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jueves, 30 de abril de 2020

MES DE ABRIL CONSAGRADO A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA TRIGÉSIMO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 30: SAN JUAN, NUESTRO PROTECTOR EN LA HORA DE LA MUERTE
San Juan presenció la muerte de Nuestro Divino Redentor en la Cruz. Después de haberle visto agonizar ¿no será un buen intercesor para cuando nos llegue ese momento terrible? Vio también morir a la Santísima Virgen, y ¡cuánto debió sufrir!... Debo tener muy recomendado a este gran Santo se interese por mí de una manera muy especial en la hora de mi muerte.
    
SÚPLICA
Sí, bienaventurado Apóstol, discípulo especialmente amado de Nuestro Señor Jesucristo, hijo adoptivo de la Santísima Virgen María, sí, rogad por mí; todo lo que os he ido pidiendo en todos los días de este mes, de nuevo hoy os suplico que me lo alcancéis y que, de ahora en adelante, de una manera especial, me tengáis bajo vuestra protección, y cuidéis del aprovechamiento de mi alma, para que la ancianidad no me sea ocasión de desfallecer y entibiarme: no, Santo mío, no permitáis en mí, que me aleje de Nuestro Señor con voluntad, ni aun por una falta leve, y que, de día en día, crezca en mi corazón la verdadera caridad. En la hora de la muerte no me abandonéis, y por lo que vuestro corazón sintió al ver morir a Nuestro Señor y a la Santísima Virgen, alcanzadme que amándolos yo con toda mi alma, arrepentida verdaderamente de mis pecados, y conforme y unida a la divina voluntad, salga de esta vida mortal, y vaya por la misericordia del Corazón Santísimo de Jesús a amarle y bendecirle eternamente en el Cielo. Amén.
    
Práctica: Pediré todos los días a Nuestro Señor la gracia de una buena muerte.
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.

miércoles, 29 de abril de 2020

EL HEREDERO DE LOS ROTHSCHILD

Mensaje recibido por redes sociales (el documento es claramente protestante, pero tiene mucha información útil y verídica).
   
Hermanos, hoy les quiero presentar a Nathaniel Philip Rothschild, él es el dueño del mundo (por ahora).
  

Nathaniel, de 44 años, es el único hijo y heredero de Jacob Rothschild (a quien se le vincula con el personaje de la serie de los Simpson, el sr. Burns). Su madre (Serena Mary de Rothschild, nacida Dunn) era de una familia cristiana, mientras que su padre tenía raíces del Judaísmo. Su  padre está pronto a fallecer y todo el imperio de la dinastía “Rothschild”, quedará en su poder.

Los Rothschild CONTROLAN todo el dinero del mundo, controlan todo el poder político y militar del mundo, controlan los alimentos, la economía, las guerras, las farmacias, los medios de comunicación (a excepción del internet, por ahora), controlan la educación, tu forma de vivir, el agua que bebes, todo. Todo es de ellos. A continuación daré un breve resumen de su poder:
  • Son dueños del “Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos”, por lo tanto son los únicos dueños del Dólar, y aunque digan oficialmente que este banco tienen varios dueños, entre ellos los Rockefeller, los Morgan, etc. Estos últimos son solo colaboradores, empleados bajo la tutela de los Rothschild, son la cara visible de este imperio que opera desde las sombras.
       
    Estados Unidos no es el dueño de su propia moneda, no es el dueño del dólar. Estados Unidos no controla el dinero de su propio país, pues lo controlan estos banqueros, la familia Rothschild. Muchos presidentes de U.S.A han querido eliminar estas leyes que les conceden a los Rothschild tomar dominio de toda la banca del país. Entre ellos; Abraham Lincoln, James A. Garfield, William McKinley, y John F. Kennedy. Y coincidentemente todos ellos fueron ASESINADOS.
       
    Se habrán preguntado, cuando un país tiene una deuda externa, ¿a quién le deben?... Pues le deben a los Rothschild. Todos los países del mundo están en deuda con ellos, pues obviamente son ellos los que prestan el dinero.
  • Son dueños del “Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial”, de esta manera controlan toda la economía mundial, son ellos los que deciden cuándo el dinero sube o baja de valor, cuándo desatan crisis financieras y cuándo la economía anda bien, ellos solo juegan con la economía, la manejan a su antojo, ellos nunca perderán nada, el sistema fue creado por ellos y controlado por ellos. Su fortuna es incalculable.
  • Son los administradores del oro y dinero del Vaticano. Todos los católicos al estar en presencia del papa, le besan la mano, y pareciera para los católicos que el papa es la cabeza de la Iglesia y solo sobre él se encuentra Dios. Pero no es así, el papa ante las únicas personas que se arrodilla, se inclina y les besa las manos (literalmente), es a los Rothschild [particularmente cierto con Bergoglio, N. del E.]. Pregúntese usted, ¿por qué el papa le besa la mano a los Rothschild, si solo están a cargo de las operaciones financieras de la iglesia católica en todo el mundo?
  • Son dueños de casi el 98%, de las petroleras del mundo, ellos manejan la energía del planeta. Se han preguntado por qué los automóviles no funcionan con agua, o con aire, o con basura, u otro elemento, si la tecnología que tenemos actualmente lo podría permitir. Pues está claro que muchos científicos desde los años 30’s han podido inventar tales tecnologías y mucho más avanzadas, científicos que hoy estarían condecorados con premios Nobel, pero fueron asesinados y sus patentes desaparecieron. Comprenderás porque personas como Tesla, que a pesar de sus grandes inventos, que le pudieron aportar mucho al mundo nunca llegaron a ver la luz, y que este personaje al final de su vida terminó solo y sin un centavo. Ese es el monopolio del petróleo.
  • Son dueños del 100% de las empresas alimenticias, de los alimentos de laboratorio, de transgénicos y fertilizaciones químicas, de alimentos industrializados a gran escala, lo que han dañado la tierra y el medio ambiente, y en los seres humanos han provocado, enfermedades y úlceras y cánceres. Los Rothschild ha destruido el planeta, han contaminado con sus fábricas, han despoblado los mares y los bosques, han cambiado el clima del planeta.
  • Son dueños de las grandes farmacéuticas. Ellos controlan la salud de la población mundial, ellos crean virus y enfermedades, y también tienen la cura. Te dan el problema, y luego te dan la solución a cambio de tu dinero.
  • Son dueños de las grandes cadenas de comunicación. Por eso tal vez no has escuchado nunca nada de ellos, los Rothschild nunca se han dado a conocer al mundo, ni se ha escuchado nada malo de ellos, pues desde que nació el telégrafo, el teléfono, la radio, etc., todo ha sido comprado por ellos, al igual que grandes canales de televisión como CNN, REUTER, FOX, ABC, CBS, TELEVISA, RED GLOBO, BBC, TVN, UNIVISION, HISTORY, DISCOVERY, CARACOL, TELEFE, DW, TVE, etc., o Revistas y diarios como TIME, CLARÍN, EL MERCURIO, THE GUARDIAN, WASHINGTON POST, LAREPUBLICA, etc.
  • Son dueños de todas las reservas de agua de hielo en el mundo (todos los hielos: Antártida, Ártico, campos de hielos, etc.).
  • En fin, son dueños de casi todo lo que ves, en el año 1800 ya se decía que eran dueños de la mitad del mundo, cuánto más ahora. Tal vez tú también puedas estar trabajando en una de sus miles de empresas y aun no lo sabes, tal vez también estés debiendo una deuda en uno de sus bancos, quizás en este momento estés comiendo una comida producida por ellos, o tomándote una pastilla para el dolor de cabeza, tal vez estés leyendo una de sus revistas o mirando un canal de televisión de ellos, tal vez estés viendo una película de cine, ya que Hollywood y el mercado del cine también es de ellos, tal vez una de Walt Disney, ¿por qué no?, también es de ellos. Quizás te subirás a tu automóvil y deberás llenar tu tanque con bencina de ellos, y si tienes un accidente tal vez sus hospitales te ayuden ($$$). Quizás mires tu ropa, si, también son dueños de los grandes textiles. De todo lo que puedas imaginar.

Tu pregunta ahora debe ser, ¿pero cómo llegaron a tener todo? Y para eso tenemos que ir a la historia, y como este es solo un artículo y no un libro, lo voy a resumir lo más brevemente:
   
De seguro todo partió con la culebra en el jardín del Edén, estos hijos de Caín desde siempre han querido un gobierno mundial. El primero de los Rothschild fue Mayer Amschel Rothschild, fundador de esta dinastía, hijo de Amschel Moses Bauer (quien posteriormente cambiaría su apellido por Rothschild, en alemán rot = rojo y  schild = signo). Y ojo, que este signo rojo, no es nada más que el hexagrama azul que aparece en la bandera de Israel, y que justamente es un símbolo satánico que pertenecía al dios Baal (más adelante voy a explicar cómo llego ese símbolo satánico a la bandera de Israel).
  
El signo rojo de los Rothschild (la estrella de Renfán)
  
En la década de 1760 Rothschild comenzó hacer su fortuna, es una dinastía europea de origen judeoalemán en la que algunos de sus integrantes fundaron bancos e instituciones financieras a finales del siglo XVIII, y que acabó convirtiéndose, a partir del siglo XIX, en uno de los más influyentes linajes de banqueros y financieros de Europa, amasando una gran influencia económica y política.
    
Mayer Amschel Rothschild financió al alemán de origen judío Adam Weishaupt, para fundar el grupo satánico de los “ILLUMINATIS”. Así es, los Rothschild comenzaron con los Illuminatis, con el propósito de terminar con el cristianismo, crear un gobierno mundial, y dividir a la humanidad. Apoyaron también a los masones, quienes liberaron a Francia en la conocida Revolución Francesa, y también a los países americanos, trayendo una nueva era en ese tiempo. 
   
Los Rothschild han amotinado grandes fortunas gracias a las grandes guerras que ellos mismos han preparado y han financiado: Así empezaron a financiar a Napoleón, pero a la misma vez también financiaban a Wellington. Napoleón perdió, y toda la ganancia quedó para los Rothschild en el congreso de Viena que se celebró en 1814 y concluyó en junio de 1815. El motivo de este congreso fue que los Rothschild querían una nueva forma de gobierno mundial para así tener control político en el mundo civilizado. Rusia, que fue el único país que en ese momento no tenía deudas con ellos, se opuso. Y por ese motivo no pudieron realizar un gobierno mundial en ese año. Los Rothschild amenazaron a los rusos, y años más tarde masacran a la familia real del Zar Nicolás II en Rusia incluyendo mujeres y niños, cumpliendo así la promesa de los Rothschild.
    
Otro evento importante se dio en 1848, cuando Karl Marx publica el manifiesto comunista. Tanto Marx, Karl Ritter y Friedrich Nietzsche (financiados por los Rothschild), y sus trabajos filosóficos y “revolucionarios” serían el caldo que daría pie a lo que fue posteriormente la primera y segunda guerra mundial. A los que conocen un poco de historia, podrán vislumbrar que el propósito aquí era dividir en facciones a la raza humana usando diferentes ideologías, armar y financiar a todos los bandos y posteriormente sacar provecho de los resultados.
   
“Si mis hijos no hubiesen querido guerras, no habría habido ninguna” (Eva Hanau, esposa de Mayer Rothschild).
    
Los Rothschild financiaron a Inglaterra y también a Alemania en la primera guerra mundial, financiaron la guerra por ambas partes. No tenían nada que perder, ellos generaban enormes préstamos para la guerra y el perdedor debía devolver y cubrir las deudas de ambos países. Así de simple.
   
Durante la segunda, hicieron lo mismo… con motivos “similares” y en donde el sionismo jugaría un papel determinante usando la desinformación y una maquinaria propagandística brutal para crear el odio (que en muchos casos aún perdura) hacia la población alemana. Hay que recordar además que a consecuencia de la segunda guerra mundial se logró el reparto de Europa, se pagaron cifras exorbitantes de dinero a los judíos y todos los países involucrados se endeudaron con la banca financiera privada. 
   
Los Rothschild simpatizaron con la causa sionista y fueron los mayores protectores de los pioneros judíos que emigraron a Palestina para establecerse como colonos, Financiaron todo el proyecto sionista, y es por eso que su símbolo de familia quedó estampada en la bandera de Israel (pero de color azul). Edmond Rothschild, quien para 1901 recibiría, por parte de las primeras colonias judías, la siguiente solicitud:
“Si quiere conservar el Yishuv (asentamiento judío), en primer lugar saque sus manos de allí, y por primera vez permita a los colonos la posibilidad de corregir por sí mismos lo que es necesario corregir”.
A lo que Edmond Rothschild de forma molesta contestó:
“Yo creé el Yishuv, sólo yo. Por lo tanto, ningún hombre, ni colonos, ni las organizaciones tienen derecho a interferir en mis planes”.
¿Vas entendiendo…? Aquí todos somos manejados como títeres.
   
Es de aclarar que el pensamiento sionista no tiene nada de bíblico, es un pensamiento satánico que dice que su propia organización es el Mesías, no un hombre, sino ellos mismos. Este pensamiento hace desviar la adoración a Dios, hacia una adoración a una nación, a una ciudad. No confunda el pueblo de Israel, con esta nación sionista, son dos cosas muy distintas. Y aunque se cumplió la profecía de que Israel se volvió a unificar (eso fue para que se cumpliera la palabra de Dios), pero estos seudojudíos aún rechazan a Jesucristo.
      
Luego del término de la segunda guerra mundial, y los Illuminatis Rothschild en su afán de crear un gobierno mundial, deciden crear la “Liga de las Naciones Unidas”, pero sin embargo el intento fracasó ya que no tuvo apoyo de suficientes países. Pero crearon las bases para lo que actualmente conocemos como la Organización de Naciones Unidas que sería creado a finales de la segunda guerra mundial (1945). Y de hecho, los Rothschild tienen voto dentro de la O.N.U. igual que otro país más. Así de poderosos son.
   
Con la creación de la O.N.U, los Rothschild crearon la UNESCO, y con esto le dicen a tus hijos lo que deben aprender, le enseñan la historia que ellos quieren que tú aprendas, con esto los preparan para ser sumisos y a seguir las reglas del sistema que los Rothschild han creado. Con esto ellos pueden inculcar ideologías que pretender matar al cristianismo. Con esto, en su afán de reducir la población mundial, enseñan que abortar es bueno y que el homosexualismo es normal. Eso es lo que ellos quieren imponer, con el aborto se termina la vida antes de nacer, y con el homosexualismo se corta la cadena de reproducción en el mundo. Esto es todo parte de un plan satánico de reducir la población humana.
   
Diez veces al año (una vez al mes excepto agosto y octubre), un pequeño grupo de hombres finamente vestidos se hospeda discretamente en el hotel Euler en Basilea, Suiza, para la reunión extraordinaria del club supranacional más exclusivo, secreto y poderoso del mundo. Ahí determinan el tipo de interés, la disponibilidad de crédito y la oferta monetaria de los bancos de sus propios países; ahí coordinan, y de ser posible, controlan todas las actividades monetarias del mundo industrializado. ¿Te suena el nombre Grupo Bilderberg?
   
Los Rothschild son los líderes del Grupo Bilderberg, ellos deciden qué guerra habrá, a qué presidente sacar o colocar, qué país tendrá una crisis económica, que país tendrá una pandemia, a qué grupo terrorista financiar, etc. Ahí se tiran los hilos del títere, es ahí en donde se mueven las piezas del ajedrez, es ahí de en donde se gobierna realmente, desde las sombras. Es también de mencionar que los Rothschild ya tienen el primer ejército privado del mundo, aunque ya controlan todos los ejércitos.
   
Los Rothschild tienen el control y poder absoluto de este sistema, todos nosotros somos parte de ello. Aquí se plantea la gran pregunta: ¿quién tiene derecho a gobernar el mundo? Recordemos que al menos durante seis mil años el hombre ha tratado de gobernar al hombre para su propio fracaso. La humanidad ha intentado todo tipo de sistema social-político-económico, feudalismo, monarquías, dictaduras, democracias, comunismo, socialismo, imperios, plutocracias, etc. Todo lo que nos podamos imaginar ha sido ya probado… y ha fracasado. Solo nos queda la opción a la que nos enfrentamos hoy, un nuevo orden mundial, con un único gobierno que lo controle todo, y que está bastante próximo.
    
Como cristianos que conocemos la Biblia y las profecías que hablan de un único hombre que será el que gobierne el mundo antes de la segunda venida de Jesucristo. Un único hombre que tendrá todo el poder, quien será conocido como el anticristo. Podríamos pensar que este único heredero y dueño de todo lo mencionado sea Nathaniel Philip Rothschild?, será este el anticristo?... por mi parte no podría asegurarlo, podrían pasar muchas otras cosas o acontecimientos antes, que podrían cambiar el curso de la historia dentro de la voluntad de Dios. No estoy seguro si es este el anticristo, pero sí estoy seguro que estos hombres están pavimentando el camino para que el anticristo aparezca. Sea este o no, el camino ya lo están preparando.
    
Si usted quiere averiguar más, y saber más sobre este tema que es demasiado complejo, busque ahora que la Internet es libre, muy pronto este medio también será comprado por los Rothschild (si es que no haya sido comprado ya), después todo será eliminado y censurado, después no habrá libre expresión, todo será una dictadura mundial. Si usted quiere copie todo esto y súbalo a internet, porque de seguro muy pronto lo botarán.
   
Pueden ver este link, hay mucha información, y un vídeo que dura 5 horas, que ya lo vi…. 
   
   
Esto no lo hice con el fin de asustar a nadie, lo hice con el fin de que preparen sus vidas, es porque está muy claro que Cristo viene ya, la iglesia no verá al anticristo ni pasará por tribulación [la creencia protestante en el Arrebatamiento de la Iglesia es antibíblica, N. del E.]. Por eso ponte a cuenta con Dios, sal de tu ignorancia y mira la luz, busca la verdad que te hará libre, no te pierdas por falta de conocimiento, y busca la santidad sin la cual nadie verá a Dios.
   
“Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.” (APOCALIPSIS 2:9-11)
  
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Como complemento, se incluye el vídeo de la conferencia “Infiltración de la Masonería en la Iglesia”, por el padre Ernesto Cardozo.
  

DECRETO “Ínclytus Patriárcha Joseph”, ESTABLECIENDO LA FIESTA DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ

 
Al comienzo de su Pontificado, el 10 de Septiembre de 1847 por el decreto “Ínclytus Patriárcha Joseph”, Pío IX estableció la fiesta y oficio del Patrocinio de San José, para el III Domingo después de la Octava de Pascua (tras la Constitución “Divíno Afflátu” de San Pío X, fue trasladada al miércoles de la semana anterior). 
  
DECRETO “Ínclytus Patriárcha Joseph”, EXTENDIENDO LA MISA Y OFICIO DEL PATROCINIO DE SAN JOSÉ A TODA LA IGLESIA
  
El ínclito Patriarca San José, a quien el Padre Omnipotente enriqueció con gracias singulares y acumuló en él abundantemente carismas celestes para ser padre putativo de su Hijo unigénito y verdadero esposo de la Reina del mundo y Señora de los ángeles, el cual llevó a cabo tan perfectamente todas las partes de tan sublime elección y todos los oficios que mereció la alabanza y premio de siervo bueno y fiel. Pues acordándose siempre de su preexcelente dignidad y de la santidad de los nobles oficios, que la Sabiduría divina le había encomendado, obedeció en todo incesantemente a los consejos y voluntad del mismo Dios con una prontitud casi inenarrable y agradó tanto a Dios que quedó constituido en amado de él hasta que coronado de gracia y honor en los cielos recibió un nuevo oficio, a saber, que ayudase con sus copiosos méritos y el sufragio de su oración a la misérrima condición humana y alcanzase para el mundo con su valiosísima intercesión lo que la posibilidad humana no puede obtener. Por eso, constantemente es venerado como misericordioso mediador y eficaz patrono ante Dios; y la fiesta de su Patrocinio, con Oficio y Misa, es establecida para todos, el tercer Domingo siguiente a las fiestas pascuales.
  
Mas queda todavía una cosa por desear: esto es, que el oficio del Pattrocinio de San José sea extendido e impuesto a la Iglesia Universal. Ahora, el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Constantino Patrizi, pidió humildemente y con instancia este favor a Nuestro Santísimo Señor, el Papa Pío IX, no solamente en su nombre, sino incluso en nombre de los otros Cardenales de la Santa Iglesia Romana, y de un grandísimo número de fieles, incluso extranjeros.
  
El Santísimo Padre, recibiendo con bondad apostólica estas súplicas todas hechas conformes a su piedad singular hacia San José; sobre el informe suscrito por el Secretario de la Sagrada Congregación de Ritos, ha consentido benignamente a todo, y ordenó que en lo sucesivo el oficio propio con la Misa del Patrocinio de San José se celebre por el clero de la Urbe y el Orbe con rito doble de segunda clase, el tercer domingo después de Pascua, y si este día está impedido por otro oficio de un Rito superior o de una más alta dignidad, se acordó que el oficio del Patrocinio de San José sea transferido al primer día libre, conforme a las rúbricas, sin que obste nada en contrario.
  
10 de Septiembre de 1847.
   
CONSTANTINO Cardenal Patrizi Naro, Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos.
  
Domenico Bartolomei, Secretario de la Sagrada Congregación de Ritos.

MES DE ABRIL A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA VIGESIMONOVENO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 29: SAN JUAN Y LA COMPAÑÍA DE MARÍA
Santa Juana de Lestonnac, fundadora de la Compañía de María, tenía especial devoción a este Santo Apóstol. ¿No corresponderá el glorioso Evangelista en el Cielo a cuantos le son devotos, y particularmente se interesará por la Orden que ella fundó? Seguramente que sí. ¿No mirará con predilección a ejemplo del Divino Maestro, San Juan las casas donde de una manera especial se honre el Sagrado Corazón de Jesús? Entonces, confiemos que tendrá especial interés por cada uno de nosotros y procuremos que sea aún más agradable a Nuestro Señor Jesucristo el culto interior, de amor y de reparación que le den nuestros corazones, que el exterior de solemnes festividades, que se celebran en nuestra Iglesia, y en uno y en otro no desfallecer para su mayor gloria.
    
SÚPLICA
Santo y amado Discípulo del Señor: cuidad de la Compañía de María; que os amó mucho, la que la fundó. Haced que seamos fieles a la gracia de la vocación, a la exacta observancia de las santas reglas [o al cumplimiento de los deberes de nuestro estado de vida] y que nos penetremos de su espíritu y nos conservemos en él, haciendo frente con valor a los obstáculos que a esto se oponen, y, Santo querido, rogad para que, siendo fieles a la gracia, Nuestro Señor nos conceda lo que deseamos, si es su santísima voluntad.
  
Práctica: Esmerarme en la observancia de las santas reglas (o del deber del estado de vida).
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.

martes, 28 de abril de 2020

MES DE ABRIL CONSAGRADO A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA VIGESIMOCTAVO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 28: SAN JUAN Y EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
¿Cuánto se interesará San Juan en que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se aumente y se arraigue en todos los fieles, hijos de la Santa Iglesia Católica? Santa Gertrudis, Santa Margarita María Alacoque, el P. Bernardo Francisco de Hoyos, nos lo demuestran en sus escritos. Este deseo del amado Discípulo es muy natural. ¿Quién después de la Santísima Virgen y San José, estuvo en este mundo tan cerca de Jesucristo como él, que tuvo la cabeza reclinada sobre su Santísimo Corazón? Debo yo corresponder al deseo de este glorioso Santo y procurar penetrar mi alma de la sólida devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
    
SÚPLICA
Santo Evangelista, sí, haced que me entregue de lleno al cumplimiento de mis sagrados deberes, que todo lo haga y lo sufra por amor a mi Señor Jesucristo, y que el conocimiento de este divino Salvador, de sus  virtudes, de sus ejemplos, sea el sustento de mi alma, unido a la oración y a la gracia de recibirle en el Santísimo Sacramento. Santo mío, que a estos tesoros de gracias corresponda de ahora en adelante por vuestra poderosa intercesión.
  
Práctica: Fidelidad en hacer con esmero las obras diarias.
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.

lunes, 27 de abril de 2020

TRIDUO AL DIVINO ROSTRO PARA LA PRESENTE EPIDEMIA

Triduo compuesto por la bienaventurada Concepción Cabrera de Armida en 1918, con Imprimátur del Canónigo Antonio de Jesús Paredes Villela, Vicario general de la Archidiócesis de México, dado el 4 de Noviembre de 1918.
   
TRIDUO AL DIVINO ROSTRO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO CONTRA LA EPIDEMIA IMPLORANDO SUS MISERICORDIAS Y SUS PERDONES
   

Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
ACTO DE CONTRICIÓN
¿Cómo acercarme a ti, Faz adorable de mi Jesús, en que veo estampados mis crímenes…? Esas heridas, esos golpes, esa corona de espinas y esa Sangre preciosa, ¿qué otra cosa son que las huellas de mis pecados…?
  
Necesito, Señor, romper primero mi corazón con el arrepentimiento de mis maldades y así contrito y humillado, pedirte perdón y la misericordia que nunca niegas a quien la solicita con amor.
   
Me pesa, Señor, de haberte ofendido de tantos modos… Cuento mis culpas en cada herida de tu Rostro sacrosanto y mi alma se estremece de dolor al ver mi obra… la obra de un hijo ingrato que así ha pagado los innumerables beneficios que de tu bondad ha recibido ¡Perdón, piedad, misericordia!
   
Quiero, Jesús mío, con el dolor vivo de mis pecados y con el propósito de no volver a ofenderte, enjugar tus lágrimas y ofrecerlas, además, por las penas que nos ofrecen.
   
Quiero grabar ese Rostro en lo más hondo de mi corazón, con la pureza de mi vida, que conseguiré frecuentando los sacramentos.
   
Y quiero, por último, recibir de tus divinos labios el ósculo de paz que para ser feliz me asegure tu perdón.
    
DÍA PRIMERO
Vengo hoy, Rostro adorable de mi Salvador, a enjugar mis lágrimas con las telas de mi corazón arrepentido; esas lágrimas que corrieron tantas veces por tus mejillas cuando pensabas en mis crímenes futuros… Lloraste Tú, Jesús del alma, por mis ingratitudes y ese llanto brotando de lo íntimo de tu Corazón amable, pidió entonces a tu Padre celestial misericordias y gracias para tus ingratos hijos. ¡Haz hoy lo mismo, Jesús amadísimo, y ese tu Padre, que es el mío, se moverá a perdonarme!
   
Guerra, hambre y peste asuelan hoy al mundo, Señor, en justo castigo de nuestras maldades; pero ¡oh bondadosísimo Jesús!, yo vengo a pedirte por esas lágrimas tuyas que cunde hoy en el territorio de María de Guadalupe. Es cierto que los pecados, antes que la peste, infestaron este suelo… Pero, Señor, basta una sola lágrima tuya ofrecida en expiación de tantos crímenes, para que cese el castigo que merecimos.
  
¡Oh lágrimas de Jesús, que tantas veces se unieron a las de María, perlas con las que se compra el Cielo!, lavad hoy los pecados del mundo, y que vuestro riego santo y bendito fertilice con la gracia los corazones que lloran. Amén.
   
ORACIÓN FINAL
Vine abrumado y me voy consolado, ¡Rostro adorable de mi Jesús, a quien tanto amo, Rostro bendito de mi Salvador, a quien haré amar con todas las fuerzas de mi vida!
  
“Llamad y se os abrirá”, dijeron vuestros divinos labios, y “Pedid y recibiréis”. Y yo, con toda la fe de un alma cristiana, creo, espero y confío en tu infinito amor, Jesús mío, que es más grande que todos los crímenes del mundo y en tu misericordiosa bondad. Confesando mis pecados, prometiéndote la enmienda, en expiación de mis maldades, caigo de hinojos ante tu presencia soberana pidiéndote una vez más que cese ya el castigo que nos agobia, si fuere tu divina voluntad.
   
¡Mírame compasivo, Rostro de mi Jesús! ¡Óyeme clemente, y díganme tus labios que me escuchaste, que me perdonaste y que soy tu hijo! Que te grabarás indeleble, divina Faz, en el fondo de mi alma; que ampararás a esta nación, a sus hogares y a todos los míos, enviándonos amoroso, con el Espíritu Santo que renovará la faz de la tierra, ese ósculo de paz, de infinita ternura que instantemente imploramos sin merecerlo.
   
¡Madre Guadalupana, que no sólo tu rostro, sino tu imagen nos dejaste como prenda de tu amor en el bendito ayate del Tepeyac!…  Tú que nos ofreciste, en venturoso día, ser madre amorosa y tierna de cuantos solicitasen tu amparo, hoy te ruego con el alma henchida de fe, de esperanza y de amor, que con tus manos benditas llames, y con tus labios de azucena pidas a Jesús que, por su Rostro adorable, retire ya el azote de tu justicia de este tu pobre país y de todo el mundo, que nos envíe como un nuevo Pentecostés, con el Espíritu Santo, Consolador supremo, la paz tan deseada. Amén.
   
Se rezan tres Padrenuestros y Avemarías gloriados, y después de cada uno la siguiente jaculatoria: “Dulce Rostro del Amado, Tratado con cruel horror, De la peste y del pecado, Líbrenos tu santo amor”.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Acto de contrición.
   
¡Hoy vengo, Rostro divino de mi Jesús, a grabarte en el fondo de mi alma, delineando en ella, una a una, tus facciones, tus tristezas y tus heridas! En un lienzo blanquísimo quisiste estamparte un día en el camino del Calvario, para que al pasar de los siglos y en medio del dolor que la invade, yo te retratara también en lo más hondo de mi alma.
  
¡Déjame hoy poner mi frente pecadora sobre la tuya purísima! No importa que las espinas de tu corona me puncen; que tu preciosa Sangre, pues quiero purificarme con ella para ser digno de que me mires, Jesús; de que escuchen tus oídos los clamores de mi voz que te piden misericordia.
  
Cese ya el azote de la epidemia que tantas víctimas hace. ¡Rostro adorable, óyenos…!, ¡Rostro divino, míranos…!, ¡Rostro hermosísimo, más bello en sus dolores del Calvario que en los esplendores del Tabor, abre tu boca divina amargada por tantos crímenes; por el desprecio de la divina Ley; por los odios y las venganzas, por las persecuciones de la Iglesia santa! Que tus labios se endulcen con la miel de nuestro arrepentimiento y el firme propósito de no poner más el acíbar de nuestros pecados en ellos.
   
¡Abre esos labios; di una sola palabra, Señor, y cesará el castigo, y nuestras almas serán curadas!
   
¡Pureza, parece que me pides, Jesús: pureza y caridad fraternal! “Amaos los unos a los otros”, dices, y vendrá la paz por el Espíritu Santo a los hombres de buena voluntad.
   
¡Pues sí, Jesús de mi alma!, te contestamos todos tus hijos: habrá pureza, cumpliremos tus mandamientos de caridad, nos sacrificaremos en favor de la Santa Iglesia, amaremos al Espíritu Santo e imploraremos su reinado de paz en los corazones.
   
¡Una sola palabra de tus labios divinos, y nuestra alma será sana y salva! ¡Una sola palabra, Jesús, y la peste desaparecerá, y todos alzaremos el grito de gratitud, puros y arrepentidos!, ¡amando! Amén.
  
Sigue la Oración final, los tres Padrenuestros y Avemarías gloriados con la jaculatoria “Dulce Rostro del Amado, Tratado con cruel horror, De la peste y del pecado, Líbrenos tu santo amor”.
  
DÍA TERCERO
Por la señal…
Acto de contrición.
   
Con un atrevimiento de amor, te voy a pedir un favor inmenso: quiero un ósculo de tus labios que nos asegure tu paz y tu perdón; un ósculo que ponga el sello a tu infinita caridad y que nos confirme, una vez más, Señor, el amor que nos tienes. ¡Mira qué más nos das en la Sagrada Comunión!
  
Por María de Guadalupe, nuestra Madre, te pido este favor: ese ósculo amoroso para tus más que culpables desgraciados hijos. María muy especialmente es Madre de esta su grey querida y por sus labios benditos, Rostro sacrosanto, y por su Corazón inmaculado, solicito esta gracia de tu bondad.
  
María, como Tú, Jesús mío, (sin duda recordado tu camino al Calvario), también nos dejó su imagen bendita retratada en un pobre ayate para que pensáramos en Ella conmovidos y puros de corazón. Ella, fiel imitadora de tus bondades, aprendió de Ti, Jesús del alma, ese rasgo de inmensa ternura.
   
Pues por esos dos recuerdos, Jesús mío, que solo pudieron nacer de un amor divino, te pido hoy ese ósculo santo de Padre, de Hermano, de Dios para sus pobres hijos; y con él todas las bendiciones para todas nuestras familias, así como todas las restauración de todas las cosas en Cristo por medio del Espíritu Santo y por intercesión de María. Amén.
  
Sigue la Oración final, los tres Padrenuestros y Avemarías gloriados con la jaculatoria “Dulce Rostro del Amado, Tratado con cruel horror, De la peste y del pecado, Líbrenos tu santo amor”.

MES DE ABRIL CONSAGRADO A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA VIGESIMOSÉPTIMO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 27: SAN JUAN EN EL CIELO
A medida de los méritos es la recompensa. ¿Cuánta gloria tendrá, según esto, el bienaventurado San Juan Evangelista en el Cielo? Si en este mundo fue ya por el Divino Salvador tan distinguido este santo Apóstol, ahora en el Cielo ¿no serán sus súplicas muy bien acogidas por Nuestro Señor y la Santísima Virgen? Ciertamente que sí. Debo tener una confianza muy grande en la protección de San Juan Evangelista, y pedirle con constancia me alcance amar mucho a imitación suya a Jesucristo Nuestro Señor y a la Santísima Virgen María.
    
SÚPLICA
Sí, confío en vuestros ruegos, Santo glorioso, y, cuánto os agradará decirle a Nuestro Señor: «me piden aumento de caridad, os quieren amar con toda el alma, con la mayor intensidad; este deseo es justo, es santo: Maestro Divino, acceded a él». ¿No es verdad, Santo mío, ¿que esto os complace? Pues bien; hoy os hago esta súplica y que me sirva, aunque no la renueve, para todos los días de mi vida: quiero amar a Dios con toda mi alma, con todo mi corazón, y probar con obras la sinceridad de mi amor y esto me habéis de alcanzar de Nuestro Señor.
  
Práctica: Mucha confianza en la intercesión de San Juan Evangelista.
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.

domingo, 26 de abril de 2020

REVERENCIAR A JESÚS SACRAMENTADO


«Cuando el sacerdote ofrece a Jesús en el altar y lo lleva a algún lado, todas las personas deberían doblar las rodillas y rendir al Señor, al Dios vivo y verdadero, alabanza, gloria y devoción». (SAN FRANCISCO DE ASÍS).

MES DE ABRIL CONSAGRADO A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA VIGESIMOSEXTO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 26: SAN JUAN EN SU ANCIANIDAD
«Hijitos míos, amaos los unos a los otros». Palabras del glorioso Evangelista San Juan, cuando por su mucha edad no podía dirigir largas pláticas a sus discípulos. Sin amar de veras al prójimo no puede agradar a Dios el amor que le ofrezcamos. La prueba del amor son las obras; ¿es verdadero mi amor a Dios? ¿amo con verdadera caridad a mis prójimos?
    
SÚPLICA
La caridad, que tanto recomendabais, Discípulo amado de Nuestro Señor, que reine en mi corazón, que me haga sufrirlo todo, perdonarlo todo, y volver siempre bien por mal. Si, esta virtud, reina de todas, que no termina ni fenece con esta vida miserable, y que en el Cielo está en toda su perfección, deseo mucho se arraigue en mi alma, y vuestra intercesión me puede alcanzar esta gracia.
  
Práctica: En la Santa Misa rogaré y pediré a Nuestro Señor aumente en mí su amor.
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.

sábado, 25 de abril de 2020

LA PRUEBA HISTÓRICA DE LA RESURRECCIÓN QUE MENOS AGRADA A LOS SECULARISTAS

Por Nishant Xavier para ONE PETER FIVE. Traducción por María Calvani para ADELANTE LA FE.
 
José ben Matías / Tito Flavio Josefo (grabado idealizado del siglo XIX)
  
Una de las pruebas irrefutables de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, que incluso aun los no cristianos más serios se ven forzados a admitir, es el testimonio de Flavio Josefo, historiador judío del siglo primero y testigo ocular del extraordinario cumplimiento de las profecías de Nuestro Salvador referentes a la destrucción de Jerusalén en el año 70 A.D. El Arzobispo Eusebio encomia a Josefo por la exactitud de su informe que tan admirablemente concuerda con la Escritura. Para los santos y para nosotros, el testimonio de historiadores cristianos de la altura de San Mateo, San Marcos, San Juan, etc., es infinitamente superior al de cualquier historiador judío o pagano, antiguo o moderno, pero es importante saber que, para los secularistas contemporáneos, Josefo es casi como una biblia secular en lo que a la historia de los acontecimientos del siglo primero se refiere. Cabe imaginar, entonces, ¡cuán conmocionados deben estar al encontrarse frente a este testimonio claro y explícito acerca de la Resurrección de Jesús en las Antigüedades de Josefo!

Flavio Josefo, Antigüedades Judías, libro XVIII, Capítulo III, Párr.3:
«Ahora, había por aquel tiempo un hombre sabio, Jesús, si fuera apropiado llamarlo hombre. Por cuanto era un hacedor de obras extraordinarias; un maestro para aquellos hombres que acogen la verdad con complacencia. Él atrajo hacia sí muchos judíos y gentiles. Él era [el] Cristo. Y cuando Pilatos a sugerencia de las figuras más relevantes entre nosotros, lo condenó a la cruz; aquellos que lo habían amado desde el principio no lo abandonaron. Y él se les apareció vivo nuevamente, al tercer día: tal y como los divinos profetas habían anunciado sobre éstas y miles de otras cosas increíbles acerca de él. Y la tribu de los cristianos, así llamados en su nombre, perdura hasta hoy».

1.- Este testimonio histórico da fe de todos los hechos más resaltantes de la vida de Nuestro Señor Jesucristo: su sabiduría divina, sus asombrosos milagros, su elevada doctrina, su poderosa predicación que atraía a hombres y mujeres de todas las razas y culturas, su crucifixión bajo Pilatos y su gloriosa resurrección conforme a lo que los grandes profetas de Israel habían escrito. Igualmente, muestra que todo esto era conocido de manera prácticamente universal entre los judíos de su tiempo, incluso entre aquellos que eran hostiles o indiferentes al Evangelio.
   
2.- El testimonio es tan evidentemente de Josefo, que coloca a todos los críticos seculares ante dificultades insuperables; no les queda más remedio que alegar desesperadamente que se trata de un engaño a los fines de poder mantener su secularismo. Pero esto resulta ser solo una pretensión absurda y ridícula. El pasaje en cuestión se ajusta perfectamente a todo lo que conocemos del estilo y vocabulario de Josefo que se caracteriza por expresiones únicas y propias tales como “tribu de cristianos” y el llamar a Jesús “un hombre sabio”, etc., cosa que no ocurre en ninguna otra parte. Más aun, como bien señala la Enciclopedia Católica, todos los códices o manuscritos de la obra de Josefo contienen el texto en referencia; para poder sostener el carácter espurio del texto habría que suponer que todas las copias de Josefo se encontraban en manos de los cristianos, y habían sido modificadas de la misma manera”.
   
3. Su autenticidad se dio por universalmente descontada durante siglos. Tomado del mismo artículo de Enciclopedia Católica, “Eusebio (Hist. Eccl., I, xi; cf. Dem. Ev., III, v) Sozomeno (Hist. Eccl., I, i), Nicéforo (Hist. Eccl., I, 39), Isidoro de Pelusio (Ep. IV, 225), San Jerónimo (Catal. Script. Eccles. XIII), Ambrosio, Casiodoro, apelan al testimonio de Josefo; no debe haber existido duda alguna acerca de su autenticidad en la época de estos ilustres escritores”.
   
Podemos notar que Josefo, al igual que Gamaliel y otros, probablemente se contentó con trabajar discretamente dentro de la sinagoga -entre otras posibles explicaciones de por que no se había bautizado-. Sea lo que fuere, este claro testimonio proveniente de un historiador considerado universalmente como digno de credibilidad es una prueba convincente de que los judíos del tiempo de Jesús estaban bien familiarizados con el hecho de su Resurrección.
  
De manera análoga a lo que ocurre con la Sabana Santa de Turín, y los 500 testigos de la Resurrección, así como las vidas heroicas y martirios de los Santos Apóstoles quienes sellaron y confirmaron con su propia sangre, su testimonio en cuanto a Jesús y su Resurrección, ¡el Testimonio Flaviano como se le llama, aporta una prueba creíble, nada desdeñable de la Resurrección! Debe, por tanto, ser objeto de atención de todo investigador serio del cristianismo.
   
Algunos de los primeros cristianos sabían que Josefo creía en Cristo y, en tal sentido, este historiador era visto con mucho respeto. Su conversión, al igual que la del Rabino Gamaliel, debe ser otro claro llamado a los no cristianos a creer en Jesús y ser salvos. Debe igualmente confirmar a los que vacilan en la Fe. Y debe consolar a los fieles de que Dios, el Señor al que servimos, ha hecho y puede realizar cosas increíbles.
   
«Josefo, el hijo de Matías, sacerdote de Jerusalén fue hecho prisionero por Vespasiano y su hijo Tito, y desterrado. Al venir a Roma,  presentó a los emperadores, padre e hijo, siete libros Sobre el cautiverio de los judíos, los cuales fueron depositados en el Biblioteca Pública y, en razón de su genio, se le consideró digno de una estatua en Roma. Adicionalmente, escribió veinte libros acerca de las Antigüedades, desde el inicio del mundo hasta el decimocuarto año de Domiciano César, y dos Antigüedades contra Appion, el filólogo de Alejandría quien bajo Calígula fue enviado como delegado por parte de los gentiles contra Filón; también escribió un libro que contiene una vituperación de la nación judía. Otro de sus libros titulado Sobre toda sabiduría dominante, en el que relata la muerte de los macabeos por martirio, es altamente apreciado. En el octavo libro de sus Antigüedades, reconoce abiertamente que Cristo fue asesinado por los fariseos a causa de la grandeza de sus milagros, que Juan el Bautista fue verdaderamente un profeta y que Jerusalén fue destruida debido al asesinato del Apóstol Santiago. Igualmente señala con relación al Señor lo siguiente: “En estos tiempos estaba Jesús, un hombre sabio, si en verdad fuera legítimo llamarlo hombre. Por cuanto era un hacedor de milagros maravillosos, y un maestro de aquellos que libremente acogen la verdad. Tenía además muchos seguidores, tanto judíos como gentiles y se creía era el Cristo, y cuando instigado por la envidia de nuestros principales Pilatos lo crucificó. Sin embargo, aquellos que desde el principio lo amaron continuaron así hasta el final, pues él se les apareció vivo al tercer día. Muchas cosas, éstas y otras extraordinarias, se hallan en los cánticos de los profetas quienes profetizaron acerca de él y la secta de los cristianos, así llamados en su nombre, la cual persiste hasta nuestros días».
El gran doctor que nos dio nuestra Biblia Vulgata Latina explica que Josefo claramente testifica acerca de estas cosas como incontrovertibles.
   
«Los propios judíos también dan testimonio de Jesús, como se ve en Josefo, el escritor de su historia, quien afirma lo siguiente: “Había en aquel tiempo un hombre sabio, si (al hablar de él) fuera correcto darle el nombre de hombre, pues era un hacedor de obras extraordinarias, quien se apareció a sus discípulos al tercer día de su muerte, vivo otra vez, conforme a los escritos de los profetas, quienes anunciaron estos e innumerables otros acontecimientos milagrosos acerca de él: gracias a los cuales comenzó la congregación de los cristianos”, y sin embargo, él -Josefo- no era un creyente a causa de la dureza de su corazón y su intención prejuiciosa. Empero, no fue por sus prejuicios contra la verdad por lo que no era un creyente, lo que le añade mayor peso a su testimonio, pues a pesar de su reticencia y de no ser creyente, esto debe ser verdad, ya que nunca lo negó».
Aquí el santo obispo de Milán pone de relieve que los hechos más importantes de la vida de Cristo, incluido su ministerio público y sus milagros, su vida y su Evangelio, su muerte y crucifixión, su entierro y su resurrección eran tan conocidos como para ser innegables incluso para aquellos que no confesaban abiertamente a Cristo. Si los no cristianos decían que Josefo no era cristiano, esto solo le agrega mayor peso a su testimonio. Si ellos aseveraban que él se había hecho cristiano, entonces, ellos debían haber hecho lo mismo.
   
En consecuencia, aquellos escépticos modernos, que conscientes de la gran credibilidad de la que goza Josefo encuentran, no obstante, que su testimonio es inexplicable a causa de su prejuicio a priori contra el cristianismo, merced a la ayuda de la gracia, deben llegar a la realización de que este testimonio es absolutamente cierto. Jesucristo es verdaderamente el Mesías prometido, y Él realmente murió bajo Poncio Pilatos en el 14 de Nisán del 33 A.D. y resucitó al tercer día de entre los muertos.
   
Finalmente, dos santos doctores explican por qué el hecho de la Resurrección es tan incuestionable que, así como la existencia de Dios se puede conocer por sus efectos en la creación, de igual modo, la resurrección del Señor, que es la Nueva Creación, se puede conocer a través de sus efectos en la historia, en la vida de los apóstoles y en aquellos que se convirtieron.
   
«Por esta razón, es decir, por los Milagros [hechos por los Apóstoles] Él pone de manifiesto la evidencia de Su Resurrección de manera inequívoca, para que no solo los hombres de aquellos tiempos -que es lo que resulta de las pruebas presenciales- sino también los hombres de la posteridad puedan tener la certeza del hecho de que ÉL resucitó. Partiendo de esta base podemos también discutir con los no creyentes. Pues si Él no resucitó, sino que continúa estando muerto, ¿cómo pudieron los Apóstoles llevar a cabo milagros en Su nombre? ¿Pero ellos no hicieron milagros, pueden alegar? ¿Como, entonces se instituyó nuestra religión? Por cuanto esto, ciertamente, no se puede negar o impugnar porque lo vemos con nuestros ojos: así, pues cuando dicen que no hubo milagros, se infligen a sí mismos una puñalada aún peor. ¡Qué mayor milagro que éste, que sin que mediase milagro alguno, el mundo entero haya caído con entusiasmo en las redes de doce pobres e ignorantes hombres!».
   
Santo Tomás de Aquino, en la Summa Contra Gentiles, escribió:
«La sabiduría divina que conoce todas las cosas en su plenitud se ha dignado revelar estos sus secretos a los hombres,  y como prueba de ello ha mostrado obras que trascienden la competencia de todos los poderes naturales, en la cura maravillosa de enfermedades, en la resurrección de los muertos y, lo que es aún más extraordinario, en inspiraciones tales de la mente humana que personas simples e ignorantes, llenas del don del Espíritu Santo, han alcanzado en un instante cimas de sabiduría y elocuencia. Como resultado de lo anterior, sin que medie la violencia de las armas, sin promesa alguna de placeres y, lo que es más extraordinario, en medio de la violencia de los perseguidores, una incontable multitud  de hombres, sin educación a la par que muy sabios, se han congregado en la Fe CRISTIANA, en donde se predican doctrinas que trascienden todo conocimiento humano, en la que se refrenan los placeres de los sentidos y en la que se enseña un desprecio por todas las posesiones mundanas. Que las mentes mortales den su consentimiento a tales enseñanzas es el mayor milagro de todos y una obra manifiesta de la inspiración divina que conduce a los hombres a despreciar lo visible y a desear únicamente los bienes invisibles. Esto no ha ocurrido de repente o por casualidad, sino gracias a una disposición divina plasmada en el hecho de que Dios predijo que pretendía hacer esto, a través de los oráculos de Sus Profetas. Los libros de esos profetas son aún venerados entre nosotros y dan testimonio de nuestra fe. Este argumento es abordado en el texto: “La salvación anunciada por el Señor, nos fue luego confirmada por quienes la oyeron, testificando también Dios con señales y prodigios, con toda suerte de milagros y dones del Espíritu Santo repartidos según su voluntad” (Heb. II, 3, 4).
 
Esta conversión tan extraordinaria del mundo a la Fe Cristiana es indiscutiblemente un signo de milagros pasados, que no necesitan ser repetidos, dado que se hacen evidentes en sus efectos. Sería un portento mayor todavía que todos los otros milagros, si careciendo de estos signos extraordinarios el mundo hubiera sido inducido por hombres simples y de humilde cuna a creer en verdades tan arduas, a realizar obras muy difíciles, a esperar por una recompensa tan alta. Y sin embargo, aun en nuestros tiempos, Dios no cesa de obrar milagros a través de Sus santos para la confirmación de la Fe».

MES DE ABRIL CONSAGRADO A SAN JUAN EVANGELISTA - DÍA VIGESIMOQUINTO

Ejercicio devoto dispuesto por la R. M. Julia Abaunza del Pino ODN, priora del Convento de Nuestra Señora de la Enseñanza en Santiago de Compostela, y publicada por la Tipografía Galaica en 1900. Imprimátur por el Gobierno Eclesiástico del Arzobispado de Santiago, concedido el 8 de Mayo de ese año. La Letanía proviene del Manual de la Abadía de Loreto, publicado en Dublín por el Instituto de la Bienaventurada Virgen María en 1852.

   
DÍA 25: SAN JUAN EN LA PAILA DE ACEITE HIRVIENDO
¡Con qué alegría iría este santo Apóstol, cuando lo llevaban a martirizar! La caldera de aceite hirviendo en que debían meterle, no le intimidó y salió de ella remozado. ¿Por qué temo yo los sufrimientos?
    
SÚPLICA
Vuestro valor, amado y glorioso Apóstol, nacía del grande amor a Dios que abrasaba vuestro corazón. Santo mío, alcanzadme amor, que ame a Jesucristo con toda mi alma, para que así tenga ánimo para hacer y  padecer cuanto Nuestro Señor quiera de mí.
  
Práctica: Me esforzaré en ofrecer enseguida cualquier cosa, que me ocasione sufrimiento, a Nuestro Señor.
 
LETANÍAS DE SAN JUAN EVANGELISTA.

Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, óyenos.
Jesús, acoge nuestras súplicas.
  
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Madre de Jesús y de San Juan, ruega por nosotros.
San Juan, que te reclinaste sobre el pecho de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste del puro y ardiente corazón de Jesús aquel inmenso fuego que ardió en el tuyo, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste luz de aquella Luz que las tinieblas no la comprendieron, ruega por nosotros.
San Juan, que incluso en tu exilio, hiciste tu morada con el “Verbo Eterno” y viste la amabilidad de su rostro, ruega por nosotros.
San Juan, que comiste pan con el Pan de vida, ruega por nosotros.
San Juan, que bajo la cruz recibiste la sangre y las lágrimas de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, que recibiste a María como tu Madre, ruega por nosotros.
San Juan, que mezclaste tus lágrimas con las lágrimas de María, y tus suspiros con los lamentos de su corazón traspasado, ruega por nosotros.
San Juan, cuyo amor fue más fuerte que la muerte, ruega por nosotros.
San Juan, exiliado por el nombre de Jesús, ruega por nosotros.
San Juan, patrono de nuestra castidad y caridad, ruega por nosotros.
San Juan, discípulo amado de Jesús, e hijo querido de María, ruega por nosotros.
San Juan, que viste el brillo del cielo empíreo, ruega por nosotros.
San Juan, que en el mismo seno de la Divinidad aprendiste los más ocultos secretos, ruega por nosotros.
San Juan, águila cuyos ojos no fueron deslumbrados por la belleza de la Santísima Trinidad, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

℣. Ruega por nosotros, glorioso San Juan Evangelista.
℞. A fin de que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh gran Santo!, alcánzame la gracia de amar a Jesús con todo mi corazón, alma, fuerza y mente, para que dejando esta tierra de destierro y dolor pueda, por tu intercesión, y los méritos de mi Salvador crucificado, contemplar la amabilidad de su rostro, y descansar en su seno para siempre. Amén.
   
DÉCIMA A SAN JUAN EVANGELISTA
Discípulo tan amado
Del Divino Salvador,
Alcanzadme mucho amor
Puro, ferviente, acendrado.
En el Corazón Sagrado
De Jesús, hacedme entrar,
En Él siempre he de encontrar
Una muy dulce acogida:
Y allá, en el fin de la vida,
Lleno de amor... expirar. Así sea.