Oh Jesús, que por causa de vuestra Pasión os convertisteis en «el oprobio de los hombres y Varón de dolores», yo adoro vuestra divina Faz, en la cual resplandecen la belleza y la dulzura de la divinidad, ¡aún cuando por mí habéis llegado a ser «como el rostro de un leproso»! Mas en estas facciones desfiguradas, reconozco vuestro amor infinito, y mi corazón arde en deseos de amaros y de haceros amar de todos los hombres. Las lágrimas que brotan abundantemente de vuestros ojos me parecen perlas preciosas que quisiera recoger, a fin de adquirir, con su valor infinito, las almas de los pobres pecadores.
Oh Jesús, cuya Faz es la sola belleza que arroba mi corazón, yo acepto el no contemplar en este mundo la dulzura de vuestra mirada, el no sentir los inexpresables besos de vuestra boca; pero os suplico que imprimáis en mí vuestra divina Imagen y me abraséis en vuestro Amor, a fin que me consuma rápidamente, y que pueda llegar a contemplar vuestra Faz gloriosa en el Cielo! Así sea.
(Oración escrita por Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz).
Indulgencia de 300 días cada vez, aplicable en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio. (San Pío X, 13 Febrero de 1905).
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Su Santidad el Papa San Pío X otorgó el 9 de Diciembre de 1905 a todos los que mediten en cualquiera de los instantes de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo ante esta Imagen de la Santa Faz (fiel representación a partir de la Sábana Santa de Turín).
- Todas las indulgencias concedidas anteriormente por los Soberanos Pontífices a la Corona de las Cinco Llagas:
- Indulgencia Plenaria tres veces al año (cualquier Viernes de Marzo, y las fiestas de la Santa Cruz -Invención, 3 de Mayo; Exaltación, 14 de Septiembre), a cuantos rezaren la Corona al menos dos veces al mes.
- Indulgencia Plenaria en la hora de la muerte a cuantos recen la Corona, desde el Domingo de Pasión hasta el Sábado Santo inclusive.
- Siete años y siete cuarentenas cada vez, a cuantos oyeren recitar la Corona, desde el Domingo de Pasión hasta el Sábado Santo inclusive.
- Un año de indulgencia cada vez, a cuantos oyeren recitar la Corona en cualquier otra época del año.
- La Bendición Apostólica.
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