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domingo, 3 de octubre de 2021

VELERO QUE IBA A LA JMJ LISBOA, NAUFRAGÓ EN LA POLINESIA FRANCESA

  
El velero “Exultet”, que debía participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023, yace ahora a 400 metros de profundidad frente a las costas de la Polinesia Francesa, en el fondo del Océano Pacífico, bajo el cuidado de Nuestra Señora de la Antigua, cuya estatua permaneció a bordo.
  
El patrón del velero, Thierry Pichon, y los ocho miembros de la tripulación sobrevivieron. Los problemas comenzaron cuando el 9 de septiembre la embarcación (que había participado en 2019 de la peregrinación hasta Panamá) quedó atascada y dañada en el arrecife de coral de la oriental isla Huahine.
  
El 26 de septiembre, a las 12:05, el “Exultet” fue sacado del arrecife y flotó en aguas abiertas, a 900 m de la meseta. Sin embargo, mientras el barco era remolcado hacia el muelle, se produjo una importante fuga al desprenderse el timón y golpear contra el arrecife. El barco se hundió a las 12:15 horas.
   
El Alto Comisariado de la República en la Polinesia Francesa, máxima autoridad en la seguridad del archipiélago, en un comunicado expedido cuando la nave quedó atascada en el arrecife, recordó «que en este período de confinamiento, la navegación de recreo entre las Islas de la Sociedad está prohibida o sometida excepcionalmente a las autorizaciones concedidas después de estudio por la Dirección Polinesia de Asuntos Marítimos».
   
COMENTARIO: Conciliares, ya que vosotros pedís al que decís es vuestro Dios «que los fieles de la Iglesia sepan discernir los signos de los tiempos a la luz de la fe» (Plegaria Eucarística III para diversas necesidades “Jesús, camino hacia el Padre”), ¿creéis que el naufragio significa que a Dios le desagrada vuestro Woodstock que es la Jornada Mundial de la Juventud? ¿O es un augurio de cómo quedará la que vosotros afirmáis es la Iglesia Católica después del desmadre de Francisco Bergoglio, que es mucho peor que sus antecesores?

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