miércoles, 13 de febrero de 2019

EL CARNAVAL, SUS ORÍGENES Y EFECTOS NEGATIVOS

Un danzante en el carnaval de Oruro (Bolivia)
   
Los primeros registros que se conocen acerca de esta festividad datan de aproximadamente 5000 años atrás, en Babilonia, donde se veneraba a Marduk (dios pagano que, según la leyenda, fundó la ciudad). Otros datos apuntan a que ésta era una celebración en honor al dios Osiris que se realizaba en Egipto.
  
También se dice que el carnaval se originó en Roma, con las celebraciones Saturnales (en honor a Saturno), Bacanales (en honor a Baco) y Lupercales (en honor al dios Pan). En Grecia se realizaba un festejo en honor a Dioniso (el mismo Baco de los romanos). En Olimpia, Creta y otras poblaciones de Grecia, se sacrificaba anualmente a un hombre que representaba a Cronos, el equivalente a Saturno de los romanos.
  
Estas celebraciones tenían como objetivo el venerar a alguna deidad pagana, y se caracterizaban por el desenfreno, la violencia y la obscenidad.

Etimología
Contrario a lo que pudiera pensarse, la palabra carnaval no proviene del latín vulgar “carne leváre”, que significaba “abandonar la carne” (por causa de la Cuaresma, que ordena el ayuno y la abstinencia de carnes, huevos, grasas y lacticinios). Está demostrado históricamente que los orígenes más antiguos de la palabra carnaval lo vemos en el Egipto romano, con el culto mistérico a la diosa Isis, donde se hacían en torno al día 5 de Marzo “carrus navális” (carros navales, antecedentes de las carrozas modernas) para adornarlos y pasearlos por las calles de las ciudades en compañia de personas vestidas con disfraces y máscaras. También en Babilonia, al dios Marduk se hacían “carrus navális” con el mismo propósito; luego los Romanos, Griegos, Celtas y Germanos adoptaron el mismo culto a sus ceremonias religiosas.
  
Al final, aunque la seudoetimología se impuso, la intención se entiende claramente: satisfacer la carne para poder soportar las privaciones de la Cuaresma, utilizando la frase bíblica “la carne es débil” como justificante para la lascivia e indulgencia de los sentidos, no entendiendo que previamente el Señor invita al hombre a velar y orar para no entrar en tentación.
     
¿Qué aspectos comunes hay entre el carnaval moderno y el antiguo (romano)?
El principal aspecto en común del carnaval moderno y del antiguo, es el desenfreno, los excesos y la permisividad. Hoy, como antes, se considera al carnaval como un tiempo en el que todo es permitido. En esta época la gente siente que tiene la “libertad” de hacer lo que le plazca. Las estadísticas demuestran que durante esta celebración aumenta desmesuradamente el consumo de alcohol y drogas, la violencia intrafamiliar, la violencia callejera, la fornicación y el adulterio.
    
A pesar de que se intente mostrar al carnaval como una fiesta cultural, o como una ocasión para simplemente divertirse, no podemos negar el hecho de que, al igual que en la antigüedad, el carnaval sigue siendo una fiesta donde reina el caos y se comete un sinnúmero de actos que atentan contra la dignidad del ser humano. Para darnos cuenta de esto, basta con mirar cómo quedan las calles de una ciudad a la mañana siguiente de un día de carnaval: hombres y mujeres tirados en las veredas, tan embriagados que no recuerdan ni sus nombres, botellas de bebidas alcohólicas por todas partes y un sin fin de otros desperdicios que hacen que las calles literalmente parezcan basureros.
  
Otro aspecto en común que podríamos mencionar, es el uso de máscaras y disfraces, que ya eran usados en las celebraciones de los ídolos paganos en la antigua Grecia y Roma, y que, antes como ahora, sirven de armadura que envalentona a quienes quieren cometer sus fechorías sin ser reconocidos o dar rienda suelta a sus bajas pasiones.
   
¿Quién es Momo?

Momo (detalle del fresco pintado por Hippolyte Berteaux para el techo del Teatro Graslin, Nantes)
  
Según la mitología griega, Momo es hijo del sueño y de la noche; y es el dios de la burla, el sarcasmo y la ironía. Se conocía a Momo como el protector de quienes se entregaban a la locura, al escándalo, a los vicios y a los excesos. Era representado como un bufón, con un gorro con cascabeles, un cetro y una máscara. Actualmente, Momo es la figura central de los carnavales.

¿Qué es el Purim que celebran los judíos? ¿Qué relación tiene con el carnaval?
   
Celebración del Purim en Jerusalén (año 2017)
  
El Purim (en hebreo פּוּרִים, suertes) es una celebración judía que rememora que en tiempos del rey Asuero de Persia, la reina Ester y su tío Mardoqueo deshicieron una conspiración del primer ministro Amán hijo de Amadati para aniquilar a los judíos, resultando así la muerte de Amán, sus diez hijos y 75.000 persas el 14 y el 15 del mes de Adar del año 4725 de la creación (474 antes de Cristo). En esa ocasión, los judíos tienen por costumbre hacer banquetes y darse regalos entre sí, y en la sinagoga se lee el libro de la historia de Ester a toda prisa, y al escuchar el nombre de Amán, hacen ruido para eclipsarlo.

El Purim se relaciona con el carnaval en que, por una parte, el mes de Adar [y en año embolismal, el Ve-Adar] corresponden a Febrero-Marzo (los meses en que cae el carnaval); y por otra, que al haber estado por setenta años los judíos cautivos en Babilonia, adoptaron, contra la Ley de San Moisés (Deuteronomio 4:2 y 12:32) y la exhortación de San Jeremías Profeta (Baruc 6), las costumbres del lugar (ejemplo de ello es que, según los estudiosos, los nombres Ester y Mardoqueo derivan de Ishtar –𒀭𒈹– y Marduk –𒀫𒌓– respectivamente), entre ellas la de usar disfraces, máscaras y consumir cantidades navegables de alcohol (¡incluso los niños!), costumbres que se mantienen aún hoy tanto en el carnaval como en el Purim.
  
Judíos borrachos en su fiesta de Purim (Jerusalén)
   
¿Cuál es la posición de la Iglesia Católica sobre el carnaval?
Como hemos podido observar en todo lo antes mencionado, el carnaval es una celebración eminentemente pagana, producto de la idolatría de los pueblos de la antigüedad. Por lo tanto, la celebración del carnaval no es aceptada en el Catolicismo, ya que toda forma de idolatría, por pequeña que sea o por inofensiva que parezca, es un pecado muy grave.
  
Dado que el carnaval es una celebración de origen pagano, no es correcto que un católico lo celebre. Todo católico de fe sincera, debe estar atento de no cometer actos que desagraden y ofendan a nuestro Señor, pues debe tener como guía principal de su vida la obediencia a Dios. Si celebramos el carnaval, nos hacemos parte del culto a dioses paganos y nos ponemos al mismo nivel que los idólatras de la antigüedad.
   
Es triste ver que, a pesar de las evidencias contundentes que demuestran que el carnaval es una fiesta pagana, dañina para la sociedad, que es un atentado directo contra la moralidad, la dignidad y las buenas costumbres, algunos líderes políticos no se manifiestan en contra de su celebración, sino que más bien la apoyan o se muestran indiferentes; cuando ellos, en su calidad de líderes, deberían ser los primeros en velar por el bienestar social y espiritual de la población. La Sagrada Escritura nos dice que los borrachos no entrarán al reino de los cielos (1 Cor 6:10); si realmente les interesa el bien corporal y la salvación del pueblo, deberían prohibir el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. También dice que “las costumbres de los pueblos son vanidad” (Jeremías 10:3) y la vanidad es muy mal vista desde el punto de vista cristiano; pues entonces, no deberían usar como pretexto la “costumbre” para permitir la celebración de fiestas paganas. Y, más importante aún, la Biblia dice que Dios aborrece la idolatría y muestra muchos ejemplos de pueblos castigados muy duramente por ser idólatras; si realmente quieren el bien para la gente, deberían prohibir la celebración de esta fiesta que es abiertamente idólatra, lo ha sido desde sus orígenes y sigue siéndolo en a actualidad.
   
Yahvé, en su infinita misericordia, ha puesto al ser humano en una posición privilegiada en el Universo y lo ha nombrado Su representante sobre la creación. Pero el ser humano, en vez de ser agradecido con su Señor, constantemente lo desafía y le da la espalda, obedeciendo a sus propios impulsos para satisfacer sus placeres y rindiendo culto a falsos dioses. Si tan sólo nos pusiéramos a pensar por un instante en todas las cosas que Dios nuestro Señor nos ha dado, comprenderíamos que no nos alcanzaría la vida entera para agradecérselo.
  
El hecho de que las personas se diviertan en carnaval ¿es una excusa válida para no prestar atención a sus orígenes?
No, no es una excusa válida; porque el hecho de que en la actualidad se dé al carnaval uno u otro significado u objetivo (la diversión, la preservación de la cultura, la generación de recursos económicos, etc.), no cambia en nada su verdadera esencia: la adoración a dioses paganos. Si queremos divertirnos, hay muchas formas sanas de hacerlo, sin que tengamos que formar parte de un culto idólatra y sin desobedecer a Dios.

¿Cuáles son los aspectos negativos del carnaval?
a) La idolatría. Como ya hemos mencionado, es el principal aspecto negativo del carnaval, ya que degrada al ser humano llevándolo de regreso a un primitivismo espiritual propio de los pueblos bárbaros e ignorantes de la antigüedad.
b) El consumo excesivo de alcohol. Durante la celebración del carnaval se produce un incremento del consumo de alcohol en la población. Esto, a su vez, trae consigo un sinnúmero de problemas sociales, como la violencia familiar, la violencia callejera, la desintegración familiar, intoxicaciones, accidentes de tránsito, etc.
c) El consumo de drogas. También se incrementa el consumo de drogas, con consecuencias similares a las producidas por el consumo de alcohol.
d) La fornicación y el adulterio. En el carnaval no sólo se da vía libre para la práctica del sexo ilícito, sino que es incentivado incluso por las autoridades. Prueba de ello es que en muchos países el gobierno o las autoridades municipales asignan un presupuesto para la compra de grandes cantidades de preservativos para regalar a la gente en esta época. Aparentemente eso tiene un fin noble: el de evitar enfermedades venéreas; pero en realidad lo que ocurre es que, si había gente que por temor a las enfermedades venéreas y por falta de dinero para un preservativo, tenía pensado abstenerse de cometer fornicación o adulterio, ya no tendrá que hacerlo, pues ahora podrá obtener un preservativo gratis, así que ¿por qué abstenerse? De esta manera, los valores y la moral en la sociedad se ven seriamente deteriorados.
e) La proliferación de enfermedades venéreas. Ésta es también una consecuencia del punto anterior. Ya que hay mucha gente que se excede en el consumo de alcohol, a tal grado de no ser dueño de sus actos y ser capaces de cometer los actos más vergonzosos. Así, no es de extrañar que las enfermedades venéreas se expandan entre la población.
f) Embarazos no deseados. Diversos estudios realizados en países que celebran el carnaval, demuestran que nueve meses después de esta celebración, se incrementa en gran medida el número de nacimientos. Los embarazos no deseados es otra de las terribles consecuencias del adulterio y la fornicación. Esto desencadena un problema muy serio para la sociedad: los niños de la calle. Muchos de estos niños, producto de embarazos no deseados, terminarán viviendo en las calles, siendo víctimas de incontables sufrimientos.
  
Rogamos a nuestro Señor Jesucristo nos mantenga alejados de todos estos males, y que rompa el yugo de las personas que están atadas. Y exhortamos a hacer actos de reparación por las blasfemias e inmodestias tan frecuentes durante los días de carnaval.

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