miércoles, 24 de julio de 2019

LA OTRA CARA DEL HUMANISMO

  
EL HUMANISMO: PASO INICIAL DE LA DESCRISTIANIZACIÓN

Narciso (Caravaggio)
  
Amable lector, sé que las páginas que siguen en este artículo serán un poco áridas, pero son necesarias para enmarcar adecuadamente el efecto del humanismo en tu familia. Créeme que todo lo que aquí se expone tiene una aplicación práctica en tu familia, como después irás viendo en otros artículos. Ten paciencia y adelante. Esperamos te sea útil.
  
La gente, las personas de la Edad Media, eran fervorosas, eran piadosas. Tenían fe en Dios, tenían por objeto salvar su alma tratando de cumplir la voluntad de Dios y así, amando también al prójimo en relación con Dios. Creían que Cristo era Dios mismo, que se hizo hombre para redimirnos con su pasión, (como lo creemos nosotros). En fin, eran cristianos católicos con una sola autoridad de la Iglesia en la tierra, el Papa romano. Las familias de esas personas eran proveedoras, a la sociedad, de jóvenes con esa formación recia que da un hogar verdaderamente católico.
  
Veamos que nos dice Federico Wilhelmsen al respecto: "La sociedad medieval se componía de un mundo sagrado. Puesto que Dios se hizo hombre, la creación entera se elevó a un nivel sagrado. Dios no hizo sólo que el mundo existiese, sino que también levantó el mundo hasta la intimidad de Su Vida Interna. Se puede decir que se había divinizado la realidad. De esta manera, toda la creación respiraba el aire del Espíritu Santo. Había una distinción entre la Iglesia y el Estado, entre lo sobrenatural y lo natural, pero no había ninguna separación. El Estado era católico porque todas las cosas participaban en el fruto de la redención”. ¿Pero qué pasó? ¿Como se inició la destrucción paulatina de esta sociedad teocéntrica, de estas familias católicas, piadosas y fervorosas?
   
La revolución humanista
Poco se sabe, sobre el inicio de esta revolución humanista o primera revolución, en los siglos XIV y XV. Pero sin duda ha sido la revolución más discreta, más imperceptible y por ello más peligrosa y exitosa. Sus iniciadores, quedarán en el misterio mientras no llegue el fin de los tiempos, en el que todo se sabrá. Pero recordemos que Satanás fue el primer revolucionario y el que inspira y conduce toda revolución todo el tiempo. Sus tropas regulares, como les llama Jean Ousset, o sea sus colaboradores aquí, en la tierra, no se conocen, pero seguro que no fue algo que se haya hecho al azar, sino que seguramente hubo un plan maestro, previamente concebido, al que favorecieron ciertas circunstancias, entre las que sobresalen la invención del papel por los chinos y de la imprenta por Juan Gutenberg en Alemania, en el siglo V. Estos dos inventos facilitaron la difusión rápida de la Ia revolución. El hecho es que el humanismo aparece en la historia general solamente como una tendencia literaria en el siglo XVI (el estudio de las obras griegas y latinas en sus idiomas originales) y no fue tan solo eso. Sino que correspondió a toda una corriente doctrinal "que se caracteriza por el interés predominante que se concede al elemento humano". Se manifestó en las artes, la literatura, la moral y la sociedad.
  
En las artes el humanismo promovió la vuelta a los clásicos antiguos griegos y romanos, imitando y perfeccionando la pintura, la arquitectura y la escultura de los pueblos paganos en ese entonces.
  
En la parte histórica conocida, el humanismo en el arte se inició con Leonardo da Vinci (1452-1519) con la Gioconda o Monna Lisa para continuar con Miguel Ángel Buonaroti como su máximo exponente con las pinturas del techo y los muros de la Capilla Sixtina y sus esculturas: los esclavos, el David, la familia Médicis, la noche, la aurora, el día y el crepúsculo.
  
En la literatura pasó lo mismo; hubo pasión por la literatura clásica de los antiguos griegos y latinos y se buscaron afanosamente libros en conventos e iglesias. Al movimiento del arte y la literatura en conjunto, en esa dirección humanística, se le llamó el Renacimiento (finales del siglo XV y siglo XVI, principalmente).
  
Las obras literarias de más renombre, que atizaron el fuego del humanismo, fueron "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo (1569-1527), "Elogio a la locura" de Erasmo de Rotterdam (sacerdote), "la utopía" de Tomás Moro (1478-1535) -muerto mártir de la fe católica, por lo que ahora es santo . "Philosophias moralis epitome" de Felipe Melanchton (1497-1560), y "De la República" de Juan Bodin (1530-1597).
  
No digo que todos estos artistas y literatos o escritores hayan sido los directamente responsables u originarios del humanismo. Repito que estos últimos no se conocen, pero todos ellos y muchos más que por espacio no creo conveniente mencionar, han sido los que han reforzado o promovido o apoyado a la revolución humanista, conscientemente o no, sólo Dios lo sabe.
  
En lo moral hubo un impacto mayúsculo a pesar de que en sí, nada era herético o pecaminoso. De hecho el Renacimiento fue apoyado por papas, reyes, santos y muchos personajes ilustres católicos. El cambio progresivo y casi imperceptible fue el de convertirse en una sociedad antropocéntrica, o sea que de ser Dios el centro de su vida, cambió lentamente a convertirse el mismo hombre en lo más importante. No fue una herejía, fue, como hemos dicho antes, un movimiento de la concepción teocéntrica por la antropocéntrica, pero sin negar a Dios, ni a Cristo, ni a su Iglesia. Exaltando el hombre al hombre mismo, en su obra con las bellas artes y la literatura, se envaneció poco a poco de tal manera, que simplemente se convenció de que él podía solo. Y dejó lentamente, de pedir a Dios. Se sintió señor y no criatura.
  
Los propagadores más importantes de esta manifestación del humanismo fueron los padres de familia de aquellos tiempos, los cuales, en general, aflojaron en su fervor y piedad, como un efecto de esa exaltación constante y en muchos campos del hombre. Y permitieron, sin desearlo realmente, sin dejar de ser creyentes, que sus familias empezaran a ser un poquito menos católicas, un poco menos de Dios y un mucho más del mundo.
  
En la sociedad ocurrió algo muy parecido. Como sabemos, ella esta formada por familias; si éstas últimas cambian y ponen al hombre mismo como lo primordial en vez de Dios, la sociedad formada por esas familias, lógicamente también se humaniza y así, da origen a errores graves como el "culto" (interés exagerado) por el arte o la literatura, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la propiedad privada y la supresión de las clases sociales.
   
El hombre humanista
Tal vez la mejor forma de describir al humanismo, es mirando sus resultados. El hombre humanista o renacentista se puede apreciar en tres dimensiones de la vida humana: la psicológica, la político-social y la religiosa.
  1. Psicológicamente, el humanismo logró que el hombre tuviera una fatal paradoja. Por un lado, con los descubrimientos astronómicos de esa época, el hombre se sintió empequeñecido porque dejaba de ser el centro del cosmos. Pero por el otro, se sintió dueño del universo, capaz de borrar los límites de su antigua realidad en aras de una conquista física hasta entonces desconocida. El humanista dejó de mirar arriba en busca de la gracia, para mirar dentro de su propia personalidad a fin de encontrar un poder específicamente humano, dejó de sentir su dependencia para con la divinidad y, por consiguiente, Dios empezó a retirarse al Cielo y a dejar libre la tierra para la mano pseudo-liberadora humana.
  2. Este viraje psicológico hacia una descristianización de los hombres y sus familias, tuvo que tener un impacto importante en el orden político y social. El mundo cristiano antes del renacimiento, estaba atado no solamente a la ley natural, sino a un orden cristiano cuya cumbre era el Sacro Imperio Romano. La cristiandad simbolizaba la unión de todas las patrias en una sociedad que las abarcaba sin anularlas. El humanismo produjo un engreimiento de cada patria; ellas podían ser grandes por sí mismas y se fueron aislando al descristianizarse. Planearon metas políticas que nada tenían que ver con el cristianismo. Todavía el europeo del renacimiento no se había hecho liberal, pero ya tenía sembrada la semilla para llegar a serlo.
  3. El sentido religioso del renacimiento lo podemos resumir así: En una sociedad católica como la de la edad media, hubiera sido posible asimilar, sin daño, los nuevos descubrimientos y el desarrollo tan acelerado de las ciencias exactas y las humanísticas. Pero el hombre renacentista o humanista, en general, comenzó a ser individualista. La fe, en vez de continuar siendo un acto corporativo, ejercitado por una familia, por un pueblo o nación comenzó a transformarse en un acto solo e individual. Hubo como un agotamiento general del entusiasmo religioso. La gente siguió rezando pero sin ese fervor que da el sentirse un insecto ante Dios y considerarlo a Él lo que es: Dios creador, omnipotente y redentor misericordioso. Europa estaba preparada ya para recibir la 2o revolución, la reforma protestante de Lutero.

Conclusión:
El humanismo no fue solamente una tendencia literaria del renacimiento. Fue todo un plan, bien organizado para iniciar la descristianización de la Europa de la edad media. Se trató de exaltar los valores del hombre para que éste, extasiado consigo mismo, disminuyera su fervor, se olvidara un poco de Dios, abandonara la oración. Promovió o dio origen al Renacimiento. Esta revolución fue tan discreta e imperceptible en su aparente bondad y belleza, que logró ser apoyada, en algunas de sus manifestaciones, por grandes figuras del cristianismo de ese tiempo, incluyendo papas y reyes. Lucifer, el ángel caído, inspirador y jefe máximo de todas las revoluciones que van contra Cristo, quiere que tu familia, amable lector, también se descristianice o no se cristianice más. Seguramente que está utilizando y utilizará armas semejantes a las que nos hace ver la historia.
   
¿Estás preparado para defenderla? ¿Identificas cómo ha minado a tu familia el humanismo? Si ya lo sabes o lo vislumbras, atrévete a expulsarlo de tu casa, sea lo que sea.
   
Dr. Héctor Guiscafré Gallardo

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