Páginas

domingo, 16 de diciembre de 2018

«¡QUÉ TIEMPOS!», POR Mons. MOISÉS CARMONA RIVERA

Poema escrito por Mons. Moisés Carmona Rivera en Acapulco (Gro) en los años setenta.
 
«¡Qué tiempos tan raros estos
En que estas cosas suceden!
Yo pregunto ¿Cómo pueden
Tales cosas suceder?»
Así salió murmurando
Del templo mi amigo Alfonso
«¡Calla cuate, no seas sonso,
Le dije, hay que comprender!
 
Que en esta misa moderna,
Por satánico artificio,
Dejó de haber sacrificio
Y sólo en cena quedó.
En su capítulo octavo
Daniel nos da testimonio
De que por rabia el demonio
El sacrificio abolió.
  
Hoy por eso se nos dice
Con tanta insistencia fea
Que la Misa es asamblea,
Cena, banquete o festín;
Y que ahora el sacerdote
No es como antes oferente,
Sino sólo presidente,
Personaje de postín.
   
Por eso, porque no es Misa,
Se hace todo en una mesa,
Y a nadie causa extrañeza
Que hayan quitado el altar.
Por eso, porque es banquete
Se hace con mucha algazara
Y una música tan rara
Que hace a todos balancear».
   
Aquí mi amigo interrumpe:
«Con razón al cura he visto
Celebrar de espalda a Cristo
Y no hincarse ni una vez».
«¡Pues claro! –le dije luego-
¿Quién se arrodilla en banquetes?
En comedias y sainetes,
¿A quién de rodillas ves?
   
Si la Misa es sólo eso,
Como lo enseñan hoy día,
Se acabó la Eucaristía;
Y veo que tiene razón
Ese cura que a cualquiera
Manda en tono autoritario:
¡Abre, muchacho, el sagrario,
Ponte a dar la comunión!
  
Y se explica que las monjas,
De costumbres tan claustrales,
Hereden de las vestales
Su asombrosa dignidad;
Y que haya minifalderas
En el Santo de los Santos
Para brindar sus encantos
A la nueva cristiandad».
  
«¡Caramba, —termina Alfonso
Malhumorado y molesto—,
Qué peligroso y funesto
Se avisora el porvenir!
Si el Sacrificio Perpetuo
Se abolió de los altares,
Correrá la sangre a mares
El mundo va a sucumbir».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.