Noticia tomada de INFOVATICANA. Ilustración creada por nuestro departamento artístico a partir de imágenes tomadas de internet.
Una colección de libros para lectores infantiles cuyos protagonistas viven en un orfanato dirigido por Sofía Hipatia: allí viven 6 niños extraordinariamente curiosos y apasionados por la filosofía. Son novelas de misterio, para captar la atención de los niños, pero al mismo tiempo una forma de ir introduciendo conceptos filosóficos en los niños.
Una idea que puede parecer atractiva a primera vista… ¡hasta que uno descubre que uno de los niños filósofos modelo que se proponen a los niños es nada menos que Karlitos Marx!
En una entrevista publicada en El País, la autora, Cuca Canals (María Fernanda Canals de Campos), explica su inspiración:
“Me he inspirado en Karl Marx para imaginarme cómo sería de niño. Evidentemente, me he documentado sobre su pensamiento y otros detalles de su vida, como que provenía de una familia apoderada o su afán por un mundo más igualitario. Por supuesto, la primera cualidad de Karlitos Marx es su preocupación por la justicia social y especialmente por los más desfavorecidos. Creo que muchos lectores se van a sentir identificados con él”.
¿Dónde se habrá documentado Cuca Canals? ¿En las hemerotecas de Pravda?
Porque su supuesto afán por un mundo más igualitario no le impidió vivir toda su vida de las rentas de las fábricas de su amigo Engels en las que se explotaba a los trabajadores tanto o más que en el resto de fábricas de la época y de los pelotazos que también Engels daba en la Bolsa. Marx nunca expresó la más mínima preocupación por el estado de los trabajadores de esas fábricas ni por las víctimas de las especulaciones gracias a las que siempre pudo vivir como un buen burgués. Todo lo contrario que el Karlitos Marx de la novela, quien “tiene una familia muy adinerada que le ha repudiado, y él a ella, por explotar a trabajadores”, en lo que es una manipuladora contradicción de la realidad histórica.
En cambio, lo que oculta Cuca Canals es el odio que rezuma la visión de Marx de la vida como de un escenario de lucha de clases inescapable, algo visceralmente contrario a la visión cristiana.
Tampoco nos habla de la visión del Karlitos Marx ya adulto sobre la religión: «La filosofía no lo oculta. Hace suya la profesión de fe de Prometeo: «¡En una palabra, odio a todos los dioses!». Y opone esta divisa a todos los dioses del cielo y de la tierra que no reconozcan como suprema divinidad a la autoconciencia humana. Esta no tolera rival». No es de extrañar que Marx sostuviera como principio básico en la vida que «la abolición de la religión como ilusoria felicidad del pueblo es la demanda de su verdadera felicidad».
Todo esto no sería extraño si la editorial que publica estos libros fuera propiedad de la Fundación de Estudios Marxistas o el Instituto 25-M de Juan Carlos Monedero Fernández-Gala, pero lo realmente sorprendente es que esta colección es editada por Edebé (por Ediciones don Bosco), la editorial de la Congregación Salesiana: “EDEBÉ es una obra educativo-pastoral de la Congregación Salesiana dirigida por una Junta de Gobierno compuesta por salesianos y profesionales provenientes de diversos ámbitos del mundo empresarial”.
¿Será que los sucesores de San Juan Bosco creen ahora que la mejor propuesta educativo-pastoral para los niños es ponerles como modelo a Karlitos Marx?
En cualquier caso, la realidad siempre supera cualquier delirio imaginable y la autora de esta colección de Edebé ya anuncia el protagonista del siguiente libro de la colección: “El tercer libro estará escrito por Freddy Nietzsche, un niño muy creativo y divertido”. No podemos esperar a ver lo divertido que puede llegar a ser jugar a superhombres mientras Freddy elimina infrahumanos bajo los acordes de Wagner.
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