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sábado, 19 de febrero de 2022

BERGOGLIO DECLARA “VENERABLE” AL CARDENAL “PIRÓMANO” (Que diga, Pironio)

En audiencia concedida al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos [del Nuevo Orden] Marcello Semeraro el día de ayer, 18 de Febrero de 2022, Francisco Bergoglio autorizó publicar el decreto por el que se reconoce las “virtudes heroicas” de María Constanza –en el siglo Inés Pacífica– Panas Biassoto OSC Cap. († 1963), a Immaculado José de Jesús –en el siglo Aldo Brienza Trevisani– OCD († 1989), a Benigna de Dios Víctima de Jesús –en el siglo Maria da Conceição Santos– CIANSP († 1981), Juana Méndez Romero OCJ († 1990) y la del cardenal curial argentino Eduardo Francisco Pironio Buttazzoni († 1998), de quien haremos la reseña siguiente:
  
 Pablo VI Montini y Eduardo Francisco Pironio (24 de Mayo de 1976).

Nacido el 3 de Diciembre de 1920, Eduardo Francisco Pironio fue el ¡22.º hijo! (leíste bien, VIGÉSIMO SEGUNDO) de Giuseppe Pironio y Enrica Rosa Buttazzoni, matrimonio de italianos de la región de Friuli que llegaron a la Argentina en 1898. Ingresó al seminario de San José de La Plata en 1938 y fue ordenado sacerdote el 5 de Diciembre de 1943. Egresado de la facultad de Teología en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, fue profesor y rector de seminarios hasta que en 1964 fue nombrado obispo titular de Ceciri en Túnez y auxiliar del Arzobispado de la Plata, recibiendo la consagración episcopal el 31 de Mayo de ese año. Participó en las dos últimas sesiones del Vaticano II como obispo (en las dos primeras participó como perito), y en 1972, tras ser asesor nacional de la Acción Católica Argentina, fue instalado obispo de Mar del Plata. Fue secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano entre 1967 y 1972, y presidente de la misma desde 1972 hasta 1975 –el mandato iba hasta 1974, pero se lo prorrogaron un año más–, participando en las conferencias Generales de Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992).
   
Debido a las amenazas de muerte que recibió a causa de su adhesión a la Teología de la Liberación (aunque extrañamente, en sus muchos viajes a la Argentina durante la época de la Junta Militar, nunca se reunió con los familiares de las víctimas de la represión, pero sí se entrevistó varias veces con el general Jorge Rafael Videla) durante el gobierno de María Estela “Isabelita” Martínez Cartas vda. de Perón, fue trasladado a Roma, desempeñando su carrera posterior en la Curia: Pro-prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada en 1975 (prefecto desde 1976 hasta 1984), y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos desde 1984 hasta 1996, puesto donde organizó las Jornadas Mundiales de la Juventud de Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Częstochowa (1991), Denver (1993) y Manila (1995).
    
Creado cardenal el 24 de Mayo de 1976, participó en los dós cónclaves de 1978. Fue confesor de Pablo VI Montini, y amigo de Óscar Arnulfo Romero y del padre Pedro Arrupe SJ (por, según su amigo Camillo Ruini Rizzoli dijo en 1995, Pironio consideró que su nombramiento como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos en 1984 por Wojtyła fue un castigo).
      
A su muerte el 5 de Febrero de 1998 tras sufrir un cáncer en los huesos, Pironio fue además miembro del Consejo de la Sección Segunda de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, de la Congregación para las Iglesias Orientales, de la Congregación para las Causas de los Santos, de la Congregación para los Obispos, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la Congregación para la Educación Católica, del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos y de la Pontificia Comisión para América Latina. El proceso de beatificación de Pironio comenzó el 23 de Junio de 2006, cuando en Roma se aprobó la apertura de su causa, recibiéndose testimonios en la Argentina 22 de Febrero de 2007 en la Archidiócesis de Buenos Aires, y la fase romana comenzó el 11 de Marzo de 2016.
   
Ya que se habla de las “virtudes heroicas” del cardenal Pironio, repasemos pues, algunas de ellas:
  • Su apoyo al progresismo izquierdista, evidenciado entre otras por sus declaraciones privadas y públicas en favor del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, la II Conferencia del CELAM –del cual fue dos veces secretario general y presidente– en Medellín (Colombia), el Marxismo y su variante bautizada  la “Teología de la Liberación”, la violencia y el cambio de poder, le valió ser acusado de ser «un pirómano incendiario» y «amalgama mal lograda de cristianismo y comunismo» (lo cual truncó las posibilidades de salir elegido en el cónclave de Octubre de 1978). Recomendado especialmente el opúsculo “Monseñor Pironio, ¿Pirómano?: El extraño maridaje clerical-subversivo”, publicado originalmente en 1977 por Thomas Gilbert.
  • Como prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada (y por ende, encargado de aggiornar las congregaciones religiosas), libró una guerra sin cuartel contra la regla de Santa Teresa, y ocasionando que la segunda orden carmelita descalza se dividiera (por eso en las carmelitas descalzas conciliares hay dos constituciones: una de 1990 y otra de 1991).
  • Creó en 1984 con Karol Wojtyła la “Jornada Mundial de la Juventud”, esa versión eclesial descafeinada del festival de Woodstock en que lo último que hay es reverencia hacia el que creen es su “Santísimo Sacramento” y la modestia en el vestir y el trato.
En otros tiempos, la Iglesia dejaba transcurrir décadas, ¡siglos inclusive! para iniciar oficialmente la causa de beatificación de una persona muerta en fama de santidad, para estudiar la documentación y recabar los testimonios (tanto en pro como en contra), y verificar si esa fama continuaba en el tiempo. Pero en la fábrica de santos del Novus Ordo, basta simplemente que pasen cinco míseros años (o como en tiempos recientes, que le dé la gana al usurpador de turno). 
   
Permítasenos pues, disgregar que, AL DECLARAR “VENERABLE” A PIRONIO, BERGOGLIO ESTÁ ACELERANDO LA “CANONIZACIÓN” ¡DE SÍ MISMO!

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