Novena compuesta por el Padre Gregorio Martínez de Antoñana CMF y publicada en Madrid en 1953, con aprobación eclesiástica.
NOVENA A SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio,
por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de
todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más
pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y de restituir y satisfacer si algo debiere: ofrézcoos mi
vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como
os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me
los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre,
Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en
vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Señor
Dios nuestro, que en los designios de vuestra bondad adorable
predestinasteis a San Antonio María Claret para el ministerio apostólico
de la salvación de las almas y le previnisteis con especiales dones de
gracia, a fin de que fuera dechado de santidad en los distintos estados
de la vida cristiana. Yo os alabo y doy gracias por los tesoros de
virtud que depositasteis en su alma, sobre todo aquel espíritu de
caridad con que acogía a cuantos recurrían a él en sus necesidades
espirituales y temporales. Concededme la gracia de saber seguir sus
ejemplos e imitar sus virtudes, y especialmente la que vengo a pediros
en esta Novena mediante su poderosa intercesión ante Vos. Os la pido
también por el Corazón Inmaculado de María, de cuyas glorias y
misericordia le hicisteis apóstol predilecto. Amén.
DÍA PRIMERO - 14 DE OCTUBRE
MEDITACIÓN: INOCENCIA ANGELICAL DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Considera
los admirables ejemplos de virtud que desde su más tierna infancia da
San Antonio María Claret. Nace en Sallent de unos padres cristianos,
modestos tejedores, que se distinguían más por sus virtudes cristianas
que por su fortuna. De ellos aprende el santo temor de Dios, la piedad y
un espíritu de fe viva que le hace pensar con frecuencia en la
eternidad y en la desgracia de los condenados. Distínguese por su
modestia, por su obediencia y sobre todo por su inocencia, que él
cultiva con una tierna devoción a la Santísima Virgen y a la divina
Eucaristía. En medio de sus juegos infantiles sentía interiormente una
voz que le llamaba; y obediente a ella, acudía al templo a los pies de
la imagen de María o del sagrario. Así santificó su infancia y conservó
intacta la inocencia bautismal.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso Antonio María, que, prevenido con bendiciones de dulzura, consagraste al Señor tu inocencia, que después guardaste incólume por toda la vida! Infúndenos amor ferviente a la gracia de Dios, para que la guardemos celosamente como el más grande de los tesoros, y la recobremos inmediatamente si alguna vez tuviéramos la desgracia de perderla. Amén.
Pídase ahora las gracias que deseen obtenerse mediante la Novena.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso Antonio María, que, prevenido con bendiciones de dulzura, consagraste al Señor tu inocencia, que después guardaste incólume por toda la vida! Infúndenos amor ferviente a la gracia de Dios, para que la guardemos celosamente como el más grande de los tesoros, y la recobremos inmediatamente si alguna vez tuviéramos la desgracia de perderla. Amén.
Pídase ahora las gracias que deseen obtenerse mediante la Novena.
INVOCACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
- Glorioso San Antonio María, Confesor y Pontífice de la Iglesia: alcánzanos tu amor a la Iglesia santa, y una fidelidad inquebrantable a todas sus enseñanzas y preceptos. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
- Glorioso San Antonio María, Apóstol de la Santísima Virgen: alcánzanos tu devoción a su Inmaculado Corazón, y mediante ella la salvación de nuestras almas. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
- Glorioso San Antonio María, ilustre Fundador de Congregaciones religiosas: alcánzanos un ardiente amor a Jesús, para seguir sus pasos hasta la cumbre de la perfección cristiana. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
℣. Ruega por nosotros, San Antonio María.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN
Señor Dios, que adornasteis con virtudes apostólicas a vuestro bienaventurado Confesor y Pontífice Antonio María, y por su medio reunisteis en la Iglesia nuevas familias de clérigos y de vírgenes: os suplicamos nos concedáis que, instruidos con sus saludables enseñanzas y confortados con sus ejemplos, podamos felizmente llegar a Vos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Señor Dios, que adornasteis con virtudes apostólicas a vuestro bienaventurado Confesor y Pontífice Antonio María, y por su medio reunisteis en la Iglesia nuevas familias de clérigos y de vírgenes: os suplicamos nos concedáis que, instruidos con sus saludables enseñanzas y confortados con sus ejemplos, podamos felizmente llegar a Vos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 15 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA DE TRABAJO DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
San
Antonio María fue en toda su vida modelo perfectísimo del trabajo
cristianamente aceptado y cumplido. Ya de niño, sus padres le pusieron
en el telar, para ayudar a las necesidades de la casa. Antonio se
entregó a las labores textiles con todo empeño, mostrando en ellas
extraordinarias habilidades y acompañando el trabajo con la práctica de
la piedad y el rezo del santo Rosario. Joven, fue a los grandes centros
fabriles de Barcelona, donde con su constante laboriosidad ganó la
confianza de todos y los primeros puestos en el arte. Seminarista,
alternaba la oración y el estudio. Sacerdote, fue infatigable misionero,
recorriendo a pie los pueblos, predicando innumerables sermones, dando
largas horas al confesionario, robando al sueño la mayor parte de la
noche, que dedicaba a la oración, al estudio, a la composición de
innumerables libros y opúsculos. Sólo por su trabajo extraordinario y
asiduo pueden explicarse las portentosas obras y empresas que realizó en
su vida. Para él, el trabajo, acompañado siempre de la oración, fue
alimento de su vida espiritual, medio de apostolado, contribución a la
obra redentora de Cristo. Así debe serlo para el cristiano.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que joven artesano, supiste huir los peligros del mundo, y en la práctica de la piedad y en la aplicación al trabajo cotidiano encontraste el medio de santificar el alma y conservar puro y fuerte el cuerpo! Enséñanos a comprender la virtud santificadora del trabajo cristianamente cumplido, y alcánzanos la gracia de que a tu imitación sepamos santificar nuestra vida en la práctica de las obligaciones de nuestro estado. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que joven artesano, supiste huir los peligros del mundo, y en la práctica de la piedad y en la aplicación al trabajo cotidiano encontraste el medio de santificar el alma y conservar puro y fuerte el cuerpo! Enséñanos a comprender la virtud santificadora del trabajo cristianamente cumplido, y alcánzanos la gracia de que a tu imitación sepamos santificar nuestra vida en la práctica de las obligaciones de nuestro estado. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO - 16 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: FIDELIDAD A LA VOCACIÓN DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Era
Antonio todavía muy niño cuando sintió vivos deseos de ser sacerdote y
emprendió el estudio para prepararse a serlo. Por obedecer a su padre lo
suspendió por algunos años, hasta que, experimentando más fuerte el
divino llamamiento, comenzó en el seminario de Vich la carrera
eclesiástica. ¡Qué fidelidad la suya a la vocación divina, en superar
toda clase de dificultades, ya cuando seminarista, ya cuando sacerdote!
¡Qué docilidad la suya a las inspiraciones de la gracia, al consejo de
sus directores, a la voluntad de su Superior eclesiástico! Por
corresponder a ella, va a Roma, regresa a la Península, emprende las
misiones, va a los pueblos que se le señalan, acepta el arzobispado y
después el cargo de confesor real. Su espíritu estaba siempre presto a
escuchar la voz de Dios en cualquiera de sus manifestaciones; su
voluntad, resuelta a seguir la divina voluntad hasta el heroísmo y la
muerte. Así realizó los designios de Dios, designios providenciales para
España y para la Iglesia. Así fue un hombre según el corazón de Dios.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que apenas sentiste la vocación de Dios a un ministerio más alto y heroico, renunciaste al lisonjero porvenir que el mundo te ofrecía, abrazando el estado eclesiástico! Alcánzanos la gracia de ser siempre dóciles a las celestes inspiraciones, para que, aun a costa de dolorosos sacrificios, sepamos seguir el divino llamamiento y servir al Señor en el puesto en que él quiere le glorifiquemos. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que apenas sentiste la vocación de Dios a un ministerio más alto y heroico, renunciaste al lisonjero porvenir que el mundo te ofrecía, abrazando el estado eclesiástico! Alcánzanos la gracia de ser siempre dóciles a las celestes inspiraciones, para que, aun a costa de dolorosos sacrificios, sepamos seguir el divino llamamiento y servir al Señor en el puesto en que él quiere le glorifiquemos. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO - 17 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA DE CELO DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
San
Antonio María Claret es llamado el apóstol del siglo XIX. Y eso fue
toda su vida: de celo y apostolado. Desde niño le infundió el Señor
ardiente deseo de salvar las almas, y ese celo fue creciendo toda su
vida. Se hizo misionero apostólico y se entregó totalmente a la obra de
las misiones, recorriendo toda Cataluña, Canarias, la archidiócesis de
Cuba y después la mayor parte de España, anunciando apostólicamente la
palabra de Dios en misiones, ejercicios y toda clase de predicación: a
toda clase de personas, en todos los lugares, en las ciudades más
populosas como en las más pequeñas aldeas. Acompañó este apostolado de
la palabra con el de la prensa, publicando innumerables libros y
opúsculos, difundiendo toda clase de buenas lecturas, fundando
asociaciones para la propaganda religiosa. Y lo completó con el
apostolado del buen ejemplo, en la palabra, en todo su porte, en toda su
vida santísima, que trascendía a Dios y que sólo buscaba las almas para
llevarlas a Dios.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que ungido sacerdote del Señor, no pensaste en otra cosa, ni ambicionaste sino evangelizar a los pobres y humildes y retornar a Dios a los pecadores arrepentidos, renovando en tu vida y persona las maravillas y hechos de los Apóstoles! Alcánzanos que, encendidos en el celo de las almas, nos empleemos en llevar a Dios a nuestros hermanos extraviados, con la palabra, con el ejemplo y con la oración, siendo así verdaderos testigos y apóstoles de Cristo. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que ungido sacerdote del Señor, no pensaste en otra cosa, ni ambicionaste sino evangelizar a los pobres y humildes y retornar a Dios a los pecadores arrepentidos, renovando en tu vida y persona las maravillas y hechos de los Apóstoles! Alcánzanos que, encendidos en el celo de las almas, nos empleemos en llevar a Dios a nuestros hermanos extraviados, con la palabra, con el ejemplo y con la oración, siendo así verdaderos testigos y apóstoles de Cristo. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO - 18 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA DE ORACIÓN DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
El
celo apostólico de San Antonio María era fruto de su amor a Dios y se
alimentaba en su vida interior, en su vida de oración. Cultivó siempre
la oración, la mental como la vocal, dedicándose a una y a otra todos
los días. Rezaba diariamente las tres partes del Rosario, el Viacrucis,
el santo Trisagio y muchas otras devociones. Visitaba diariamente el
Santísimo Sacramento. Por los caminos rezaba distintas devociones, y al
llegar a los pueblos invocaba a los Santos y Ángeles tutelares de los
mismos. Dedicaba algunas horas diarias a la oración mental, robándolas
al sueño de la noche, diciendo que se creería perdido el día que hubiera
abandonado la oración. Fomentaba este espíritu con el recogimiento y la
presencia de Dios; y para ello se había fabricado un oratorio
espiritual en su corazón, donde día y noche adoraba a Dios, suplicándole
continuamente por sí y por los demás. Por eso el Señor le favoreció con
gracias extraordinarias y con comunicaciones sobrenaturales y dio fruto
copiosísimo a todos sus trabajos y empresas.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que en el trato continuo con Dios por la oración transformaste toda tu vida hasta no vivir sino en Cristo y para Cristo, en los pensamientos, en los afectos y en las obras! Alcánzanos el espíritu de oración, danos a conocer su excelencia y necesidad, enséñanos la práctica de la piedad cristiana, para que mediante la oración aprendamos a vivir cristianamente, a santificar nuestras obras y con el cumplimiento de nuestros deberes conseguir la vida eterna. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que en el trato continuo con Dios por la oración transformaste toda tu vida hasta no vivir sino en Cristo y para Cristo, en los pensamientos, en los afectos y en las obras! Alcánzanos el espíritu de oración, danos a conocer su excelencia y necesidad, enséñanos la práctica de la piedad cristiana, para que mediante la oración aprendamos a vivir cristianamente, a santificar nuestras obras y con el cumplimiento de nuestros deberes conseguir la vida eterna. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO - 19 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA DE PENITENCIA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
No
es posible la vida cristiana sin el espíritu de penitencia, ni menos la
santidad sin la práctica de la mortificación. ¡Qué ejemplo nos da de
ello San Antonio María Claret! La comenzó ya de joven, y le acompañó
toda la vida. Tres días a la semana se ponía el cilicio; otros tres se
disciplinaba; ayunaba los viernes y sábados. De estudiante, se levantaba
muchas veces de la cama, exclamando: «¡Señor! ¿Vos en un pesebre, y yo en una cama? ¡Jesús mío! ¿Vos en la cruz, y yo en un blando lecho?»,
y se entregaba así a la penitencia. En su vida de misionero, comía
frugalísimamente; no probaba la carne ni el vino; dormía muy poco, y las
más de las veces, recostado en una silla; hacía siempre los viajes a
pie, privándose de todo refrigerio. Más extraordinarias fueron sus
penitencias cuando arzobispo y cuando confesor real, por las especiales
circunstancias en que se mantenía fiel a su plan de austeridad y de
privaciones. Y a estas mortificaciones voluntariamente tomadas, ¿cómo no
sumar las que le venían de los mismos ministerios, de los elementos, de
la persecución de los malos? Bien pudo exclamar, al fin de su vida, que
llevaba en su carne los estigmas de Jesucristo.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que por el ejercicio constante de la penitencia y por la paciencia admirable en sufrir toda clase de persecuciones llevaste impresa en tu cuerpo la mortificación de Cristo, viviendo crucificado al mundo y a la carne! Alcánzanos el espíritu de penitencia con que sepamos dominar las pasiones, huir de los falsos halagos del mundo y seguir a Jesús por el camino de la cruz, hasta merecer los premios de la. gloria. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que por el ejercicio constante de la penitencia y por la paciencia admirable en sufrir toda clase de persecuciones llevaste impresa en tu cuerpo la mortificación de Cristo, viviendo crucificado al mundo y a la carne! Alcánzanos el espíritu de penitencia con que sepamos dominar las pasiones, huir de los falsos halagos del mundo y seguir a Jesús por el camino de la cruz, hasta merecer los premios de la. gloria. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO - 20 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: ESPÍRITU DE HUMILDAD DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
Enseñan
los Santos que la humildad es el fundamento de la perfección, la
primera virtud del cristiano. Sobre este fundamento trató San Antonio
María de levantar el templo de su santidad. Por ello se entregó tan
completamente a su ejercicio. Con la consideración de su nada, con la
meditación de las divinas excelencias, con el examen diario sobre esta
virtud; sobre todo, con el ejercicio constante de actos de humildad. Por
más de veinte años llevó el examen particular sobre el ejercicio de
esta virtud. Hacer actos públicos de humildad, como besar los pies de
los otros, servirles en la mesa, hacer los oficios más abyectos, fue
práctica frecuente de toda su vida, aun cuando arzobispo y confesor
real. Sobre todo, su humildad brilló heroica en el silencio y paz con
que sufrió las más horribles calumnias en su fama y en su vida, sin
salir nunca en propia defensa ni permitir que otros lo hicieran. Ni las
aclamaciones le ensalzaban, ni la persecución le abatía; con igual
modestia y sencillez en las dignidades que en la oscuridad de sus
ministerios apostólicos; llano con los pobres y menesterosos, fuerte y
desinteresado con los grandes. Buscaba siempre a Dios; quería imitar a
Jesús, manso y humilde de corazón.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que, para seguir más perfectamente a Jesús, te abrazaste con las humillaciones y los desprecios, no buscando más que la gloria de Dios en todo! Alcánzanos la humildad de corazón, con la que sepamos combatir la soberbia de la vida, someternos en todo a la divina voluntad y glorificar a Dios en esta vida para poseerlo felizmente en la eterna. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que, para seguir más perfectamente a Jesús, te abrazaste con las humillaciones y los desprecios, no buscando más que la gloria de Dios en todo! Alcánzanos la humildad de corazón, con la que sepamos combatir la soberbia de la vida, someternos en todo a la divina voluntad y glorificar a Dios en esta vida para poseerlo felizmente en la eterna. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO - 21 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA MARIANA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
San
Antonio María tuvo una verdadera piedad filial para con la Santísima
Virgen; la amó y honró siempre como a Madre ternísima. De niño, se
complacía en visitar sus imágenes; de tejedor, le rezaba todos los días
las tres partes del Rosario; de estudiante, se alistó en sus
asociaciones, para venerarla más fielmente; sacerdote, se consagró como
esclavo suyo de amor; misionero, predicó incansable sus glorias y
propagó las prácticas de devoción y sus asociaciones, especialmente el
santo Rosario y la devoción a su Inmaculado Corazón, cuya archicofradía
estableció en todas las parroquias de la archidiócesis de Santiago. ¡Con
qué ternura filial amaba al Corazón Inmaculado de María! Y ¡cuán
maternalmente pagó la Santísima Virgen esta piedad de su Siervo!
¡Cuántas veces le libró de la muerte, le dió victoria en las tentaciones
y peligros, e hizo fructuosísimos todos sus ministerios!
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que ya desde los tiernos años escogiste a la Santísima Virgen por madre y maestra de vuestra vida espiritual, logrando así llegar a las más altas cumbres de la santidad! Alcánzanos para con ella verdadera piedad de hijos; que conozcamos sus grandezas y excelencias, que sintamos el atractivo de su Corazón maternal, para mejor conocer, amar y servir a su Santísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, que ya desde los tiernos años escogiste a la Santísima Virgen por madre y maestra de vuestra vida espiritual, logrando así llegar a las más altas cumbres de la santidad! Alcánzanos para con ella verdadera piedad de hijos; que conozcamos sus grandezas y excelencias, que sintamos el atractivo de su Corazón maternal, para mejor conocer, amar y servir a su Santísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO - 22 DE OCTUBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración inicial.
MEDITACIÓN: VIDA EUCARÍSTICA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
El
sagrario fue el hogar donde se formó la vida espiritual de San Antonio
María y donde continuamente se encendían su amor a Dios y su celo por
las almas. Para eso visitaba frecuentísimamente a Jesús Sacramentado,
pasaba largo tiempo meditando su amor, celebraba fervorosamente la santa
Misa y de mil modos practicaba su devoción para con la Eucaristía.
¡Cómo deseaba unirse con Jesús! «Yo me abrazo espiritualmente con Jesús -decía-, y en este abrazo pasaría toda la eternidad». Y añadía: «¡Oh
Jesús! Cuando en la santa Misa pronuncio las palabras de la
consagración, la sustancia del pan y del vino desaparecen... Pronunciad
sobre mí las palabras de la consagración: consagradme, Jesús mío, para
que yo desaparezca, y bajo mis apariencias viváis únicamente Vos».
¡Cómo correspondió el Señor a este amor de su Siervo, uniéndole a sí,
concediéndole el favor de conservarse milagrosamente en su interior las
especies sacramentales de una comunión a otra, convertido de este modo
como en un sagrario viviente!
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, amantísimo de Jesús Hostia, sagrario viviente de la Eucaristía! Alcánzanos aquella tu ardentísima devoción a este santo misterio; que lo veneremos con fe, que lo recibamos con amor, que sea siempre nuestro alimento espiritual acá en la tierra, para que podamos verlo, adorarlo y gozarlo en el cielo. Amén.
INVOCACIÓN
¡Oh glorioso San Antonio María, amantísimo de Jesús Hostia, sagrario viviente de la Eucaristía! Alcánzanos aquella tu ardentísima devoción a este santo misterio; que lo veneremos con fe, que lo recibamos con amor, que sea siempre nuestro alimento espiritual acá en la tierra, para que podamos verlo, adorarlo y gozarlo en el cielo. Amén.
Pídanse las gracias que se desan recibir. Las invocaciones y la Oración se rezarán todos los días.
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