Páginas

domingo, 31 de agosto de 2014

MONS. MARCEL LEFEBVRE Y EL SEDEVACANTISMO

  
Muchos círculos "tradicionalistas" cuestionan a Mons. Marcel Lefebvre el no haberse pronunciado contra los antipapas del Vaticano II, y aún afirman "Aprobó todas las reformas del conciliábulo; y hasta su muerte trató de negociar con Roma. Por tanto, el reconocía a los antipapas conciliares". Pero nada más lejos de la realidad. En 1980 las cosas no estaban tan claras como ahora, por ello no podemos juzgarlo como si viviera en nuestro tiempo. Aunque hubo indicios que él mostró, sí, y -de acuerdo al Derecho- de ellos se puede inferir la existencia de los hechos y las responsabilidades que puedan haber.
  
MARCEL LEFEBVRE ERA SEDEVACANTISTA. Él aceptaba la hipótesis de la Sede Vacante como una posible respuesta frente a las innovaciones de la iglesia deuterovaticana y sus líderes, que se apartaban del Catolicismo. Constantemente hacía la diferencia entre la "Roma eterna y Católica" y la "Roma pagana y anticristo". Y al fundar la Fraternidad San Pío X, en 1970, las cosas en la Iglesia iban mal, aunque no tanto para que él mismo aceptase entonces como conclusión la Vacancia de la Sede Apostólica por herejía de los pontífices.
   
Ya en los últimos años de su vida, sobre todo hacia 1988, cuando la Operación "Supervivencia de la Tradición" (la Consagración de los obispos), Lefebvre estuvo personalmente cercano a la conclusión teológica del Sedevacantismo. Aún, el mismo planteaba esta posibilidad en sus sermones y conferencias, dejando a cada quién tomar partido.
    
Si Mons. Lefebvre supo y denunció que las cosas andaban mal con Wojtyla, y señaló a Ratzinger como hereje pertinaz, ¿qué se dejaría a Bergoglio, si él viviera hoy?
   
Si quieres saber sobre el Sedevacantismo, sus fundamentos y consecuencias, te recomendamos leer los artículos rotulado como SEDE VACANTE en MILES CHRSITI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.