
    
El Padre Stefano Manelli, en el pasado reciente fue objeto de una campaña de prensa particularmente virulenta, y que parecía en realidad movida e inspirada por alguien en el seno de su orden religiosa. Acusaciones aposta, declaraciones escandalísticas de ex-religiosas, incluso sospechas de homicidio; a la saga de los Franciscanos de la Inmaculada no le faltaba nada, y estaba en los mass media que habían seguido quizás con demasiado entusiasmo y sin gran espíritu crítico la marea interesada de las acusaciones.
  
Al tiempo que la magistratura, con la petición de archivo, hace justicia frente a la campaña que podría ser juzgada como difamatoria, emerge que el fundador del Instituto de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada, fue injustamente acusado de haber lesionado la integridad física y moral de las hermanas del convento de Frigento mediante actos de violencia sexual y de maltratamientos contra las mismas.
  
Personas cercanas a Manelli comentan que “el cese de las indagaciones ha hecho claridad sobre las “hipótesis de acusación”, restituyendo justicia y dignidad al Padre Stefano Mannelli, desde hace tiempo objeto de ataques calumniosos y difamatorios amplificados por los órganos de prensa”.
 
Y ahora que la magistratura se expresa, que aparece que el padre Manelli no había estuprado, maltratado ni asesinado a nadie, torna la demanda, que hay planteada a la Congregación para los Religiosos, a su prefecto y a su secretario: ¿qué ha hecho el padre Manelli; y qué han hecho los Franciscanos de la Inmaculada para ser tratados con tanta dureza?
  
La crónica, en la su ironía, ha querido que la noticia de la preclusión llegase al final del Año de la Misericordia…

lunes, 21 de noviembre de 2016

PACHITO A BERNIE: “LOS TUYOS PUEDEN SEGUIR CONFESANDO, PERO SOBRE LA PRELATURA… DESPUÉS HABLAMOS”

  
Ayer, luego de clausurarse el non sancto “Año de la Misericordia”, fue publicada oficialmente la Carta “Misericórdia et Mísera” por parte de Francisco Bergoglio. A despecho de los acuerdistas y highchurchers conciliares (Secretum meum mihi, Rorate Cæli y otros), que esperaban un reconocimiento oficial a la Fraternidad San Pío X, SÓLO LES PRORROGÓ HASTA NUEVO AVISO LA “JURISDICCIÓN ORDINARIA” PARA CONFESAR:
En el Año del Jubileo había concedido a los fieles, que por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, la posibilidad de recibir válida y lícitamente la absolución sacramental de sus pecados [Cf. Carta con la que se concede la indulgencia con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, 1 de septiembre 2015: L’Osservatore Romano ed. Española, 4 de septiembre de 2015, 3-4]. Por el bien pastoral de estos fieles, y confiando en la buena voluntad de sus sacerdotes, para que se pueda recuperar con la ayuda de Dios, la plena comunión con la Iglesia Católica, establezco por decisión personal que esta facultad se extienda más allá del período jubilar, hasta nueva disposición, de modo que a nadie le falte el signo sacramental de la reconciliación a través del perdón de la Iglesia”. (Antipapa Francisco I, Carta Apostólica “Misericórdia et Mísera”, nº 12 inciso 2, 20 de Noviembre de 2016). 
Mientras tanto, se mantiene el statu quo: las indefinidas negociaciones que Bernard Fellay y Franz Schmidberger mantienen con la Roma protestante y conciliar. El Vaticano no tiene ningún afán, porque sabe que mientras estén esos dos personajes, la FSSPX no representará mayor peligro para la nomenklatura modernista. Pero ¿qué impide el acuerdo?
 
NOTA (NO TAN) MARGINAL: En el inciso 1 del mismo numeral 12, se extiende a los presbíteros conciliares, para siempre, la posibilidad de absolver a los que cometen o propalan el aborto:
“Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado del aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar [Cf. Carta con la que se concede la indulgencia con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, 1 de septiembre 2015: L’Osservatore Romano ed. Española, 4 de septiembre de 2015, 3-4], lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario. Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial”. (Antipapa Francisco I, Carta Apostólica “Misericórdia et Mísera”, nº 12 inciso 1, 20 de Noviembre de 2016). 

MORDAZA OPUSDEÍSTA EN ACCIÓN: NI SU FUNDADOR SE SALVA

Captura de pantalla de CATHOLICVS (20-XI-2016, 20:49h)
  
Al bloguero español CATHOLICVS le cayó una persecución por parte del Opus Dei. Sucede que el pasado 26 de Junio, publicaron un artículo sobre “Las tres campanadas”, unas cartas que José María Escriba y Albás (en el opusdeísmo y la deuterovaticanidad “San Josemaría Escrivá de Balaguer”) escribió entre 1973 y 1974 a sus discípulos sobre la crisis devenida en los años inmediatamente posteriores al CV2. Pero acontece que el Jueves pasado (17 de Noviembre), el abogado madrileño Javier Domínguez Calatayud presentó ante Google reclamación contra el referido blog por “derechos de autor” sobre los escritos de Escrivá, que supuestamente pertenecen a la sociedad SCRIPTOR S.A.
        
Captura de la reclamación hecha por SCRIPTOR S.A.
   
José María Escriba y Albás había sido tan crítico del Vaticano II que una vez acabado éste, viajó a Grecia con Álvaro del Portillo (que luego será su sucesor) con el fin de intentar integrar el “Opus Dei” en la Iglesia Ortodoxa (imaginamos que lo hubiesen llamado Ἔργον τοῦ Θεοῦ o algo por el estilo), pero no cuajó porque les parecía “muy poco” lo que le ofrecían. Al fallecer sin haber otorgado testamento (cosa extraña, pues todos los numerarios y agregados de la Obra deben hacer testamento antes de jurar fidelidad), su hermano Santiago, IV Marqués de Peralta, fue reconocido judicialmente como heredero universal en fecha anterior al 8 de Enero de 1977. Santiago luego vendió a SCRIPTOR S.A. los derechos de propiedad intelectual sobre todas las obras de su hermano por precio de dos millones de pesetas (en el supuesto que la venta de los derechos haya tenido lugar en octubre de 1976 y que el IPC hasta el mismo período de 2016 fue de un 860,9 por 100, el negocio se hizo por 17’218.000 de pesetas actuales, unos 103.482,26 € al cambio).
 
SCRIPTOR S.A. es una sociedad mercantil de tipo CNAE 6399 (Otros servicios de información no comprendidos en otras partes) con CIF (Cifra de identificación fiscal) A28423473, domiciliada supuestamente en la calle José Ortega y Gasset, 17 C BJ IN, 28006 Madrid. SCRIPTOR SA fue fundada hacia 1976, sin conocerse los socios fundadores ni su capital inicial. A diferencia de otras sociedades, no se gobierna por un administrador unipersonal, sino por un consejo de administración conformado hasta hoy por los siguientes personajes (datos correctos hasta la fecha de publicación, tomados de EMPRESIA):
 
Grafo de las vinculaciones de los miembros de SCRIPTOR S.A. (Fuente: Empresia)
 
Rafael Anson Peironcely, además, es consejero y secretario del bufete Mas y Calpet SLP desde el 25 de Julio de 2013, donde Javier Domínguez Calatayud (abogado egresado de la Universidad de Navarra, para más inri) funge como consejero desde esa misma fecha y es vicepresidente desde el 14 de Septiembre de 2015.
 
Javier Domínguez Calatayud, el abogado opusdeísta
 
¿Pero qué tienen que hacer SCRIPTOR SA,  “Las campanadas” y la censura opusdeísta contra CATHOLICVS? Todo, ABSOLUTAMENTE TODO. Durante años el establecimiento opusdeísta ha negado la existencia de estas cartas... hasta que salieron a la luz, y ahora recurren a la censura. CATHOLICVS sólo publicó fragmentos que se referían a la Iglesia en su totalidad, sin entrar en las recomendaciones internas de José María a miembros del Opus Dei o a asuntos internos (aunque de todos modos es casi imposible conseguir los documentos), ni tiene enemistad con el OD, ni mucho menos obtiene un euro por sus publicaciones. El problema no estaría tanto en el carácter “interno” o “no-interno” de los escritos de marras, sino en que un José María crítico del V2 no les conviene para mantener su “camino seguro”, la Prelatura que compraron en 1982 y la papolatría que desde entonces manejan. ¿Qué tienen que ocultar? ¿Que José María consideraba (o fingía considerar) que
  • Montini era masón y que todos los que votaron por él en el cónclave de 1963 irían al Infierno?
  • La maldad del mundo estaba afectando a la Iglesia, hasta el punto de exigir que ésta adapte su doctrina en favor de los caprichos del mundo?
  • El alto clero alentara las asechanzas del demonio mediante la enseñanza de herejías, cuando no las enseñaban ellos mismos?
  • La desbandada de los fieles se debe al Evangelio compota?
  • La Misa Novus Ordo es impía, y que si no fuera porque de Escriba dependían muchos sacerdotes y por un posible “escándalo”, él se hubiese cambiado al rito bizantino? (son sus propias palabras, y hay testigos presenciales que le vieron y oyeron decir eso -de pronto explicarían el viaje a Grecia-)
  • Resistir y denunciar eran las únicas opciones válidas de los Católicos frente a la Apostasía?
  • El ecumenismo es la antesala del indiferentismo religioso?
  • El aggiornamento roncalliano es el culpable de la crisis última, al imponer como dogma de fe el modernismo tantas veces condenado?
  • En una palabra, el Vaticano II es la muerte de la Iglesia Católica como institución, y que la única salvación del OD era la Ortodoxia Griega?
   
Ítem lo anterior, parécenos que el OD se ha modernizado nada más morir su fundador. El OD, si bien acogió el Novus Ordo (aunque se comenta que José María lloraba cuando oficiaba en ese rito, tanto así que tuvieron que llevarlo al oftalmólogo por irritación ocular), conservó ciertos elementos tradicionales además del latín, el uso de la mantilla, falda y mangas largas por las mujeres, y el altar adosado a la pared (las seis velas encendidas sobre el altar, la entrada del sacerdote al altar con el cáliz en mano con su respectivo cubrecáliz, las lecturas hechas solo por el sacerdote, la cucharilla para verter el agua en el Ofertorio, el uso de la vela palmatoria a la hora de la consagración y comunión, la última campanada de la comunión del sacerdote, la comunión de rodillas por el ministro y los fieles, purificar el cáliz con vino, la bendición al modo tradicional), elementos que fueron suprimidos por Álvaro del Portillo en 1991, posiblemente asesorado por José Antonio Abad Ibáñez –liturgista de la la Universidad de Navarra-.
  
Mas no conviene olvidar una cosa que decía Fray Eusebio de Lugo: Las autoridades conciliares sabían perfectamente que en España, en los años 60-70, la FSSPX no suponía peligro alguno, tanto por su incoherencia doctrinal (Reconocer pero resistir), como por el carácter francés que aún mantiene. Y para ello se valió de falsas apariciones como las del Palmar o las del Escorial, pero como no era suficiente, encargaron al Opus la gran misión de “recuperar para la iglesia conciliar esa gran masa de católicos todavía sumida en la perplejidad y la inacción tanto por no comprender claramente la situación, como por carecer, de momento, de jefe que pudiera aglutinarlos”. Así que el Opus se embolsilló las campanadas y lo demás, a cambio de reducir poco a poco esa masa inquieta a un rebaño ignorante y sobre todo, muy obediente. Pero como hoy la Internet ha permitido que muchos católicos vayan conociendo lo que se supone debían ignorar, la estrategia que se decidió seguir es la censura y la persecución. No sorprende esta ola de censura so pretexto de copyright y de una supuesta “Edítio princeps” (que nunca llega) de todos los escritos de José María, pues ya 
    
Así que, para no alargaros el cuento, SCRIPTOR S.A. es ¡UNA EMPRESA PANTALLA! del Opus Dei para evitar cualquier lío in utróque juris. Y el Opus Dei, con este acto, muestra a las claras ser una secta ocultista que hoy es más modernista y lamberica que los jesuitas arrupianos. De nuestra parte, sabed que NO LES TENEMOS MIEDO. Nosotros ni somos conciliares ni somos opusdeístas. SOMOS CATÓLICOS SEDEVACANTISTAS, y sabremos defendernos ante el que sea.
  
Jorge Rondón Santos
21 de Noviembre de 2016
Presentación de la Bienaventurada Virgen María, y Aniversario de la Declaración de Ecône
  
SAETA
Antes los obreros a la Reina pedían
“Prepáranos el camino seguro”,
Mas ahora que tiénenlo pedido
Tiran piedras a por conservarlo.
 
A estos años la muerte
Nada de miedo inspira,
Cual amiga querida es
De tanto toparla cada día.

MONSEÑOR MARCEL LEFEBVRE DESMINTIENDO A ANTONIO SOCCI

El año pasado, Antonio Socci publicó unas actas del Vaticano II afirmando que Mons. Lefebvre había aprobado las 16 constituciones conciliares, noticia que entre los conciliares fue recibida con el acostumbrado júbilo, y por algunos sedevacantistas viscerales (sirianistas, loganistas y cassiciacum por igual) como la prueba reina de que Lefebvre no era del todo tradicionalista. ¡Cuán fácil es atacar a quien no se puede defender por estar muerto! Pero en realidad, él no firmó ninguna de dichas constituciones, antes bien les plantó oposición, porque de otra manera sería una contradicción consigo mismo.
 
La siguiente entrevista con el Arzobispo Marcel Lefebvre hubiera sido publicada en 1978 por la revista Catholic Press si la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos no hubiese amenazado a su editor con la excomunión y el virtual cierre de la publicación... De hecho, los obispos prohibieron a la prensa católica publicar esta entrevista. Una versión editada fue publicada finalmente por el extinto semanario The Spotlight de Washington, D.C., en su edición del 18 de Julio de 1988. La edición completa e inédita fue cedida por éstos al Distrito de Asia de la FSSPX, que la publicó en 2002 (por lo cual agradecen -y agradecemos- profundamente a “SPL”, 300 Independence Ave., S.E., Washington, D.C. 20003); y fue publicada en italiano por CHIESA E POST CONCILIO y RADIO SPADA en junio de 2016.
  
Aunque en esta entrevista hay ciertas afirmaciones que pueden no ser de recibo, hay que tener presente que para la época la claridad práctica sobre el Sedevacantismo no estaba tan definida como en nuestros días. Pero con todo, actualmente se comprenden completamente las razones del por qué Mons. Lefebvre, hombre de Fe, era tan temido por aquellos sacerdotes y religiosos que con sus manejos cumplieron el masterplán de Satanás. Sería interesante que tanto los seguidores de Bernard Fellay y Franz Schmidberger, como los de Richard Williamson y Jean Michel Faure y Dom Tomás de Aquino OSB leyesen este artículo y reflexionen cuánto distan ellos de su fundador.

LA ENTREVISTA PROHIBIDA (por la USCBC) AL ARZOBISPO MARCEL LEFEBVRE
 
CATHOLIC PRESS: Vd. ha debatido y tomado parte en las deliberaciones del Concilio Vaticano II, ¿cierto?
Mons. MARCEL LEFEBVRE: Sí.
C. P.: ¿No firmó ni aceptó las decisiones de este Concilio?
Mons. M. L.: No. En primer lugar, yo no he firmado todos los documentos del Vaticano II a causa de las dos últimas actas. El primero, respecto a la “Religión y Libertad” (“La libertad religiosa”, que será publicado como «Dignitátis Humánæ») no lo firmé. Tampoco firmé el otro, el de “La Iglesia en el mundo contemporáneo”. Este segundo documento es, según mi opinión, el más inspirado por el modernismo y el liberalismo.
C. P.: ¿Vd. es conocido no solo por no firmar los documentos, sino por oponerse públicamente a ellos?
Mons. M. L.: Sì. En un libro que he publicado en Francia acuso al Concilio de errores sobre estas resoluciones, y he suministrado todos los documentos con los cuales ataco la posición del Concilio, principalmente las dos resoluciones sobre las cuestiones de la libertad religiosa y de “La Iglesia en el mundo contemporaneo” (Constitución Conciliar «Gaudium et Spes»).
C. P.: ¿Por qué Vd. está contra estas deliberaciones?
Mons. M. L.: Porque estas dos decisiones son inspiradas por una ideología liberal tal cual la describieron los Papas de siempre, vale decir, una libertad religiosa entendida y promovida por los Masones, los humanistas, los modernistas y los liberales.
C. P.: ¿Qué objeta de ellos?
Mons. M. L.: Esta ideología dice que todas las culturas son iguales, todas las religiones son iguales, y que no existe una única fe verdadera Todo esto conduce al abuso y al error que es la libertad de pensamiento. Todos estos errores sobre la libertad, que han sido condenados en todos los siglos por todos los Papas, ahora han sido aceptados por el Concilio Vaticano II.
C. P.: ¿Quién puso estas decisiones particulares en el orden del día?
Mons. M. L.: Creo que fueron algunos de los cardinales, asistidos por peritos teológos, que adhieren a las ideas liberales.
C. P.: ¿Quiénes, por ejemplo?
Mons. M. L.: El cardenal [Agustín] Bea (jesuita alemán), el cardenal [Leo] Suenens (de Bélgica), el cardenal [Josef] Frings de la Alemania, y el cardenal [Franz] König [de Austria]. Estos personajes ya se habían reunido y habían discutido estas resoluciones antes del Concilio, y su preciso objetivo era el de hacer un compromiso con el mundo secular, de introducir las ideas ilustradas y modernistas en la doctrina de la Iglesia.
C. P.: ¿Quiénes eran los Cardenales estadounidenses que sostenían estas ideas y resoluciones?
Mons. M. L.: No recuerdo ahora sus nombres, pero no eran pocos. Aunque, una fuerza importante a favor de estas resoluciones fue el padre Murray.
C. P.: ¿Se refiere Vd. al padre John Courtney Murray (jesuita)?
Mons. M. L.: Sí.
C. P.: ¿Qué rol desempeñó?
Mons. M. L.: Ha desarrollado un papel muy activo en el curso de todas las deliberaciones y en la redacción de estos documentos.
C. P.: ¿Vd. le puso de presente al Papa [Pablo VI] sus preocupaciones e inquietudes sobre tales resoluciones?
Mons. M. L.: He hablado con el Papa. He hablado en el Concilio. Hice tres intervenciones públicas, dos de las cuales deposité en la secretaría. Por tanto habían cinco intervenciones contra estas decisiones del Vaticano II. De hecho, la oposición dirigida contra estas decisiones fue tal que el Papa intentó establecer una comisión con el fin de conciliar las partes opuestas en el interior del Concilio. En dicha comisión debían hacer parte tres miembros, uno de los cuales era yo. Cuando los cardenales liberales vieron que mi nombre estaba en esta comisión, fueron a buscar al Santo Padre y le dijeron tajantemente que ni aceptarían esta comisión ni aceptarían mi presencia en ella. La presión sobre el Papa fue tal que renunció a la idea. Yo hice todo lo que estuvo en mi mano para detener estas decisiones, que juzgo contrarias y destructivas para la Fe Católica. El Concilio fue convocado legítimamente, pero fue con el propósito de difundir todas estas ideas.
C. P.: ¿Hubo otros cardenales que lo apoyaban a Vd.?
Mons. M. L.: Sí. Estaban el cardenal [Ernesto] Ruffini de Palermo, el cardenal [Giuseppe] Siri de Génova y el cardenal [Antonio] Caggiano de Buenos Aires.
C. P.: ¿Hubo obispos que lo apoyaban a Vd.?
Mons. M. L.: Sí. Muchos obispos sostuvieron mi posición.
C. P.: ¿Cuántos obispos?
Mons. M. L.: Fueron más de 250 obispos. Incluso ellos se habían constituido en un grupo con el fin de defender la verdadera Fe Católica (el Cœtus Internationális Patrum).
C. P.: ¿Qué ha sido de todos ellos?
Mons. M. L.: Algunos han muerto; otros están dispersos por el mundo; muchos aún me apoyan en su corazón, pero tienen miedo de perder una posición que piensan puede serles útil en un momento posterior.
C. P.: ¿Alguno lo sigue apoyando hoy (1978)?
Mons. M. L.: Sí. Por ejemplo, el obispo Pintonello de la Italia, y el obispo De Castro Mayer del Brasil. Muchos otros obispos y cardenales a menudo me contactan para expresarme su apoyo, pero por el momento desean permanecer en el anonimato.
C. P.: ¿Qué hay con los obispos que no son liberales, pero que se oponen a Vd. y lo critican?
Mons. M. L.: La su oposición es basada sobre una idea imprecisa sobre la obediencia al papa. Es, quizás, una obediencia en buena fe, que podría ser reconducible a la obediencia de los ultramontanos del siglo pasado, obediencia que entonces era buena porque los Papas eran buenos. Todavía hoy hay una obediencia ciega que tiene poco que ver con la práctica y la adhesión a la verdadera Fe Católica. En este momento es importante recordar a los Católicos de todo el mundo que la obediencia al papa no es una virtud primaria. La jerarquía de la virtud parte de las tres virtudes teologales de la Fe, Esperanza y Caridad, seguida de las cuatro virtudes cardinales de Justicia, Templanza, Prudencia y Fortaleza. La obediencia es un derivado de la virtud cardinal de la Justicia. Por tanto está muy lejos de ser clasificada como la primera en la jerarquía de las virtudes. Algunos obispos no quieren dar la menor impresión de desobedecer al Santo Padre. Yo entiendo cómo se sienten. Es claro que es muy displacentero, si no muy doloroso. A mí ciertamente no me gusta estar en la oposición al Santo Padre, pero no tengo otra opción considerando qué viene para nosotros desde Roma en el presente, que está en oposición a la Doctrina Católica y es inaceptable para los Católicos.
C. P.: ¿Sugiere que el Santo Padre acepta estas ideas particulares?
Mons. M. L.: Sí. Lo acepta. Pero no solo el Santo Padre. Es una tendencia general. Le he mencionado algunos cardenales involucrados en estas ideas. Ha más de un siglo, las sociedades secretas, Illuminatis, humanistas, modernistas y otros, de los cuales nosotros tenemos ahora todos los documentos y pruebas, se estaban preparando para un Concilio Vaticano en el cual habían infiltrado sus propias ideas para una iglesia humanista.
C. P.: ¿Cree que algunos cardenales podrían ser miembros de tales sociedades secretas?
Mons. M. L.: No es una cuestión muy importante, en este momento, si lo fueron o no. Lo que es importante y grave es que, para todos los efectos, ellos actuaron como si fuesen agentes o servidores de sociedades humanistas secretas.
C. P.: Según Vd., ¿estos cardenales han adherido deliberadamente a tales ideas o fueron inclinados a informaciones equivocadas o fueron engañados, o una combinación de todo esto?
Mons. M. L.: Yo pienso que las ideas humanistas y liberales se difundieron en todo el siglo XIX y XX. Estas ideas seculares fueron propagadas en todos lados, tanto en los gobiernos como en las iglesias. Estas ideas han penetrado en los seminarios y en toda la Iglesia, y hoy la Iglesia se despierta hallándose en una camisa de fuerza liberal. Esto es porque uno se encuentra la influencia liberal, que ha penetrado en todos los estratos de la vida secular en el curso de los últimos dos siglos, hasta dentro de la Iglesia. El Concilio Vaticano II fue planificado por los liberales; era un concilio liberal; el Papa es un liberal y aquellos que lo rodean son liberales.
C. P.: ¿Está diciendo que el Papa es un liberal?
Mons. M. L.: El Papa nunca ha negado que lo es.
C. P.: ¿Cuándo el Papa ha dicho que es un liberal?
Mons. M. L.: El Papa ha afirmado en muchas ocasiones que es favorable a las ideas modernistas, favorable a un compromiso con el mundo. Según sus mismas palabras, es necesario “levantar un puente entre la Iglesia y el mundo secular”. El Papa ha dicho que era necesario aceptar las ideas humanistas, que era necesario discutir tales ideas; que era necesario dialogar. En este momento es importante recordar que el diálogo es contrario a la doctrina de la Fe Católica. El diálogo presupone el encuentro de dos partes iguales y opuestas; por tanto, en ninguna manera podría tener nada que ver con la Fe Católica. Nosotros creímos y aceptamos nuestra fe como la única verdadera Fe en el mundo. Toda esta confusión lleva a compromisos que destruyen la doctrina de la Iglesia, para la desgracia de la humanidad y de la Iglesia misma.
C. P.: Vd. ha afirmado conocer la razón hodierna del declive de la frecuentación de la iglesia y de la falta de interés ante la Iglesia, que, en base a cuanto ha referido, Vd. atribuye a las decisiones del Vaticano II. ¿Es correcto?
Mons. M. L.: No diría que el Vaticano II habría prevenido lo que está sucediendo en la Iglesia actualmente. Las ideas modernistas lo han penetrado todo por mucho tiempo y esto no ha sido un bien para la Iglesia. Pero el hecho es que algunos miembros del clero han profesado tales ideas, vale decir, ideas de libertad adulterada, en esto caso, permisivismo. La idea que todas las verdades son iguales, todas las religiones son iguales, y por consecuencia todas las morales tienen igual dignidad, que toda consciencia es válida a su manera, que cualquiera puede juzgar teológicamente lo que puede hacer, todas estas son ideas humanistas de laxismo total sin alguna disciplina de pensamiento, que conducen a la posición de que cualquiera puede hacer lo que quiera. Todo esto es absolutamente contrario a nuestra Fe Católica.
C. P.: Vd. ha dicho que la mayor parte de estos consejeros teológicos y peritos fingen solamente representar la mayoría del pueblo, que en realidad el pueblo no está realmente representado por estos teólogos liberales. ¿Podría explicarlo?
Mons. M. L.: Por “mayoría del pueblo” entiendo todas las personas que trabajan honestamente para vivir. Quiero decir las personas con los pies sobre la tierra, las personas de buen sentido en contacto con el mundo real, el mundo venidero. Estas son la mayoría de las personas, que prefieren las tradiciones y el orden al caos. Este es un movimiento de todas estas personas en todo el mundo, que está lentamente coagulándose en oposición total a todos los cambios que han sido hechos en su nombre, en su religión. Estas personas de buena voluntad han estado tan traumatizadas por estos cambios dramáticos que ahora son reluctantes a frecuentar la iglesia. Cuando van a una iglesia modernista, ellos no encuentran lo sagrado, el carácter místico de la Iglesia, todo lo que es verdaderamente divino. Lo que conduce a Dios es divino y ellos no encuentran más a Dios en estas iglesias. ¿Por qué deberían ir a un lugar donde Dios está ausente? Los fieles perciben esto muy bien y los cardenales liberales y sus consultores han seriamente subvalorado la lealtad de la mayoría de los fieles a su verdadera Fe. ¿Cómo [alguien] se puede explicar que, ni bien abrimos una capilla o una iglesia tradicional, la gente viene de todos lados? Hemos solo levantado el lugar. Las Misas se realizan todo el día para hacer participar a todos los fieles. ¿Por qué? Porque ellos encuentran nuevamente eso que necesitan: lo sagrado, lo místico, el respeto por lo sagrado. Por ejemplo, Vd. pudiera ver esta escena en el aeropuerto: diversas personas yendo hacia los sacerdotes que habían ido allí a recibirme, y agitando sus manos, ¡y eran perfectos extraños! ¿Por qué? Porque cuando las personas encuentran un sacerdote, un verdadero sacerdote, un sacerdote que se comporta como sacerdote, que viste como un sacerdote, inmediatamente son atraídas por él y lo siguen. Esto sucede en los Estados Unidos, sucede en Europa y en todas partes del mundo. Gente en las calles que va a saludar a un sacerdote; vienen de la nada solo para congratularse con él y decirle cuán gozosos están de ver un real sacerdote, para decirle que están dichosos de que aún hay sacerdotes.
C. P.: ¿Está diciendo que el hábito y la túnica hacen la diferencia en la calidad del sacerdote?
Mons. M. L.: Las túnicas y los hábitos son, obviamente, solo un símbolo, pero es por lo que este símbolo representa que las personas son atraídas, no, obviamente, el símbolo mismo.
C. P.: ¿Por qué vosotros dais tanta importancia a los rituales de la “Misa Tridentina”? [1]
Mons. M. L.: Nosotros ciertamente no insistimos sobre los rituales solo por los rituales, sino solamente como símbolos de nuestra fe. En tal contexto estamos convencidos que son importantes. Sin embargo, es la sustancia y no los ritos de la Misa Tridentina los que han sido removidos.
C. P.: ¿Podría ser más específico?
Mons. M. L.: Las nuevas oraciones del Ofertorio no expresan la noción católica del sacrificio. Ellas simplemente explican el concepto de una mera participación del pan y del vino. Por ejemplo, la Misa tridentina dirige a Dios la oración “Súscipe, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus, hanc immaculátam hóstiam, quam ego indígnus fámulus tuus óffero tibi Deo meo vivo et vero, pro innumerabílibus peccátis, et offensiónibus, et neglegéntiis meis” (“Recibe, oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios, esta que va a ser Hostia inmaculada y que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias”). Dice la nueva Misa: “Ofrecemos este pan como el pan de vida”. No hay ninguna mención del sacrificio o de la víctima. Este texto es vago e impreciso, se presta a la ambigüedad y ha sido pensado para que fuese aceptable para los protestantes. Es, sin embargo, inaceptable para la verdadera Fe y la Doctrina Católica. La sustancia ha sido cambiada en favor de la acomodación y del compromiso.
C. P.: ¿Por qué le da tanta importancia a la Misa latina en lugar de la Misa en vernáculo aprobada por el Concilio Vaticano II?
Mons. M. L.: Por un lado, esta pregunta sobre el latín en la Misa es una cuestión secundaria, bajo algunos puntos de vista. Pero por otro lado es una pregunta sumamente importante. Es importante porque es un modo de fijar el lenguaje de nuestra Fe, el dogma católico y la doctrina. Es un modo para no cambiar nuestra Fe, porque en las traducciones que afectan las palabras latinas, no se encuentran exactamente las verdades de nuestra Fe como han sido expresadas y encarnadas en el latín. Esto es ciertamente muy peligroso, porque poco a poco se puede perder la misma Fe. Estas traducciones no reflejan las palabras exactas de la Consagración. Estas palabras son cambiadas en el vernáculo.
C. P.: ¿Podría darme un ejemplo?
Mons. M. L.: Sí. Por ejemplo, en lengua vernácula se dice que la Preciosísima Sangre ha sido derramada “por todos”, cuando en el texto latino (incluso en la última versión latina revisada) se dice que la Preciosísima Sangre es “por muchos” y no “por todos”. Todos es ciertamente diferente a muchos. Esto es solo un pequeño ejemplo que demuestra las imprecisiones de las traducciones actuales [2].
C. P.: ¿Podría citar una traducción que contradiga efectivamente el dogma católico?
Mons. M. L.: Sí. Por ejemplo, en el texto latino la Virgen María es llamada “Semper Virgo”, “Siempre Virgen”. En todas las traducciones modernas la palabra “siempre” ha sido eliminada. Esto es muy grave, porque hay una grande diferencia entre “Virgen” y “Siempre Virgen”. Es muy peligroso manumitir traducciones de este tipo. El latín es también importante para mantener la unidad de la Iglesia, porque cuando se viaja (y las personas viajan más y más al extranjero cada día), es importante para ellos encontrar el mismo eco que ellos han oído de un sacerdote en casa, sea en los Estados Unidos, Suramérica, Europa, o cualquiera otra parte del mundo. Ellos están en casa en cualquier iglesia (católica). Es su Misa Católica la que se está celebrando. Ellos han siembre escuchado las palabras latinas desde su infancia, sus padres antes de ellos, y sus abuelos antes de ellos. Se trata de un signo que identifica su Fe. Ahora, cuando vamos a una iglesia extranjera, ellos no entienden ni una sola palabra. Los extranjeros que vienen aquí no entienden ni una palabra. ¿Cuál es la ventaja de ir a una Misa en inglés, italiano o español si ninguno puede entender ni una palabra?
C. P.: ¿Pero la mayor parte de estas personas no entienden mucho menos el latín? ¿Cuál es la diferencia?
Mons. M. L.: La diferencia es que el latín de la Misa Católica siempre ha sido enseñado a través de la instrucción religiosa desde la infancia. Hay escritos varios libros sobre el tema. Ha sido enseñado en el transcurso de los siglos; no es difícil de recordar. El latín es una expresión exacta que ha sido familiar a generaciones de Católicos. Cada vez que se encuentra el latín en una iglesia, inmediatamente se crea la atmósfera correcta para la adoración de Dios. Esa es la lengua distintiva de la Fe Católica, que une a todos los Católicos del mundo a pesar de su lengua nacional. Ellos no están desorientados o confusos. Dicen: “Esta es la mía Misa, es la Misa de mis padres, es la Misa que hay que seguir, es la Misa de Nuestro Señor Jesucristo, es la Misa eterna e inmutable”. Por tanto, desde el punto de vista de la unidad, es un lazo simbólico muy importante; es un signo de identidad para todos los Católicos. Pero se trata de algo de más profundo que un simple cambio de lengua. En el espíritu del ecumenismo, es una tentativa de crear un reacercamiento con los protestantes.
C. P.: ¿Qué pruebas tiene de esto?
Mons. M. L.: Es muy evidente, porque habían cinco protestantes (efectivamente seis ministros) que asistieron en la reforma de nuestra Liturgia. El Arzobispo de Cincinnati, que estaba presente durante estos trabajos, ha dicho que no solo estos cinco protestantes estaban presentes, sino también que ellos tomaron una parte muy activa en los debates y participaron directamente en la reforma de nuestra Liturgia.
C. P.: ¿Quiénes eran estos protestantes?
Mons. M. L.: Eran ministros protestantes representantes de distintas sectas protestantes (específicamente las iglesias Anglicana y Luterana, el Consejo Mundial de Iglesias y la Comunidad de Taizé), los cuales fueron llamados por Roma para participar en la reforma de nuestra Liturgia, lo que demuestra claramente que había una intención voluntaria en todo esto. Ellos eran el Dr. A. R. George, el canónigo (Ronald) Jasper, el Dr. (Massey) Sheperd, el Dr. (George) Smith, el Dr. (Frederick) Koneth y el hermano (Max) Thurian. Mons. Bugnini (el principal autor de la nueva Misa) no escondió este intento. Él lo expresó muy claramente. Dijo: “Nosotros haremos una Misa ecuménica, así como habíamos hecho una Biblia Ecuménica”. Todo esto es muy peligroso porque es nuestra Fe la que es atacada. Cuando un protestante celebra la misma Misa como la hacemos nosotros, él interpreta el texto en un modo diverso, porque su fe es diversa. Consecuentemente, es una Misa ambigua. Es una Misa equívoca. No es más una Misa Católica.
C. P.: ¿A cuál Biblia ecuménica se está refiriendo?
Mons. M. L.: Hay una Biblia ecuménica hecha hace dos o tres años que ha sido reconocida por muchos obispos [3]. Yo no sé si el Vaticano la había aprobado públicamente, pero ciertamente no le sorprendería, porque se usa en muchas diócesis. Por ejemplo, hace dos semanas el obispo de Friburgo, en Suiza, ha tenido pastores protestantes que han explicado esta Biblia ecuménica a todos los niños de las escuelas católicas. Estas lecciones eran las mismas para católicos y protestantes. ¿Qué tiene que ver esta Biblia ecuménica con la Palabra de Dios? Dal momento que la Palabra de Dios no puede ser cambiada, todo esto conduce siempre más a confusión. Cuando pienso que el arzobispo de Houston, Texas, no admite los niños católicos a la confirmación si no van con los padres a seguir un curso de instrucción de 15 días dictado por el rabino local y por el ministro protestante… Si los padres se rehúsan a enviar a sus niños a tales instrucciones, ellos (los niños) no pueden ser confirmados. Ellos deben exhibir un certificado firmado por el rabino y por el ministro protestante que ambos padres y los niños han asistido debidamente a la instrucción, y solo entonces (los niños) pueden ser confirmados por el obispo. Estas son las absurdidades a las que se llega cuando se sigue la senda liberal. No solo ellos, sino que ahora se recurre también a budistas y musulmanes. Muchos obispos están sorprendidos cuando el medio papal fue recientemente recibido en manera vergonzosa por los musulmanes.
C. P.: ¿Qué sucedió?
Mons. M. L.: No recuerdo todos los detalles específicos, pero este incidente sucedió en Trípoli, en Libia, donde el representante del papa (Sergio Pignedoli, Presidente de la Secretaría para los no cristianos) ha querido orar con los musulmanes. Los musulmanes rechazaron esto y han se fueron a otro lado a rezar a su manera, dejando al representante solo, no sabiendo qué hacer [4]. Esto demuestra la ingenuidad de estos “católicos liberales” que piensan que es suficiente ir a hablar con estos musulmanes para inmediatamente aceptar de ellos un compromiso de la propia religión. El solo hecho de querer tener para tal fin una estrecha relación con los musulmanes atrae el desprecio de ellos hacia nosotros. Es una realidad que los musulmanes no cambiarán nada de la su religión; es absolutamente fuera de discusión. Si los católicos van a equiparar nuestra religión con la de ellos, ellos obtendrán solo confusión y desprecio de parte suya, que interpretan esto como un atentado de desacreditar la su religión y no preocuparse de la nuestra religión. Ellos son de lejos más respetuosos con aquellos que dicen: “Soy un Católico; no puedo rezar contigo porque no tenemos las mismas creencias”. Esta persona es más respetada por los musulmanes en comparación a quien sostiene que todas las religiones son iguales, que todos creemos en lo mismo, que todos tenemos la misma fe. Ellos se sienten insultados por esto.
C. P.: ¿Pero el Corán no contiene versos conmovedores de encomio hacia Jesús y María?
Mons. M. L.: El Islam acepta a Jesús como profeta y tiene un gran respeto por María, y esto pone ciertamente al Islam más cerca a nuestra religión que, por ejemplo, el Judaísmo, que es mucho más lejano a nosotros. El Islam ha nacido en el siglo VII y ha tomado ventajas, hasta cierto punto, de las enseñanzas cristianas de aquel tiempo. El Judaísmo, al contrario, es el heredero del aparato que ha crucificado al nuestro Dios, y los miembros de esta religión, que no se han convertido a Cristo, son los que están opuestos radicalmente a nuestro Dios Jesucristo. Para ellos no es una cuestión cualquiera reconocer a Nuestro Señor. Sobre este punto ellos están en contraposición a la fundación y existencia de la verdadera Fe Católica. Con todo, no podemos estar a medias aguas. O Jesucristo es el Hijo de Dios y el Señor y Salvador, o no lo es. Se trata de un caso donde no se puede tener el mínimo compromiso sin destruir el fundamento mismo de la Fe Católica. Esto no vale solo para las religiones que son directamente contrarias a la divinidad de Jesucristo como Hijo de Dios, sino también para las religiones que, sin oponerse a Él, no Le reconocen como tal.
C. P.: ¿Por tanto Vd. es muy seguro y dogmático sobre este punto?
Mons. M. L.: Completamente dogmático. A modo de ejemplo, los musulmanes tienen un modo muy diverso del nuestro de concebir a Dios. Su concepción de Dios es muy materialista. No es posible decir que su Dios es el mismo Dios nuestro.
C. P.: ¿Pero Dios no es el mismo Dios para todas las personas del mundo?
Mons. M. L.: Sí. yo creo que Dios es el mismo Dios para el universo entero, según la Fe de la Iglesia Católica. Pero la concepción de Dios difiere notablemente de religión a religión. Nuestra Fe Católica es la sola y única verdadera Fe. Si Vd. no adhiere plenamente a ella, no se puede profesar como Católico. Nuestra Fe no podemos comprometerla en modo alguno con el mundo. El Dios según los musulmanes dice: “Cuando entréis al Paraíso, seréis cien veces más rico de lo que sois ahora sobre la tierra. Esto vale también para el número de mujeres que tenéis aquí en la tierra”. Esta concepción de Dios está demasiado lejos de la de nuestro Dios y Salvador.
C. P.: ¿Por qué Vd. da más importancia al Papa San Pío V que al Papa Pablo VI? Después de todo ambos son Papas (sic). ¿No acepta la doctrina de la infalibilidad papal? ¿Piensa que esta doctrina valga más para el uno que para el otro?
Mons. M. L.: Constato por una parte que el Papa San Pío V ha querido comprometer su infalibilidad, porque ha usado todas las condiciones que todos los papas han usado tradicionalmente y generalmente cuando han querido manifestar su infalibilidad. Por otra parte, el Papa Pablo VI dice, él mismo, que no ha querido usar su infalibilidad.
C. P.: ¿Cuándo ha indicado esto?
Mons. M. L.: Él ha indicado esto al no comprometer su infalibilidad sobre cualquier cuestión de fe, contrariamente a cuanto han hecho todos los otros papas en toda la historia. Ninguno de los decretos del Concilio Vaticano II fue publicado con el peso de la infalibilidad. Además, él nunca comprometió su infalibilidad en relación a la Misa. Cuando él (Pablo VI) decidió permitir que esta nueva Misa fuera impuesta fraudulentamente a los fieles, nunca empleó los términos que fueron utilizados por el Papa San Pío V. Yo no puedo comparar los dos actos promulgatorios porque son completamente diferentes entre si.
C. P.: ¿El Papa Pablo VI ha dicho que no cree en la infalibilidad papal?
Mons. M. L.: No. En verdad nunca ha dicho esto categóricamente. Pero Pablo VI es un liberal y no cree en la fijeza de los dogmas. Él no cree que un dogma deba permanecer inmutado para siempre. Él está a por la evolución de éstos según los deseos de los hombres. Él está a por los cambios que tienen orígen en las fuentes humanistas y modernistas, y es por esto que tiene tantos problemas para fijar una verdad para siempre. De hecho, es reacio para hacerlo tan personalmente y se pone muy mal cada vez que estos casos se presentan. Esta actitud refleja el espíritu modernista. El Papa (Pablo VI), hasta hoy, nunca ha comprometido su infalibilidad en materia de Fe y de Moral.
C. P.: ¿Ha afirmado el Papa mismo ser un liberal o modernista?
Mons. M. L.: Sí. El Papa ha manifestado esto en la misma naturaleza no dogmática del Concilio. También lo ha afirmado claramente en la su encíclica “Ecclésiam suam”. Él ha declarado que no quería que sus encíclicas definiesen las cuestiones, sino que deseaba que fuesen aceptadas como consejo y pudiesen llevar a un diálogo. En su Credo (el “Credo del pueblo de Dios”, promulgado a la clausura del Año de la Fe de 1968), dice que no quería empeñar su infalibilidad, lo que muestra claramente cuáles son sus enseñanzas.
C. P.: ¿Vd. piensa que esta evolución ante el diálogo le permite estar en desacuerdo con el Papa?
Mons. M. L.: Sí. Desde el punto de vista liberal ellos deberían, coherentemente, permitir este diálogo. Cuando el Papa no usa su infalibilidad en materia de Fe y de Moral, se está mucho más libre de discutir las sus palabras y los sus actos. Desde mi punto de vista, yo estoy obligado a oponerme a esto que ha sucedido, porque subvierte las bimilenarias enseñanzas infalibles de los Papas. Sin embargo, yo no soy favorable a similares discusiones, porque no se puede seriamente discutir sobre la verdad de la Fe Católica. De ahí que esto es verdaderamente un diálogo inverso, al cual soy constreñido.
C. P.: ¿Qué sucedería si el Papa improvisamente utilizase su infalibilidad para ordenarle que le obedezca? ¿Qué haría Vd.?
Mons. M. L.: En la medida en que el Papa comprometa su infalibilidad como sucesor de San Pedro, en modo solemne, entonces el Espíritu Santo no le permitiría caer en error. Naturalmente seguiría al Papa.
C. P.: Pero si el Papa invocase su infalibilidad para confirmar los cambios a los que Vd. ahora se opone, ¿cuál será su actitud entonces?
Mons. M. L.: La cuestión no se levantaría en ningún modo, porque, afortunadamente, el Espíritu Santo está siempre allí, y el Espíritu Santo intervendría de manera que el Papa no use de su infalibilidad para algo que sería contrario a la doctrina de la Iglesia Católica. Es por esta razón que el Papa no empeña su infalibilidad, porque el Espíritu Santo no permitiría que tales cambios tomen lugar bajo el imprimátur de la infalibilidad.
C. P.: ¿Qué cosa sucedería si esto llegase a acontecer?
Mons. M. L.: Es inconcebible, mas si sucediese, la Iglesia cesaría de existir. Lo que significaría que allí no estaría Dios, porque Dios estaría en contradicción conSigo mismo, y eso es imposible.
C. P.: ¿El hecho de que el Papa Pablo VI ocupe el lugar de San Pedro no es suficiente para Vd. para reconocerle como el pontífice, como Vicario de Cristo sobre la tierra, si le pidiesen hacerlo, así como lo hacen los otros católicos?
Mons. M. L.: Desafortunadamente esto es un error. Se trata de un malentendido sobre la infalibilidad papal, en cuanto desde el Concilio Vaticano I, cuando el dogma de la infalibilidad fue proclamado (1870), el Papa era ya infalible. Esta no era una invención improvisada. La infalibilidad fue comprendida mucho mejor entonces que no ahora, porque era bien sabido que el Papa no era infalible a priori sobre cualquier cosa bajo el sol. Él era infalible solamente en las cuestiones bien específicas de Fe y Moral. En aquel tiempo, muchos enemigos de la Iglesia hacían todo lo posible para ridiculizar este dogma y propagar ideas equivocadas. Por ejemplo, los enemigos de la Iglesia decían a los ignorantes e ingenuos que si el papa hubiese dicho que un perro era un gato, era deber de los católicos aceptar ciegamente esta posición, sin cuestionarlo. Naturalmente esta era una interpretación absurda y los católicos lo sabían. Hoy los mismos enemigos de la Iglesia, ahora que sirve a su objetivo, están laborando duramente a fin de que cualquier cosa que diga el Papa sea aceptado, sin preguntas, como infalible, más o menos como si sus palabras fuesen pronunciadas por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Esta concepción, aunque es ampliamente promovida, es todavía completamente falsa. La infalibilidad está extremadamente limitada, y es atinente solo a casos muy específicos que el Vaticano I ha definido y detallado claramente. No es posible decir que cada vez que el Papa habla es infalible. El hecho es que este Papa (Pablo VI) es un liberal, que toda esta tendencia liberal ha tenido lugar durante el Concilio Vaticano II, y ha trazado un sendero que lleva a la destrucción de la Iglesia; una destrucción que podría suceder de un momento a otro. Después que todas estas ideas liberales se han infiltrado en los seminarios, en los catecismos, y en todas las manifestaciones de la Iglesia, ahora se me pide alinearme con estas ideas liberales. Porque no me alíneo con estas ideas liberales que destruirían la Iglesia, ellos intentan suprimir mis seminarios. Y es por esta razón que me insinúan que no ordene más sacerdotes. Sobre mí está siendo ejercida una extraordinaria presión a fin de que me alinee y acepte este orientamiento de la destrucción de la Iglesia, un camino que yo no puedo seguir. No acepto estar en contradicción con lo que los Papas han enseñado por 20 siglos. O mis defensores y yo obedecemos a todos los Papas que nos han precedido, o le debemos obediencia al Papa presente. Si lo hacemos (obedecer al Papa presente, esto es, a Pablo VI), desobedeceríamos a todos los Papas que lo han antecedido. En conclusión, terminaríamos desobedeciendo a la Fe Católica y a Dios.
C. P.: Pero si los obispos [de antes] obedecieron a los papas de su tiempo, ¿Vd. no debería obedecer al papa de ahora?
Mons. M. L.: Los obispos no deben obedecer las órdenes humanistas que contradicen la Fe católica y la doctrina establecida por Jesucristo y por todos los papas en el curso de los siglos.
C. P.: ¿Entonces ha decidido deliberadamente desobedecer al actual Papa?
Mons. M. L.: Es una elección consciente y dolorosa, porque los eventos han verdaderamente llevado a la decisión de desobedecer en lugar de obedecer. Estoy haciendo esta elección sin duda o vacilación. He decidido desobedecer al Papa actual para poder estar en comunión con los 262 papas [precedentes].
C. P.: Su independencia es atribuída por muchos a una tradición galicana [5]. 
Mons. M. L.: Al contrario, yo soy completamente romano y nunca galicano. Estoy por el Papa como sucesor de San Pedro en Roma. Todo lo que nosotros pedimos es que el Papa sea, de hecho, el sucesor de San Pedro, no el sucesor de J. J. Rousseau, de los Masones, de los humanistas, de los modernistas ni de los liberales.
C. P.: Desde el momento que Vd. ha dicho que estas ideas están ampliamente difundidas y aceptadas en todo el mundo, también en el seno de la Iglesia, ¿no cree estar cargando un fardo demasiado pesado? ¿Cómo piensa la Fraternidad San Pío X contrarrestar una tendencia que parece abrumadora?
Mons. M. L.: Confío en Nuestro Dios y Salvador. Los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X tienen confianza en Nuestro Señor y no tengo duda de que Dios nos ha inspirado a todos nosotros. Todos aquellos que luchan por la verdadera Fe tienen el pleno apoyo de Dios. Naturalmente, respecto a la maquinara liberal, nosotros somos un “David” pequeñísimo. Yo podría morir mañana, pero Dios está permitiéndome vivir un poco más para ayudar a los otros en la lucha por la Fe verdadera. Ya esto había sucedido antes en la Iglesia. Los verdaderos Católicos han debido trabajar por la supervivencia de la Fe bajo el oprobio general y la persecución de parte de aquellos que fingían ser católicos. Es un pequeño precio que hay que pagar para estar de parte de Jesucristo.
C. P.: ¿Cuándo ha sucedido esto?
Mons. M. L.: ¡Esto sucedió con el primer Papa! San Pedro estaba conduciendo a los fieles al error con su mal ejemplo de seguir las prescripciones de la Ley de Moisés. San Pablo rehusó obedecer a este error y se opuso a él. San Pablo venció, y San Pedro tuvo que rescindir de su error (cf. Gálatas II, 11-21). En el siglo IIII, San Atanasio se rehusó obedecer a las órdenes del Papa Liberio. En aquel tiempo, la Iglesia estaba infectada por las ideas de la herejía arriana y el papa estaba presionando para que las abrazara. San Atanasio se puso a la cabeza de la oposición a esta desviación de la doctrina de la Iglesia. Él (San Atanasio) fue atacado despiadamente por la jerarquía. Fue suspendido. Cuando se rehusó a someterse, fue excomulgado. Finalmente la oposición a la herejía venció, y a la muerte del Papa Liberio, un nuevo Papa ocupó el trono de San Pedro. Él reconoció que la Iglesia estaba en deuda con San Atanasio. La excomunión fue revocada y el santo fue reconocido como un salvador de la Iglesia y fue canonizado. En el siglo VII, el Papa Honorio I favoreció la herejía monotelita, la proposición de que Jesucristo no poseía una voluntad humana y por consecuencia no era verdadero hombre. Muchos Católicos que conocían la doctrina de la Iglesia se negaron a aceptar esto e hicieron todo lo posible para contener la difusión de esta herejía. El Concilio de Costantinopla condenó a Honorio en el año 681 y lo anatematizó [6]. Existen otros muchos ejemplos de este tipo, en los cuales los verdaderos Católicos se opusieron firmemente contra una aparente mayoría aplastante, no para destruir o cambiar la Iglesia, sino para mantener la verdadera Fe. Yo no tengo en consideración la disparidad abrumadora. Uno de los objetivos principales de la nuestra Fraternidad es ordenar sacerdotes, verdaderos sacerdotes, en modo que el Santo Sacrificio de la Misa continúe, para que el Catecismo continúe, para que la Fe Católica continúe. Por supuesto algunos obispos nos atacan y critican. Algunos intentan frustrar nuestra misión. Pero todo esto es solo temporal, porque cuando todos los sus seminarios estén vacíos (algunos ya casi lo están), ¿qué harán los obispos? Entonses ya no habrán sacerdotes [7].
C. P.: ¿Por qué piensa que no habrán más sacerdotes?
Mons. M. L.: Porque los seminarios de hoy están enseñando nada para la formación de un sacerdote; se enseñan la psicología liberal, la sociología, el humanismo, el modernismo y muchas otras ciencias y semi-ciencias que son contrarias a la Doctrina Católica o no tienen nada que ver con las enseñanzas de la Iglesia o con lo que debería saber un sacerdote. En lo concerniente a las enseñanzas católicas, difícilmente son enseñadas en los seminarios de hoy.
C. P.: ¿Qué viene enseñándose en los seminarios de hoy?
Mons. M. L.: Por ejemplo, en un seminario de Nueva York, los profesores de teología están enseñando a los seminaristas que “Jesús no veía claramente lo que sería el resultato de Su muerte de Cruz”; que: “Nadie es tan completamente coherente para no decir algo que resulte en desacuerdo con lo que ha dicho en el pasado. Esto vale también para Jesús”; que “José pudo haber sido el padre natural de Cristo”; y otro profesor enseña que: “Un psiquiatra recomienda las relaciones sexuales extramatrimoniales como una cura para la impotencia, yo estoy abierto en este campo y no me cierro a la posibilidad”.
C. P.: ¿Estas aserciones están documentadas y registradas?
Mons. M. L.: Sí.
C. P.: ¿Han sido llevadas a la atención de la jerarquía?
Mons. M. L.: En numerosas ocasiones.
C. P.: ¿La jerarquía ha hecho algo para poner fin a estas y similares enseñanzas?
Mons. M. L.: Hasta donde sé, no.
C. P.: ¿Se siente solo y aislado?
Mons. M. L.: ¿Cómo puedo sentirme aislado cuando estoy en comunión con 262 Papas y la entera Fe Católica? Si se entiende solo entre los otros obispos, la respuesta es no. Difícilmente pasa un día que yo [no] reciba comunicación de obispos, sacerdotes, laicos de diversas partes del mundo que me expresan apoyo y coraje.
C. P.: ¿Por qué no se exponen públicamente y lo sostienen?
Mons. M. L.: Como he dicho antes, muchos (obispos) quieren conservar su puesto, a fin de estar en una posición útil para poder hacer algo cuando surja la ocasión.
C. P.: ¿Su posición le ha separado aún más de las otras confesiones cristianas?
Mons. M. L.: No totalmente. Apenas hace cinco días, algunos líderes ortodoxos han venido a encontrarme para expresar su apoyo a nuestra posición.
C. P.: ¿Por qué deberían expresarle apoyo cuando de hecho Vd. dice que tiene razón y que ellos están en el error?
Mons. M. L.: Es precisamente porque mi posición es clara que ellos me apoyan. Muchas otras denominaciones cristianas han considerado siempre a Roma como una suerte de áncora estabilizante en un mundo tumultuoso. Ellos sentían que pasara lo que pasara, Roma estaba siempre allí, eterna e inmutable. Esta presencia les daba descanso y confianza. Aún más sorprendentes son los líderes islámicos que se han congratulado vivamente conmigo por mi posición, aunque ellos saben perfectamente que yo no acepto su religión.
C. P.: ¿La caridad cristiana no intentaría evitar endurecer las diferencias y divisiones que podrían ser aplanadas?
Mons. M. L.: Las diferencias y las divisiones hacen parte de este mundo. La unidad de la Iglesia puede ser alcanzada solamente con el ejemplo y el constante compromiso por nuestra Fe Católica. La caridad comienza con la fidelidad a la propia Fe.
C. P.: ¿Qué le hace creer que un número significativo de ortodoxos, protestantes o musulmanes o apoyan?
Mons. M. L.: Aparte de los contactos directos y frecuentes que estas personas han tenido conmigo, hubo, por ejemplo, un amplio sondeo dirigido por un conocido diario de París, y fueron interrogados los miembros de varias confesiones religiosas. El resultado es que, lejos de encontrar a nuestra fe como ofensiva o amenazadora para ellos, admiraban la posición clara que estamos manteniendo. Al contrario, ellos muestran desprecio absoluto a todos aquellos “católicos liberales” que están intentando hacer un batiburrillo de nuestra Fe Católica y de sus religiones de ellos.
C. P.: ¿El Papa no le ha invitado a reconciliarse? ¿Ha aceptado esta invitación?
Mons. M. L.: Pedí ver al Papa el pasado Agosto (tiempo después, ese mismo año, Mons. Lefebvre tuvo una breve audiencia con Juan Pablo II). El Papa rechazó, a menos que firmara una declaración de aceptación incondicional de todas las resoluciones del Concilio Vaticano II (y todas las “orientaciones” posconciliares). Me gustaría mucho ver al Papa, pero no puedo firmar resoluciones que pavimenten el camino a la destrucción de la Iglesia.
C. P.: ¿Cómo se puede ser fieles a la Iglesia y desobedientes al Papa?
Mons. M. L.: Se debe entender el significado de la obediencia y se debe distinguir entre la obediencia ciega y la virtud de la obediencia. La obediencia indiscriminada es en realidad un pecado contra la virtud de la obediencia. Si nosotros desobedecemos a fin de practicar la virtud de la obediencia, en lugar de someternos a mandatos ilícitos contrarios a las enseñanzas morales católicas; todo lo que uno tiene que hacer es consultar cualquier libro de teología católica para comprender que no estamos pecando contra la virtud de la obediencia.

NOTAS DEL TRADUCTOR AL ESPAÑOL
[1] La llamada “Misa Tridentina” (en realidad Misa Romana Tradicional) es aquella que fue instituida por Nuestro Señor Jesucristo el 24 de Marzo del año 33, antes de ser crucificado; y celebrada en Roma por los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. El Rito Romano Tradicional fue codificado por primera vez por San Gregorio Magno, conservado por los frailes franciscanos, canonizado por el Concilio de Trento y declarado permanente e irrevocable por San Pío V con la Bula Quo primum témpore en 1570, y restaurado en su gloria por San Pío X mediante la Constitución Apostólica Divíno Afflátu en 1911. Incluso, el mismo Montini admitió en su Constitución Apostólica Missále Románum la antigüedad del Rito Romano Tradicional y que éste ha nutrido a muchísimos santos.
[2] Aunque sea un ejemplo menor, representa cuán grave es la adulteración hecha por Montini sobre las palabras de Consagración, hasta el punto de hacer inválido el Novus Ordo. La expresión “por todos” significa la suficiencia (virtud) de la Sangre de Cristo para salvar a todos, pero en la Última Cena, Jesús escogió una buena razón para decir “por muchos”, refiriéndose a la eficiencia (fruto) de Su Sangre Preciosa que, a través de la Misa, realmente salvará a los que pertenecen a la Iglesia y son fieles a su Doctrina. Cfr. Catecismo del Concilio de Trento).
[3] Se refiere a la Traduction œcuménique de la Bible, coordinada por el sacerdote François Refoulé OP y el pastor calvinista Georges Casalis, y publicada en 1975 por la casa Éditions du Cerf (de los dominicos de Francia) y las Sociedades Bíblicas Unidas. Actualmente, van por la cuarta edición.
[4] Sergio Pignedoli fue representante de Pablo VI en el Seminario sobre el Diálogo Islámico-Cristiano, evento auspiciado por el líder libio Muamar Gadafi y realizado del 1 al 6 de Febrero de 1976 en Trípoli, en el cual los casi 500 interlocutores musulmanes presentes en el evento reiteraron sus acusaciones tradicionales contra el catolicismo (adulterar las Escrituras, liderar las Cruzadas y hacer proselitismo entre los musulmanes). De dicho seminario salió un comunicado de 24 puntos que incluía una condena al sionismo, por lo cual el régimen de Tel Aviv protestó y Pablo VI desautorizó a su representante en el evento (que hasta su muerte en 1980 sostuvo que fue víctima “de una traducción incompleta si no errónea presentada a último minuto”). Este hecho le costará a Pignedoli (conocido como “el Kissinger del Papa”) la papabilidad en los cónclaves de 1978, de donde surgirá el “principio Pignedoli” (las posibilidades de que un hombre se convierta en Papa son inversamente proporcionales al número de veces que aparezca en los mass media).
[5] El Galicanismo era un movimento francés de resistencia a la autoridad papal, el cual manejaba dos aspectos: el primero (galicanismo real) afirmaba los derechos del monarca sobre la Iglesia Católica francesa, y el segundo (galicanismo eclesial) afirmaba los derechos de los concilios generales sobre el Papa. Ambas acepciones fueron condenadas como herejía durante el Concilio Vaticano (de 1870).
[6] El monotelismo planteaba que en Jesucristo existía una única voluntad y operación “Teándrica”, de ahí a que sea considerado como el punto máximo de la herejía monofisista (que enseñaba que la naturaleza humana de Cristo era absorbida en tal manera por la naturaleza divina hasta el punto de ser inexistente). Esta herejía surgió cuando el patriarca Sergio de Constantinopla planteó la expresión ἓν θέλημα καί μία θεανδρική ἐνέργεια (una voluntad y única energía teándrica) como un compromiso entre la Catolicidad y los herejes monofisistas para recuperar la unidad eclesial (y silenciar así al patriarca y monje carmelita San Sofronio Jerosolimitano, que consideraba herético dicho postulado). El Papa Honorio I respondió a Sergio aprobando el celo de éste en recuperar la unidad de la Iglesia y adoptando su posición (aunque sin comprometer su infalibilidad). La doctrina monotelita (que aún los mismos monofisistas consideraban ridícula) fue condenada oficialmente en el III Concilio Constantinopolitano (680-681), donde se confirmó como Dogma de fe la doctrina de las dos naturalezas, voluntades y operaciones de Cristo “sin división, sin conmutación, sin separación y sin confusión, según la enseñanza de los Santos Padres”, y se anatematizó a Teodoro de Farán, Ciro de Alejandría, Sergio, Pirro y Pablo II de Constantinopla. Honorio en particular fue condenado no tanto por enseñar específicamente la herejía, sino porque “no intentó santificar su Sede Apostólica con la enseñanza de la tradición apostólica sino que por una traición profana permitió que su pureza fuera manchada” al silenciar la ortodoxia y dar pábulo a la predicación herética (de ahí que se pueda considerar que Honorio, en cuanto doctor privado, incurrió en herejía material; y que durante un tiempo, en el juramento papal de coronación, se proclamase el anatema contra Honorio).
[7] Aún con sus seminarios a reventar, igual el sacerdocio conciliar se acabó completamente. Se pueden contar fácilmente cuántos obispos y sacerdotes (de muy avanzada edad) fueron ordenados antes de 1968 con el Rito Romano Tradicional. Mientras, los presbíteros y obispos instalados por el Rito Montiniano son simples laicos, toda vez que el Ritual Montiniano de Ordenación es tan inválido y nulo como el Rito Anglicano contenido en el Libro de Oración Común condenado por el Papa León XIII en Apostólicæ Curæ.