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viernes, 9 de agosto de 2019

BERGOGLIO PROPONE A JUDÍA CONVERSA Y ECUMENISTA COMO EJEMPLO A SUS FIELES

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
La feminista Edith Stein, originalmente judía, “canonizada” como una “non sancta” del Novus Ordo en 1988, es otro ejemplo de cuán torcida está la iglesia conciliar como sus antipapas heréticos.
Stein estuvo también empapada en la Fenomenología, una filosofía condenada que abraza como iguales a todas las religiones y enseña que no hay moralidad objetiva o verdad determinada por Dios, y que todos pueden determinar para sí mismos lo que es moral y verdadero.
 
Dado que el Antipapa Francisco Bergoglio es un viejo fenomenologista de los neojesuitas, que finalmente abrazaron la comunista “Teología de la Liberación”, y de la Argentina infectada de marxismo, no sorprende que Bergoglio presente como ejemplo para sus fieles a un compañero de viaje, en este caso, Edith Stein, quien cambió su nombre a Teresa Benedicta.
  
La fenomenología es solo un término elegante para un relativista moral, que no cree que hay ninguna moral o verdad objetiva. Es una filosofía condenada que llevó a la herejía protestante en el siglo XVI y luego al marxismo/comunismo y a la herejía modernista en los siglos XX y XXI. Juan Pablo II Wojtyła Katzorowski, Benedicto XVI Ratzinger Tauber, y Francisco I Bergoglio Sívori se han contaminado con ella.
  
En 1998, el “non sancto” Juan Pablo II-Wojtyla hizo “non sancta” a Stein usando el proceso de “canonización” que ha sido corrompido a la invalidez por los Antipapas conciliares. Bergoglio mismo “canonizó” al arzobispo comunista Óscar Romero en 2018.
    
Francisco I Bergoglio en su Audiencia del 7 de Agosto de 2019, alabó a Stein como un «ejemplo valiente que deben seguir los fieles». ¿Por qué? Porque Stein estaba «contra toda forma de intolerancia», significando que ella la herejía deuterovaticana del ecumenismo (todos los dioses son lo mismo; todas las religiones son iguales), otro offshoot de la fenomenología y la herejía modernista [Parte de la información para este Comentario proviene del Servicio de Noticias de Zenit].
  
DE LA FENOMENOLOGÍA
La verdadera filosofía y teología de la Iglesia es conocida como “Filosofía Escolástica”. Esta es la mayor estructura filosófica desarrollada por la mente del hombre, fundada sobre lo mejor de la alta filosofía clásica, particularmente Aristóteles, y desarrollada para propósitos Cristianos desde la primera Iglesia. Alcanzó su cima en la obra del Doctor Universal de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino (1225-1274), y por tanto se la conoce también como “Tomismo”.
  
Coronando los testimonios papales en elogio de Santo Tomás de Aquino está el del Papa Inocencio  VI (1352-1362):
«Si se exceptúa la doctrina canónica (Sagradas Escrituras), la de éste (Tomás) excede a todas en la propiedad de las palabras, en el estilo y modo de hablar, en la verdad de las sentencias, de forma que a los que la siguiesen y tuviesen, jamás se les verá fuera de las vías de la verdad y los que la impugnaren serán siempre tenidos por sospechosos acerca de ella» (Sermón de Santo Tomás).
El Papa León XIII en su encíclica “Ætérni Patris” de 1879, sobre la restauración de la filosofía cristiana según el pensamiento del Angélico Doctor Santo Tomás de Aquino, canonizó la primacía de Santo Tomás de Aquino y la filosofía escolástica en el Catolicismo. Él escribió:
«Por lo demás procuren los maestros elegidos inteligentemente por vosotros, insinuar en los ánimos de sus discípulos la doctrina de Tomás de Aquino, y pongan en evidencia su solidez y excelencia sobre todas las demás… [que] la usen para la refutación de los errores que circulan».
Santo Tomás sostuvo lo que es conocido como “realismo moderado”, la filosofía de que todo conocimiento comienza en los sentidos y que la mente humana puede moverse del conocimiento de las cosas materiales al conocimiento de las cosas sobrenaturales y espirituales.
 
La fenomenología atenta basar el conocimiento humano en los “fenómenos”, esto es, lo que aparece a la mente humana, en lugar de una exploración de las cosas exteriores existentes. Al fenomenologista no le es importante que una cosa verdadera exista o no; sólo lo que él piensa existe para él.
 
Además, la fenomenología describe el “significado” como las observaciones combinadas de una multitud de observadores, pasados presentes y futuros. Así, el significado nunca puede ser aislado. El verdadero significado de una sinfonía nunca puede ser conocido, porque reside alternativamente en lo escrito, lo que estaba en la mente del compositor, la variedad de diferentes presentaciones orquestales y diferentes conductores, y también envuelve presentaciones futuras.
 
Uno puede observar fácilmente cómo esta filosofía es una de las filosofías “subjetivistas” modernistas, basándose no en una realidad externa o estándar, sino sobre las concepciones personales propias. Así, conduce fácilmente al relativismo moral y la dependencia a la opinión personal o subjetiva (“lo que se sienta bien”) como opuesto a la realidad externa u objetiva (ej. los Diez Mandamientos).
 
Por tanto, es muy compatible con el Novus Ordo, que busca sustituir la doctrina objetiva de la Iglesia con la mera opinión popular. De otro lado, el Novus Ordo rechaza la Filosofía Escolástica porque aplica el examen de la realidad objetiva, en la cual en Novus Ordo suspende. Porque el novusordismo es vago y subjetivo, frecuentemente se expresa en un lenguaje que es vago y ambiguo, el denominado “habla del Vaticano II”.

3 comentarios:

  1. Deje de hacer daño con esta página. No mezcle lo bueno con lo malo sembrando confusión. Ya tenemos bastante con Begoglio. Teresa Benedicta de la Cruz es Santa y grande Santa. Baste recordar el juicio de aquel ilustre hisoriador de la espiritualidad que fué Don Baldomero Jiménez Duque. O la Biografía de la Madre Renata del Espíritu Santo. Edith Stein es Santa y grande Santa. Le respondió un día a su madre hebrea afligida por su sincera conversión al catolicismo: "Es que no es buena nuestra religión? le dijo su madre. Sí, contestó Edith, PARA QUIEN NO CONOCE OTRA COSA". respuesta sapientísima que aunaba dos verdades: la Voluntad Salvífica de Dios y la existencia de una sola Religión verdadera -la Iglesia Católica- cuyo conocimiento es Don gratuito de Dios.
    Teresa Benedicta de la Cruz fué víctima de una ideología anticristiana que buscaba acabar con la Iglesia Católica. Por ello la Iglesia la venera como Virgen y Mártir y Copatrona de Europa.

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    1. Javier Simeón, primero que todo, aquí no se «mezcla lo bueno con lo malo sembrando confusión», como hace Bergoglio (y han hecho también sus antecesores desde Roncalli -sobre todo Wojtyła y Ratzinger-). Muy por el contrario, eso es lo que más se denuncia contra la teología y la moral del Vaticano II, y las denuncias se hacen para defender la Verdad.

      En cuanto a Edith Teresa Hedwig Stein Courant (o Teresa Benedicta de la Cruz OCD, como se llamó en religión), que es el punto central de su comentario, que se haya convertido al catolicismo por la influencia de la espiritualidad carmelita (sobre todo de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz) es un hecho que negarlo sería insensato, pero de su sinceridad o no, “sólo Dios escruta los corazones”. Ítem, sabemos que el nazismo es anticristiano (como también lo es su contraparte el comunismo y la democracia liberal), pero no por ello hemos de considerar como “martirio” la muerte de Edith Stein, porque para ello se requierea de su parte una defensa de la Fe Católica más que el ódium fídei por sus asesinos. A ella no la arrestaron ni enviaron al campo de concentración de Auschwitz por ser católica y monja (por lo menos, no era el motivo principal), sino por pertenecer a la raza judía (que después lo encajaran en la condena al nazismo por el episcopado holandés en 1942 es otra cosa). Y lo que Wojtyła “canonizó” en ella fue la Filosofía Moderna condenada por la Iglesia (Stein, que escribió «se puede tener consciencia de la verdad, sin aceptarla, rehusando meterse en su terreno» en una de sus cartas, fue discípula y colaboradora de Edmund Gustav Albrecht Husserl Selinger -también judío- y escribió “La fenomenología de Husserl y la filosofía de Santo Tomás de Aquino” como un intento de justificar a Husserl basándose en el Doctor Angélico, así como Woytyła fue discípulo de Max Ferdinand Scheler Fürster -judío, y para rematar, apóstata del catolicismo- y su tesis doctoral fue “Una evaluación de la posibilidad de construir una Ética Cristiana sobre la base del sistema de Max Scheler” para justificar la filosofía scheleriana en base del escolasticismo tomista), el ecumenismo (tomó parte en el diálogo entre católicos y protestantes en el seno de la educación en la década de los treinta), el feminismo (su influencia se halla en la wojtyliana Carta Apostólica “Muliéris Dignitátem”), ¡y la “educación sexual”, por la que abogó en 1932 en sus conferencias!

      Finalizamos con unas palabras de Wojtyła respecto a Edith Stein (cuya “canonización” fue criticada por sus “hermanos mayores” los judíos al percibirla como una «cristianización del “Holocausto”»): «una hija de Israel, que durante las persecuciones de los nazis permaneció unida en la fe y el amor al Señor Crucificado, Jesucristo, como católica, y con su pueblo como una judía» (Discurso de “canonización”. Catedral de Colonia, 1 de Mayo de 1987).

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  2. Gracias por sus aclaraciones. Respeto su opinión. Yo no la comparto. Sé que este blog tiene muchísisimas cosas buenas que comparto totalmente. Otras no. Reconozco los graves errores que cometieron los Papas pstconciliares. Para mí, ningún error dogmático. Ciertamente yo no hubiera beatificado al Papa Juan Pablo II. De su canonización no quiero ni hablar puesto que la hizo el apóstata y hereje Bergoglio calificación que le han dado teólogos de la talla del Padre Aidan Nichols.
    En cuanto a Santa Teresa Benedicta de la Cruz he aquí la Bibliografía que he consultado:
    Estrellas Amarillas. Autobiografía de su infancia y juventud.
    Edith Stein. Madre Teresa Renata del Espíritu Santo (Possel)
    Estas dos van con Imprimatur de los años 50 del siglo pasado.
    Baldomero Jiménez Duque. Edith Stein. Habla de su vida con el prestigio de un gran conocedor de la Historia de la Espiritualidad Católica.
    De su filosofía, ingenuamente confieso que nada sé. Ella ciertamente seguía a su maestro Husserl antes de su conversión. Era atea. Esto no es ningún secreto. Después de su conversión, por lo que he leído, abjuró de sus errores antes de ser bautizada e hizo Profesión de Fe Católica. Es más, el sacerdote que la interrogó quedó maravillado de su conocimiento de la Doctrina Católica y de su Liturgia. Edith había comprado un Misal y un Catecismo Católicos y los había estudiado profundamente. Obviamente el Misal y el Catecismo de siempre.
    Yo no he encontrado en su vida como católica y como Carmelita Descalza ningún error. Antes bien un gran espíritu de fe y de piedad. No son acaso los Salmos que rezamos en el Breviario herencia del pueblo hebreo? Ahora bien yo no los leo como los hebreos sino como católico que conoce, sin mérito alguno por mi parte, la Plenitud de la Revelación.
    Gracias.

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