PROFESIÓN DE LAICIDAD DEL CARDENAL PAROLIN

Traducción del artículo publicado por ACTUALITÉS FSSPX (Fraternidad Sacerdotal San Pío X – Distrito de Italia).

   

LA PROFESIÓN DE FE DEL CARDENAL PAROLIN

   

El Secretario de Estado del Vaticano Pietro Parolin Miotti y el Primer Ministro de Italia Mario Draghi Mancini, en la Embajada de Italia en la Santa Sede (2 de marzo de 2021)

   

Siguiendo lo informado en un artículo precedente [AQUÍ], proponemos una reflexión sobre la última etapa de los acontecimientos entre la Santa Sede y el estado italiano frente al Proyecto de Ley Zan.

No os preocupéis, celosos fieles del neomodernismo: la Santa Sede, aunque así lo pareció, no se echó atrás en los sólidos principios del Vaticano II; la aparente injerencia en los asuntos internos de la República Italiana con respecto al Proyecto de Ley Zan [1] fue inmediatamente retractada y, finalmente, ya nadie cuestionará la aceptación y tolerancia hacia el mundo LGBT, nadie cuestionará más los derechos de este último a propagar su teorías y prácticas hacia los niños en las escuelas. De lo contrario, deberíamos haber esperado constantemente condenas canónicas por parte de la propia Sede Apostólica contra los sacerdotes alemanes que bendicen las uniones homosexuales. Absit.

    

Afortunadamente, el ínclito y eminentísimo Secretario de Estado S.E.R. el Card. Parolin ha ha recordado a todos nosotros que la nueva iglesia está fundada en la libertad religiosa, tal como está establecido en Dignitátis humánæ n° 2: tal derecho a la libertad religiosa debe ser reconocido y sancionado como derecho civil en el ordenamiento jurídico de la sociedad; no hay más espacio, por lo tanto, para un estado confesional que reconozca los derechos de la única religión verdadera y, si acaso, tolera solo las otras. Recordemos, sin embargo, que la libertad religiosa, afirmada en el Vaticano II y condenada por Quánta cura [2], es ni más ni menos que herejía.

    

Consecuentemente, pues, recordemos también esto, la propia Santa Sede propuso a la República Italiana la modificación de ese Concordato del que tanto se ha hablado en las últimas horas: en 1984, de hecho, la nueva versión del tratado entre Italia y el Vaticano eliminaba, entre otros, la mención explícita de la confesionalidad del art. 1 del tratado de 1929: «Italia reconoce y reafirma el principio consagrado en el artículo 1 del Estatuto del Reino de 4 de marzo de 1848, según el cual la religión católica, apostólica y romana es la única religión del Estado».

  

Por tanto, eminentísimo Card. Secretario de Estado, es cierto que Italia es ahora un estado laico: pero ¿quién lo quiso, sino la propia Santa Sede, avergonzada por el hecho de que, después de la profesión de libertad religiosa del Vaticano II, no viera dicha libertad religiosa garantizada en algunos estados, incluidos España y la misma Italia?

   

La Italia es sin embargo un estado laico, y, para un eminentísimo miembro de la actual jerarquía eclesiástica qur se funda en el principio modernista de la libertad religiosa, el reconocerlo con vigor como él ha hecho no es sino un acto de coherencia y pertinacia en el mal. Mas el hacerlo recordar, que el primer ministro Draghi (quien no tendría nada que enseñarle a nadie sobre la interferencia política, sino muchos mea culpa que hacer) lo recuerde, como para hacer girar el cuchillo en la herida, es un poco triste. Que el cantante de rap Fedez lo recuerde incluso antes que todos los demás, y se convierta en su eco, es francamente grotesco. Pero todo el mundo elige a sus amos.

   

Por tanto, eminentísimo Card. Secretario de Estado, Vd. ha perdido una oportunidad importante: la de guardar silencio, dando sólo la impresión de profesar una herejía.

   

En cambio, eligió hablar alto y claro, confirmando brutalmente la triste impresión.

   

NOTAS

[1] Nota verbal enviada el 17 de junio de 2021 por la Secretaría de Estado del Vaticano a la Embajada de Italia ante la Santa Sede.

[2] Encíclica del Papa Pío IX del 8 de diciembre de 1854.