sábado, 16 de marzo de 2019

DE LAS “VÍRGENES CONSAGRADAS” EN LA IGLESIA CONCILIAR

A fin de hacer inteligencia sobre el concepto “vírgenes consagradas” de que se hizo mención en el artículo anterior, os presentamos el siguiente artículo.
   
San Germán de Auxerre consagrando a Santa Genoveva
 
Las “vírgenes consagradas” son un estado particular consistente en que las mujeres, sin formar parte de una orden religiosa, se comprometen mediante desposorio místico con Cristo presidido por el obispo, a vivir en medio del mundo (aunque muchas de ellas se asocian para vivir en comunidad) dedicándose a la oración, la penitencia, el servicio a los hermanos y el trabajo apostólico. Este modo de vida, existente en los primeros tiempos de la Iglesia (por ejemplo, en Hechos 21, 9 se dice que las cuatro hijas del diácono Felipe, que tenían don de profecía, eran vírgenes consagradas; San Pablo, en 1 Corintios 7, 34-35 hace un elogio de la virginidad –él mismo fue célibe toda su vida–; Santa Inés, Santa Catalina y Santa Lucía murieron mártires en defensa de su virginidad ofrecida a Cristo; San Ambrosio, en su tratado De las Vírgenes, menciona que su hermana Santa Marcelina fue consagrada en el año 353, y San Germán consagró a Santa Genoveva a mediados del siglo V), fue asociado a la vida monástica durante la Edad Media, conservándose la ceremonia de consagración solamente entre las monjas benedictinas y las cartujas (en cuanto herederas de las monjas de Notre Dame de Prébayon –que seguían la regla de San Cesáreo de Arlés–, al cuarto año de profesión el obispo le imponía a la monja cartuja la cruz, la estola y el manípulo –ornamentos que volvía a usar en su jubileo de profesión y durante su funeral–, recibiendo así delegación para leer la epístola y el Evangelio en la Misa conventual). Las demás congregaciones anexaron la virginidad a la profesión de votos (Santa Margarita de Hungría, quien era dominica, se hizo consagrar específicamente en 1260 para disuadir a su padre, el rey Béla IV, de intentar que la dispensaran de sus votos monásticos). El rito de Bendición y Consagración de Vírgenes que está presente en el Pontifical Romano Tradicional es atribuido a San León Magno.
  
Beata Beatriz de Ornacieaux O.Cart.
  
A comienzos del siglo XX, algunos obispos franceses apoyaron restaurar el rito de consagración de virgenes, destacándose el caso de Anne Leflaive (1899-1987), hija de un industrial metalúrgico, quien fue dirigida a esa vocación por François de Rovérié de Cabrières, obispo de Montpellier (él ya había consagrado, el 21 de Noviembre de 1917, a Marie Reynès-Monlaur, y en fecha desconocida, a Marie Bouyer de Boullaine, prima de Anne), y consagrada en la capilla del carmelo de Paray-le Monial el 6 de Enero de 1924 por Hyacinthe-Jean Chassagnon, obispo de Autun. A partir de este hecho, las solicitudes aumentaron, pero la Sagrada Congregación para los Religiosos, mediante decreto del 25 de Marzo de 1927, prohibió revivir la consagración, argumentando que tal consagración tenía mucho tiempo en desuso fuera del ámbito monástico, era contraria al derecho canónico (que solo prevé la virginidad dentro de los votos solemnes en órdenes religiosas, y que considera el voto simple de la misma como impedimento dirimente del matrimonio), y que la ceremoniosidad del mismo llevará a ínfulas de superioridad contra el estado monástico, desviando a aquellas mujeres que de otro modo serían monjas. El decreto es el siguiente, tomado de las Actas de la Sede Apostólica XIX (1927), págs. 138-139, el cual por primera vez lo traducimos al Español.
   
LATÍN
SACRA CONGREGÁTIO DE RELIGIÓSIS
DÚBIUM DE CONSECRATIÓNE VÍRGINUM PRO MULIÉRIBUS IN SǼCULO VIVÉNTIBUS
  
Cum nonnúlli locúrum Antístites petíissent facultátem benedicéndi et consecratiónem Vírginum conferéndi fœ́minis absque votis religiósis in sǽculo degéntibus, juxta ritum in Pontificáli Románo descríptum, Sacra Congregátio de Religiósis, exquisíto voto plúrium Reverendissimórum Consultórum rem definiéndam Eminentíssimus Pátribus propósuit, qui, in plenário Cœtu ad Vaticánum habíto die 25 Februárii 1927, re matúre perpénsa, dúbio: «An expédiat concedére facultátem dandi benedictiónem et consecratiónem Vírginum muliéribus in sǽculo vivéntibus» respondérunt: «Negatíve et nihil innovétur».
  
Facta autem relatióne Sanctíssimo Dómino Nostro Pio divína Providéntia Papa XI., in audiéntia habíta ab infrascrípto Secretário, die 1 Mártii ejúsdem anni, Sánctitas Sua resolutiónem Eminentissimórum Pátruum approbáre et confirmáre dignáta est, et públici juris fíeri mandávit.
  
Datum Romæ, ex Secretaría Sacræ Congregatiónis de Religiósis, die 25 Mártii 1927.
  
CAMÍLLUS. Card. LAURENTI, Præféctus.
  
L. ✠ S.
 
Vincéntius La Puma, Secretárius. 
  
ESPAÑOL
SAGRADA CONGREGACIÓN DE RELIGIOSOS
DUDA SOBRE LA CONSAGRACIÓN DE VÍRGENES PARA LAS MUJERES QUE VIVEN EN EL MUNDO
  
Porque algunos Obispos de lugares pidieron facultad para bendecir y conferir la consagración de Vírgenes, bajo el rito descrito en el Pontifical Romano, a mujeres que viven en el mundo sin votos religiosos, la Sagrada Congregación de Religiosos, recibido el voto de muchos Reverendísimos Consultores, propuso a los Eminentísimos Padres definir sobre la materia, en Reunión plenaria realizada en el Vaticano el día 25 de Febrero de 1927, que examinó maduramente el asunto, y ante la duda: «¿Puede concederse la facultad de dar la bendición y consagración de Vírgenes a mujeres que viven en el mundo?» responde: «Negativo, y no se puede innovar».
  
Hecha la relación ante Nuestro Santísimo Señor Pío, por la divina Providencia Papa XI, en audiencia tenida con el infrascrito Secretario el día 1 de Marzo del mismo año, aprobó Su Santidad la resolución de los Eminentísimos Padres y se dignó confirmarla, y mandó que sea de derecho público.
  
Dado en Roma, por la Secretaría de la Sagrada Congregación de Religiosos, el día 25 de Marzo de 1927.
  
CAMILO Card. LAURENTI, Prefecto.
  
L. ✠ S.
 
Vicente Lapuma, Secretario.
  
En 1939, Leflaive fundó el instituto de mujeres célibes o viudas “Misioneras seculares de la Acción Católica”, el cual fue suprimido en 1946. Entre tanto, ella entró en contacto con el cardenal Ángelo Roncalli y el obispo Giovanni Battista Montini, que acogieron sus ideas; y durante los años cincuenta viajaba cada año a Roma para hacer presión por reinstalar el rito. En 1943 ella publicó un Étude sur la Consécration des Vierges du Pontifical romain para varios obispos y cardenales, que reeditó como Épouse du Christ en 1956, y La Femme et l’Église en 1968; con todo, cuando en la época los protestantes introdujeron la ordenación de mujeres, ella lo rechazó de plano, argumentando que la Consagración de Vírgenes era la plenitud de la mujer dentro de la Iglesia de Cristo.
  
En 1950, Pío XII presentó la Constitución Apostólica Sponsa Christi Ecclésia sobre la promoción del instituto de las monjas, donde además de elogiar la virginidad consagrada, decretó que sólo las monjas que viven en clausura pueden recibir la consagración (Art. III, § 3: «Las antiguas fórmulas solemnes de la consagración de Vírgenes, como se contienen en el Pontifical Romano, están reservadas a las Monjas»). Cuatro años después, el Papa citó la Constitución en la encíclica Sacra Virgínitas sobre la vida consagrada, así:
«Éste es, por lo tanto, el fin primordial y la razón principal de la virginidad cristiana: el tender únicamente hacia las cosas divinas, empleando en ellas alma y corazón; el querer agradar a Dios en todas las cosas, pensar solo en El, consagrarle totalmente cuerpo y alma».
El 4 de Diciembre de 1963, la Constitución conciliar Sacrosánctum Concílium sobre la Liturgia, en su artículo 80 dispuso: «Revísese el rito de la consagración de Vírgenes que forma parte del Pontifical romano». Revisión que condujo al “Ordo Consecratiónis Vírginum” incluido por Montini el 31 de Mayo de 1970 dentro de su Pontifical, entrando en vigor el 6 de Enero de 1971. La primera virgen consagrada con el nuevo rito fue la inglesa Elizabeth Bailey en 1972 (fue también la primera virgen consagrada –que se conoce– en Inglaterra desde el siglo III). A corte 2008, según la Asociación de Vírgenes Consagradas de Estados Unidos (USCVA), existían alrededor de 3.000 mujeres que asumieron este estado, distribuidas en 42 países. La Congregación para los Institutos para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en un sondeo del año 2015, estima que hay 4.000 vírgenes consagradas en 78 países, y prevé que aumente a 5.000 para el 2020.
   
Consagración de Jessica Hayes (38) por Mons. Kevin Carl Rhoades Dakes, obispo de Fort Wayne-South Bend, en la catedral de la Inmaculada Concepción (Fort Wayne, Indiana), 18 de Agosto de 2015.
  
Wojtyła lo describe en el canon 604 de su Código de Derecho Canónico y en su exhortación apostólica Vita Consecráta y Bergoglio, mediante la instrucción Ecclésiæ Sponsæ Imágo (en adelante ESI) del 4 de Julio de 2018 lo reguló con gran polémica porque acontece que antes, para pertenecer a dicho estado, la aspirante «a) nunca debió haberse casado o vivido en pública o abierta violación de la castidad; b) por su prudencia y carácter universalmente aprobado, ella debe dar garantía de perseverancia en una vida de castidad dedicada al servicio de la iglesia y de su prójimo; c) debe ser admitida a esta consagración por el Obispo que sea ordinario del lugar» (Antipapa PABLO VI, Ordo Consecratiónis Vírginum, cap. I, art. 5). De acuerdo a la Asociación de Vírgenes Consagradas de Estados Unidos (USCVA), la instrucción publicada por Bergoglio establece que
«la llamada a dar testimonio del amor virginal, esponsal y fecundo de la Iglesia a Cristo, no se reduce al signo de la integridad física, y que haber guardado el cuerpo en perfecta continencia o haber vivido ejemplarmente la virtud de la castidad, aunque es de gran importancia en orden al discernimiento, no constituye requisito determinante en ausencia del cual sea imposible admitir a la consagración» (Antipapa FRANCISCO BERGOGLIO, Instrucción Ecclésiæ Sponsæ Imágo, art. 88),
lo que en plata blanca quiere decir que para el Novus Ordo, si se considera psicológicamente “virgen”, se la recibe en dicho estado, ¡NO IMPORTA CUÁNTAS VECES HAYA TENIDO RELACIONES SEXUALES! Pero si estuvo casada, no aplicará aun cuando el matrimonio fuera célibe (en su momento, el abogado juscanonista estadounidense Ed Peters describió así la paradoja: «Según los términos de ESI, la Bienaventurada Virgen María, arquetipo de la virginidad consagrada a Dios, no sería elegible para su admisión en el orden de las vírgenes, sino que lo sería María Magdalena, modelo de mujeres que, Deo grátias, abandonaron una vida promiscua. Más prácticamente, muchas, muchas mujeres, menos obvias en el pecado sexual y probablemente menos perfectas en el arrrepentimiento, son ahora elegibles para consagrarse precisamente como vírgenes»). Así, lejos de imitar a la Virgen María y a la Inmaculada Iglesia Católica (a la cual Bergoglio descalificó el pasado 7 de Marzo en San Juan Lateranese diciendo que “fue sorprendida en flagrante adulterio”), la nueva “virgen consagrada” conciliar se parecerá a aquellas viudas jóvenes que, sintiendo la tentación carnal (avivada por la concupiscencia pasada), traicionan a Cristo y se vuelven al mundo.
  
Es evidente que la iglesia conciliar, en este caso, una vez más refleja un arqueologismo que busca reintroducir figuras antiguas con fraseología confusa, en aras de sus planes de demolición (es claro que las flechas apuntan a la aprobación del presbiterado femenino, así Bergoglio diga que no lo quiere). Como católicos sedevacantistas, no debemos dejarnos arrastrar por las cosas que pasan, sino luchar por nuestra santificación en el estado de vida al cual Dios nos ha llamado.
  
JORGE RONDÓN SANTOS
16 de Marzo de 2019
Sábado de la primera semana de Cuaresma. Fiesta de los Santos Juan de Brébeuf, Isaac Jogues y compañeros, mártires.

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