Seis días después de darse a conocer los rumores de que los Heraldos del Evangelio serían comisariados
(a raíz de la petición que hiciera el ex-TFP argentino Alfonso María
Beccar Varela Ibarguren al Prefecto de la Congregación para los
Religiosos e Institutos de Vida Consagrada, el focolar João Braz De
Aviz), se dio a conocer la carta de renuncia de João Scognamiglio Clá
Dias EP a los cargos de Superior General de la Sociedad Clerical de Vida
Apostólica Virgo Flos Carméli y de Presidente General de la Asociación
Privada de fieles Heraldos del Evangelio (Caballeros de la Virgen). Dicha misiva está calendada a 2 del presente mes y año.
TRADUCCIÓN (tomada de GAUDIUM PRESS)
VIRGO FLOS CARMELISOCIEDAD CLERICAL DE VIDA APOSTÓLICA DE DERECHO PONTIFICIO
A MIS HIJOS ESPIRITUALES,
Desde toda la Eternidad, la comunión entre el Padre y el Hijo, envuelta en las amorosas llamaradas del Espíritu Santo, consistía también en considerar todas las infinitas maravillas que, al unísono, la Trinidad Beatísima operaría en la Obra de la Creación. Anteviendo toda la gloria y el esplendor que las Tres Personas Divinas derramarían sobre sus criaturas, el brillo de su inconmensurable amor resplandecía todavía más.
Sin embargo, a los ojos del Verbo Eterno, poco o casi nada valía aquello. El camino más glorioso era aquél que Dios había reservado a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad: «Se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. [...] Se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de Cruz».
En el transcurso de su vida terrena, el Verbo Encarnado no hizo otra cosa sino mostrar a la humanidad que la vía más luminosa, y la única que conduce a la verdadera gloria, es la vía de la abnegación y del sufrimiento bien aceptado. «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga».
Así, pues, considerando mis setenta y siete años -sesenta de los cuales de labor y sufrimientos al servicio de la Santa Iglesia Católica-, teniendo en vista claramente toda la envergadura y el prodigioso crecimiento de esta Obra, nacida de mis manos, y sabiendo que delante de Dios tiene un valor mucho mayor el ser que el hacer; después de mucho rezar, me pareció más justo a los ojos de Dios y de María Santísima renunciar a mi cargo de Superior General, a fin de que un hijo mío, bajo la acción del Espíritu Santo, pueda conducir esta Obra hacia la perfección que desea Nuestra Señora, tal como la imprimió en el alma del Fundador.
Al dejar este cargo, no puedo -ni es mi deseo-, delante de Dios, renunciar a mi misión de padre. Hago a la Trinidad Santísima, por medio de mi Madre y Señora, la Virgen María, el firme propósito de continuar intercediendo por mis hijos junto a Dios, con mis súplicas y preces. Continuaré a disposición de todos y cada uno, por saberme constituido por Dios como modelo y guardián vivo de este carisma, que me fue confiado por el Espíritu Santo.
Ruego a todos que continúen rezando por mí y por esta Obra, a fin de que todo el proyecto que Dios tiene sobre nosotros alcance todo su esplendor, para gloria suya y de la Santa Iglesia, a fin de que sea instaurada en la tierra la plena unión con los Cielos: el Reino de María Santísima.
Caieiras, 2 de junio de 2017
(Fdo.) Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP
Superior General
COMENTARIO PERSONAL
Gaudium Press es de los Heraldos. Allí comentaron la dimisión de “Mons.” João Clá Dias equiparándolo con San Moisés Profeta, al decir que “será mediador con Dios a favor de los suyos”. Por otra parte, los progresistas dentro de la Deuterovaticana (y Andrea Tornielli) están de fiesta, porque acaba de caer uno de los “enemigos” de su señor Francisco I Bergoglio.
Gaudium Press es de los Heraldos. Allí comentaron la dimisión de “Mons.” João Clá Dias equiparándolo con San Moisés Profeta, al decir que “será mediador con Dios a favor de los suyos”. Por otra parte, los progresistas dentro de la Deuterovaticana (y Andrea Tornielli) están de fiesta, porque acaba de caer uno de los “enemigos” de su señor Francisco I Bergoglio.
Que
si en los Heraldos existe el culto a la personalidad de João Clá y una
esjatología que no se compadezca del Catolicismo Tradicional, eso es
debatible. Pero su juez no es tampoco una santa paloma: El
cardenal João Braz De Aviz, además de haberse opuesto a la Misa
Indultada en su arquidiócesis brasilianapolitana, ES MASÓN y PERTENECE
AL MOVIMIENTO FOCOLAR, fundado por Silvia -Chiara- Lubich
Marinconz en 1943. Los focolares promueven el ecumenismo apóstata y el
“prema-yoga”. Hay denuncias desde el año 2003 en las cuales se acusa a
los focolares de ser una secta y de promover el “matrimonio”
aberrosexual y la invasión musulmana a Europa. Y digamos las cosas como
son: EL VATICANO ESTÁ SIN CUARTOS, y sólo interviene comunidades con
riquezas y bienes raíces.
En
fin, para la Iglesia Conciliar del Deuterovaticano que hoy gobierna
Jorge Mario Bergoglio Sívori como Antipapa Francisco I, Secta es todo
movimiento que conserve, así sea atenuadamente, creencias y prácticas
del Catolicismo Tradicional. Pero aún así, ella no tiene autoridad moral
porque es una secta escindida de la bimilenaria Una, Santa, Católica y
Apostólica Iglesia que Nuestro Señor Jesucristo fundó, y ESTÁ PARA
DESAPARECER.
*¿Cuál es la intención del Sr. Andrea Tornielli al atacar a los Heraldos del Evangelio? ¿Crear un cisma en la Iglesia?*
ResponderEliminarhttp://es.gaudiumpress.org/content/87961--iquest-Cual-es-la-intencion-del-Sr--Andrea-Tornielli-al-atacar-a-los-Heraldos-del-Evangelio---iquest-Crear-un-cisma-en-la-Iglesia-
Hey, Mr. Bernard Fellay, And do you insist on continuing negotiating the Personal Prelature with the Vatican in the middle of this pursuit against their own “neocons”? Do the favor of respecting the memory and the legacy of Archbishop Marcel Lefebvre, RESIGN NOW!
ResponderEliminarTRADUCCIÓN
Oiga, Sr. Bernard Fellay, ¿Y Vd insiste en continuar bregando por la Prelatura Personal con el Vaticano en medio de esta persecución contra sus propios “neoconservadores”? Haga el favor de respetar la memoria y el legado del Arzobispo Marcel Lefebvre, ¡RENUNCIE YA!
Me parece que en este asunto “Mons.” João Clá Dias mostró sagacidad y escarmentó en cabeza ajena: “¿Dejar que comisaríen MI orden? ¿Para que me dejen encerrado lo mismo que a fray Manelli, y más sabiendo que ese Bergoglio odia el Catolicismo? No, gracias. Yo mejor renuncio a la presidencia”.
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