jueves, 9 de enero de 2020

LA CENSURA LITERARIA DEL HOLOCUENTO

Noticia tomada de ABC (España).
  
LA ADVERTENCIA DEL MEMORIAL DE AUSCHWITZ: «HAY QUE EVITAR LEER “El niño con el pijama de rayas”»
La institución lanza el mensaje tras las críticas del autor del best seller a la moda literaria sobre los campos de genocidio nazis
 
Imagen de la adaptación cinematográfica del libro «El niño con el pijama de rayas»
    
El Memorial de Auschwitz-Birkenau afirma que «todo aquel que estudie o enseñe la historia del Holocausto debería evitar leer “El niño con el pijama de rayas”». La institución lanzaba en su cuenta oficial de Twitter el mensaje de advertencia después de un tuit del autor de la novela, John Boyne, en el que criticaba la avalancha de novelas recientes ambientadas en el campo de concentración.
   
«El niño con el pijama de rayas» describe el horror de Auschwitz desde la óptica inocente del hijo de un oficial de la Schutzstaffel que se muda junto a su familia junto al campo de exterminio y entraba amistad con un niño judío encerrado allí. Considerado un auténtico best seller, ha vendido millones de copias en todo el mundo y muchos son los profesores que escogen su lectura para ilustrar a los chicos en sus aulas acerca de este oscuro capítulo de la historia.
   
A pesar de que el escritor irlandés también ha usado este «epicentro» del Holocausto en su obra, arremetía días atrás en Twitter contra la cantidad de libros recientes que lo incorporaban en sus títulos. «Un amor en Auschwitz», «El tatuador de Auschwitz», «La bailarina de Auschwitz», «El farmacéutico de Auschwitz» o «Los barracones de Auschwitz» son algunos ejemplos de ello.
   
«Al usar constantemente las mismas tres palabras y luego insertar un sustantivo, no puedo evitar pensar que los editores y escritores están construyendo efectivamente un género literario que se vende bien, pero en realidad el tema y sus títulos deberían tratarse con un un poco más de reflexión y consideración», escribía Boyle en su cuenta en la red social (de la que se han eliminado todos los tuits tras el incidente), de acuerdo con el periódico «The Irish Times».
   
El Memorial de Auschwitz respondía entones al autor de «El niño con el pijama de rayas»: «Comprendemos sus preocupaciones y ya hemos hecho llegar algunas inexactitudes en algunos de los libros publicados». Cabe recordar en este punto que la institución señaló en su día que «El tatuador de Auschwitz», de Heather Morris, contenía numerosas inexactitudes, información inconsistente con los hechos, así como exageraciones, malas interpretaciones y subestimaciones.
   
A continuación, el centro de investigación daba un paso más allá y alertaba acerca del «best seller» de Boyne. «Todo aquel que estudie o enseñe la historia del Holocausto debería evitar “El niño con el pijama de rayas”».
 
  
El Memorial de Auschwitz-Birkenau recibía entonces numerosos tuits. Cada vez que se defendía la lectura del título de Boyle en las aculas, la institución publicaba el enlace a un ensayo del centro británico de investigación del Holocausto titulado «El problema con “El niño con el pijama de rayas”».
   
En el citado texto se argumentaba que muchas de las personas que habían leído el libro o visto su adaptación cinematográfica posterior pensaban que los hechos narrados eran reales. Sin embargo, «los hechos narrados no hubieran podido ocurrir nunca», se indica en el blog, que luego enumera algunas de las imprecisiones históricas del título así como «las representaciones estereotipadas de los personajes principales que ayudan a perpetuar mitos peligrosos sobre el Holocausto».
     
  
Boyne saltaba de nuevo en la red social para señalar que «aunque respeto su derecho a recomendar algunos libros y la lectura de otros, merece la pena señalar que el primer párrafo de este artículo enlazado contiene tres inexactitudes, por lo que no lo he leído».
  
Las críticas comenzaron a arreciar en la red social, por lo que el escritor irlandés se defendía en el periódico «The Guardian»: «Todo lo que dije fue que el Memorial de Auschwitz estaba enlazando a un artículo, no que fuera un texto que ellos habían publicado o escrito que abordaba supuestas imprecisiones en mi novela que, por supuesto, es una obra de ficción..., y, por lo tanto, por su naturaleza, no puede contener inexactitudes, solo anacronismos, y no creo que haya ninguno de ellos allí».
   
Pérez-Reverte y la «moda» de Auschwitz 
Precisamente, el año pasado por estas mismas fechas, Arturo Pérez-Reverte se vio envuelto en una polémica parecida. El escritor se burlaba en un hilo de Twitter de la «moda» literaria sobre los campos de exterminio.
  
«Iba a escribir una novela sobre Auschwitz, pero ya no quedan personajes libres: La bibliotecaria de Auschwitz, La bailarina de Auschwitz, El tatuador de Auschwitz, El farmacéutico de Auschwitz, La enfermera de Auschwitz, El mago de Auschwitz, El violinista de Auschwitz...», comentaba irónico el autor.
  
El Memorial de Auschwitz también tardó poco en responder: «La historia de Auschwitz es la historia del sufrimiento de 1,3 millones de personas. Su tweet parece desencadenar comentarios que tristemente se están convirtiendo en una burla irrespetuosa a la memoria de esas personas».

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