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lunes, 21 de septiembre de 2020

«¡DING DONG!, MURIÓ LA BRUJA»


El viernes 18 de Septiembre de 2020 falleció en su casa de Washington DC la jueza de la Suprema Corte de los Estados Unidos a la edad de 87 años Joan Ruth Amster Bader (más conocida como Ruth Bader Ginsburg o “The Notorius R. B. G.”), por complicaciones derivadas del cáncer de páncreas metastásico que sufría desde 2009.
   
Bader Ginsburg era judía (su padre Nathan Bader era emigrado de Odesa, y su madre Celia Amster descendía de judíos austríacos) y agnóstica, y durante su estadía en la Suprema Corte (desde el 14 de Agosto de 1993, tras ser nombrada por el presidente Bill Clinton por recomendación de la entonces Fiscal General Janet Wood Reno —que, inter ália, ordenó al FBI tomar a sangre y fuego la finca de la rama koreshita de los adventistas davidianos en Waco, Texas en 1993; y ordenó en el 2000 el regreso a Cuba del “balserito” Elián González Brotons–) impulsó y/o defendió consignas feministas (propugnó por volver mixtas las fraternidades universitarias, las prisiones y los grupos escultistas), además de homosexualistas (apoyó la sentencia del caso Estados Unidos vs. Windsor –de autoría del juez “católico” Anthony McLeod Kennedy, y que dio reconocimiento federal a las uniones homosexuales–, y fue la primera juez de la Suprema Corte en oficiar una unión homosexual el 31 de Agosto de 2013 –Michael Kaiser y John Roberts–), pedófilas (opinaba que debía bajarse a 12 años la edad de consentimiento sexual), abortistas (condenó la sentencia del caso Harris vs. McRae, que declaraba ilegal la financiación del aborto con fondos de los impuestos) internacionalistas (defendía el uso de normas extranjeras en las decisiones judiciales) y en favor de la prostitución (objetaba las leyes contra la prostitución, y consideraba inconstitucional la Ley Mann –que castiga la trata de personas a nivel interestatal–).
  
No extraña que Bader Ginsburg (cuyas últimas palabras fueron «Mi más ferviente deseo es que no sea remplazada hasta que se POSESIONE un nuevo Presidente» –atención a la palabra “POSESIONE”, que deja la posibilidad de que su remplazo sea nombrado ANTES del 4 de Enero de 2021, gane o pierda Trump las elecciones–) defienda tanto el aborto (la versión moderna de los sacrificios de niños al ídolo Moloc), visto que Maimónides en Mishné Torá, libro Séfer Nezikím, sección Asesinato y Preservación de la vida, cap. I, 9 estatuye que se puede abortar incluso antes del nacimiento, porque según el talmudismo, los bebés (tanto judíos como gentiles) no tienen alma:
אַף זוֹ מִצְוַת לֹא תַּעֲשֶׂה שֶׁלֹּא לָחוּס עַל נֶפֶשׁ הָרוֹדֵף. לְפִיכָךְ הוֹרוּ חֲכָמִים שֶׁהָעֻבָּרָה שֶׁהִיא מַקְשָׁה לֵילֵד מֻתָּר לַחְתֹּךְ הָעֵבָּר בְּמֵעֶיהָ בֵּין בְּסַם בֵּין בְּיָד מִפְּנֵי שֶׁהוּא כְּרוֹדֵף אַחֲרֶיהָ לְהָרְגָהּ. וְאִם מִשֶּׁהוֹצִיא רֹאשׁוֹ אֵין נוֹגְעִין בּוֹ שֶׁאֵין דּוֹחִין נֶפֶשׁ מִפְּנֵי נֶפֶשׁ וְזֶהוּ טִבְעוֹ שֶׁל עוֹלָם: [«Este, de hecho, es uno, de los mitzvot negativos: “no tengas piedad de la vida de un rodef” (perseguidor). Sobre esta base, nuestros Sabios ordenaron que cuando surjan complicaciones y una mujer no pueda dar a luz, es permitido abortar el feto en su vientre, o con un cuchillo o con drogas. Porque el feto es considerado un rodef de su madre. Si emerge la cabeza del feto, no debe ser tocado, porque una vida no debe ser sacrificada por otra. Aunque la madre puede morir, esta es la naturaleza del mundo»].
Postura idéntica a la Misná, tratado Oholot, cap. VII, párrafo 6, y el comentatio del rabino Rashi (Shlomo Yitzchaki) al tratado Sanedrín 72b, 14 del Talmud de Babilonia.
   
Por todo lo anterior expuesto, EL ALMA DE ESA MALVADA BRUJA ESTÁ ARDIENDO EN EL INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD.

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