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martes, 4 de agosto de 2020

ARZOBISPÓN DE DUBLÍN PARTICIPANDO EN FIESTA ISLÁMICA


El arzobispón Diarmuid (Jeremías) Martin Mullen de Dublín (Irlanda) fue invitado a la celebración solo para hombres del Aíd al Adha (en árabe عِيد الْأَضْحَى, Fiesta del Sacrificio) en el estadio de fútbol gaélico Croke Park el 31 de Julio.

Ante una gran audiencia de ¡solo 200 personas! (que estuvo guardando las distancias entre sus alfombras de oración), Martin (que también acompañó allí a representantes protestantes, judíos y un alto representante del gobierno, quien leyó un mensaje del presidente Micheál Higgins) dirigió el siguiente discurso saludando la festividad que conmemora el sacrificio de Abrahán y marca el final de la peregrinación anual a La Meca:
Me complace tener esta oportunidad de desear a toda la comunidad musulmana en Irlanda y especialmente a los que se han reunido aquí en Croke Park: Aíd Mubarak, cálidos deseos y bendiciones, Comhghairdeas.
   
Este es un momento muy propicio para la comunidad musulmana en Irlanda. Por un lado, todos estamos tristes por no poder organizar grandes celebraciones en nuestros propios lugares de culto debido a las actuales medidas de coronavirus. Por otro lado, hay algo especial en tener esta celebración musulmana aquí en Croke Park. Croke Park es un lugar de reunión especial para Irlanda y para todos los irlandeses.
    
Croke Park tiene un lugar especial en la historia de Irlanda. Es un lugar asociado con momentos significativos, alegres pero también muy trágicos de nuestra historia. Hoy en día es un lugar al que acuden visitantes distinguidos. Hay un museo interesante aquí. Sin embargo, también podemos decir verdaderamente que todo el Estadio Croke Park es un museo viviente que se sigue creando año tras año.
    
Pienso en la visita de la reina Isabel, que vino aquí como parte de una visita de reconciliación en Irlanda. Tuve el honor de acompañar al Papa Francisco en su visita a Irlanda. Es un lugar para grandes eventos deportivos y eventos locales menos conocidos. Pienso en una cena anual para varios cientos de ancianos de esta parte de la ciudad cada Navidad. Hay un centro de conferencias que se centra cada día del año en las necesidades económicas, culturales y educativas del futuro de Irlanda.
    
Hoy se marca un nuevo capítulo en la historia del Croke Park. Hoy nuestra celebración es un gesto para reconocer públicamente el lugar de la comunidad musulmana como parte integrante de la familia de los irlandeses y para reconocer la contribución de su comunidad musulmana a la Irlanda de hoy y a la Irlanda del mañana.
    
Me siento honrado de que me hayáis invitado amablemente como Arzobispo de Dublín, líder de la Comunidad Católica de creyentes en Jesucristo aquí en Dublín, a formar parte de vuestra celebración. Me siento como en casa con vosotros. Me alegro de haber podido ser invitado a lo largo de los años en tantas celebraciones musulmanas y de haber tenido líderes musulmanes que participaron en celebraciones cristianas.
    
El mensaje del Papa Francisco al Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso para el Ramadán de este año, subrayó cómo el mes de Ramadán es «central en vuestra religión y por lo tanto muy querido por vosotros a nivel personal, familiar y social. Es un tiempo de curación y crecimiento espiritual, de compartir con los pobres, de fortalecer los lazos con los parientes y amigos».
    
Cuando el Papa Francisco visitó una mezquita en Bakú (Azerbaiyán), en octubre de 2016, enfatizó que «Es un gran signo reunirnos en amistad fraterna en este lugar de oración, un signo que manifiesta esa armonía que las religiones juntas pueden construir a partir de las relaciones personales y de la buena voluntad de los responsables».
   
Esta mañana comparto la alegría de las familias musulmanas que enriquecen Irlanda y la cultura irlandesa a través de su arduo trabajo y creatividad. Pienso en la forma en que las generaciones más jóvenes de musulmanes en Irlanda pueden hoy profesar con orgullo su fe y dar forma al lugar del Islam en la cultura irlandesa. No estoy seguro de si sus hijos desean ser llamados musulmanes irlandeses o irlandeses musulmanes: la verdad es que son plenamente ambas cosas y con orgullo. Todos necesitamos y todos damos la bienvenida a su contribución.
   
El mensaje del Vaticano al que me he referido anteriormente se centraba especialmente en los lugares de culto. Recordó que
«Los lugares de culto son también espacios de hospitalidad espiritual, donde también se encuentran creyentes de otras religiones que asisten a algunas ceremonias especiales como bodas, funerales, fiestas de la comunidad, etc. Mientras participan en los acontecimientos en silencio y con el debido respeto a las observancias religiosas de los creyentes de esa religión en particular, también saborean la hospitalidad que se les brinda. Esta práctica es un testimonio privilegiado de lo que une a los creyentes, sin disminuir ni negar lo que los distingue».
Me siento honrado por la hospitalidad espiritual que recibo aquí esta mañana y les agradezco.
   
El documento sobre la “Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia”, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, en Abu Dabi, el 4 de febrero de 2019, dijo: «La protección de los lugares de culto, sinagogas, iglesias y mezquitas es un deber garantizado por las religiones, los valores humanos, las leyes y los acuerdos internacionales». Hay que respetarlas.
   
Los lugares de culto son importantes. Sin embargo, los lugares de culto son algo más que ladrillos y mortero. Más fundamental es el testimonio que se fomenta y crece dentro de ellos y emerge de ellos en el mundo de hoy al Dios que está lleno de misericordia y compasión. Los cristianos, los musulmanes y los judíos comparten una responsabilidad común de dar testimonio de lo que se exige hoy de un verdadero creyente en el Dios que está lleno de misericordia y compasión.
    
Nuestros lugares de culto deben ser lugares donde se evite la intolerancia y se aprenda el respeto. Nuestros corazones deben ser corazones que estén abiertos para abrazar y no rechazar. Nuestras manos deben ser manos que apoyen y ayuden y no empujar a un lado. Nuestra mentalidad debe ser una mentalidad inspirada por la compasión y no por el juicio.
    
Nuestro mundo puede ser muy duro. Necesita misericordia y compasión. Nuestra ciudad aquí en Dublín está manchada por la violencia. Hay racismo e intolerancia. Observamos cómo la pobreza y la precariedad aumentan y nuevas inseguridades afectan a muchas familias. Nuestro mundo necesita un testimonio común de lo que significa la misericordia y la compasión. En un mundo donde muchos tienen dificultad para hallar fe en Dios, todos tenemos que examinar nuestra conciencia individual en cuanto a cómo hemos fracasado en mostrar convincentemente en nuestra propia vida que Dios no es solo una figura abstracta distante, sino Aquel que nos enseña a todos lo que significa la misericordia y la compasión.
    
En la actual crisis del coronavirus, todos debemos una deuda de gratitud a nuestros trabajadores de la salud y sabemos que esos trabajadores de la salud representan lo mejor de nuestros irlandeses, nuevos y viejos, creyentes de todas las religiones, que han trabajado juntos incansablemente y con verdadero cuidado y compasión.
    
Para los musulmanes, el Ramadán es un momento de sanación y crecimiento espiritual, de compartir con los pobres, de fortalecer los lazos con familiares y amigos. Nos unimos a su celebración y sabemos que juntos podemos convertirnos en una fuerza poderosa en la Irlanda del mañana para el crecimiento espiritual, para compartir con los pobres y construir la amistad.
   
Estas son las bases de una paz duradera en nuestra sociedad y en nuestro mundo. Me voy hoy alentado y esperanzado por lo que podemos lograr juntos con la ayuda del Dios que está lleno de misericordia y compasión.
No es sin embargo, la primera vez que los defiende: cuatro días antes del asesinato del sacerdote-presbítero francés Jacques Hamel por un militante del Dáesh en su iglesia, el cardenal Raymond Leo Burke presentó su libro-entrevista con Guillaume d’Alançon “Esperanza para el mundo: Unir todas las cosas en Cristo” y dijo que el islam quiere dominar el mundo y la única manera de contrarrestarlo es que Occidente vuelva a sus raíces cristianas. En respuesta Martin dijo a la estatal RTÉ desde Cracovia (donde estuvo para ese Woodstock descafeinado que es la Jornada Mundial de la Juventud) «No creo que eso ayude en absoluto. ¿El Islam quiere gobernar el mundo? Puede que haya algunas personas de fe islámica que lo quieran, pero el Islam en sí tiene otra faceta: una faceta solidaria y tolerante».

Cabe preguntarse si el hijo de Jimmy Martin y Eileen Mullen y hermano del ex editor internacional de The Irish Times Seámus Martin tendrá esas mismas palabras bonitas con los que siguen el Usus Antíquior y/o las sostendrá frente a los cristianos perseguidos por el Dáesh en Nigeria.

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