Traducción de la noticia publicada en GLORIA NEWS.
Durante los últimos cincuenta años, las políticas homosexuales de Joe Biden han sido promovidas por jesuitas y presbíteros “católicos”, escribió en su página de Facebook el ex homosexual Joseph Sciambra.
Por presiones políticas, la homosexualidad fue eliminada como categoría diagnóstica del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de las Enfermedades Mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría el 15 de Diciembre de 1973. Los líderes de la fuerza de tarea responsable de esta decisión fueron cuatro (pro-)homosexuales: el Dr. Howard Junior Brown, el Dr. Bruce Raymond Voeller, el sacerdote-presbítero Robert Earl “Bob” Carter Smith SJ, y el Dr. Franklin Edward “Frank” Kameny.
Sciambra escribe sobre el padre Carter (27 de Julio de 1927/22 de Febrero de 2010; ordenado sacerdote en 1963) que él ayudó a fundar el capítulo de Nueva York de DignityUSA en Octubre de 1972, en la antigua casa jesuita del número 220 de la calle 82 Oeste de Manhattan. Desde entonces, la organización (fundada en 1969 por el ex sacerdote-presbítero agustino hoy laico Patrick Xavier Nidorf en San Diego, California) ha sido condenada por el Vaticano. Carter conducía ceremonias de bendición para parejas homosexuales, y no veía contradicción entre la homosexualidad y la Cristiandad.
En una memoria inédita, él escribió:
“Puesto que Jesús había compartido mesa con los marginados sociales y pecadores, los rechazados por el establecimiento religioso de su tiempo, me considero a mí mismo haber sido más completamente un jesuita, un ‘compañero de Jesús’, cuando me declaré públicamente como homosexual, uno de los rechazados sociales de mi tiempo. Fue solamente por nuestra salida que los estereotipos negativos de la sociedad serían superados y ganaríamos aceptación social”.
Hubo llamados por parte de sus correligionarios jesuitas y de padres de familia y alumnos de colegios jesuitas pidiendo que Carter fuera expulsado de la Compañía, pero obviamente nada pasó.
Jesuita tenía que ser. Por eso es que, retrospectivamente, Pío VII se equivocó al restaurar a los jesuitas en 1814. Pero bueno, no los príncipes ilustrados ni los gobiernos radicales, sino ellos solitos los que AHORA se están acabando.
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