Tomado de ENRAIZADOS EN LA FE, vía AMOR DE LA VERDAD
Hay que empezar por el hecho de que Bergoglio en Argentina, ya era un hereje, un apóstata y un cismático, porque muchos hermanos católicos que actualmente están desconcertados, no entienden que Bergoglio no es papa, por el sencillo hecho de que ya era un hereje formal en Argentina. Y ya se había desviado de la fe católica, desde permitir la comunión sacrílega a los adúlteros y a los sodomitas, permitir las adopciones gays y por su pertenecía a la masonería del Club Rotario. Ellos parten del error de reconocer como papa a un hereje formal que está excomulgado por su pecado de herejía, apostasía y cisma. Han creído la mentira y se han dejado engañar, cuando sabemos que un hereje está imposibilitado para ser papa, pues no pertenece al Cuerpo Místico de Cristo.
El Papa Pío XII decretó en su Encíclica Mystici Córporis Christi, la Doctrina sobre el Cuerpo Místico de Cristo, que la herejía, el cisma y la apostasía son graves pecados que separan por su misma naturaleza al hombre del Cuerpo de la Iglesia.
El Código de derecho canónico establece excomunión latæ senténtiæ por el delito de herejía.
Tanto la herejía, el cisma, como la apostasía, están tipificados como delitos canónicos castigados con la excomunión latæ senténtiæ (cf. can. 1364).
Según el can. 1041, 2, son irregulares para recibir las órdenes sagradas “quien haya cometido el delito de apostasía, herejía o cisma”.
El Código de Derecho Canónico castiga al clérigo herético con pérdida automática del oficio, ya que queda excomulgado ipso facto, cuando se comete el delito de herejía.
Enciclopedia Católica 1914 (Vol. 11, p. 456): “Es clarísimo que la elección [como Papa] de un hereje, cismático o mujer sería nula y vacía”.
Código de Derecho Canónico, 1917 (Canon 188.4): “Si un clérigo (papa, obispo, etc.) se hiciera hereje perdería su cargo sin declaración alguna: por la fuerza de la ley”. (Nota: ex-cardenal Husar y jerarquía apóstata).
Un hereje no es Papa; ni tampoco es legítimo un ‘Papa’ que se pone en duda.
Wernz-Vidal, Derecho Canónico de 1943: “A través de notoria y difundida abiertamente herejía, el Romano Pontífice, en caso de caer en herejía, por ese mismo hecho (ipso facto) se considera privado de la potestad de jurisdicción, incluso antes de cualquier sentencia declaratoria por la Iglesia… Un Papa que cae en la herejía pública dejaría ipso facto de ser miembro de la Iglesia; por lo tanto, él también dejaría de ser cabeza de la Iglesia “Y también: “Un Papa dudoso no es papa”.
La herejía modernista de Bergoglio en Argentina es evidente en sus actos públicos y en sus libros.
Hay algunos hermanos católicos que han empezado a “resistirlo”, pero el problema radica en que Bergoglio debe ser combatido no solamente resistido, porque es un hereje formal, no un papa.
Ante la ambivalencia de “resistir” y al mismo tiempo “aceptar” como papa a un hereje, los grupos sede-vacantes argumentan que San Belarmino no estaba hablando de resistir a un papa, en el contexto de un “papa” hereje sino en relación al debate sobre los errores del galicanismo:
El contexto de la declaración es un debate sobre los errores del galicanismo, no es el caso de un papa herético.
Belarmino enseña en el siguiente capítulo de su obra (30) que un papa herético automáticamente pierde su autoridad.
P. Anthony Cekada: “Resistir y al mismo tiempo aceptar a un hereje como papa”, es una contradicción de la doctrina católica y ellos mismos se hacen culpables de cisma subjetivo. Y demuestran que no tienen los criterios claros para discernir entre un papa legítimo y un usurpador.
En el caso de Bergoglio, no estamos hablando de un supuesto papa que ha caído en herejía o que se ha desviado de la fe, sino de un hereje que usurpa el papado. La hipótesis era si un papa válidamente elegido se desvía o cae en herejía, no si un hereje inválidamente elegido continúa con su herejía, como es el caso de Bergoglio.
Los mismos católicos que ‘resisten’ a Bergoglio reconocen que él se ha separado de lo que ellos llaman sus ‘predecesores’, lo que lo convierte en cismático. Bergoglio desde Argentina ya se había unido al grupo de cismáticos neo-jesuitas.
Bergoglio es un cismático, por eso el cisma se esta dando en sentido contrario, es decir que los que se unan a Bergoglio se convierten en cismáticos. En este caso los cismáticos son los que se unen y obedecen a un falso papa como lo explica San Vicente Ferrer:
Se dice generalmente, y con acierto, que en la actualidad, por causa de la doble elección de papa, hay un cisma en la Iglesia, o mejor, hay separación cismática de la Iglesia. Si existe el cisma, es necesario que haya cismáticos, que no son precisamente los que obedecen al papa verdadero, sino los que obedecen al falso cual si fuera legítimo. La ignorancia no excusa a los cismáticos, porque, según San Pablo: Si alguno lo desconoce, será él desconocido (1 Cor. XIV, 38,). Tratado del cisma moderno de la Iglesia, compilado por fray Vicente Ferrer, de la Orden de Predicadores.
El mismo Bergoglio desafía la “resistencia” y promete que no será frenado. Lo que lo convierte en un hereje contumaz y demuestra que él no obedece a la Iglesia sino que tiene su propia agenda personal:
Bergoglio: “Ellos hacen su trabajo y yo hago el mío”.
Bergoglio no solamente causa el cisma, sino que además lleva a cabo una persecución interna en contra de los sacerdotes que se mantienen fieles a Jesucristo, presionándolos desde arriba o removiéndolos y remplazándolos por los suyos.
Non sérviam! “El hombre sin ley”.
Bergoglio expresa su rechazo a obedecer el Magisterio de la Iglesia. No es un hijo obediente de la Iglesia sino que es un infidèle → infiel, renegado, cismático y apóstata. Por eso en su desobediencia, desde el comienzo de su usurpación, empezó por proponer un “cambio”, puesto que en su rebelión, rechaza obedecer las leyes de la Iglesia católica.
Daniel 7:25: “Y él hablará mal contra el Excelso, y atropellará los santos del Altísimo, y se creerá con facultad de cambiar los tiempos de las solemnidades, y las leyes o ceremonias, y serán dejadas a su arbitrio todas las cosas por un tiempo, o año, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo”.
Fue identificado desde el comienzo de sus usurpación como el “papa de la ruptura” por los mismos herejes, lo que demuestra que Bergoglio es un cismático y además evidencia la confabulación entre ellos.
El herético Leonardo Boff en una entrevista del 2013, publicada en La Tercera, contestó a la pregunta
¿Este Papa llegó para generar cambios?:
Creo que este es el Papa de la ruptura. Esa es la palabra a la que Benedicto XVI y Juan Pablo II más temían. Ellos creían que la Iglesia tenía que tener continuidad, por lo tanto, el Concilio Vaticano II no podía significar ruptura con el Primero. Pero no, ahora hay una ruptura, la figura del Papa no es más la clásica, es otra. Francisco no comenzó con la reforma de la Curia, comenzó con la reforma del papado.
¿Qué quiere decir con “la reforma del papado”?
En Europa vive sólo el 24% de los católicos. En América Latina son el 62%, y el resto está en Africa y Asia. Entonces hoy, el cristianismo es una religión del Tercer Mundo. Creo que el Papa Francisco creará una dinastía de los Papas del Tercer Mundo. Además, nuestras iglesias ya no son más iglesias espejo, imitando a las europeas; son iglesias fuentes, crean sus tradiciones, tienen sus mártires, sus maestros, sus formas de celebrar, tienen sus teologías y profetas. Esas iglesias están dando vitalidad al cristianismo.
¿Por qué es tan optimista?
Hasta ahora, estaba prohibido que los temas de moral sexual, de moral de la familia, de celibato y de la homosexualidad fueran discutidos. Si un teólogo o un sacerdote discutía ese asunto, era luego censurado. Ahora, él va a permitir la discusión.
Este inicuo, entró con la arrogancia de creerse con el poder de juzgar y cuestionar la Palabra de Dios y la doctrina moral de la Iglesia.
Agregamos que si en algún tiempo aconteciese que un Obispo, incluso en función de Arzobispo, o de Patriarca, o Primado; o un Cardenal, incluso en función de Legado, o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al Cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la Fe Católica, o hubiese caído en herejía. o incurrido en cisma, o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los Cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto; y de ningún modo puede considerarse que tal asunción haya adquirido validez, por aceptación del cargo y por su consagración, o por la subsiguiente posesión o cuasi posesión de gobierno y administración, o por la misma entronización o adoración del Pontífice Romano, o por la obediencia que todos le hayan prestado, cualquiera sea el tiempo transcurrido después de los supuestos antedichos. Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna de sus partes, y no será posible considerar que se ha otorgado o se otorga alguna facultad de administrar en las cosas temporales o espirituales a los que son promovidos, en tales circunstancias, a la dignidad de obispo, arzobispo, patriarca o primado, o a los que han asumido la función de Cardenales, o de Pontífice Romano, sino que por el contrario todos y cada uno de los pronunciamientos, hechos, actos y resoluciones y sus consecuentes efectos carecen de fuerza, y no otorgan ninguna validez, y ningún derecho a nadie.
Los Papas Pablo IV y San Pío V decretaron a perpetuidad que es nula la elección de un hereje como Papa. Y Excomunión ipso facto para los que favorezcan a herejes o cismáticos.
Papa San Pío V, en su Motu proprio “Inter multíplices”, confirmó la perpetuidad del “Cum ex apostolátus offício” del Papa Pablo IV, el 21 de diciembre de 1566, declarando invalidas y nulas las elevaciones eclesiástica de autoridades heréticas.
Tampoco extraña, en su rebelión, el hecho de lavarle los pies a los musulmanes o travestis, etc., ni los numerosos escándalos, blasfemias y herejías, del que él mismo es el autor y protagonista.
Por lo tanto, al no ser papa, quienes apoyen a este hereje, apóstata y cismático, también están excomulgados. Pues quien obedece a un hereje, desobedece a Dios para obedecer al mismo demonio.
San Cipriano (200-258) advirtió: “Adherirse a un falso obispo de Roma es estar fuera de la comunión con la Iglesia”.