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viernes, 29 de octubre de 2021

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL TOPO

Novena publicada con Imprimátur de Mons. José Restrepo Posada, Censor delegado del Arzobispado de Santa Fe de Bogotá el 3 de Agosto de 1958. Puede rezarse en cualquier momento del año, en especial como preparación a su fiesta el 7 de Noviembre.
    
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL TOPO, PATRONA DEL VENERABLE CAPÍTULO METROPOLITANO DE LA CATEDRAL DE SANTA FE DE BOGOTÁ
   
   
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
   
ACTO DE CONTRICIÓN
Piadosísimo Señor, muerto por nuestros pecados y yacente en el regazo de tu madre Santísima, a Ti acudo con el corazón contrito y humillado, recordando mi pasado cargado de pecados y delitos. No desoigas la voz de esta oveja perdida, que como el hijo pródigo vuelve a Ti de lejana y tenebrosa región del pecado. Mi dolor es tanto mayor, cuanto que de Ti sólo he recibido beneficios sin cuento del alma y del cuerpo y yo he correspondido a tu providencial bondad, que hace llover sobre justos y pecadores, con mi repetida inconstancia e ingratitud.
    
Envía tu luz y tu verdad, para que iluminada mi mente y robustecida mi voluntad, vea el mal que cometí y el bien que dejé de hacer; para que donde abundó el delito superabunde la gracia. Lo que a mí me falta, súplanlo los méritos infinitos de tu muerte redentora, mediante los cuales espero obtener tu perdón y la gracia para corregir mis malas costumbres, desarraigar mis pasiones dominantes y perseverar hasta el fin en el bien y en tu santo servicio. Amén.
   
ORACIÓN
Virgen Santísima del Topo, la más antigua y venerable imagen tuya renovada en Colombia, patrona de nuestros prelados y del Capítulo Primado, milagrosa abogada, intercesora infalible de tus devotos. Vednos postrados ante Ti para renovarte en esta novena la consagración de nuestras almas, el filial voto de nuestra ciudad capital, el culto fervoroso que te rindieron nuestros antepasados, que hoy duermen el sueño de la paz, y para quienes fuiste siempre faro de luz, consuelo en sus penas, refugio y socorro en sus necesidades.
   
Nuestros pecados llevaron al suplicio del Calvario a tu hijo Divino y por ellos, amantísima madre, fuiste traspasada por siete espadas de dolor y hecha corredentora del género humano.
   
Así como tú soportaste el dolor de pie ante la cruz y contemplaste en tus manos el rostro exánime y lívido del Redentor de los hombres, enseñadnos Señora a seguir tu ejemplo, y así aceptar valientemente las penas y sufrimientos que el Señor se sirva enviarnos y a expiar con ellos nuestras faltas que merecieron la sangre de un Dios.
    
¡Oh feliz culpa!, podemos exclamar, que valió a la humanidad pecadora semejantes Redentor y Corredentora.
     
Te pedimos, Madre del Topo, nos alcances por tu intercesión del trono del Altísimo, la gracia que te pedimos en esta novena… y especialmente la paz del país y la restauración material y espiritual de esta basílica, para que después de honrarte filialmente en la tierra, podamos recibir el galardón deseado en la bienaventuranza eterna. Amén.
   
HIMNO A NUESTRA SEÑORA DEL TOPO (Juan de Herrera, 1670-1738)
    
A la fuente de bienes
Al mar de Gracias
Que al orbe todo junto
Eleva, admira y pasma,
Vengan las almas.
   
A la imagen de María,
Honor, gloria, timbre guarda
Que dibuja vivamente
Quejas, dolor, llantos, ansias,
Vengan las almas.
   
A la que es de las piedades
Flor, compendio, cifra nata
Pues en ella hallen los hombres
Perdón, luz, remedio, gracia,
Vengan las almas.
   
A la que con beneficios
Prende, eleva, trae, arrastra,
Digna de ser de los orbes
Clarín, trompa, lengua, fama,
Las almas vengan,
Vengan las almas.
   
A la que en misericordias
Brilla, luce, reina, campa,
Siendo en remediar miserias,
Una sola especial vara,
Las almas vengan,
Vengan las almas.
   
SALVE REGINA
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora y abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús: fruto bendito de tu vientre. Oh clemente, Oh Piadosa, Oh dulce Virgen María.
  
℣. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
℞. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

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