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lunes, 31 de diciembre de 2018

EL TRUCHO PROHÍBE EL RITO RONCALLIANO EN LA PLATA

Tomado de LEGIÓN CATÓLICA.
 
    
El Arzobispo (hereje Modernista) de La Plata (Argentina), Víctor Manuel «Tucho» Fernández Martinelli, prohibió celebrar la Misa en latín en el altar principal de su arquidiócesis.
  
Según AdelanteLaFe.com, él publicó dos decretos, el 17 y el 24 de diciembre. El primero deroga todas las normas litúrgicas arquidiocesanas previas. El predecesor de Fernández, el arzobispo Héctor Rubén Aguer de Angelis, solía ser excelente.
  
 
El segundo decreto ordena que todas las Misas deben ser celebradas solamente según el Novus Ordo, en el idioma vernáculo, y sobre una mesa, con el sacerdote de espaldas a Dios. El decreto contradice la ley canónica y, en consecuencia, es inválido.
  
  
Fernández es un escritor en las sombras para el papa Francisco. Se volvió famoso por haber sido el autor de un libro sobre el “arte de besar”.

EL FINAL DE LA Ecclésia Dei

1º FRANCISCO BERGOGLIO DISOLVERÁ LA COMISIÓN DE LA “NUEVA MISA LATINA”. LA COMISIÓN “Ecclésia Dei” SERÁ CONSIGNADA A LA BASURA BUROCRÁTICA (Fuente: TRADITIO)
   
Luego de treinta años de inactividad fuera de la Propaganda, la Comisión Pontificia “Ecclésia Dei”, lanzada juntamente por el non sancto Wojtyła Katzorowsky/JP2 para oponerse al Catolicismo plenamente tradicional en la neo iglesia, posteriormente a que el arzobispo tradicional Marcel Lefebvre consagró cuatro obispos católicos tradicionales en 1988 contra los deseos de Wojtyła, está pronta para ser esencialmente suprimida mediante un Motu Próprio que publicará el Antipapa marxista y modernista Francisco Bergoglio en Enero de 2019.
 
Nosotros los Padres de TRADITIO hemos mantenido desde el principio que el (verdadero) Catolicismo tradicional y la Iglesia Novusordiana son diametralmente incompatibles. Esa incompatibilidad es intrínseca a la constitución de la secta del Novus Ordo, formada en 1964 por el Anticoncilio Vaticano II para remplazar a la Iglesia Católica, y no puede ser “negociada” o “compromisariada”. Ningún verdadero Católico puede tener algo que ver con la iglesia conciliar, más de lo que un verdadero Católico puede tener que ver con las sectas Protestantes. En muchas formas, ¡la secta Novus Ordo es peor que las sectas Protestantes!
  
Cuando el Arzobispo Marcel Lefebvre en 1988 valientemente se levantó contra el “non sancto” Wojtyła Katzorowsky/JP2 y consagró cuatro obispos tradicionales para mantener la verdadera Fe Católica fuera de la neoiglesia anticatólica, Wojtyła se volvió loco. Nadie había esperado que a la hora de la verdad, el santo Arzobispo tomara tal acción. Cuando lo hizo, Wojtyła estuvo aterrado de que hubiera un cisma entre la verdadera Iglesia Católica (tradicional), dirigida por Lefebvre y otros obispos Católicos tradicionales independientes, y la falsa iglesia conciliar. El sucio secreto de la seudoiglesia se haría entonces tan público como para no negarlo.
 
Así, Wojtyła creó la Comisión “Ecclésia Dei” para intentar ganar Católicos tradicionales para su Nueva Iglesia. Pero la Comisión ha sido singularmente inefectiva. La Fraternidad Sacerdotal San Pedro (FSSP), marioneta de Wojtyła, escasamente ha crecido, mientras florecen los sacerdotes y grupos Católicos tradicionales independientes. Dado el creciente rechazo de los Católicos tradicionales a la Secta novusordiana como falsa, Benedicto Ratzinger entonces intentó otra estratagema. Elevó la desacreditada “Nueva Misa Latina” (NML), la seminovusordiana Misa deuterovaticana de 1962, al rango de “Extraordinaria”, un término Novus Ordo nunca usado en los dos milenios de historia de la Iglesia Católica.
  
Pero el movimiento ratzingeriano, atentado en su Motu Próprio de 2007 “Summórum pontíficum” fracasó también. Luego de un ligero repunte en el uso de la NML en unas cuantas parroquias modernistas (cuyo uso fue fuertemente controlado por obispones conciliares hostiles), tales misas fueron apagadas por los obispos diocesanos luego de sólo un año o dos, así que un relativamente pálido número permanece. Incluso Ratzinger vio en 2009 la escritura en la pared y degradó la Comisión “Ecclésia Dei” a una simple cómisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe [Novus Ordo].
  
Ahora, según informes circulando desde el 27 de Diciembre de 2018, Francisco Bergoglio tiene un proyecto de Motu Próprio y listo para firmarlo en Enero de 2019 que esencialmente disolverá la Comisión “Ecclésia Dei” y enterrará la NML de 1962. Bergoglio ya suprimió varios grupos conciliares que habían estado usando el Misal de 1962. Este paso es lógico para Bergoglio y la neoiglesia anticatólica, que ha ordeñado a todo lo que da, por los últimos treinta años, a los engañados seudotradicionalistas en la iglesia conciliar, que despistadamente pensaban que encontrarían el Catolicismo tradicional en la secta montiniana [Parte de la información para este Comentario fue contribuida por el National Catholic Register].
  
Verdaderos Católicos, un precursor a la inminente acción de Francisco Bergoglio para suprimir la NML de 1962 fue dado cuando su propia Conferencia Episcopal Italiana le pidió que suprimiera la NML en Italia. Esto fue claramente un previo para Bergoglio arrojar el balón contra la NML. El fin de la estratagema “Ecclésia Dei” pudo ser previsto ya en 1988. Ahora los conciliares seudotradicionalistas serán forzados a pescar o dejar pescar, a estar con Cristo o en Su contra. Tendrán que unirse al Movimiento Católico Tradicional Independiente, también iniciado en 1964 por el valiente P. Gommar DePauw (que vio de primera mano como perito las herejías del Anticoncilio Vaticano II) y llevado por numerosos sacerdotes y obispos Católicos tradicionales en iglesias, capillas y oratorios alrededor del mundo, independientes de los heréticos antipapas Novus Ordo.
   
2º LA FRATERNIDAD SAN PÍO X QUIERE SUPRIMIR LA COMISIÓN Ecclésia Dei (Fuente: L’HOMME NOUVEAU, Francia).
  
   
La información más precisa concerniente al borrador de supresión de la Comisión Ecclésia Dei fue publicada por Marco Tosatti, el 26 de diciembre de 2018 en el blog Stilum Curiæ. Con justo título, Tosatti subraya, en su artículo, el vínculo entre la existencia de Ecclésia Dei y la Fraternidad San Pío X.
  
O, la reciente visita de don Davide Pagliarani y del padre Emmanuel du Chalard a Roma como acta del fracaso de las largas negociaciones manejadas por Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Comisión Ecclésia Dei, con Mons. Bernard Fellay. El «prerrequisito doctrinal», evocado por el cardenal Luis Francisco Ladaria SJ, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe y Presidente de la Comisión Ecclésia Dei, por una parte, y la insistencia de la importancia de las discusiones doctrinales, avanzado por los representantes de la Fraternidad, por otra parte, ha remitido un reconocimiento canónico de la de la FSSPX ad caléndas græcas.
  
Para la FSSPX, la Comisión, creada hace 30 añoss por el motu próprio Ecclésia Dei adflícta, para contrarrestar el efecto de las consagraciones de cuatro obispos realizadas por Mons. Lefebvre, es una suerte de espantapájaros para sus sacerdotes y sus fieles. Le parece humillante tratar con la Comisión Pozzo, instrumento de «ralliement» de numerosos sacerdotes y comunidades. La FSSPX intenta discutir, de poder a poder, con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por que el hecho será el entierro de la «solución Francisco», que no es un asunto doctrinal, sino una preocupación de realpolitik.
   
Para decirlo claramente, el verdadero prerrequisito que la FSSPX pone a toda negociación canónica es la supresión de la Comisión Ecclésia Dei.

sábado, 29 de diciembre de 2018

CONSAGRACIÓN EPISCOPAL DE JAMES CARROLL FSSPV

El pasado 27 de Diciembre de 2018, fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista, tal y como fue anunciado el pasado mes de Septiembre, fue consagrado como obispo en el Seminario del Inmaculado Corazón de María en Round Top (NY), sede central de la Fraternidad Sacerdotal San Pío V, el padre James Carrol FSSPV por Mons. Joseph Santay, siendo co-consagrante el superior general de dicha congregación, Mons. Clarence James Kelly.
  
  
Mons. James Carroll (sentado) pasa a ser el siguiente en el linaje episcopal de Mons. Alfredo José Isaac Cecilio Francisco Méndez González CSC, obispo diocesano emérito de Arecibo (PR), siendo antecedido por Mons. Joseph Santay (consagrado por Mons. Clarence Kelly el 28 de Febrero de 2007, a su vez consagrado por el citado Méndez González el 19 de Octubre de 1993).
  
Como dijimos en su momento, Mons. Clarence Kelly FSSPV es un personaje no exento de polémica: Su consagración episcopal fue celebrada por Méndez González, un obispo UNA CUM designado por Roncalli Marzolla/Juan XXIII bis en Julio de 1960 (y consagrado por Mons. Francis Joseph Spellmann, arzobispo de Nueva York el 28 de Octubre), y ya retirado en Carlsbad, California casi secretamente, y solo salió a la luz pública al morir el 29 de Enero de 1995. Aparte, Mons. Kelly cuestionó la validez del linaje episcopal de Mons. Pierre Martin Ngô-dinh-Thuc, y acusó a sus obispos de capillismo (práctica habitual en todo lefebvrista, pertenezca o no a la Frater).
  
Reiteramos nuestro carácter cauto sobre el porvenir de este novel obispo. Sólo esperamos que Mons. James Carroll sea un obispo para la Iglesia Católica y no solamente para la FSSPV o para Mons. Kelly (quien por cierto, en el vídeo, aparece solamente entre el minuto 95 y hasta el 109).
  
ADENDA: ¿QUIÉN ERA Mons. ALFREDO FRANCISCO MÉNDEZ GONZÁLEZ? (Fuente: FIDE CATHÓLICA)
  
   
Alfredo Méndez González nació en Chicago en 1907 en una familia católica de orígenes españoles y puertorriqueños. De niño, se encontró con la Madre Cabrini, que vino a visitar a su madre para agradecerle a la familia Méndez por sus obras de caridad. La Madre Cabrini es más conocida actualmente como Santa Francisca Javier Cabrini, canonizada por el Papa Pío XI y primera santa estadounidense. Luego de una escolaridad entre Chicago, Nueva York y Barcelona, se graduó en la Universidad de Notre Dame du Lac (Indiana) en 1933, fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 1935 en Washington. Durante su sacerdocio, entre los años 1930 y 1940, ofició en la región de Austin, Texas, donde se vinculó profundamente a las comunidades de católicos mexicanos, laicos y religiosos, que habían huído de las persecuciones ocurridas en el país en es eentonces.
  
En 1945, fue nombrado primer secretario del comité episcopal de católicos hispanohablantes de los Estados Unidos. Fue principalmente uno de los principales fundadores de la diócesis de Austin, Texas. El 23 de julio de 1960 fue nombrado Obispo de Arecibo, Puerto Rico, por Juan XXIII (aunque este nombramiento fue ciertamente previsto ya bajo Pío XII). Fue consagrado obispo el 28 de octubre de 1960 por el Cardenal Francis Spellmann, arzobispo de Nueva York, en compañía del arzobispo Edwin Byrne de Santa Fe y del obispo Richard Ackermann de Covington, Kentucky. Mons. Ackerman fue miembro de la Congregación del Espírit Santo y amigo personal de Mons. Lefebvre. Mons. Méndez perteneció de hecho a una línea episcopal prestigiosa, puesto que el cardenal Spellmann fue consagrado por el Papa Pío XII en persona, el cual fue consagrado por el papa Benedicto XV, y este a su vez fue consagrado por el papa San Pío X.
   
Aunque jamás se declaró públicamente sedevacantista [como algunos obispos fieles (Mons. Vitus Chang también), él tuvo probablemente muchos escrúpulos sobre si proclamarse abiertamente sedevacantista y «en ruptura con Roma», de ahí su idea de hacer la consagración en secreto. Sobre este particular, otros, incluso eclesiásticos que no hacen parte de la FSSPV, como el padre Anthony Cekada o bien Mons. Donald Sanborn, afirman que Mons. Clarence Kelly recibió la consagración. Haciendo fe de estos testimonios, nosotros la creemos válida, N. del Autor francés], Monseñor Méndez González siempre fue un ferviente defensor de la ortodoxia católica. Él mantuvo una larga relación epistolar con Mons. Lefebvre y otros obispos tradicionalistas para exhortarlos a hacer frente, especialmente para mantener los Sacramentos. Él es conocido, en los medios de la tradición católica, por haber consagrado secretamente el 19 de octubre de 1993 al padre Clarence Kelly (1941-…). Este último fue uno de los nueve sacerdotes que fueron expulsados de la Fraternidad San Pío X en 1983 a causa de su convicción de la vacancia de la sede. Es uno de los fundadores de la Sociedad Sacerdotal San Pío V, al lado de otros sacerdotes como los padres Sanborn, Cekada y Dolan que hicieron parte del «grupo de los nueve». En Septiembre de 1990, Mons. Méndez había ya ordenado dos sacerdotes miembros de la Sociedad San Pío V: Paul Baumberger y Joseph Greenwell. En los últimos años de su vida, Mons. Méndez ha sostenido, incluso financieramente, el trabajo de los sacerdotes de la FSSPV, incluyendo su famoso programa televisivo «What Catholics Believe» [su página en Facebook]. Permitió también la invitación de personalidades de primer tales como Pat Buchanan.
  
Monseñor Méndez, que se había retirado ya en 1973 en rechazo a toda proposición de colaboración en las diócesis novus ordo [Presentó renuncia el 21 de enero de 1974, pero el 23 de marzo de ese año fue el principal co-consagrador de su sucesor en la sede arecibeña, Miguel Rodríguez y Rodríguez CSSR, y el 2 de marzo de 1978 fue co-consagrador de Paul Edward Waldschmidt CSC –titular de Citio, actual Lárnaca en Chipre– y Kenneth Donald Steiner –titular de Abbenza en Túnez– como auxiliares de la archidiócesis de Portland en Oregón, y dichas ceremonias fueron BAJO EL INVÁLIDO RITUAL MONTINIANO DE INSTALACIÓN EPISCOPAL, que no es lo mismo, N. del T.], tenía muy a mal los trastornos operados por la contra-iglesia del Vaticano II. Él mismo asistió al concilio Vaticano II, aunque en circunstancias particulares, como explica en una carta de valor a los católicos, escrita el 9 de julio de 1994, un año antes de su muerte:
«El concilio Vaticano II y los cambios que resultaron de él fueron un desastre para nuestra querida Iglesia Católica. Yo caí enfermo antes de la conclusión de la primera sesión del Vaticano II y no pude reaparecer hasta los días de la clausura del concilio. Fui sorprendido y entristecido por lo que vi a mi regreso. Luego de la clausura de este concilio, hemos asistido a una epidemia de anulaciones de matrimonios. La liturgia ha devenido en una suerte de espectáculo más que en el Santo Sacrificio de la Misa. Las instituciones una vez católicas, como los colegios y universidades, ahora no tienen nada de católicas. El número de monjas ha caído drásticamente, y la mayor parte de las restantes no viven más como monjas. Numerosos sacerdotes han abandonado el sacerdocio. El número de seminaristas ha caído drásticamente, y los que hay apenas viven como seminaristas.
   
Como primer obispo de Arecibo, en Puerto Rico, había enviado a mis seminaristas a estudiar en diferentes seminarios diocesanos en los Estados Unidos. Después de haberlos visitado, yo los retiré a todos de esos seminarios, porque la enseñanza era talmente liberal y tan contraria todo lo que un sacerdote católico debe ser. Esos cambios han perdido a los fieles católicos. Algunos han conservado firmemente la Fe católica tradicional en estas épocas problemáticas. Yo os aliento y espero la restauración de la Fe católica tradicional, de la Misa tradicional y de los Sacramentos».
Monseñor Alfredo Méndez González falleció el 29 de enero de 1995 en Cincinnati, y fue sepultado en la catedral de San Felipe Apóstol en Arecibo el 11 de febrero de ese año.

EL “CREDO” DE DON FREDO

Traducción de la noticia publicada en RADIO SPADA.
 
  
También este año don Chiaffredo Olivero, conocido como Fredo, del clero de la Archidiócesis de Turin, ha festejado a su modo –impíamente, se entiende– el Nacimiento del Señor.
  
Si el año pasado había omitido el Credo, afirmando como apóstata «Sabed por qué no digo el Credo? Porque no lo creo» (ved aquí), ¡la pasada noche de Navidad se inventó un “Credo”! Todo durante una liturgia a su vez inventada en un perfecto estilo Novus Horror con palmadas, mesa de cena luterana (o calvinista… no se hace discriminación), hosanna-eh, laicos en el ambón, adulteración de las fórmulas eucarísticas y “simile lordura” (Infierno, canto XI, 60). Un sacrílego desastre, desbordante de mal gusto y objetivamente privado de validez sobre todo y de originalidad.
 
Poco original también la homilía:
  1. Consentimiento a la tráfala sobre la Navidad Cristiana, subrogada a la fiesta del Sol Invicto; [1]
  2. Negación de la historicidad de los Evangelios, especialmente el Evangelio de San Lucas: “¡Los Evangelios no hacen la crónica! Esta tarde habéis oído un pedazo de crónica, pero no es crónica… fue escrito por Lucas al menos cuarenta o cincuenta años después… ¿Qué cosa se recordaba aquel tiempo?!” (se ve que el Nuestro, por modernista, no crea tampoco en la inspiración de los textos sagrados);
  3. Debido ataque al malvado Salvini y espectáculo ridículo sobre los hermanos migrantes;
  4. #restiamoumani.
 
Luego el Credo, pero no el que prescribe la Iglesia Romana, mas uno preparado ad hoc, cuyo texto, reportado por Messa in latino, revela el nivel ínfimo de aquello que ahora más que neo-modernismo se debe definir como modernismo soez:
Sacerdote: “¿Creemos en Dios Padre, en el Creador que tiene necesidad de nuestra viva colaboración para que su compasión y su ternura lleguen a toda creatura?”.
Fieles: “Creo y me comprometo, oh Señor”.
S.: “¿Creemos en el Hijo Jesucristo, y nos comprometemos con él en la construcción del reino, dn la sociedad alternativa, donde en vez del ansia de acumular haya el ansia de compartir, donde en lugar de la brama de comandar haya la libertad de servir?”.
F.: “Creo y me comprometo, oh Señor”.
S.: “¿Creemos en el Espíritu Santo, fuerza del amor de Dios que si se recibe hace florecer en nosotros nuevas posibilidades de perdón y nuevas capacidades de generosa condivisión?”.
F.: “Creo y me comprometo, oh Señor”.
S.: “¿Creemos en la Iglesia católica, esto es universal, espacio de amor y de  libertad donde cada persona pueda sentirse amada, acogida, respetada en su diversidad?”.
F.: “Creo y me comprometo, oh Señor”.
S.: Esta es la fe, y la fe con la cual nos encontramos está noche para recordar que Dios ha nacido en medio de nosotros y está ahora aquí.

Como también esta vez en don Fredo reconocemos cierta honestidad en el afirmar la su no-profesión de Fe Católica y en el repudiar el Símbolo, confirmando que “esta espontaneidad lo diferencia de otros modernistas (también más conocidos) que igualmente no lo creen, pero que no han hecho pública admisión de ello. Después de todo, si estos lo creyesen (o lo hubiesen creído) no organizarían (o no habrían organizado) por ejemplo manifestaciones como el encuentro de Asís del 1986 (2002, 2011, 2016) o los peregrinajes a Erfurt (2010) y Lund (2016) y las otras diferentes carnavaladas de carácter ecuménico que la Iglesia Católica padece desde 1965” [2].
  
GIULIANO ZORODDU
 
NOTAS
[1] Para confutar esta falsa noticia vendida como verdad histórica, remitimos a los dos artículos “El Cristianismo y el Sol invíctus” y “Jesús  nació verdaderamente un 25 de diciembre”.

ORACIÓN A SANTO TOMÁS BECKET POR LA IGLESIA

  
¡Oh glorioso Mártir Santo Tomás Becket, valiente defensor de la Iglesia de tu divino Maestro! Nosotros venimos en este día de tu fiesta, a honrar las maravillosas gracias conferidas a ti por Dios. Como hijos de la Iglesia, miramos con delectable admiración a quien la amó tanto, a quien el honor de esta Esposa de Cristo fue tan caro, que gustosamente sacrificó su vida a fin de asegurarle su independencia y libertad. Porque amaste tanto a la Iglesia, como para sacrificar por ella tu paz, tu felicidad temporal, y tu misma vida; porque, también, tu sacrificio para nada fue tuyo propio, sino para Dios solo; por tanto, las lenguas de los pecadores y los cobardes han hablado mal de ti, y profirieron calumnias sobre ti. ¡Oh Mártir verdaderamente digno de tal nombre! porque diste testimonio fue contra tus propios intereses. ¡Oh Pastor, que siguiendo el ejemplo de Jesús el Buen Pastor, derramaste tu sangre por la liberación de tu rebaño! Te veneramos, porque los enemigos de la Iglesia te insultaron; te amamos, porque ellos te odiaron; y humildemente te pedimos pedones a los que se han avergonzado de ti, y han deseado que tu Martirio nunca fuese escrito en la Historia de la Iglesia, porque ellos no pudieron entenderlo.
  
¡Cuán grande es tu gloria, fiel Pontífice, al ser elegido, junto con Esteban, Juan y los Inocentes, para asistir al Niño Jesús en el establo de Belén! Tú has entrado al campo de batalla a la hora undécima; y lejos de ser, por esa cuenta, privado de la recompensa concedida a los primeros de tus hermanos combatientes, eres grande incluso entre los Mártires. ¡Cuán amado no serás al Divino Infante, cuyo nacimiento estamos guardando, y que vino a l mundo para que pudiera ser el Rey de los Mártires! ¿Qué le rehusará a su gran Mártir de Canterbury? Entonces, ruega por nosotros, y obtennos la admisión en Belén. Nuestra ambición es amar a la Iglesia como tú lo hiciste: esa querida Iglesia, por cuyo amor Jesús ha venido a la tierra; esa querida Iglesia, nuestra Madre, que está ahora desplegando para nosotros consolaciones celestiales por la celebración de los grandes Misterios de la Navidad, a los cuales tu nombre está ahora inseparablemente asociado. Alcánzanos, por tus oraciones, la gracia de la Fortaleza, para que podamos valerosamente ir por medio de cualquier sufrimiento, y hacer cualquier sacrificio, antes que deshonrar nuestro orgulloso título de Católico.
   
Habla por nosotros al Niño Jesús, a Él que está para llevar la Cruz sobre sus hombros, como la insignia de su gobierno (Isaías IX, 6), y dile que estamos resueltos, por el auxilio de su gracia, a nunca estar avergonzados de su causa, o de sus defensores; que, llenos de filial y sencillo amor por la Santa Iglesia, que nos ha dado para que sea nuestra Madre, siempre pongamos sus intereses por encima de cualesquiera otros; porque ella sola tiene las palabras de vida eterna, ella sola tiene el poder y la autoridad para llevar a los hombres a ese mundo mejor, que es nuestro último fin y que no pasará, como las cosas de este mundo; porque todo en este mundo no es más que vanidad, ilusión, y más frecuentemente que lo contrario, obstáculo a la única verdadera felicidad de la humanidad.
    
Pero, a fin de que esta Santa Iglesia de Dios pueda cumplir su misión, y evitar las trampas que están siéndole dejadas a lo largo de su camino en este peregrinaje terrestre, ella ha necesitado, sobre todas las cosas, de Pastores como tú, ¡oh Santo Mártir de Cristo! Ruega, por tanto, al Señor de la viña, que le envíe labradores, que no solamente planten y rieguen lo que planten, sino que también la definedan de esos enemigos que en todos tiempos están buscando entrar y dejarla devastada, y cuyo carácter está marcado por la Sagrada Escritura, donde ella los llama jabalíes salvajes (Salmo LXXIX, 14) y zorras (Cánticos II, 15). Que la voz de tu sangre grite más suplicantemente que nunca a Dios porque, en estos días de anarquía, la Iglesia de Cristo es tratada en muchos lugares como criatura y esclava del Estado.

Ruega por tu propia y querida Inglaterra, que, hace siglos, ha naufragado de la fe por la apostasía de tantos Prelados, que se sometieron a esas usurpaciones a las que has resistido incluso con sangre. Ahora que la Fe está reviviendo en su seno, extiende tu mano auxiliadora hacia ella, y así venga los ultrajes ofrecidos a tu venerable nombre por tu país, cuando ella, la una vez Isla de los Santos, estaba hundiéndose en el abismo de la herejía. Ruega también por la Iglesia de Francia, porque ella te recibió en tu exilio, y en tiempos pasados, fue ferviente en su devoción hacia ti. Obténle a sus Obispos el espíritu que te animó; ármalos con coraje episcopal, y como tú,ellos salvarán la Libertad de la Iglesia.  Donde quiera, y en la forma que sea, que esta sagrada Libertad esté pisoteada o amenazada, sé su libertador y guardián, y, por tus oraciones y tu ejemplo, obtén la victoria para la Esposa de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
  
DOM PRÓSPER GUERANGER OSB. El Año Litúrgico (2ª edición inglesa), tomo I. Imprenta de James Duffy e hijos, Dublín 1886, págs. 366-369. Traducción nuestra.

SAN DAVID, REY DE ISRAEL Y PROFETA

  
David era el más joven de los siete hijos de Isaí (también llamado Jesé), de la tribu de Judá. Era muy joven cuando Samuel fue enviado por Dios a la casa de su padre para consagrarlo rey en lugar de Saúl. Llamado de la montaña donde apacentaba el rebaño de su padre, vino a la presencia de Samuel que, con óleo bendito, le consagró rey en medio de sus hermanos.
  
Desde aquel día el espíritu del Señor se posó de manera particular sobre David. Al contrario, Saúl fue asaltado por un espíritu de tristeza y melancolía que frecuentemente lo hacía enfurecerse. David tañía el arpa con gran maestría y cantaba bien: fue por tanto llamado a la corte, hecho escudero y con la armonía del sonido y con la melodía del canto disipaba la tristeza de Saúl.
  
Mientras David se encontraba en la corte, hubo guerra entre los Israelitas y los Filisteos. Para evitar derramamiento de sangre, un hombre filisteo, de más de tres metros de altura, llamado Goliat, avanzaba hacia los Israelitas diciendo: “Si alguno hay entre vosotros que quiera venir a batirse conmigo, avance”. Luego decía: “Yo hoy desprecio a las huestes del Dios de Israel”. Y así estuvo 40 días.
  
Oyólo David, y exclamó: “¿Quién es este incircunciso que osa insultar al pueblo del Señor? Yo iré a combatir contra él”. Tomó la honda y el bastón, salió al encuentro del gigante, y con la honda lanzó una piedra que golpeó a Goliat en la frente y lo hizo caer a tierra. David fue sobre él, le quitó la espada y le cortó la cabeza. Saúl no se alegró por la victoria, sino que, preso de envidia, buscaba la muerte de David, que para evitarla iba por los desiertos exclamando: “Quien confía en el Altísimo vive seguro y nada teme”.
  
Muerto Saúl, David condujo con gran celo al pueblo en la virtud y el temor de Dios. Dio esplendor al culto divino; y, edificando un magnífico pabellón sobre el monte Sion, hizo transportar allí el Arca de la Alianza.
  
Pecó también, pero lloró sus pecados, hizo penitencia, reprendido por el profeta Natán, detestó sus errores y aceptó la punición de Dios.
  
Cercano a la muerte, llamó a su hijo Salomón y le dijo: “Mi querido, camina en las vías del Señor, observa sus mandamientos y Él te concederá un feliz suceso en tus empresas”. Poco después acabó en paz sus días.
  
Altísimo poeta, cantó del dolor, el arrepentimiento, la esperanza y la fe, en los ciento cincuenta Salmos. Como profeta, vio en la alta mente iluminada por Dios al Justo condenado, muerto y triunfante, y mil años antes narró al mundo la Pasión y la Resurrección de Cristo.
  
ANTONIO GALUZZI
  
ORACIÓN (Del Misal de Tierra Santa)
Oh Dios Padre omnipotente, que hiciste que la boca de David cantase himbos inspirados por tu Espíritu Santo: haz que por su intercesión podamos cumplir dignamente este sacrificio de alabanza. Por J. C. N. S. Amén.

viernes, 28 de diciembre de 2018

NOVENA EN HONOR DE LA EPIFANÍA DE NUESTRO SEÑOR

Indulgencia de 300 días por cada día de la Novena. Plenaria en la Epifanía o durante la Octava, con las condiciones de rigor acostumbradas. Las oraciones de cada día fueron tomadas del Manual de Filotea del Canónigo Giuseppe Riva, Penitenciario de la Catedral de Milán.
  
NOVENA EN HONOR DE LA EPIFANÍA DE NUESTRO SEÑOR
  
 
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.
 
DÍA PRIMERO – 28 DE DICIEMBRE
¡Oh Santos Reyes Magos!, vosotros vivisteis en continua expectación del amanecer de la Estrella de Jacob, que anunciaría el nacimiento del verdadero Sol de justicia: obtened para nosotros un aumento de la fe y caridad, y la gracia de vivir en continua esperanza de poseer un día la luz de la gloria celestial y la alegría eterna. Gloria...

GOZOS
  
Pues hoy como un Astro,
Con regio esplendor,
Tres Sabios conduce
De Oriente el Amor,
Guiando sus luces
A la Cuna del Sol:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
  
Venid, y veremos
Cómo llegan hoy
Leyendo con su Estrella
La Cifra mayor,
Que en luces contiene
Enigmas de Amores:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
   
Venid, y veremos
A un Hombre que es Dios,
A un Reo, que es Juez,
A un Niño el Mayor,
Siendo el holocausto
Nuestro corazón:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
    
Veréis en mantillas
Al fuerte Sansón,
Al sabio Moisés
Y al puro Jacob:
Si queréis pasmaros
Con la adoración:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
    
Veréis, que estos Sabios
A ver el primor
De Oriente vienen
Al Oriente del Sol;
Si apenas nacido
Se ostenta el mayor:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
    
Postrados le adoran
Por Dios y Señor,
Humillan sus cetros
A un Rey superior:
Y así, pues, hallaron
El premio en su amor:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
  
Los dones que ofrecen
En mística unión,
El Oro, el Incienso,
Y la Mirra son:
Ya, pues, que le explican
Hombre, Rey y Dios:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
    
Después ilustrados
Del Divino Sol,
A su reino vuelven
Por otra región;
Y así pues, Herodes
Burlado quedó:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
   
Venid, y llevemos
Por más grato don,
Perfumes de afectos
En místico ardor,
Y así transformados
En dulce pasión:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
   
Y pues, Reyes Sacros,
Gloriosos en Dios,
El premio lográis
Del Colegio mayor,
Logremos su ciencia,
Y en su imitación:
Venid, y adoremos
Al Sumo Hacedor.
  
ORACIÓN FINAL
¡Oh Santos Reyes, que desde el oriente supisteis encontrar en el cielo el camino de Belén!, alcanzadnos de aquel Niño Divino que adorasteis primero, el vernos libres de las hechicerías de la falsa ciencia, para que, a través del conocimiento de los cielos, los mares y la tierra, y de todo lo que hay en ellos, alcancemos al que lo creó todo de la nada, para facilitar el camino de la salvación a todos, y así poder ofrecer el fruto de nuestro saber, como oro al Rey de reyes y como incienso y mirra al Dios y hombre verdadero. Amén.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
DÍA SEGUNDO – 29 DE DICIEMBRE
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.
  
¡Oh Santos Reyes Magos!, que ante la primera aparición de la maravillosa estrella dejasteis vuestro país de origen para ir y buscar al recién nacido Rey de los Judíos: obtenednos la gracia de corresponder con alacridad a toda inspiración divina. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA TERCERO – 30 DE DICIEMBRE
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que sin importaros la severidad de la estación ni los inconvenientes del viaje para poder encontrar al Mesías recién nacido: obtenednos la gracia de no permitirnos el desaliento ante las dificultades que podamos encontrar en el camino de la salvación. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
   
DÍA CUARTO – 31 DE DICIEMBRE
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que, cuando os visteis abandonados de la estrella en la ciudad de Jerusalén, humildemente y sin tener parte en el respeto humano preguntasteis a los sacerdotes el lugar donde podríais encontrar el objeto de vuestro viaje: obtenednos la gracia de recurrir con fe y humildad, en todas nuestras dudas y perplejidades, al consejo de nuestros superiores, que tienen el lugar de Dios en la tierra. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
   
DÍA QUINTO – 1 DE ENERO
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que os alegrasteis por la reaparición de la estrella que os llevó a Belén: alcanzadnos de Dios la gracia de que, permaneciendo siempre fieles a Él en las aflicciones, podamos ser consolados por su Gracia en el presente, y por su Gloria en la eternidad. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
   
DÍA SEXTO – 2 DE ENERO
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que, entrando llenos de fe al establo de Belén, postrándoos por tierra, adorasteis al recién nacido Rey de los Judíos, aunque estaba rodeado solamente por señales de pobreza y debilidad: obtenednos del Señor una fe viva en la real presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, el verdadero espíritu de pobreza, y una caridad según Cristo hacia los pobres y dolientes. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
    
DÍA SÉPTIMO – 3 DE ENERO
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que ofrecisteis a Jesucristo oro, incienso y mirra, reconociéndole como Rey, Dios y Hombre: obtenednos del Señor la gracia de nunca presentarnos ante Él con las manos vacías, sino que continuamente Le ofrezcamos el oro de la caridad, el incienso de la oración, y la mirra de la penitencia y la mortificación. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
   
DÍA OCTAVO – 4 DE ENERO
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que siendo advertidos por un ángel de no retornar con Herodes, regresasteis a vuestro país por otro camino: alcanzadnos del Señor la gracia de que, habiéndole encontrado por el verdadero arrepentimiento, podamos evitar todo peligro de perderle nuevamente. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.
  
DÍA NOVENO – 5 DE ENERO
Por la señal...
℣. Oh Dios, entiende en mi ayuda.
℟. Señor, a mi socorro presto atiende.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Rezar un Padre nuestro.

¡Oh Santos Reyes Magos!, que fuisteis los primeros entre la Gentilidad en ser llamados al conocimiento de Jesucristo, y que perseverasteis en la fe hasta vuestra muerte: obtenednos del Señor la gracia de vivir siempre en conformidad a las promesas de nuestro Bautismo y los deberes del estado de vida que hemos tomado, llevando siempre una vida de fe, para que podamos como vosotros alcanzar la visión beatífica de Dios, quien es el objeto de nuestra fe. Gloria...
   
Los Gozos y la Oración se rezarán todos los días.

jueves, 27 de diciembre de 2018

BERGOGLIO NEGÓ LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Noticia tomada de NOVUS ORDO WATCH. Traducción de RADIO CRISTIANDAD.
  
Caos Francisco abrió su boca de nuevo...
FRANCISCO NIEGA LA INMACULADA CONCEPCIÓN: DICE QUE LA VIRGEN MARÍA NO FUE SANTA DESDE EL COMIENZO.

  
El circo Novus Ordo en la Ciudad del Vaticano continúa sin cesar incluso durante uno de los momentos más solemnes del año. Francisco está tan alejado del catolicismo que ni siquiera puede ofrecer saludos navideños a su personal sin pronunciar una herejía.
 
El 21 de diciembre de 2018, Francisco recibió a los empleados de su Non Sancta Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano en la horrible sala de audiencias Pablo VI y, refiriéndose a la escena de la Natividad establecida allí, dijo:
«Nuestra Señora y San José están llenos de alegría: miran al Niño Jesús y están felices porque, después de miles de preocupaciones, han aceptado este don de Dios, con tanta fe y tanto amor. Están “rebosando” de santidad y, por lo tanto, de alegría. Y me dirás: ¡por supuesto! ¡Son Nuestra Señora y San José! Sí, pero no pensemos que fue fácil para ellos: los santos no nacen, se vuelven así, y esto también es cierto para ellos». (Francisco, Saludos navideños a los empleados, vatican.va, 21 de diciembre de 2018).
  
El original italiano tiene estas palabras:
«La Madonna y San Giuseppe sono pieni di gioia: guardano il Bambino Gesù e sono felici perché, dopo mille preoccupazioni, hanno accolto questo Regalo di Dio, con tanta fede e am amore. Sono “straripanti” di santità e quindi di gioia. E voi mi direte: per forza! Sono la Madonna y San Giuseppe! Sì, ma non pensiamo che per loro sia stato facile: santi non si nasce, si diventa, e questo vale anche per loro». (fuente).
  
El video de la dirección está disponible aquí (el párrafo citado arriba comienza a los 20:35 minutos).
  
El hecho de que Francisco sugiera que no fue hasta después de algún tipo de lucha interior que Santa María y San José (finalmente) “aceptaron este don de Dios”, es suficientemente preocupante y blasfemo. Esto solo probablemente sería suficiente para acusarlo de herejía. Pero él va mucho más allá. ¡Dice explícitamente que no fue fácil para ellos estar gozosos con el nacimiento de Cristo porque esto requería una santidad que no habían recibido desde el nacimiento, sino que tenían que adquirir con el tiempo!
  
No es necesario decir que, en general, es cierto que los santos no nacen sino que se hacen con el tiempo, con penitencia y oración, habilitados y ayudados por la gracia de Dios (cf. Mat. 11, 30). Sin embargo, la Santísima Virgen María es una excepción porque fue perfectamente Santa desde el principio de su existencia, y este es un dogma definido por el Papa Pío IX en 1854:
«… para honra de la santa e individua Trinidad, para gloria y prez de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y aumento de la cristiana religión, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los santos apóstoles Pedro y Pablo, y con la nuestra: Declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios, y de consiguiente, qué debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano.
 
Por lo cual, si algunos presumieren sentir en su corazón contra los que Nos hemos definido, que Dios no lo permita, tengan entendido y sepan además que se condenan por su propia sentencia, que han naufragado en la fe, y que se han separado de la unidad de la Iglesia, y que además, si osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho». (Papa Pío IX, Constitución Apostólica Ineffábilis Deus; Denz. 1641)
  
Entonces, no solo la Santísima Virgen María nació como santa, “llena de gracia” (Luc. 1, 28), sino que también fue concebida. En otras palabras, ella siempre ha sido una santa, incluso desde el primer momento de su existencia. Nunca hubo un instante en el que ella existiera sin esta plenitud de gracia; en ningún momento estuvo ella bajo el dominio del diablo. Esto ya se insinuó justo después de la caída de Adán y Eva en el Jardín del Edén: “Pondré enemistades entre ti y la mujer, y tu simiente y su simiente: ella aplastará tu cabeza, y esperarás su talón” (Gén. 3, 15).
  
Sí, ya podemos pensar en cinco cosas para saber y compartir que Jimmy Akin podría ofrecer para exonerar a su “Santo Padre” de la acusación de herejía, pero la interpretación es una cosa y hace girar otra. Francisco dijo lo que dijo, y ni siquiera hablaba por sorpresa. Estaba leyendo un discurso preparado, uno que es revisado y examinado por un teólogo dominico del Novus Ordo para asegurarse de que no contenga nada herético o erróneo.
  
[Hacemos una breve pausa mientras terminas de reírte].
  
Ya sea que se haya examinado o no, el hecho es que al final del día el “Papa” tiene la obligación de saber lo que dice en público. Si alguna vez se cometiera un error, entonces tiene la obligación de (1) corregir el error, (2) corregir el escándalo causado y (3) tomar medidas para garantizar que no vuelva a suceder en el futuro.
   
Pero no nos engañemos aquí. Francisco está en casa con la herejía, como lo muestra nuestra página “Papa Francisco”, que cataloga sus herejías y aullidos más atroces. Su desprecio por la Santísima Virgen María no es un secreto, aunque él, por supuesto, la finge una devoción a ella la mayor parte del tiempo. Recordemos los siguientes puntos destacados de Maria en su reinado de terror de casi 6 años hasta el momento:
  
En otras palabras, Jorge Bergoglio tiene un patrón de insultar a María Santísima (Aquí no mencionaremos sus espantosas blasfemias contra Jesucristo o la Santísima Trinidad, que están documentadas en nuestra página de Francisco vinculada arriba).
  
Ah, pero Francisco también dice cosas muy nobles y hermosas acerca de la Santa Madre de Dios, ¿no es así? Ciertamente lo hace, y también celebra la Fiesta de la Inmaculada Concepción cada 8 de diciembre. ¿Qué significa esto, entonces?
  
Tenga en cuenta en todo momento que estamos tratando con un engañador blasfemo . Los mensajes contradictorios y las señales en conflicto están diseñados, y no muestran un alma que está confundida, sino una que está tratando de causar el mayor daño posible a las almas.
  
Como dijo el Papa Pío VI sobre los innovadores que condenó a finales del siglo XVIII:
«Si en este género de cosas se llegase a cometer error, no se pueda defender con aquella engañosa excusa que suele darse, de que lo que tal vez por descuido se dijo en una parte con mayor dureza, se halla en otros lugares más claramente explicado y aun corregido; como si esta descarada licencia de afirmar y negar y contradecirse según su voluntad, que fue siempre la fraudulenta astucia de los novadores para sorprender con el error, no fuese más propia para descubrirle que para ocultarle». (Papa Pío VI, Constitución Apostólica Auctórem Fídei, introducción).
Sobre el hereje Nestorio en particular, el mismo Papa dijo:
«… armado de su locuacidad, cuando envolviendo en tinieblas lo verdadero, y volviendo después a confundir uno y otro, o confesaba lo que había negado, o pretendía negar lo que había confesado».
 
¿Suena familiar? Debería. Es solo que, comparado con Bergoglio, Nestorio era un niño del coro.

BENDICIÓN DEL VINO EN LA FIESTA DE SAN JUAN EVANGELISTA

San Juan Evangelista bebiendo el cáliz envenenado (Bernardo Martorell, fragmento del Retablo de los Santos Juanes)
  
Hay una costumbre piadosa en torno a la fiesta de San Juan Evangelista, que es la bendición del vino. Esta práctica se origina en la siguiente historia, recogida por el beato Santiago de Vorágine OP en la Leyenda Dorada:
Estando San Juan Apóstol en Éfeso predicando el Evangelio, sus enemigos movieron al pueblo para que le llevaran al templo de Diana, a fin de adorar a los ídolos. A esto, San Juan dijo: «Si creéis que esa vuestra diosa Diana tiene tan grande poder, invocadla y requeridle que por su poder subvierta y derribe la Iglesia de Cristo, y si lo hace, yo sacrificaré a ella; y si no, dejadme entonces orar a mi Dios Jesucristo para que derribe su templo, y si lo hace, creed entonces en Él». A estas palabras, la mayor parte del pueblo accedió, y salieron todos del templo. Entonces el Apóstol oró a Cristo, y se colapsaron los fundamentos del templo y la estatua de Diana cayó destrozada al suelo.
 
Mas Aristodemo, primer sacerdote del templo de Diana, lleno de un espíritu maligno agitó la sedición entre las gentes de modo que unos se dispusieron a luchar contra los otros. Y Juan se volvió hacia él y le dijo: «Dime, Aristodemo, ¿qué puedo hacer para quitar el enojo de tu alma?». Y Aristodemo dijo: «Si quieres que crea en tu Dios, te daré a beber veneno, y si lo bebes y no mueres, me parecerá que tu Dios es el verdadero». El apóstol respondió: «Cuando me des a beber veneno, si pronuncio el nombre de mi Señor, no podrá dañarme». Aristodemo dijo de nuevo: «Quiero que veas cómo otros beben y mueren enseguida para que hasta tu corazón retroceda ante esta copa».
 
Aristodemo fue entonces al procónsul y le pidió dos condenados que iban a cumplir sentencia de muerte. Y tan pronto como estuvieron en medio de la plaza del mercado, delante de todo el pueblo y a la vista del apóstol les hizo beber el veneno: y así como lo bebieron, entregaron su alma. Aristodemo luego se volvió hacia Juan y le dijo: «Escúchame y deja de instigar a la gente para que se aparte de la adoración a los dioses; o toma y bebe esto para demostrar que tu Dios es todopoderoso si después de beberlo puedes permanecer sano». A continuación, el bendito Juan, mientras yacían muertos los que habían bebido el veneno, tomó la copa como un hombre valiente que a nada teme, y haciendo la señal de la cruz, habló así: «Mi Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, por cuya palabra se hicieron los cielos, a quien todo lo creado está sujeto, a quien sirven las criaturas, ante quien todo poder se inclina, teme y tiembla cuando reclamamos auxilio: cuyo nombre deja inmóvil a la serpiente, hace huir al dragón. Tú, digo, saca el veneno de esta ponzoña, arranca la muerte con que trabaja y prívala de la fuerza que alberga en su interior: y otorga a estas gentes reunidas ojos para que vean y oídos para que oigan y un corazón que pueda comprender tu grandeza».
 
Y habiendo dicho esto, persignó su boca y todo su cuerpo con la señal de la cruz y bebió cuanto había en la copa. Y después de haber bebido, dijo: «Pido que aquellos por cuya causa he bebido se vuelvan a ti, Señor, y con tu iluminación reciban la salvación que está en ti. Y después de que por espacio de tres horas la gente observara que Juan permanecía con el rostro alegre, y que no había en él ni la más mínima señal de palidez ni miedo, comenzaron a gritar en alta voz: «Él es el único Dios verdadero, el que Juan adora».
 
Pero aún así Aristodemo no lo creía, aunque la gente se lo reclamaba: se volvió a Juan y le dijo: «Una cosa me falta: si tú en el nombre de tu Dios levantas a estos que han muerto por el veneno, mi mente se limpiará de toda duda». Juan se acercó a Aristodemo y le dio su capa. Aristodemo le dijo: «¿Por qué me diste tu capa?». Juan le contestó: «Para que así confuso depongas tu infidelidad». Repuso él: «¿Acaso tu capa me hará creer?». Y el Apóstol replicó: «Ve y colócala sobre los cuerpos de los muertos, y dirás así: “El Apóstol de nuestro Señor Jesucristo me ha enviado para que en su nombre podáis levantaros de nuevo, de modo que todos sepan que la vida y la muerte son siervas de mi Señor Jesucristo”». Cuando Aristodemo hubo hecho esto y vio que se levantaban, creyó y le contó lo ocurrido al procónsul, quien se convirtió junto con toda su familia, y haciéndoles ayunar una semana, San Juan los bautizó en nombre de Jesucristo; y construyeron una iglesia en honor de San Juan.
 
Por esta causa, se representa a San Juan Evangelista tambien con un cáliz del que emerge una serpiente (o dragón).
 
San Juan Evangelista (Piero di Cosimo)
   
En la Edad media, se acostumbraba antes de partir a un largo viaje, o a la batalla, e incluso antes de recibir la pena capital, beber el vino bendecido el día de San Juan Evangelista. Posteriormente se redactó la forma litúrgica de esta bendición, apareciendo por primera vez en el Ritual del Arzobispado de Esztergom, Sede Primada de la Hungría, publicado en el año 1485, como Benedíctio vini seu amóris Sancti Joánni tértio die post Dómini nativitátem (Bendición del vino o amor de San Juan, al tercer día después de la Natividad del Señor); y luego fue incorporado en el Ritual Romano tradicional.
 
BENEDÍCTIO VINI IN FESTO S. JOÁNNIS APÓSTOLI ET EVANGELÍSTÆ
  
En la Fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista, realizada la Misa mayor, esto es, después del último Evangelio, el Sacerdote, reteniendo todos sus ornamentos, excepto el manípulo, le entrega el vino al pueblo, en memoria y honor de San Juan, que bebió inocuamente el vino envenenado que le dieron sus enemigos, bendiciéndolo de este modo:
  
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum Spiritu tuo.
  
Orémus.
  
Bene ✠︎ dícere et conse ✠︎ cráre dignéris, Dómine Deus, déxtera tua hunc cálicem vini et cujúslibet potus: et præsta; ut per mérita sancti Joánnis Apóstoli et Evangelístæ, omnes in te credéntes et de cálice isto bibéntes benedicántur, et protegántur. Et sicut beátus Joánnes de cálice bibens venénum, illǽsus omníno permánsit, ita omnes, hac die in honórem beáti Joánnis de cálice isto bibéntes, méritis ipsíus ab omni ægritúdine venéni, et nóxiis quibúsvis absolvántur, et córpore ac ánima se offeréntes, ab omni culpa liberéntur. Per Christum Dóminum nostrum [Dígnate, Señor Dios, ben ✠︎ decir y con ✠︎ sagrar este vaso de vino y de cualquier bebida por el poder de tu diestra; y concédenos que, por los méritos de San Juan Apóstol y Evangelista, todos tus fieles que beban de él puedan encontrar auxilio y protección, y así como el bienaventurado San Juan bebió la bebida envenenada sin ningún efecto dañoso, que todos los que hoy beban el vino bendecido en su honor sean librados de envenenamientos y de similares cosas nocivas. Y como ellos mismos se ofrecen de alma y cuerpo a Ti, que ellos puedan obtener el perdón de todos sus pecados, por Jesucristo nuestro Señor].
℟. Amen.
   
Béne ✠︎ dic, Dómine, hanc creatúram potus: ut sit remédium salutáre ómnibus suméntibus: et præsta per invocatiónem sancti nóminis tui; ut, quicúmque ex eo gustáverint, tam ánimæ quam córporis sanitátem, te donánte, percípiant. Per Christum Dóminum nostrum [Ben ✠︎ dice, Señor, esta creatura bebida, para que pueda ser una bebida saludable para todo quien la use, y concédele por tu gracia que todos los que gusten de ella puedan disfrutar de salud de alma y cuerpo invocando tu santo Nombre, por Jesucristo nuestro Señor].
℟. Amen.
  
Et benedíctio Dei omnipoténtis, Patris, et Fílii, ✠︎ et Spíritus Sancti, descéndat super hance creatúram vini, et cujúslibet potus, et máneat semper [Y la bendición de Dios omnipotente, Padre, Hijo, ✠︎ y Espíritu Santo, descienda sobre esta creatura vino, y cualquier bebida, y permanezca siempre].
℟. Amen.
  
Y se asperja con agua bendita.
  
Si la bendición se hace privadamente fuera de la Misa, el Sacerdote, revestido de sobrepelliz y estola, procederá del modo anteriormente señalado.
  
ÁLIA BENEDÍCTIO VINI IN FESTO S. JOÁNNIS APÓSTOLI ET EVANGELÍSTÆ
 
Al final de la Misa, después del Evangelio de San Juan In princípio erat Verbum (Juan I, 1-14), decir:
 
Salmo 22
Dóminus regit me, et nihil mihi déerit: * in loco pásquæ ibi me collocávit.
Super aquam refectiónis educávit me: * ánimam meam convértit.
Dedúxit me super sémitas justítiæ, * propter nomen suum.
Nam, et si ambulávero in medio umbræ mortis, * non timébo mala: quóniam tu mecum es.
Virga tua, et báculus tuus: * ipsa me consoláta sunt.
Parásti in conspéctu meo mensam, * advérsus eos, qui tríbulant me.
Impinguásti in óleo caput meum: * et calix meos inébrians quam præclárus est!
Et misericórdia tua subsequétur me* ómnibus diébus vitæ meæ:
Et ut inhábitem in domo Dómini, * in longitúdinem diérum.
 
Kýrie, eléison.
Christe, eléison.
Kýrie eléison.
  
En baja voz: Pater noster, qui es in cœlis, sanctificétur nomen tuum. Advéniat Regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie. Et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris.
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem.
℟. Sed líbera nos a malo.
℣. Salvos fac servos tuos.
℟. Deus meus, sperántes in te.
℣. Mitte eis, Dómine, auxílium de sancto.
℟. Et de Sion tuére eos.
℣. Nihil profíciat inimícus in eis.
℟. Et fílius iniquitátis non appónat nocére eis.
℣. Et si mortiférum quid bibérint.
℟. Non eis nocébit.
℣. Dómine, exáudi oratiónem meam.
℟. Et clamor meus ad te véniat.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
  
Orémus.
 
ORATIO
Dómine sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus: qui Fílium, tuum tibi coætérnum et consubstantiálem de cœlis descéndere, et de sacratíssima Vírgine María in hoc témpore plenitúdinis incarnári temporáliter voluísti, ut ovem pérditam et errántem quǽreret, et in húmeris própriis ad ovíle reportáret; nec non ut eum, qui in latrónes íncidit, a vúlnerum suórum dolóre, infúndens ipsi vinum et óleum, curáret; béne ✠︎ dic et sanctí ✠︎ fica hoc vinum: quod de vite in potum hóminum produxísti, et præsta: ut, quisquis in hac sacra solemnitáte de eo súmpserit vel bíberit, salútem ánimæ et córporis consequátur: et si in peregrinatióne fúerit, ab eódem, tua grátia mediánte, confortétur; ut via ejus in omni prosperitáte dirigátur. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum [Señor Santo, Padre omnipotente y eterno Dios, que quisiste que tu Hijo, coeterno y consubstancial contigo, bajase del cielo y en la plenitud de los tiempos se hiciera carne temporalmente de la bienaventurada Virgen María, a fin de buscar las ovejas perdidas y descarriadas y llevarlas sobre sus homros al redil, y para sanar vertiendo aceite y vino sobre las heridas del hombre caído entre salteadores; ben ✠︎ dice y santi ✠︎ fica este vino que has producido de la vid para bebida del hombre. Que todos los que prueben o beban de él en esta santa festividad tengan salud de alma y cuerpo, que por tu gracia pueda ser refrigerio para el hombre que está de viaje y le conduzca prósperamente en su camino. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor]. ℟. Amen.
 
Orémus.
 
ORATIO
Dómine Jesu Christe, qui te vitem veram, et sanctos Apóstolos tuos pálmites appellári, et de ómnibus te diligéntibus víneam eléctam plantáre voluísti; béne ✠︎ dic hoc vinum, et virtútem ei tuæ benedictiónis infúnde: ut, quicúmque ex eo súmpserit vel bíberit, intercedénte dilécto discípulo tuo Joánne Apóstolo et Evangelísta, síngulis morbis et venénis pestíferis effugátis, sanitátem inde córporis et ánimæ consequátur: Qui vivis et regnas in sǽcula sæculórum [Oh Señor Jesucristo, que hablaste de Ti mismo como la vid verdadera y los Apóstoles como los sarmientos, y que quisiste plantar una viña elegida de todos los que amas, ben ✠︎ dice este vino y e infúndele virtud con tu bendición, para que todos los que prueben o beban de él puedan por la intercesión de tu amado discípulo San Juan Apóstol y Evangelista, ser librados de toda aflicción mortal y venenosa, y consigan sanidad de cuerpo y alma. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos]. ℟. Amen.
 
Orémus.
 
ORATIO
Deus, qui humáno géneri panem in cibum, et vinem in potum procreásti, ut panis corpus confórtet, et vinum cor hóminis lætíficet; quique beáto Joánni prædilécto discípulo tuo tantam grátiam contulísti, ut non solum haustum venéni illǽsus eváderet, sed étiam in tua virtúte venéno prostrátos a morte resusitáret: præsta ómnibus hoc vinum bibéntibus, ut spirituálem lætítiam et vitam conséqui mereántur ætérnam. Per Jesum Christum Dóminum nostrum [Oh Dios, que creaste para el género humano el pan como alimento y el vino como bebida, para que el pan alimente el cuerpo y el vino alegre el corazón del hombre, y que conferiste al bienaventurado San Juan, tu discípulo amado, tan grande favor que no solamente él mismo escapó ileso de la bebida envenenada, sino que por tu poder pudo resucitar a otros que fueron muertos por el veneno; concédele a todos los que beban este vino que merezcan conseguir gozo espiritual y la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor]. ℟. Amen.
  
Y se asperja con agua bendita.
  
***
 
Ya en casa, el vino bendecido es servido en una copa por el padre de familia, quien lo bebe y lo pasa primero a la madre, y luego alrededor de la mesa a los hijos e invitados, en conmemoración del discípulo de la caridad, saludando de esta forma, mostrando que la caridad es lo que une a la familia: «bibíte amóris Sancte Joánnes Apóstoli in nómine Patris, et Fílii, ✠︎ et Spíritus Sancti. Amen» (Bebe la caridad de San Juan Apóstol, en el nombre del Padre, y del Hijo, ✠︎ y del Espíritu Santo. Amén), respondiendo el siguiente en la mesa «Ubi cáritas et amor, Deus ibi est» (Donde hay caridad y amor, ahí está Dios), tomando la copa y bebiendo.
  
POST SCRIPTUM: En las iglesias de Alemania, hasta los años 1920 se acostumbraba llevar a bendecir una o dos botellas de vino (generalmente tinto), y el vino bendecido se administraba como medicina a los enfermos. Y en Hungría se acostumbra decir en los brindis: «Igyuk meg a Szent János-áldását!» (¡Bebamos la bendición de San Juan!), queriendo expresar así que cualquier veneno se aleje de lo que se esté bebiendo.

SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA

San Juan Evangelista
 
Nació este Santo Apóstol en Betsaida, ciudad de Galilea, que se interpreta casa de frutos o mantenimientos. Los Griegos le llaman el Teólogo, y con razon; pues es el mayor que ha tenido la Iglesia de Dios. Fue Apóstol, Profeta, Evangelista, Doctor, Virgen y Mártir: fue hermano de Santiago el mayor, e hijo de Zebedeo. Estando pescando en el mar de Galilea con su hermano, fue llamado por el Redentor para elevarle a la alta dignidad de Apóstol y Pescador de las almas. En el momento mismo dejó a sus padres, juntamente con Santiago, abandonaron ambos las redes, barca y cuanto tenían, y fueron en seguimiento de Jesucristo. Los dos se hallaron en las Bodas de Caná, en la curacion de la suegra de San Pedro, fueron testigos de la resurreccion de la hija de Jairo, y merecieron que el Salvador les diese el renombre de Hijos del trueno, para denotar la grandeza de su fe y de su celo.
 
San Juan fue el más joven de todos los Apóstoles, y conservó toda su vida ilesa su preciosa virginidad, a cuya virtud se atribuye la singular predileccion que mereció al Redentor. Él fue uno de los tres Apóstoles que eligió Jesucristo para ser testigos de su gloriosa Transfiguración en el monte Tabor.
 
Así como el Señor amó a San Juan mas que a otro Apóstol, así tambien fue San Juan el más amante del divino Maestro, de lo qual dio patentes pruebas, ya quando quiso estorbar a un hombre que lanzase los demonios en el nombre de Jesucristo, y ya cuando pidió al Redentor que hiciese bajar fuego del Cielo para abrasar a los que no quisieron recibirle en su ciudad.
  
El espíritu de desprendimiento de las dignidades, aunque sean de la Iglesia, es el que inspira el Evangelio: y no parece que San Juan y Santiago estaban bastantemente penetrados de él, cuando instaron a su madre que pidiese para ellos los dos más preeminentes asientos de la Iglesia. El Señor refuta esta pretensión, diciendo: «No sabéis lo que pedís», añadiendo «¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo que yo he de ser bautizado?». «Podemos», respondieron ellos. En cuya respuesta está patente la preparación de su ánimo para padecer por Jesucristo; y en efecto, en su consecuencia el divino Maestro les anuncia que serán participantes de su sacrosanta Pasión. Estos dos hermanos preguntaron al divino Maestro, cuándo sería la ruina del Templo, y su pregunta dio ocasión a Jesucristo para pronosticar la ruina de Jerusalén, y lo que sucedería en su última venida.

San Juan fue enviado con San Pedro a preparar lo necesario para la Pascua, que Jesucristo celebró con sus Apóstoles. En esta última cena, en la que el divino Redentor nos dejó tantas, tan grandes y tan maravillosas pruebas de su amor, dio a San Juan una del muy singular y tierno que le profesaba, permitiéndole que se reclinase en su pecho. Estando en esta postura, le preguntó el Santo Apóstol ¿quién le habia de entregar? y Jesus tuvo la bondad de manifestárselo privadamente. El Evangelista San Juan fue tambien uno de los tres Discípulos que llevó Jesucristo consigo al Huerto de Getsemaní, para hacerlos testigos de su agonía y tristeza, de los cuales Juan fue el único que siguió al Redentor hasta la Cruz.

Estando al pie del sacrosanto madero en el Calvario recibió otra prueba no menos singular de lo mucho que le amaba. Con efecto, poco antes de consumar su sacrificio, viendo a su Madre y al fiel y amante Discípulo dijo, hablando con su Madre: «Mujer, he ahí tu hijo», señalando al Discípulo; y a éste: «he ahí tu Madre», señalando a María: sobre cuyas palabras fundan los Santos Padres el título de hijos adoptivos de la Virgen Santísima propio de todos los fieles; pero el especial hijo adoptivo de la Virgen María fue San Juan, y el que más exáctamente cumplió con sus deberes, y con el encargo de su Maestro, llevándosela en su compañía para cuidarla y consolarla. San Juan permaneció al lado de la Cruz despues de muerto Jesucristo, y el único que testificó haber visto correr sangre y agua del divino sacrosanto Costado.
 
San Juan Evangelista, por su elevado amor a Jesús, mereció no solamente ser el primero en conocer el misterio de su Sagrado Corazón, sino también el ser designado hijo adoptivo y capellán de la Virgen María.
   
Aunque San Pedro y San Juan corrieron juntos para certificarse si habian con efecto robado del Sepulcro el cuerpo del Salvador, segun testificaba María Magdalena, Juan llegó el primero, pero Pedro entró antes en el sagrado Sepulcro. Algunos días después de resucitado el Redentor, hallándose este Santo Apóstol con otros Discípulos, pescando en el mar de Galilea se les apareció el Señor, y Juan fue el primero que dijo: «El Señor es».
 
Era tan excesivo el amor entre San Pedro y San Juan, que aquel no quería apartarse de éste. Entrando juntos a orar en el Templo de Jerusalén, sanaron milagrosamente a un hombre que había estado siempre impedido. Juntos fueron presos por anunciar la Resurrección de Jesucristo, juntos protestaron con la mayor entereza y sin temor a las amenazas de los Judíos, que primero era obedecer a Dios que a los hombres; juntos los libró un Ángel, juntos fueron a Samaria para que recibiesen al Espíritu Santo los que habían sido bautizados por el Diácono Felipe, juntos predicaron por diferentes pueblos de aquellas regiones la fe del Crucificado, juntos se volvieron a Jerusalén y finalmenmente asistieron al Concilio celebrado en esta ciudad, como columnas de la santa Iglesia.

Cumplió con su ministerio recorriendo el Asia y predicando en ella el Evangelio. No hubo ciudad ni pueblo en las dilatadas provincias del Asia menor que no iluminase con las luces de su fe. Todas las Iglesias de ella, dice San Jerónimo, las fundó, las rigió y gobernó como Doctor y Maestro, asignando a cada una su respectivo Pastor.

En la bárbara y cruel persecucion de Domiciano, fue conducido a Roma, dice Tertuliano, y metido en una tina de aceite hirviendo delante de la puerta Latina. En ella entró deseoso de apurar el cáliz que le habia anunciado Jesucristo; pero Dios le conservó la vida milagrosamente, y lejos de recibir lesión alguna, salió de la tina más vigoroso y sano que había entrado en ella. En seguida fue desterrado a la isla de Patmos para trabajar en las minas y canteras. Aquí tuvo las maravillosas visiones y revelaciones que escribe en su Apocalipsis, que como dice San Agustín, conciernen al estado de la Santa Iglesia desde la primera hasta la última venida de Jesucristo.
 
Martirio de San Juan Evangelista

Visión del Apocalipsis de San Juan.
  
Por muerte de Domiciano fueron rescindidas y anuladas por el Senado las actas de su gobierno, y de consiguiente libre San Juan de su destierro. Volvióse pues a Éfeso, en cuya ciudad hizo su principal residencia como la había tambien hecho anteriormente, después de sus dilatadas peregrinaciones. En esta ciudad fue, donde rogado de sus Discípulos, de muchos Obispos, y de todos los Fieles de las Iglesias que habia fundado, escribió su Evangelio, para confutar los errores de Ebión y Cerinto, que negaban la divinidad de Jesucristo. Su pluma es la más elevada y sublime entre todos los Evangelistas; porque empezando uno su Evangelio por la generacion temporal de Jesucristo, otro por la profecia de Malaquías, otro por el Sacerdocio de Zacarías, San Juan como Águila entre todos ellos se remonta al seno mismo de la Divinidad, y su Evangelio da principio por la eterna generacion del Verbo. Habla también de la predicación de Jesucristo; y aunque muy breve, comprehende varias particularidades que omitieron los otros Historiadores sagrados. En sus cartas se descubre todo el fuego de la caridad que le abrasaba.
  
A los últimos días de su vida era conducido de sus Discípulos a la Iglesia a causa de su ancianidad y flaqueza, y no pudiendo hacer largos discursos, repetia con frecuencia esta sentencia y precepto del Señor: «hijitos mios, amaos mutuamente». Precepto que observado exactamente es muy bastante para justificarnos y salvarnos. Finalmente, este Santo Apóstol, Evangelista, Profeta, Virgen y Mártir, murió en Éfeso de edad de cerca de cien años.
  
Muerte de San Juan Evangelista

Frey JULIÁN ANTONIO DE ALIQUE Y ESTEBAN OSSJ. Novena del Glorioso Apóstol y Evangelista San Juan, con un resumen de su santa vida. Madrid, Imprenta de Benito Cano, 1803.
  
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN JUAN
I. He aquí al amigo íntimo de Jesús, aquél que descansó sobre su pecho en la última Cena, ya quien el divino Salvador hizo partícipe de sus más grandes secretos. La primera condición de una verdadera amistad es no tener secretos para el amigo. ¿Está abierto tu corazón para Jesús? ¿No tomas ninguna resolución sin haberlo consultado? En todo tiempo puedes penetrar en su corazón por la adorable llaga de su costado; ¡Y Él no puede hacerlo en el tuyo, lleno como está totalmente de las creaturas! «Os amo, oh Dios mío, y deseo amaros siempre más». (San Agustín).
 
II. La segunda cualidad de la amistad es compartir con el amigo lo que se posee. Ahora bien, Jesús durante su vida dióse todo entero a San Juan y, al morir, le dio a su madre. "Hijo mío, dijo, he aquí a tu Madre". San Juan se había dado por entero a Jesús, había abandonado todo para seguirlo. Date del mismo modo todo entero a Jesús, si quieres ser su amigo. ¿A quién destinas tu corazón? el mundo es indigno de poseerlo. ¿Qué has dado a Jesús en retribución de su ternura? ¿Le has consagrado tu cuerpo, tu voluntad, tu inteligencia, en una palabra todo lo que eres y todo lo que posees?
  
III. En fin, la tercera cualidad de la amistad es la semejanza: el amor hace semejantes a los amigos, si ya no lo son. Fue también este amor el que hizo a San Juan semejante a Jesús, lo hizo también hijo espiritual de María. Jesús te amará, si te asemejas a Él. Para lograrlo, es menester, no que te recuestes visiblemente sobre el corazón de Jesús, sino que Jesús venga a tu corazón, y que no tengas tú otra voluntad que la suya. «Tener los mismos gustos, y las mismas repugnancias, he ahí la verdadera amistad». (San Jerónimo).
  
El amor de Dios. Orad por el aumento de la caridad.
 
ORACIÓN
Dignaos, oh Dios de bondad, derramar sobre vuestra Iglesia los rayos de vuestra luz celestial, a fin de que iluminada con las enseñanzas de San Juan, vuestro Apóstol y Evangelista, alcance las recompensas eternas. Por J. C. N. S. Amén.