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miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL PROBLEMA JUDÍO PERMANECERÁ MIENTRAS ELLOS PERMANEZCAN EN UN PAÍS

   
"Siempre que los judíos permanezcan (en Polonia), el problema judío continuará... Es un hecho que los judíos luchan contra la Iglesia Católica, que son libepensadores, y constituyen la vanguardia del ateísmo, del bolchevismo y la revolución. Es cierto que los judíos cometen fraudes, practican la usura y son proxenetas. Es también una realidad que en las escuelas, la juventud judía ejerce una influencia maligna, desde un punto de vista ético y religioso, sobre la juventud Católica. Por ello, es necesario protegerse de la peligrosa influencia judía y alejarse de su cultura anticristiana".
  
(Augusto Cardenal Hlond, Arzobispo de Gniezno y Pirmado de Polonia. Carta Pastoral, 1936)

martes, 30 de diciembre de 2014

TRASLACIÓN DEL APÓSTOL SAN SANTIAGO

Traslación del Apostol San Santiago (Martín Bernat)Traslación del Apostol San Santiago (Martín Bernat)      

“También la muerte de este santo apóstol [San Santiago] se debió a su lucha contra los ardides de un hechicero llamado Hermógenes, aunque en su caso pudo Santiago lograr una conversión tan sincera que el antiguo mago se convirtió en uno de sus discípulos más virtuosos y perfectos. Esto ocurrió al regresar Santiago de España, donde su evangelización hasta entonces había tenido muy poco resultado, y en donde dejó discípulos suyos para volverse él a Judea.
  
Cuando los judíos se convencieron de que la conversión de Hermógenes era sincera, hicieron responsable de ella a Santiago, se presentaron ante él alborotados, le increparon y trataron de impedir que siguiera predicando la doctrina de Cristo crucificado.
  
Santiago, recurriendo a las Escrituras les demostró que en Jesús se habían cumplido todas las profecías que en ella se contenían acerca del nacimiento y sacrificio del Mesías, y probó estas verdades con tal claridad que muchos de los judíos se convirtieron. Esto provocó tan enorme indignación en Abiatar, a quien correspondía el ejercicio del pontificado aquel año, que sublevó al pueblo contra el apóstol. Algunos de los amotinados lograron apoderarse de él, le ataron una soga al cuello, lo condujeron en presencia de Herodes Agripa y consiguieron que éste lo condenara a muerte.
  
Cuando lo conducían al lugar en que iban a degollarlo, un paralítico que yacía tendido en el suelo a la vera del camino comenzó a invocar al apóstol y a pedirle a voces que lo curara. Santiago le oyó y le dijo: –‘En nombre de Jesucristo, cuya fe he predicado y defiendo y por cuya causa voy a ser decapitado, te ordeno que te levantes del suelo completamente curado y que bendigas al Señor’. El paralítico se levantó, sintióse repentinamente sano y prorrumpió en acciones de gracias a Dios.
  
Al ver este prodigio, el escriba Josías, que había puesto la soga al cuello de Santiago y hasta entonces continuaba agarrado al ramal y tirando de él, arrojóse a los pies del santo y le suplicó que lo recibiera como cristiano. Pero Abiatar, que se hallaba presente, agarró a Josías, lo zarandeó y le dijo: –‘Si ahora mismo no maldices a Jesucristo, haré que te degüellen al mismo tiempo que a Santiago’.
  
Josías respondió: –‘A quien maldigo es a ti. Óyeme bien: ¡Maldito seas tú, y maldito todo el tiempo que vivas! Sigue escuchando: ¡Bendito sea el nombre de mi Señor Jesucristo por los siglos de los siglos!’ Abiatar ordenó a los judíos que descargaran sobre Josías una buena tanda de bofetadas y envió un mensajero a Herodes solicitando el necesario permiso para proceder a la decapitación del escriba convertido.

Una vez que llegaron al sitio en que iban a ser degollados, Santiago pidió al verdugo una redoma con agua. El verdugo se la proporcionó. Con aquella agua bautizó el apóstol a Josías e inmediatamente después ambos fueron decapitados coronando de este modo uno y otro sus vidas con el martirio.
  
Poco después, una noche, algunos de sus discípulos tomando las debidas precauciones para no ser vistos, se apoderaron del cuerpo del apóstol y se lo llevaron consigo. Embarcaron en una nave, y rogaron a Dios que los guiara con su providencia y los condujera donde Él quisiese que aquellos venerables restos fueran sepultados.
  
Conducida por un ángel del Señor la barca comenzó a navegar y navegando continuó hasta arribar a las costas de Galicia, región de España que por aquel tiempo estaba gobernada por una mujer llamada Lupa o Loba (Reivindiquemos aquí para Galicia la exquisita lubina, pieza apreciada de las mesas más exigentes)
  
Desembarcaron el cuerpo y lo colocaron sobre una inmensa piedra, la cual, como si fuese de cera repentinamente adoptó la forma de un ataúd y se convirtió milagrosamente en el sarcófago del santo. Seguidamente los discípulos del apóstol fueron a ver a la reina Loba, o Lupa, y le dijeron: –‘Nuestro Señor Jesucristo te envía el cuerpo del apóstol Santiago, porque quiere que acojas muerto y con benevolencia al que no quisiste escuchar cuando estaba vivo’”.
  
Extractado de un estudio de S. E. Mons. José Guerra Campos, Director Adjunto de las Excavaciones Arqueológicas (CSIC) en la Catedral de Santiago de Compostela, Obispo de Cuenca.
  
ORACIÓN
Oh Dios, que dispusiste admirablemente la traslación del cuerpo de tu bienaventurado Apóstol Santiago desde Jerusalén hasta España, y quisiste sepultarle gloriosamente en Compostela: concédenos, te suplicamos, que por sus méritos y oraciones merezcamos ser enviados a la Jerusalén celestial. Por J. C. N. S. Amén.

lunes, 29 de diciembre de 2014

CONTRADICCIONES SOSPECHOSAS

Durante su exposición en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, la Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner criticó con dureza la política británica frente a las islas Malvinas. Casi pasó desapercibido un lujoso prendedor que colgaba muy cerca de su corazón. Para Natalia Cassiodora, co equiper del doctor Sergio Rulicki, especialista en comunicación no verbal, -y quien detectó el detalle-, no fue la mejor imagen que Cristina Kirchner debería haber elegido para dar un mensaje nacionalista y soberano frente a las Naciones Unidas: "En lugar de tener una escarapela argentina tenía un prendedor que es símbolo de algo así como otro Estado cuyo gran MAestre es un príncipe inglés: Frey Mathew Festing", analiza Sergio Riliki, especialista en comunicación no verbal, y enseña: "El Gran MAestre actual de la Orden de Malta es de nacionalidad británica. Esa orden está reconocida como sujeto de derecho internacional, es decir, al mismo nivel que un Estado, como la Santa Sede o el Patriarcado de Constantinopla".

Cristina Fernández interviniendo en el Comité
  
Otro angulo, donde es más visible la cruz

Ahora, NO SE TRATA DE DESLEGITIMAR LA RECLAMACIÓN ARGENTINA SOBRE LAS MALVINAS, ni de entrometernos en el joyero de Cristina Fernández (cosa que NOS INTERESA POCO NI MUCHO si lleva Tiffany, Yanbal o lo que sea), sino el manifestar que su discurso es contradicho por su prendedor. Y es más sospechoso aún el hecho que el diseñador de dicha joya, Jean Schluzberger, tiene ascendencia judía-askenazi por su madre Elizabeth Schoen (apellido que deriva de la palabra "hermoso" en Yiddish).

Prendedor (o broche) que llevaba Cristina Fernández (tal como lo anuncia el sitio web de Tiffany & Co.)

Aparte, sobre Festing, él es el segundo británico en ser Gran Maestre de la Orden de Malta. Hijo del Mariscal de Campo Sir Francis Festing, un converso del anglicanismo (OJO: No juzgamos a nadie por sus antepasados, sino por su vida y obra suya propia); y descendiente por vía materna de Sir Adrian Fortescue, caballero de Malta y mártir de la Fe a manos de Enrique VIII de Innglaterra. Festimg es Teniente Adjunto de Northumberland, receptor de la Condecoración Territorial (honor otorgado a los reservistas británicos), y oficial de la Orden del Imperio Británico. Su historial en la Orden de Malta comienza en 1977 como simple miembro, luego Caballero de Justicia (profeso) en 1991 y Gran Maestre desde 2008 (lo que permite deducir que él ingresó y ejerce en medio de la Apostasía generalizada del Novus Ordo; y como la Orden de Malta NUNCA denunció la apostasía vaticana, sino que lo siguió, es apóstata también).

Matthew Festing (a la derecha de Bergoglio)
  
Este hecho anecdótico se suma a la lista de indicios de que tanto ella como su esposo muerto (Néstor Kirchner) pueden ser Illuminati.

SANTO TOMÁS BECKET, OBISPO Y MÁRTIR DE LOS DERECHOS DE DIOS

"El que guarda los mandamientos mora en Dios, y Dios en él". (1 Juan, 3, 24).
  
Martirio de Santo Tomás Becket
  
Nacido en Londres en 1118, Santo Tomás Becket estudió en Oxford y en París. Llegó a ser canciller de Inglaterra bajo el reinado de Enrique II y después arzobispo de Cantorbery en 1162. Fue perseguido por el rey por haber defendido las inmunidades de la Iglesia y se retiró a Francia por espacio de siete años, alimentándose de legumbres, acostándose en el duro suelo y llevando siempre un cilicio. Intervino una reconciliación y Santo Tomás fue finalmente restablecido en su cargo; pero, cuatro semanas después de su vuelta a Inglaterra, fue asesinado al pie del altar, en 1170. Enrique II protestó no haber ordenado este crimen y fue descalzo a su tumba al año siguiente.
  
MEDITACIÓN SOBRE EL AMOR DE DIOS
I. Meditemos en estos tres últimos días del año, acerca de nuestros deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos. Has sido creado para amar a Dios sobre todas las cosas; éste es tu único quehacer, todo lo demás nada es. Dime, por favor, ¿qué has hecho durante este año? Examina tus acciones, tus pensamientos y tus palabras. De días pasados, de tantas horas transcurridas, s has consagrado al servicio de Dios? ¡Oh gran Dios! ¡Vos queréis hacerme dichoso eternamente, y yo rehúso serviros durante los pocos momentos que me quedan de vida!
  
II. ¿Qué has hecho contra Dios? ¿Cuántas veces has desobedecido a sus mandamientos y rechazado sus inspiraciones? ¿Cuántas veces has abusado gracias y profanado sus sacramentos? Interroga a tu conciencia, y di con David: "Contra Vos solo, Dios mío, he pecado". He guardado las apariencias, he querido contentar a los hombres con una devoción de puro alarde, pero no he podido con ello contentar a Dios que ve hasta el fondo de mi alma. "He pecado contra Vos solo y he hecho el mal en vuestra presencia". (El Salmista).
  
III. ¡Cuántas cosas pudiste hacer por Dios y no hiciste! Y sin embargo ¿Pudo acaso Dios hacer por ti más de lo que hizo? Pongamos, pues, manos a la obra, demos al Señor el resto de nuestra vida. Bastante hemos trabajado para nuestro cuerpo y para la tierra, hagamos algo para nuestra alma y para el cielo. "Hemos dado un año a nuestro cuerpo, demos algunos días a nuestra alma; vivamos un poco para Dios, después haber vivido tanto para el siglo". (San Pedro Crisólogo).
   
El amor de Dios. Orad por la conservación de la Fe.
  
ORACIÓN
Dios, que habéis visto caer al glorioso pontífice Tomás bajo la espada de los impíos por la causa de vuestra Iglesia, haced, os lo conjuramos, que todos imploran su auxilio obtengan el efecto saludable de sus ruegos. Por J. C. N. S. Amén.

sábado, 27 de diciembre de 2014

TESTIMONIO DE SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR CONTRA LOS PÉRFIDOS JUDÍOS


San Esteban declarando ante los judíos (Juan de Juanes)
   
"Hermanos y padres, escuchad: El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham, cuando aún estaba en la Mesopotamia, antes de establecerse en Harán, y le dijo: "Abandona tu tierra natal y la casa de tu padre y ve al país que yo te indicaré". Abraham salió de Caldea para establecerse en Harán. Después de la muerte de su padre, Dios le ordenó que se trasladara a este país, donde ahora vivís vosotros. Él no le dio nada en propiedad, ni siquiera un palmo de tierra, pero prometió darle en posesión este país, a él, y después de él a sus descendientes, aunque todavía no tenía hijos. Y Dios le anunció que sus descendientes emigrarían a una tierra extranjera, y serían esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. "Pero Yo juzgaré al pueblo que los esclavizará  —dice el Señor— y después quedarán en libertad y me tributarán culto en este mismo lugar". Le dio luego la alianza sellada con la circuncisión y así Abraham, cuando nació su hijo Isaac, lo circuncidó al octavo día; Isaac hizo lo mismo con Jacob, y Jacob con los doce patriarcas.
   
Los patriarcas, movidos por la envidia, vendieron a su hermano José para que fuera llevado a Egipto. Pero Dios estaba con él y lo salvó de todas sus tribulaciones, le dio sabiduría, y lo hizo grato a Faraón, rey de Egipto, el cual lo nombró gobernador de su país y lo puso al frente de su casa real. Luego sobrevino una época de hambre y de extrema miseria en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y nuestros padres no tenían qué comer. Jacob, al enterarse de que en Egipto había trigo, decidió enviar allí a nuestros padres. Esta fue la primera visita. Cuando llegaron por segunda vez, José se dio a conocer a sus hermanos, y Faraón mismo se enteró del origen de José. Éste mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, unas setenta y cinco personas. Jacob se radicó entonces en Egipto, y allí murió, lo mismo que nuestros padres. Sus restos fueron trasladados a Siquém y sepultados en la tumba que Abraham había comprado por una suma de dinero a los hijos de Emor, que habitaban en Siquém.
  
Al acercarse el tiempo en que debía cumplirse la promesa que Dios había hecho a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, hasta que vino un nuevo rey que no sabía nada acerca de José. Este rey, empleando la astucia contra nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres y los obligó a que abandonaran a sus hijos recién nacidos para que no sobrevivieran.
   
En ese tiempo nació Moisés, que era muy hermoso delante de Dios. Durante tres meses fue criado en la casa de su padre, y al ser abandonado, la hija del Faraón lo recogió y lo crió como a su propio hijo. Así Moisés fue iniciado en toda la sabiduría de los egipcios y llegó a ser poderoso en palabras y obras. Al cumplir cuarenta años, sintió un vivo deseo de visitar a sus hermanos, los israelitas; y como vio que maltrataban a uno de ellos salió en su defensa, y vengó al oprimido matando al egipcio. Moisés pensaba que sus hermanos iban a comprender que Dios, por su intermedio, les daría la salvación. Pero ellos no lo entendieron así. Al día siguiente sorprendió a dos israelitas que se estaban peleando y trató de reconciliarlos, diciéndoles: "Vosotros sois hermanos, ¿por qué reñís?" Pero el que maltrataba a su compañero rechazó a Moisés y le dijo: "¿Quién te ha nombrado jefe o árbitro nuestro? ¿Acaso piensas matarme como mataste ayer al egipcio?" A oír esto, Moisés huyó y fue a vivir al país de Madián, donde tuvo dos hijos. 
 
Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza ardiente. Moisés quedó maravillado ante tal aparición y, al acercarse para ver mejor, oyó la voz del Señor que le decía: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob".  Moisés, atemorizado, no se atrevía a mirar. Entonces el Señor le dijo: "Quítate las sandalias porque estás pisando un lugar sagrado. Yo he visto la opresión de mi pueblo que está en Egipto, he oído sus gritos de dolor, y por eso he venido a librarlos. Ahora prepárate, porque he decidido enviarte a Egipto".
  
Y a este Moisés, a quien ellos rechazaron diciendo: ¿Quién te ha nombrado jefe o árbitro nuestro? Dios lo envió como jefe y libertador con la ayuda del ángel que se apareció en la zarza. Él los liberó, obrando milagros y signos en Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto, durante cuarenta años. Y este mismo Moisés dijo a los israelitas: "Dios suscitará de entre vosotros un profeta semejante a mí". Y cuando el pueblo estaba congregado en el desierto, él hizo de intermediario en el monte Sinaí, entre el ángel que le habló y nuestros padres, y recibió las palabras de vida que luego nos comunicó. 
  
Pero nuestros padres no sólo se negaron a obedecerle, sino que lo rechazaron y, sintiendo una gran nostalgia por Egipto, dijeron a Aarón: "Fabrícanos dioses que vayan al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a ese Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto". Entonces, fabricaron un becerro de oro, ofrecieron un sacrificio al ídolo y festejaron la obra de sus manos. Pero Dios se apartó de ellos y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los Profetas: "Israelitas, ¿acaso vosotros me ofrecisteis víctimas y sacrificios durante los cuarenta años que estuvisteis en el desierto? Por el contrario, llevábais consigo el tabernáculo de Moloc y la estrella de Refán, ídolos que os fabricásteis para adorarlos. Por eso Yo os deportaré más allá de Babilonia".
   
En el desierto, nuestros padres tenían la Morada del Testimonio. Así lo había dispuesto Dios, cuando ordenó a Moisés que la hiciera conforme al modelo que había visto. Nuestros padres recibieron como herencia esta Morada y, bajo la guía de Josué, la introdujeron en el país conquistado a los pueblos que Dios iba expulsando a su paso. Así fue hasta el tiempo de David.
  
David, que gozó del favor de Dios, le pidió la gracia de construir una Morada para el Dios de Jacob, pero fue Salomón el que le edificó una casa, si bien es cierto que el Altísimo no habita en casas hechas por mano de hombre. Así lo dice el Profeta: "El Cielo es mi trono, y la tierra la tarima de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis, dice el Señor, o dónde podrá estar mi lugar de reposo? ¿No fue acaso mi mano la que hizo todas las cosas?"
   
¡Hombres rebeldes, incircuncisos de corazón y cerrados a la verdad! Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo y sois iguales a vuestros padres. ¿Hubo algún profeta a quien ellos no persiguieran? Mataron a los que anunciaban la venida del Justo, el mismo que acaba de ser traicionado y asesinado por vosotros, que recibisteis la Ley por intermedio de los ángeles y no la cumplisteis".
  
(Hechos de los Apóstoles, capítulo VII, 2-51) 

viernes, 26 de diciembre de 2014

HUID DE LOS HEREJES Y EVITAD DIALOGAR CON ELLOS

Desde LA PUERTA ANGOSTA
 
San León Magno

"Huid de los razonamientos y coloquios de los herejes, como de la ponzoña de la víbora, y no tengáis que ver con aquellos que con el nombre de cristianos hacen guerra a la Fe de Cristo".
 
San León Magno, De passióne Dómini.

AL OBISPO CONCILIAR SÓLO LE FALTÓ DARLE EL C... A LOS JUDÍOS

De antemano disculpas que el primer artículo después de Navidad se intitule con una grosería, pero es una expresión que cabe ante tanta lambonería que mostrara el "obispo" conciliar de San Luis (Argentina) Pedro Daniel Martínez Perea en el Pésaj de la sinagoga local (acaecido el 15 de Abril pasado), si no comiendo, entonces llevando los platos como mesero:
   

Esta foto lo muestra junto a los retratos de los grandes líderes nazionistas (reconocible a simple vista Theodor Herzl, el padre del sionismo):
 
   
Más fotos:
  

Y estas son del 18 de Julio, cuando asistió a la conmemoración del atentado a la AMIA (La AMIA es una asociación judía ubicada en Buenos Aires. El 18 de Julio de 1994, un ataque terrorista con coche bomba causó 85 muertes, ataque que la escuadra Tel Aviv-Washington-Buenos Aires atribuye a Siria o Irán). Resalta que en la ceremonia estaba revestido con roquete y estola morada (como si estuviera en procesión o confesando), lo que pudiera considerarse por los tradicionalistas perplejos como sacrilegio (pero ESO NO ES NADA, PORQUE MARTÍNEZ NI ES OBISPO, NI CURA, NI CATÓLICO, NI NADA):

  
Acabando con las fotos, esta en Jánuca (16-24 de Diciembre). Al igual que en el Pésaj, escondiendo la cruz ante sus "hermanos", como su compatriota y jefe, el papanatas:
   
  
He aquí a la iglesia conciliar, haciendo honra al mundo como sólo ella sabe: VENDERSE COMO LA PROSTITUTA QUE ES. ACORDAOS DE MONTINI, QUIEN NO POR NADA ES LLAMADO POR SAN MALAQUÍAS COMO "LA FLOR DE FLORES".
   
"Ningún sacerdote o lego, coma los Ázimos de los judíos, tenga familiaridad con ellos, los visite en sus enfermedades, reciba sus medicinas, ni tampoco se bañe en su compañía; el que contraviniere a esta disposición, si es clérigo, sea depuesto, y si lego separado". (II Concilio Trullano, canon 11).

jueves, 25 de diciembre de 2014

ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR, DURANTE EL OFICIO DIVINO

   
Octavo Kalendas Januárii:
  
Anno a creatióne mundi, quando in princípio Deus creávit cælum et terram, quínquies millésimo centésimo nonagésimo nono: A dilúvio autem, anno bis millésimo nongentésimo quinquagésimo séptimo: A nativitáte Abrahæ, anno bis millésimo quintodécimo: A Moyse et egréssu pópuli Israël de Ægypto, anno millésimo quingentésimo décimo: Ab unctióne David in Regem, anno millésimo trigésimo secúndo; Hebdómada sexagésima quinta, juxta Daniélis prophetíam: Olympíade centésima nonagésima quarta: Ab urbe Roma cóndita, anno septingentésimo quinquagésimo secúndo: Anno Impérii Octaviáni Augústi quadragésimo secúndo, toto Orbe in pace compósito, sexta mundi ætáte, Jesus Christus ætérnus Deus, æterníque Patris Fílius, mundum volens advéntu suo piíssimo consecráre, de Spíritu Sancto concéptus, novémque post conceptiónem decúrsis ménsibus (Hic vox elevátur, et ómnes genua flectunt), in Béthlehem Judæ náscitur ex María Vírgine factus Homo. (Hic autem in priori voce dicítur, et in tono passiónis): Natívitas Dómini nostri Jesu Christi secúndum carnem.
   
TRADUCCIÓN
   
 25 de Diciembre:
    
“En el año 5199 de la Creación del mundo, cuando al principio creó Dios el Cielo y la tierra; en el 2957 del diluvio; en el 2015 del nacimiento de Abrahán; en el 1510 de Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto; en el 1031 de la unción del rey David; en la semana 65 de la profecía de Daniel; en la Olimpíada 194; en el año 752 de la fundación de Roma; en el 42 del imperio de Octavio Augusto; estando todo el orbe en paz; en la sexta edad del mundo: Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su misericordiosísimo Advenimiento, concebido por el Espíritu Santo, y pasados nueve meses después de su concepción, (levantar la voz y de rodillas) nació, hecho Hombre, de la Virgen María, en Belén de Judá, (volver al tono inicial y con voz grave): Navidad de N. Señor Jesucristo según la carne”.
   
DEO GRATIAS

MENSAJE DE NAVIDAD

Amados hermanos en Jesús y María, saludos y bendición particularmente por el Nacimiento de Nuestro Señor.

Si reflexionamos acerca de la Navidad Auténtica y Católica, debemos concluir necesariamente que es un evento apocalíptico (ya que en griego Apocalipsis significa "Revelación de lo oculto"), puesto que el Misterio de la Encarnación del Verbo de Dios, que había sido anunciado por los Profetas, debió manifestarse al nundo para el final del Antiguo Testamento. Ahora, para nosotros, el celebrar anualmente el primer Advenimiento del Salvador, nos debe traer a la mente y al corazón el pensamiento de la Parusía del Fin de los Tiempos, puesto que si en la primera vez vino Jesús asumiendo nuestra condición humana (menos en el pecado y la ignorancia, desde luego), PARA LA SEGUNDA VENIDA, SE MANIFESTARÁ CON TODA LA GLORIA Y PODERÍO QUE LE CORRESPONDE COMO DIOS, PORQUE ÉL ES DIOS.
   
Hermanos, deseamos fervientemente que crezcáis cada día más en la Fe, la Esperanza y la Caridad por la Verdad, y os exhortamos a velar porque mientras más oscura es la noche de la apostasía, más cercana está la Luz indefectible, Jesucristo Nuestro Señor, porque "Hoy es el día en el sabréis que el Señor vendrá a salvarnos, y mañana veréis su gloria" (Introibo de la Vigilia de Navidad); y ante Dios, un día es como mil años y mil años son un día. Orad especialmente por la protección de la Madre Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica y por vuestros países, para que puedan resistir al ataque internacionalista.
  
¡SANTA Y GOZOSA NAVIDAD PARA TODOS VOSOTROS, LECTORES!
  
Frater Jorge Rondón Santos

Año del Señor 2014, a 25 de Diciembre, XXXVI de la Santa Cruzada.

domingo, 21 de diciembre de 2014

EL VATICANO APÓSTATA CELEBRARÁ LOS 500 AÑOS DE LA REBELIÓN LUTERANA

Cuando escribimos "MARTÍN LUTERO ESTÁ EN EL INFIERNO POR SU SOBERBIA Y REBELIÓN CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA", encabezamos el artículo diciendo lo siguiente:
"[...] en Alemania celebrarán en el 2017 el 500º aniversario del nacimiento del protestantismo (y por ende, los homenajes a Martín Lutero por las autoridades locales), y que la iglesia conciliar del Vaticano II se sumará al evento (probablemente levantándole la excomunión y canonizándolo)". (Negrillas y rojo fuera del texto)
   
Pues nuestro vaticinio parece se cumplirá irremisiblemente. Antipapa Bergoglio ha dicho que su iglesia, la Iglesia Conciliar del Vaticano II (la que aparenta ser Católica y NO LO ES porque no conserva la Fe y el Magisterio Católico), celebrará junto con la Federación Luterana Mundial en Alemania el V centenario de que Marín Lutero clavara en la capilla del Castillo de Wittemberg sus 95 tesis heréticas.
      
A 50 años del decreto conciliar "Unitatis Redintegratio", 31 de que Wojtyla Katz visitara la tumba de Martín Lutero, 15 de la firma en Augsburgo (donde se realizara la Confesión de la herejía luterana) de la "Declaración Común sobre la Doctrina de la Justificación" entre la Federación Luterana Mundial y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y 9 de la elección de Ratzinger Tauber/Antipapa Benedicto XVI (modernista y protestantizante), el antipapa Francisco Bergoglio recibió a delegados de la Iglesia Luterana de Alemania (encabezados por Nikolaus Schneider) en su despacho en Roma, el pasado 18 de Diciembre.

Antipapa Francisco I saludando a su homólogo Nikolaus Schneider
   
Allí, él manifestó su complacencia porque la Comisión de diálogo bilateral entre la Conferencia Episcopal Alemana y la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania están a punto de terminar un trabajo dedicado a "Dios y la dignidad del hombre", y subrayó la gran actualidad de ''los temas relacionados con la dignidad de la persona humana en el principio y el final de su vida, así como las relacionadas con la familia, el matrimonio y la sexualidad, que no pueden ser excluidos o dejados de lado solo porque no se quiere poner en peligro el consenso ecuménico alcanzado hasta el momento...''.
     
Ítem lo anterior, Bergoglio manifestó que para 2017 conmemorarán conjuntamente el quinto centenario de la 'Reforma', celebración en la que no faltará el "mea culpa" montiniano por el Concilio de Trento.
   
COMENTARIO DE JORGE RONDÓN SANTOS: Ya no queda más que decir sobre la apostasía de la iglesia del Conciliábulo, para la cual la Fe Católica NO VALE ABSOLUTAMENTE NADA, sólo por irle a celebrar la "epifanía" de un homicida, sacerdote sin vocación, sacrílego, soberbio, perjuro, heresiarca, adúltero, iracundo, endemoniado, rosacruz, soliviantador de la plebe, amante de riquezas terrenales, blasfemo, hipócrita y suicida llamado Martín Lutero. Y ciertamente, con todo eso (además de que él está en el Infierno), pretenden ahora honrarle como si hubiera hecho algún bien a la Iglesia (y quizá "canonizarlo", aunque las canonizaciones Novus Ordo NADA SON porque quienes la ofician NO TIENEN AUTORIDAD). Sólo les falta ahora rehabilitar a Judas Iscariote.
  
Pero no vale la pena quedarse en la peña llorando, sabiendo que al Vaticano apóstata, a sus prelados y a sus súbditos NO LOS SALVA YA NADIE, ya que están rebelados contra Cristo y su Iglesia y han devenido en ciegos espirituales (que es el peor castigo que pueda haber para un pecador en esta tierra). Más aún, la Iglesia Conciliar ES LA GRAN RAMERA de que se habla en Apocalipsis XVII, que ha fornicado con las potencias mundiales (EE.UU., URSS, Unión Europea, Israel y la ONU) y las religiones falsas, empleando los ornamentos y apariencia católica para engañar a los incautos.
  
En fin, los Católicos debemos tener en claro: EL QUE PRETENDA NEGOCIAR O RECUPERAR A ROMA PARA LA TRADICIÓN, PIERDE SU TIEMPO; Y EL QUE PRETENDA UN "CÓNCLAVE", SÓLO REVOLVERÁ EL AVISPERO. HACE MÁS DE 50 AÑOS SE LLEGÓ AL PUNTO DE NO RETORNO, ESTAMOS PRÓXIMOS A LA GRAN PARUSÍA APOCALÍPTICA. 
  
Pidámosle a Nuestro Señor, por la intercesión de la Santísima Virgen María y San Fidel de Sigmaringa, que nos conceda la perseverancia en la fe, la esperanza y la caridad en la Verdad, y llegar a padecer el martirio si es necesario antes que caer en la apostasía.

San Fidel de Sigmaringa, Mártir de la Propagánda Fide a manos de los herejes protestantes, Ruega por nosotros.
 
POSTDATA: Martín Lutero, por predicar herejía y rebelarse contra la Iglesia Católica, está condenado en el Infierno, y todos cuantos lo siguen irán a parar al Infierno.

SANTO TOMÁS APÓSTOL

"Tú has creído porque me has visto, Tomás: Bienaventurados aquellos que sin haber visto han creído". (San Juan, 20, 28).
  
Santo Tomás Apóstol
  
Santo Tomás, oscuro galileo, siguió a Jesús desde el primer año de su ministerio público; pero huyó en el momento de su Pasión. No quiso creer que Jesús hubiese resucitado antes de verlo con sus propios ojos. Así uno de los hombres que debían anunciar al Salvador al universo defeccionó primero y, en seguida, fue difícil de convencer: fue preciso que el Salvador le hiciese meter la mano en sus adorables llagas. Se dice que después se trasladó a la India a predicar el Evangelio y recibió allí la corona del martirio en edad muy avanzada.
  
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTO TOMÁS
I. Primero Santo Tomás fue incrédulo: no quiso prestar fe a la Resurrección a no ser viendo con sus propios ojos al Salvador. "Bienaventurados, le dijo Jesucristo, aquellos que sin haber visto han creído". ¿Soy yo uno de éstos? ¡Ah! si creyese firmemente que Jesús ha muerto por mí, que existe un Infierno y un Cielo, ¿acaso no viviría más santamente? "¡Desventurados aquellos que esperan los castigos de Dios para creer!" (San Eusebio).
   
II. La fe de este santo Apóstol se despertó una vez que Jesús le hubo hablado y que tocó sus sagradas llagas. También tú en estas fuentes del Salvador debes, alma mía, refugiarte para reanimar tu fe, fortificar tu esperanza y aumentar tu caridad. ¿Estoy yo enteramente convencido de que Jesús ha sufrido por mí en todo su cuerpo? Si lo creo, ¿cómo puedo amar los placeres, sabiendo que Jesús no amó sino los sufrimientos?
  
III. Santo Tomás probó su fe mediante sus buenas obras. Llevó el Evangelio a los países más lejanos, y selló con su propia sangre la verdad de su enseñanza. En vano tus palabras dan fe de que crees en Jesucristo, si tus acciones desmienten a tu lenguaje. ¿Estás pronto a morir por confirmar tu fe? Tú, que pierdes el cielo y la gracia de Dios antes que privarte de un ligero placer, ¿eres cristiano? "Si ni siquiera puedo en ti reconocer a un hombre razonable, ¿cómo habría de darte el nombre de cristiano?" (San Juan Crisóstomo).
   
La fe. Orad por la India.
  
ORACIÓN
Señor, concedednos la gracia de celebrar con gozo la fiesta de vuestro apóstol Santo Tomás, a fin de que su protección nos ayude e imitemos su fe con una piedad digna de ella. Por J. C. N. S. Amén.

jueves, 18 de diciembre de 2014

ORACIÓN "O JESU VIVENS IN MARÍA"

  
O Jesu vivens in María, veni et vive in fámulis tuis, in spíritu sanctitátis tuæ, in plenitúdine virtútis tuæ, in perfectióne viárum tuárum, in veritáte virtútum tuárum, in communióne mysteriórum tuórum, domináre omni advérsæ potestáti, in Spíritu tuo ad glóriam Patris. Amen.
  
TRADUCCIÓN
   
Oh Jesús, que vives en María, ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén.

Su Santidad el Papa Pío IX , mediante rescripto del 14 de Octubre de 1859, concedió 300 DÍAS DE INDULGENCIA a todos los fieles que rezaren esta oración con la debida devoción y contrición de corazón. 

A VUELTAS CON EL "RAPTO" DE LOS PROTESTANTES (Otra perspectiva)

Ya habíamos en MILES CHRISTI publicado un artículo de Luis Santamaría sobre la creencia protestante en el "Rapto", y de cómo esta desencaja con la Sagrada Escritura, con el Magisterio de la Iglesia y con el sentido común (infortunadamente, el menos común). Ahora bien, un notorio hereje protestante se ha atrevido a postular una nueva fecha, NO para el Juicio final, sino para el Arrebatamiento.
      
Imagen frecuente del "Arrebatamiento" según los protestantes
 
Esta vez se trata de Fred Kenton Beshore, presidente de la World Bible Society (con sede en Newport Beach, California) y pastor en la mega-iglesia Mariners de Irvine (California). Este sujeto, que además asegura ser Doctor en Filosofía, en Teología, en Divinidad, en Letras y un largo etcétera, plantea que el Arrebatamineto ocurriría entre 2018 y 2028 (o más probablemente, entre este año y el 2021, según el), argumentando que hay muchas señales en el mundo que corroboran esta posibilidad. Inclusive, hasta ha llegado a publicar una especie de "Manual de Supervivencia" para aquellos que desafortunadamente quedarán en la tierra én la Gran Tribulación.
  
Fred Kenton Beshore, pastor y "teólogo" protestante
  
Ahora bien, no todos los protestantes "raptófilos" están de acuerdo con Beshore, porque si bien ellos creen en el Rapto, afirman que éste será de improviso, "en un abrir y cerrar de ojos. Mientras que otros, como Jonathan Blake "Arzobispo" de la modernista Iglesia Episcopal Abierta en Inglaterra, quien afirmó que creer en el "Rapto" es seguir el alarmismo hollywoodense y predicarlo, una estrategia desesperada para ganar prosélitos.
  
Como católicos, ¿qué se puede decir? Lo siguiente:  
  • El Rapto es una creencia herética porque Nuestro Señor Jesucristo ha dicho que en su Parusía "Todo ojo lo verá" (Apocalipsis I, 7); y que ésta no sucederá aparatosamente, sino que habrán señales antes de que suceda y que hoy en día vemos (guerras y revoluciones, hambre y epidemias, corrupción de las costumbres, la Abominación Desoladora y la Supresión del Santo Sacrificio, persecución a la Iglesia Católica y la Apostasía generalizada), pero aún faltan otros eventos por desarrollarse (la Tercera Guerra Mundial, la Gran Tribulación, la llegada del Anticristo, el Castigo y el Armagedón). En todo caso, la Primera Resurrección y la transformación de los Viadores (cf. I Tesalonicenses IV, 15-17); la Conversión de los Judíos (y de todas las naciones), y el Reinado visible de Cristo en la tierra serán DESPUÉS DE LA TRIBULACIÓN, NO ANTES de ella. 
  • No está de más repetir que "Solamente Dios Padre sabe cuándo será el Fin de los Tiempos" (San Mateo XXIV, 15). Y Nuestro Señor, con todo y ser el Verbo, consustancial al Padre, NO VINO PARA ANUNCIAR LA FECHA, SINO A EXHORTARNOS A LA CONVERSIÓN Y A ESTAR ALERTA, PARA QUE SEAMOS DIGNOS DE RECIBIR LA VISIÓN BEATÍFICA.
  • Históricamente se ha sabido que hubo muchos que han pretendido dar fechas para el Fin de los Tiempos, y han quedado desacreditados al ver que NADA sucedió.
  • La creencia moderna en un Arrebatamiento (y en "Los que quedan atrás") es manifestación del herético y judaizante Milenarismo carnal tantas veces condenado por la Iglesia, porque conlleva a pensar que en el Reino se replicarán los placeres terrenales; además de mostrar con todas veras debilidad de ánimo y repulsa al sufrimiento y al sacrificio. Además, en el Apocalipsis está escrito: "Al que venciere", lo que significa que antes ha de ser probado.
  • Finalmente, un posible Rapto (como lo venden los mass media y los  tele-evangelistas) NO ES MÁS QUE PARTE DEL PROYECTO "BLUE BEAM", que forma parte de la Conspiración Judeo-Masónica Comunista Internacional para establecer el Nuevo Orden Mundial y la Religión Ecuménica del Anticristo (de la cual respectivamente hacen parte la ONU y la Iglesia Conciliar del Vaticano II).
 
En fin, este señor Beshore (además de ser hereje protestante, lo que es mucho decir), NO ES MÁS QUE OTRO FALSO PROFETA, parte de la desorientación diabólica y su destino final será EL INFIERNO.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

DE LA RAIZ DE JESÉ, POR SAN AMBROSIO DE MILÁN


“La raíz (de Jesé) es la estirpe de Judá, la vara es María, la Flor de María es Cristo. Ella es justamente llamada ‘vara’, porque Ella pertenece al linaje real, a la casa y familia de David. Su Flor es Cristo, quien destruyó el hedor de la corrupción mundana y derramó la fragancia de la vida eterna. Como Él mismo dijo, ‘Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles’”.
  
San Ambrosio, Comentario a Isaías XI, 1.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

RELACIÓN DE LA MISIÓN DE SAN FRANCISCO JAVIER EN LA INDIA

Predicación de San Francisco Javier (Rubens)
 
CARTA A SAN IGNACIO DE LOYOLA. Tuticorín, Febrero 28 de 1542 (Fragmento)
Venimos por lugares de cristianos que ahora habrá ocho años que se hicieron cristianos. En estos lugares no habitan portugueses, por ser la tierra muy estéril extremo y paupérrima. Los cristianos de estos lugares, por no haber quien les enseñe en nuestra Fe, no saben más de ella que decir que son cristianos. No tienen quien les diga Misa, ni menos quien los enseñe el Credo, Pater noster, Ave María, ni los mandamientos. En estos lugares, cuando llegaba, bautizaba a todos los muchachos que no eran bautizados; de manera que bauticé una grande multitud de infantes que no sabían distinguir la mano derecha de la izquierda. Cuando llegaba en los lugares, no me dejaban los muchachos ni rezar mi Oficio, ni comer, ni dormir, sino que los enseñase algunas oraciones. Entonces comencé a conocer por qué de los tales es el Reino de los cielos. Como tan santa petición no podía sino impíamente negarla, comenzando por la confesión del Padre, Hijo y Espíritu Santo, por el Credo, Pater noster, Ave María, así los enseñaba. Conocí en ellos grandes ingenios; y, si hubiese quien los enseñase en la santa fe, tengo por muy cierto que serían buenos cristianos.
   
CARTA A LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN ROMA. Cochín, Enero 15 de 1544 (Fragmento)
Muchos cristianos se dejan de hacer, en estas partes, por no haber personas que en tan pías y santas cosas se ocupen. Muchas veces me mueven pensamientos de ir a los estudios de esas partes, dando voces, como hombre que tiene perdido el juicio, y principalmente a la universidad de París, diciendo en Sorbona a los que tienen más letras que voluntad, para disponerse a fructificar con ellas: “¡Cuántas ánimas dejan de ir a la Gloria y van al Infierno por la negligencia de ellos!” Y así como van estudiando en letras, si estudiasen en la cuenta que Dios, nuestro Señor, les demandará de ellas, y del talento que les tiene dado, muchos de ellos se moverían, tomando medios y ejercicios espirituales para conocer y sentir dentro de sus ánimas la voluntad divina, conformándose más con ella que con sus propias afecciones, diciendo: “Aquí estoy, Señor, ¿qué debo hacer? Envíame adonde quieras; y, si conviene, aun a los indios”.

lunes, 8 de diciembre de 2014

"MARÍA SANTÍSIMA: DEVOCIÓN Y DOGMAS DESDE LA BIBLIA" (II): MARÍA SANTÍSIMA RECIBIÓ EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

Luego de varios meses, recapitulamos la serie "MARÍA SANTÍSIMA: DEVOCIÓN Y DOGMAS DESDE LA BIBLIA", tratando sobre el Sacramento del Bautismo, y que la Virgen Santísima lo recibió de manos de Nuestro Señor. Es verdad de Fe que María Santísima fue preservada del pecado original desde el primer instante de su Inmaculada Concepción, pero también lo es que el Bautismo es necesario para recibir el carácter, la insignia que distingue a los cristianos de los que no lo son, por lo cual nadie está exonerado de recibirlo. Por tanto, Nuestra Señora estaba obligada a recibir el Bautismo, y en efecto, lo recibió.

MARÍA SANTÍSIMA RECIBIÓ EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
    
(Tomado de VATICANO CATÓLICO)
   
Como hoy es la fiesta de la Inmaculada Concepción, creo oportuno tratar un tema acerca de la Santísima Virgen María. El título de este libro es Historia de la Vida y Excelencias de la Virgen María Nuestra Señora escrito por Fray José de Jesús, de la Orden de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, que vivió desde 1562 hasta 1629.
   
El capítulo que quiero leerles trata de los sacramentos y cómo la Virgen usó de ellos. En particular quiero enfocarme en el sacramento del Bautismo. Antes de leer este capítulo voy a citar la bula Benedictus Deus del Papa Benedicto XII (1332). Esta bula define infaliblemente como dogma que ningún apóstol, mártir, confesor o virgen podría recibir la visión beatífica sin haber sido bautizado. Esto refuta las teorías de la salvación por un “bautismo de deseo” o “bautismo de sangre”.

Papa Benedicto XII, Benedictus Deus, 1336, ex cathedra, sobre las almas de los justos que reciben la visión beatífica: “Por esta constitución que ha de valer para siempre, por autoridad apostólica declaramos… los santos Apóstoles, los mártires, confesores, vírgenes y los otros fieles que murieron después de recibir el bautismo de Cristo, en los que no había nada que purgar al salir de este mundo… y que las almas de los niños renacidos por el mismo bautismo de Cristo o de los que han de ser bautizados cuando hubieren sido bautizados, que mueren antes del uso del libre albedrío… estuvieron, están y estarán en el cielo…” (Denzinger 530).
  
Otro punto que quiero hacer antes de leer el capítulo de Fray José, es que este libro es una prueba adicional; no es necesario citarlo para probar la necesidad absoluta de recibir el sacramento del Bautismo, celebrado en agua, para la salvación, ya que esto ha sido definido en numerosas declaraciones papales infalibles. El mismo Concilio de Trento, que interesantemente finalizó un año después de haber nacido Fray José, condenó a todos los que dijesen que el sacramento del bautismo no es necesario para la salvación. Teniendo en cuenta estos puntos, comenzaré a leer el segundo libro, cap. XIII “Del uso de los Sacramentos, que es un acto de religión, y cómo la Virgen usó de ellos”, dice así:  
1. Una duda que se presenta entre los Doctores, es si la Virgen Nuestra Señora recibió en esta vida los Sacramentos de la ley de gracia que Cristo Nuestro Señor instituyó para nuestra salud y santificación, pues no se halla en la Escritura un lugar que diga que los haya recibido; y puesto que el uso de los sacramentos es un acto de religión, es forzoso abordar aquí este punto, para que quede más claro cómo la religiosísima Virgen ejercitó todos los actos de esta virtud que le fueron posibles. Que la Virgen recibió en esta vida los sacramentos de la Iglesia que ella pudo, lo afirman muchos y gravísimos autores, y fue muy conveniente que los recibiese, por muchas razones. La primera, para su humillación; porque cuanto fue ella la más santa de todos, tanto más fue conveniente que se humillase al uso de los Sacramentos de la ley de gracia; pues ella no se dedignó en humillarse a la observancia de la ley antigua y de sus preceptos, como al de la purificación, sin estar obligada a ello. La segunda, por el cumplimiento del precepto que obliga a todos, según aquello de San Juan: No entrará en el reino de Dios, sino el que renaciere del agua y del Espíritu Santo (San Juan III). La tercera, por evitar el escandalo que pudiera haber entre los demás cristianos que usaban de los Sacramentos, viendo que la Madre de Cristo, que los había instituido, no usaba de ellos. La cuarta, para mayor suma de merecimiento de la misma Virgen, y ejemplo e instrucción de los fieles, así perfectos como imperfectos; para que usando todos de este socorro del Cielo, los imperfectos se perfeccionasen, y los perfectos fuesen más santos. La quinta, para convencer a los herejes que, deslumbrados (como dicen Alberto Magno y Dionisio Richelio) con los resplandores de su admirable excelencia, decían (como ya vimos) que no era criatura humana [la Virgen], sino Ángel, negando con esto la naturaleza humana de Cristo.
  
2. Viniendo pues a tratar en particular de cada sacramento, recibió la Virgen el primero, el Sacramento del Bautismo; porque, además de obligar a todos el precepto de Cristo Nuestro Señor, que referimos anteriormente, no fuera la Virgen perfectísima observadora de los preceptos y consejos de su Hijo si no usara de los Sacramentos. Y como dice San Alberto Magno, si la Virgen no se hubiera bautizado, no habría recibido el carácter e insignia por el cual los cristianos se distinguen de los judíos y gentiles: y además de esto, como ella fue humildísima, no es de creer que despreciase ningún grado de humildad; lo cual no contradice que el bautismo sea medicina contra el pecado original, y el no haber la Virgen tenido necesidad de él, como preservada de esta dolencia. Porque también Cristo no tuvo necesidad de bautizarse y se bautizó; y como dice Santo Tomás, y comúnmente los Doctores, ninguno está desobligado al bautismo, aunque haya sido santificado en el vientre de su madre, por cada una de tres razones: La primera, para adquirir el carácter e insignia con la cual es conocido el pueblo de Dios, y se dispone para percibir los secretos divinos. La segunda, para que, por la recepción del bautismo, se conforme también corporalmente con la pasión de Cristo. La tercera, por el merito de la obediencia; porque el precepto del bautismo fue dado a todos. Además de lo anterior, no fue la recepción del bautismo un acto inútil de la Virgen: porque por él recibió ella, junto con la impresión del carácter el cúmulo de gracia, aumento de merecimientos, y ejercicio de virtudes.
 
[…]
  
8. El Sacramento del Bautismo, lo recibió la Virgen de manos del mismo Cristo Nuestro Señor, como lo dice San Eutimio por estas palabras: 'Algunos de los muy cercanos a los tiempos de los Apóstoles, escriben que Cristo bautizó a la Virgen su Madre y a San Pedro, y San Pedro a los demás Apóstoles: lo cual fue así conveniente a su dignidad; porque no quedase [la Virgen] en este privilegio inferior a San Pedro, ni a San Juan Bautista, habiéndoles sido tan superior en todos los demás'.

Hay algunos puntos interesantes a tomar en cuenta. Era clarísimo para este sacerdote fray José, que el bautismo de agua es absolutamente necesario para la salvación. Nótese que, entre las razones que él da del por qué la Virgen recibió el bautismo fue por “el cumplimiento del precepto que obliga a todos” y en seguida cita a Juan III, 5. En otras palabras, Fray José de Jesús entendía literalmente las palabras de Jesucristo. Cualquier persona que sea lo suficiente honesta podrá ver que esas palabras de Nuestro Señor deben entenderse literalmente. De hecho, así las ha entendido la Iglesia católica, como se indica en la declaración infalible de los concilios de Florencia y de Trento
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Exultate Deo, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “El primer lugar entre los sacramentos lo ocupa el santo bautismo, que es la puerta de la vida espiritual pues por él nos hacemos miembros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia. Y habiendo por el primer hombre entrado la muerte en todos, ‘si no renacemos por el agua y el Espíritu’ como dice la Verdad, ‘no podemos entrar en el reino de los cielos’ (Juan 3, 5). La materia de este sacramento es el agua verdadera y natural” (Denzinger 696).
  
Papa Paulo III, Concilio de Trento, del pecado original, sesión V, ex cathedra: “Por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte… para que en ellos por la regeneración se limpie lo que por la generación contrajeron. ‘Porque si uno no renaciere del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios’ (Juan 3, 5)” (Denzinger 791).
  
El segundo punto que encontré interesante es el hecho que fray José cita a San Alberto Magno, que dijo que, si la Virgen no hubiese sido bautizada, ella no habría recibido el carácter indeleble por el cual los cristianos se distinguen “de los que no profesan la fe”, como lo dice el Catecismo del Concilio de Trento. Pues bien, muchos herejes del bautismo de deseo han promovido la errónea idea que dado que la Virgen no tuvo el pecado original, ella no recibió del bautismo de agua. Sin embargo, este es un problema, porque entonces ello significaría que Nuestra Señora, si se presume que no recibió el carácter e insignia que se imprime por el bautismo, ella entonces no habría sido reconocida como parte del pueblo de Dios, sino más bien formaría parte de aquellos que no profesan la fe católica. Esto es totalmente erróneo y falso.
  
En tercer lugar, Fray José dice que Santo Tomás de Aquino, junto con muchos otros teólogos, creyó que nadie está desobligado al bautismo, es decir, que nadie está libre del bautismo. Esto es interesante porque el bautismo de deseo, por definición, es una excepción al sacramento del bautismo; o sea, la persona, para salvarse, está libre del bautismo de agua. Y sabemos que fue infaliblemente definido por el Concilio de Trento, en el canon 5 sobre el sacramento del bautismo, que es necesario para la salvación recibir el bautismo de agua; por lo tanto, nadie está libre de él, ninguno está desobligado, ni siquiera lo estuvo Nuestra Señora
Papa Paulo III, Concilio de Trento, can. 5 sobre el sacramento del bautismo, sesión 7, 1547, ex cathedra: “Si alguno dijere que el bautismo es libre, es decir, NO NECESARIO para la salvación (Juan 3, 5), sea anatema” (Denzinger 861).
  
Por último, existe una confirmación bastante interesante que quiero señalar, y es que en el libro se cita a un antiguo padre de la Iglesia, San Eutimio (vivió en el siglo V), que había declarado que hubo algunos escritores cristianos antiguos, que vivieron muy cercanos a los tiempos de los Apóstoles, que habían dejado escrito de que N. S. Jesucristo bautizó a la Virgen María y a San Pedro y que San Pedro bautizó a los demás Apóstoles. Esta es una confirmación adicional de lo que el Papa Benedicto XII definió infaliblemente, esto es, que los Apóstoles sí fueron bautizados. No es de extrañar que, unas décadas después de publicarse la obra de fray José, durante la colonia, hubo pinturas mexicanas, como las siguientes del siglo XVII en donde vemos a Nuestro Señor bautizando a su Madre, la Virgen María, o por ejemplo a San Juan Bautista.
  
Jesucristo bautizando a su Madre, la Virgen Santa María (Antonio de Torres. Museo de Guadalupe, Zacatecas, México)

Bautismo de San Juan Bautista (José Joaquín Magón. Tecamachalco, Puebla, México)
  
Estuvo clarísimo para los católicos de entonces que las palabras de Nuestro Señor Jesucristo en Juan 3, 5 –QUIEN NO RENACIERE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU, NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS– tienen un solo significado único: que todos necesitamos recibir el bautismo para entrar en el reino de los cielos. Nadie está libre de él. No hay bautismo de deseo. No hay bautismo de sangre. De hecho, fue creído por la Iglesia primitiva que los santos del Antiguo Testamento resucitaron de entre los muertos y fueron bautizados. 

OFICIO PARVO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

Oficio compuesto por fray Bernardino de Bustis OFM, hacia 1492. Tomado del libro “Cœléste Palmétum”, escrito por el Padre Wilhem Nakateni SJ. (300 días de Indulgencia, otorgada por el Papa Pío IX mediante rescripto del 31 de Marzo de 1876). Traducción tomada del Oracional del Instituto Secular “Alianza en Jesús por María”, 2ª edición de 1953.
  
OFFÍCIUM PARVUM DE IMMACULÁTAM CONCEPTIÓNIS BEÁTÆ VÍRGINIS MARÍÆ
      
AD MATUTÍNUM (Maitines, antes de 06:00h)
  
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
    
V. Eja, mea lábia , nunc annuntiáte.
R. Laudes et præcónia Vírginis beátæ.
    
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
    
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
   
Salve, mundi Dómina,
Cælórum Regína,
Salve, Virgo vírginum,
Stella matutína.
Salve, plena grátia,
Clara luce divína:
Mundi in auxílium,
Dómina, festína.
Ab ætérno Dóminus
Te præordinávit
Matrem unigéniti
Verbi, quo creávit.
Terram, pontum, ǽthera.
Te pulchram ornávit
Sibi sponsam, quæ in
Adam non peccávit. Amen.
   
Antiphonam: Elégit eam Deus, et præelégit eam. In tabernáculo suo habitáre fécit eam.
   
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
   
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
 
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
          
AD PRIMAM (A la primera hora, 07:00h)
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
  
Salve, Virgo sápiens,
Domus Deo dicáta,
Colúmna septémplici
Mensáque exornáta.
Ab omni contágio
Mundi præserváta:
Ante sancta in útero
Paréntis, quam nata.
Tu Mater vivéntium,
Et porta es Sanctórum,
Nova stella Jacob,
Dómina Angelórum,
Zábulo terríbilis,
Acies castrórum,
Portus et refúgium
Sis Christianórum. Amen.
  
Antíphonam: Ipse creávit illam in Spíritu Sancto, et effúndit illam super ómnia ópera sua.
   
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
        
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
       
AD TERTIAM (A la hora tercia, 09:00h)
   
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
 
Salve, arca fœdéris,
Thronus Salomónis,
Arcus pulcher ǽtheris,
Rubus visiónis,
Virga frondens gérminis,
Vellus Gedeónis,
Porta clausa Núminis
Favúsque Samsónis.
Decébat tam nóbilem
Natum præcavére
Ab origináli
Labe matris Evæ.
Almam, quam elégerat
Genitrícem vere,
Nulli prorsus sinens
Culpæ subjácere. Amen.
 
Antíphonam: Ego in altíssimis hábito, et thronus meus in colúmna nubis.
   
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
       
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
       
AD SEXTAM (Al medio día, 12:00h)
                 
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
   
Salve, Virgo puérpera,
Templum Trinitátis,
Angelórum gáudium,
Cella puritátis.
Sólamen mœréntium,
Hortus voluptátis,
Palma patiéntiæ,
Cedrus castitátis.
Terra es benedícta
Et sacerdotális,
Sancta et immúnis
Culpæ originális.
Cívitas altíssimi,
Porta orientális,
In te est omnis grátia,
Virgo singuláris. Amen.
  
Antiphona: Sicut lílium inter spinas, sic amíca mea inter fílias Adæ.
   
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
       
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
       
AD NONAM (A la hora nona, 15:00h)
        
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
    
Salve, urbs refúgii
Turrísque muníta
David, propugnáculis
Armisque insígnita.
In conceptióne
Charitáte ígnita,
Dracónis potéstas
Est a te contríta.
O Múlier fortis
Et invícta Judith!
Pulchra Abisag virgo,
Verum fovens David!
Rachel curatórem
Ægýpti gestávit,
Salvatórem mundi
María portávit. Amen.
 
Antiphona: Tota pulchra es, amíca mea, et mácula originális numquam fuit in te.
   
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
        
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
       
AD VÉSPERAS (Vísperas, 18:00h)
        
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
    
Salve, horológium,
Quo retrográditur
Sol in decem líneis
Verbum incarnátur.
Homo ut ab ínferis
Ad summa attollátur,
Imménsus ab Ángelis
Paulo minorátur.
Solis hujus rádiis
María corúscat:
Consúrgens auróra
In concéptu micat.
Lílium inter spinas,
Quæ serpéntis cónterat
Caput, pulchra ut luna
Errántes collústrat. Amen.
  
Antiphona: Ego feci in cœlis, ut orirétur lumen indefíciens, et quasi nébula texi ómnem terram.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
       
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
       
AD COMPLETORIUM (Completas, 21:00h)
          
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
    
V. Convértat nos, Domina, tuis précibus placátus Jesus Christus Fílius tuus.
R. Et avérter iram suam a nobis
   
V. Dómina , in adjutórium meum inténde.
R. Me de manu hóstium poténter defénde.
   
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Allelúja, decir: Laus tibi, Dómine, Rex ætérnæ glóriæ.
   
Salve, Virgo flórens,
Mater illibáta,
Regína cleméntiæ,
Stellis coronáta.
Super omnes Ángelos
Pura, immaculáta,
Atque ad Regis déxteram
Stans veste deauráta.
Per te, Mater grátiæ,
Dulcis spes reórum,
Fulgens stella maris,
Portus naufragórum,
Patens, cæli jánua,
Salus infirmórum,
Videámus Regem
In aula Sanctórum. Amen.
  
Antiphona: Óleum effúsum, María, nómen tuum. Servi tui dilexérunt te nímis.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
        
Orémus
Sancta María, Regína cælórum, Mater Dómini nostri Jesu Christi et mundi Dómina, quæ nullum derelínquis, et nullum déspicis, réspice me, Dómina, cleménter óculo pietátis, et ímpetra mihi apud tuum diléctum Fílium cunctórum véniam peccatórum, ut qui nunc tuam sanctam et immaculátam Conceptiónem devóto afféctu recólo, ætérnæ in futúrum beatitúdinis bravíum cápiam, ipso quem Virgo peperísti donánte Dómino nostro Jesu Christo, qui cum Patre et Sancto Spíritu vivit et regnat, in Trinitáte perfécta Deus in sǽcula sæculórum. Amen.
  
V. Dómina, prótege oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
     
V. Benedicámus Dómino.
R. Deo grátias.
   
V. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
    
Commendátio (Encomienda del alma, después de las Completas)
Súpplices offérimus
Tibi, Virgo pia,
Hæc laudum præcónia;
Fac nos ut in vía
Ducas cursu próspero,
Et in agonía
Tu nobis assíste,
O dulcis María. Amen.
R. Deo grátias.
  
Por el rezo de la antífona y oración siguiente, el Papa Paulo V otorga 100 días de Indulgencia:
Antiphonam: Hæc est virga, in qua nec nódus originális, nec córtex actuális cúlpæ fúit.
   
V. In Conceptióne tua, Virgo, immaculáta fuísti;
R. Ora pro nobis, Patrem, cujus Fílium peperísti.
  
ORATIO
Deus, qui per immaculátam Vírginis conceptiónem dignum Fílio tuo habitáculum præparásti: quǽsumus; ut, qui ex morte ejúsdem Fílii tui prævísa, eam ab omni labe præservásti, nos quoque mundos ejus intercessióne ad te perveníre concédas. Per eúmdem Dóminum nostrum Jesum Christum Fílium tuum: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum. Amen.
  
In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.

TRADUCCIÓN
Maitines
  
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
    
V. Ea, labios míos , anunciad ahora.
R. Las glorias y alabanzas de Santa María.
    
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
   
Salve, Señora del mundo
y del empíreo Reina;
salve, Virgen de las Virgenes;
salve, matutina Estrella.
Salve, Tú, llena de gracia,
que luz divina reflejas:
apresúrate, Señora,
a socorrer a la tierra.
El Señor, desde el principio,
te escogió para que fueras
Madre del Verbo unigénito
por quien todo el mundo hiciera.
Y para sí el mismo Dios
hízote esposa tan bella,
que ni quiso te manchara
de Adán la culpa primera. Amén.
      
Antífona: Fue escogida de Dios y preservada, y le da en habitación su tabernáculo.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
     
Hora Prima
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
  
Salve, Virgen sapientísima,
Casa al Señor dedicada,
que adornan siete columnas
y rica mesa de gracias.
Fuiste de todo contagio,
de este mundo preservada,
y en el seno de tu madre
Dios te quiso siempre santa.
Tú eres madre de los vivos,
para los santos entrada,
nueva estrella de Jacob,
de los cielos Soberana.
Ya que eres para el demonio
terrible hueste en batalla,
sé también puerto y refugio
para las almas cristianas. Amén.
     
Antífona: El Señor Dios, Éste es el que le dio el ser en el Espíritu Santo, y derramóla sobre todas sus obras.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
       
Hora Tercia
   
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
    
Salve ¡oh, Arca de Alianza!,
y trono de Salomón,
Arco iris hermosísimo,
Zarza que no se abrasó.
Vara de José florida,
gedeónico vellón,
Puerta al Señor reservada,
Panal que Sansón halló.
Preservar era muy justo
a quien nació en tanto honor,
del original pecado
en que Eva nos engendró.
La que por su madre excelsa
escogiera el mismo Dios,
sujeta a culpa ninguna
ni un instante consintió. Amén.
  
Antífona: En los altísimos cielos tengo yo mi morada, y el trono mío sobre una columna de nubes.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
       
Hora Sexta
                 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
   
Dios te salve, Virgen Madre,
Templo de la Trinidad,
de los Ángeles el gozo,
de la pureza panal.
Consuelo de los que lloran,
Jardín que alegría da,
Palma de la paciencia,
Cedro de la castidad.
Tú eres tierra bendecida,
y herencia sacerdotal,
santa y libre de la culpa
que a todos transmitió Adán.
Tú eres la puerta oriental,
en Ti está toda la gracia,
Tú eres la Virgen sin par. Amén.
  
Antífona: Como azucena entre espinas, así es mi amiga entre las hijas de Adán.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
       
Hora Nona
        
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
   
Salve, ciudad de refugio,
Torre de David provista
de poderosas defensas,
y con armas guarnecida.
En tu Concepción, ardiendo
en la caridad divina,
Tú del infernal dragón
quebrantaste la malicia.
Salve, pues, oh mujer fuerte,
salve Tú, Judit invicta,
Abisag, virgen hermosa,
que al David del cielo aviva.
Raquel llevó en sus entrañas
quien salvó la gente egipcia:
pero al Salvador del mundo
llevó en las suyas María. Amén.
     
Antífona: Toda Tú eres hermosa, oh amiga mía, y nunca hubo en Ti la culpa original.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
       
Vísperas
        
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
    
Salve, místico Reloj,
do el Sol de Justicia eterna
retrocediera diez grados,
al tomar Dios carne nuestra.
Para que el hombre subiese
del profundo a suma alteza,
hízose menos que el Ángel
todo un Dios de gloria inmensa.
Con los rayos de este Sol,
¡oh, María!, centelleas;
como Aurora que de Él nace,
ya en tu Concepción te ostentas.
Lirio entre espinas, quebrantas
de la sierpe la cabeza
y hermosa como la luna
la senda al errante muestras. Amén.
  
Antífona: Yo hice nacer en los cielos la luz indeficiente, y como una nieba cubrí toda la tierra.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
       
Completas
          
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
    
V. Conviértanos, ☨ Señora , tu Hijo Jesucristo, aplacado por tus súplicas.
R. Y aparte Él su ira de nosotros.
   
V. Señora , atiende en mi socorro.
R. De mis enemigos defiéndeme con tu diestra poderosa.
   
V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Desde la Septuagésima hasta la Pascua, en lugar del Aleluya, decir: Alabanza a Tí, Señor, Rey de la eterna gloria.
 
Salve, Virgen floreciente;
salve, Madre siempre intacta;
salve, Reina de clemencia,
por estrellas coronada.
Más que los Ángeles todos
eres Tú pura y sin mancha,
y estás del Rey a la diestra
con vestidura dorada.
Oh, Tú, de la gracia Madre,
del reo dulce esperanza,
luciente Estrella del mar,
Refugio del que naufraga.
Oh, puerta del cielo abierta
por Ti que al enfermo sanas,
ver a nuestro Rey logremos
en la celestial morada. Amén.
  
Antífona: Bálsamo derramado es tu nombre, oh María. Tus siervos te amaron sobremanera.
   
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
   
Oremos
Santa María, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Señora del Mundo, que a nadie desamparas y a nadie desechas; mírame, Señora, benignamente con ojos de piedad, y alcánzame de tu querido Hijo el perdón de todos mis pecados, para que yo, que con devoto afecto celebro ahora tu santa e Inmaculada Concepción, reciba después el premio de la eterna bienaventuranza, concediéndomelo el mismo de quien fuiste Madre, quedando Virgen, Jesucristo Nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina en unidad perfecta, Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 
V. Dígnate, Señora, acoger mis súplicas.
R. Y lleguen a Ti mis clamores.
     
V. Bendigamos al Señor.
R. A Dios démosle gracias.
   
V. Por la misericordia de Dios, descansen en paz las almas de los fieles difuntos.
R. Amén.
    
Encomienda del alma, después de las Completas
Suplicando te ofrecemos,
Madre nuestra y Virgen pía,
estos himnos de alabanza.
Condúcenos en la vida
por el camino más próspero,
y en la agonía tristísima
asístenos con tu amparo
¡oh, dulcísima María! Amén.
R. A Dios démosle gracias.

Por el rezo de la antífona y oración siguiente, el Papa Pablo V otorga 100 días de Indulgencia:
Antífona: Esta es la vara en la cual no hubo ni el nudo del pecado original, ni la corteza de la culpa actual.
   
V. En tu Concecpión, oh Virgen, fuiste Inmaculada;
R. Ruega por nosotros al Padre, cuyo Hijo diste a luz.
  
ORACIÓN
¡Oh, Dios!, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen preparaste digna morada para tu Hijo ; rogámoste que, así como preservaste a Ella de toda mancha por la muerte prevista de tu mismo Hijo, así también nos concedas que, mediante tu intercesión, lleguemos limpios de toda culpa a tu presencia. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.