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viernes, 9 de abril de 2021

NOVENA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE OCOTLÁN

Novena dispuesta por el Licenciado Don Manuel de Loyzaga OFM, capellán de su santuario en la ciudad de Tlaxcala, y reimpresa en la Puebla de los Ángeles por la viuda de Miguel de Ortega en 1754. Puede rezarse en cualquier momento del año, o en preparación a sus fiestas:
  • 18 de Abril (Aparición y hallazgo de su imagen).
  • Tercer lunes de Mayo (Procesión de “la Bajada” a la ciudad de Tlaxcala).
  • 8 de Julio (Patronato sobre la ciudad de Tlaxcala).
  • 31 de Julio (Coronación canónica).
INTRODUCCIÓN
La principal razón por que sembrando tantas Oraciones en las Novenas no cogemos todo el fruto a que aspiran nuestros deseos, es porque se pide con la boca, no con el alma: clamamos con un corazón muchas veces o moribundo al golpe de pecados veniales, que tan sin razón y sin tasa se cometen, o muerto del todo al impulso violento de un pecado mortal, que hace nuestras peticiones nada aceptas a los ojos de Dios. Por eso el primer paso para alcanzar lo que se pide ha de ser una Confesión dolorosa de nuestras culpas, y después purificarse más y más antes de la Novena, con un Acto de contrición. La segunda diligencia: ponernos en las manos de la Santísima Virgen con un despego total de nuestros intereses, deseando solo su mayor honra y gloria, y el bien de nuestras almas. Tercera, en cada día hacerle un obsequio particular a la Señora a elección de cada uno, si no agradan los que se proponen después. Cuarta, tomar por Abogado y Padrino para con su dulcísima Esposa al Señor San José, confesando y comulgando el primer, quinto y último día; o los que según la calidad de las personas, determinaren los Confesores.
  
OBSEQUIOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE OCOTLÁN EN SU NOVENA
Supongo que en los días de la Novena se reza con especial devoción el Rosario o Corona de la Virgen, y a nuestro Abogado y Padrino el Señor San José siete veces el Pater noster y Ave María en honra de sus dolores y gozos. Fuera de ello, podemos obligar las piadosísimas entrañas de nuestra Madre con los obsequios siguientes:
  • Día primero: Comunión.
  • Día segundo: Ayunar, y el que no pueda comer de viernes, guardar la forma del ayuno.
  • Día tercero: Una limosna a tres pobres.
  • Día cuarto: Visitar los cinco altares por las almas de los que están enterrados en el Santuario de Ocotlán.
  • Día quinto: Comunión.
  • Día sexto: No beber agua hasta la noche.
  • Día séptimo: Abstenerse de dulce, fruta, y cualquier otra vianda de apetito.
  • Día octavo: Media hora de oración contemplando la hermosura, gracia, virtudes y Concepción Inmaculada de María.
  • Día noveno: Todo lo que en los antecedentes se hubiere practicado, para que también la Señora redoble sus piedades.
      
NOVENA DE LA AMABILÍSIMA REINA, MADRE Y SEÑORA DE OCOTLÁN, QUE SE VENERA EXTRAMUROS DE LA CIUDAD DE TLAXCALA
   
   
De rodillas delante de alguna Efigie de Nuestra Señora de Ocotlán, o de su Inmaculada Concepción, o a falta de una y otra, inclinando el cuerpo y los ojos a aquel dichoso sitio en que se venera su Imagen, después de persignarse, se irán diciendo las Oraciones siguientes:
   
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
ACTO DE CONTRICIÓN
Dulcísimo Jesús, que bajaste del seno de tu Padre a la tierra, y serviste treinta y tres años con tanto amor por darme la libertad hasta consumar mi redención en la Cruz con una muerte tan afrentosa, ¡oh, cuánto siento haber correspondido a tus finezas con tantas ingratitudes!: haber menospreciado tu Sangre con el desorden de mis desregladas costumbres. ¡Ay mi Jesús, qué tarde te conozco! ¡Ay gloria mía, dónde estaba yo cuando te ofendí! ¡Ay, y si pudiera aniquilar mis culpas, aunque fuera a la costa de mil infiernos! No más, mi Señor, nunca más ofenderte. Espero que me has de restituir a tu gracia, que he de permanecer en tu servicio, única y sola salud mía; y que por tu muerte saludable y poderosa a sanar mis dolencias, has de hacer que se borren mis pecados del libro de tus iras. Amén.
   
ORACIÓN INICIAL
Reina, Madre y Señora de Ocotlán, que desde la eminencia de un cerro, como Águila generosa, tiendes todas las plumas de tu protección para el amparo y consuelo de tus hijos: por aquella apacible sombra que te hizo tu dulce Esposo José, para ocultar por el tiempo que convenía la Encarnación del Verbo Divino que se obró en tus entrañas, te ruego humildemente que todos los devotos, en la hora de nuestra muerte, lleguemos a merecer el favor de tus alas, y como dueña mía y de todas mis cosas, dirijas mis peticiones a lo que fuere de tu mayor agrado. Amén.
     
Aquí se rezan nueve Ave Marías y el Gloria Patri en honra de los nueve meses que estuvo la Santísima Virgen en el castísimo vientre de Señora Santa Ana.
   
DÍA PRIMERO
Bellísima María, que obligada únicamente de tus piedades bajaste de tu trono a contener los ardores de una peste, y a consolar con tu presencia al humilde Juan Diego, ofreciéndole para el alivio y salud perfecta de sus paisanos no menos cordial que el agua de la vida: Muévanse, Señora, a compasión tus entrañas, dando a los pecadores oportuno remedio, para que se vean libres del veneno contagioso de la cupla, y de aquel voraz fuego que enciende la concupiscencia de la carne rebelada contra el espíritu, y otorga lo que te ruego en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Aquí avivando la confianza y todos los afectos, se hace la petición, y después la Oración que se sigue:
Soberana Emperatriz de los Cielos, sin pecado original concebida en el esplendor de los Santos, con todos los esfuerzos de mi alma te doy los parabienes de tu Concepción inefable, y gracias infinitas a la Santísima Trinidad por haberte preservado de la primera culpa. ¡Oh María!, Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu Santo: pues conoces cuánto perdemos si perdemos a Dios, no permita tu grande misericordia, estando tú de por medio, dejarse vencer de nuestra miseria. ¡Oh, no se jacte el demonio de que pudo más un hombrecillo vil para ofender a su Dios, que su Dios para perdonarlo! Perdónanos tú, Señora, y verás cómo tu Padre, tu Hijo y tu Esposo nos perdonan: así lo espero de tu clemencia. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que al herir la dureza de un peñasco con tus Sacratísimos pies, lo ablandaste de suerte que hasta hoy se está derritiendo en dulces perennes aguas, que son todo el lenitivo de nuestros males: ¡oh!, y por tu intercesión nuestros ojos se desaten en dos fuentes en que se limpien nuestras conciencias del todo de sus culpas, y con las que se fecunde el terreno de nuestras almas, para que lleven frutos de penitencia, y juntamente me otorguéis el favor que te pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
     
DÍA TERCERO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que no solo nos diste el agua para lavarnos, sino también el fuego para encendernos, haciendo que los árboles y ocotes del risco ardieran en llamas vivas sin abrasarse; algo más, Señora, te pedimos nosotros que ardan incesantemente nuestros espíritus en amor tuyo, que se quemen los corazones de todos hasta reducir a cenizas cualesquiera desordenados afectos que puedan desagradarte, que se consuman los crasos vapores de los vicios que nos impiden el verte, y por último, el favor a que anhelo en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
     
DÍA CUARTO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que en el corazón de un ocote te dejaste ver y venerar iluminando con tus celestiales destellos las flores y las plantas del bosque, y despidiendo de tus hermosísimos ojos rayos tan benignos que, a no moderar tus luces, ciegas al mismo Sol; esculpe, Señora, en nuestras entrañas tu Imagen, ilustra con tu esplendor nuestros afectos, para que tú sola eternamente habites en nuestras almas, tú para siempre seas la lumbre de nuestros ojos, concediéndome el favor que te pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
      
DÍA QUINTO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que te dejaste llevar a las sagradas cumbres de Sión disponiendo en las alturas tu nido, para atraer a ti nuestros corazones y descubrir mejor nuestras necesidades para remediarlas. Humildemente te ruego desprendas del mundo y de sus bienes nuestros afectos, para que dejada del todo la afición a las cosas de la tierra, y libres de la torpe prisión en que nos tiene cautivos el tirano imperio del demonio y la carne, vuelen nuestras almas al Cielo a gozar de la hermosura de Dios en tu compañía, y juntamente el favor que te pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
     
DÍA SEXTO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que después de tomada posesión del trono en tu Iglesia, toleraste por tres veces que un neófito atrevido te despojase de él, porque estaba firme y empeñado tu amor en no dejar el puesto que una vez elegiste para la defensa del Reino y de tus hijos: disponga tu piedad que, inmobles y constantes nosotros en lo que es de tu agrado, ni todas las furias del Infierno nos aparten de tu belleza ni nos desvíen de tus dulzuras todos los placeres del mundo, y que juntamente consiga yo lo que pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
      
DÍA SÉPTIMO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que transfiguras el Cielo de tu hermosísimo Rostro, ya en rosas, ya en azucenas, trasladando a tu semblante los varios aspectos con que nos mira la fortuna, ya próspera, ya adversa: mi rendida confianza te suplica que moderes las muchas fatalidades que están pronosticando por horas nuestros pecados, y alientes todas las dichas que consiguen los que acuden a las benignas influencias de tus dos suavísimos ojos; y juntamente el favor que te pido en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
     
DÍA OCTAVO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que benignísimamente has comunicado a tu Sagrada Imagen el singular privilegio de incorrupción, sin que la lima sorda de los años haya hecho mella en su asombrosa efigie ni sentido detrimento alguno o la beldad de su Rostro o el aire de su talla: preserve tu gran misericordia de toda corrupción nuestro espíritu, para que a la hora de la muerte no nos aflija el gusano roedor de la conciencia; y juntamente otorga, Señora, lo que en esta Novena te suplico, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.
      
DÍA NOVENO
Por la señal…
Acto de contrición, Oración inicial y las nueve Ave Marías.
   
Bellísima María, que en tu Santuario de Ocotlán congregaste todas las aguas para beneficio de todos: beban de ti como de su fuente cuantos te buscan eficaces auxilios para amarte. Beban, como del mar las nubes, los pecadores, perdón; los agonizantes, socorro; los enfermos, salud; los atribulados, consuelo; los justos, perseverancia; los cautivos, libertad; y alivio las Almas del Purgatorio; y todos tus devotos en sus necesidades, amparo; y yo, el más indigno de tu clemencia, pero por eso el más confiado en tu patrocinio, consiga, dulce, suave, amorosa Reina, Madre y Señora de Ocotlán, lo que humildemente te he suplicado en esta Novena, si ha de ser para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amén.
    
Se pide la gracia que desea recibir. La Oración se dirá todos los días.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por está Novena que rezaremos en familia. Dios le bendiga.

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  2. Hola yo busco la quincena en honor a nuestra señora de ocotlan, pero no la encuentro mi mamá tiene un libro muy deteriorado y nececito encontrarla pata que mi mamá la pueda rezar tiene muchos años que su mamá le dio esa quincena pero en ningún lugar la puede encontrar. Gracias 🙏🏼

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    1. Es la primera vez que oímos de esta devoción, apreciada María.

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