En Chile, se llevó a cabo el día de hoy “matrimonio homosexual” en el país, después de entrar en vigencia la ley del “matrimonio igualitario” que fue aprobada el 7 de Diciembre de 2021 por el Congreso de Chile y promulgada tres días después por el saliente presidente Sebastián Piñera.
Los
primeros “beneficiados” por esta ley fueron Jaime Nazar Osmán y Javier
Silva, quienes se presentaron ante la oficina del Registro Civil la
comuna de Providencia, zona oriental de la capital chilena, informó
Lorena Francisca Recabarren Silva, subsecretaria de Derechos Humanos de
la nación austral. A ellos les siguieron Consuelo Morales y Pabla Heuser.
Chile
se convirtió en el país número 25 en el mundo en reconocer legalmente
el “matrimonio homosexual”, y el séptimo en Hispanoamérica (los seis
primeros fueron España en 2005, Argentina en 2010, Uruguay y Brasil en
2013, Colombia en 2016, y Ecuador en 2019).
El
proyecto había sido ingresado al Congreso en 2017, y apenas en 2021, el
presidente Sebastián Piñera anunció su apoyo a la medida y usó las
facultades de urgencia para obligar a los parlamentarios a darle
prioridad, en un intento desesperado por recuperar popularidad y
sobreponerse a las derrotas en el Plebiscito, la Convención
Constitucional y las elecciones regionales y locales, a causa de su mal
manejo de las protestas que en 2019 incendiaron el país.
El
Congreso de Guatemala aprobó el día 8 de Marzo la ley 5.272 (Ley para
la Protección de la Vida y la Familia), en la cual se endurecen las
penas de prisión por el aborto y se prohíben el “matrimonio homosexual”.
Además, la ley prohíbe la enseñanza de la ideología de género en las
escuelas de Guatemala.
La
ley, que condena el aborto provocado con pena de 5 a 25 años de
prisión, y prohíbe expresamente el matrimonio homosexual, está para
firma del presidente Alejandro Giammattei Falla, que declaró a Guatemala
“Capital pro-vida de Iberoamérica” en un evento organizado por el
Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, grupo pro-vida fundado
en México por el periodista protestante Aarón Lara Sánchez, que dijo
luego de esta elección: «Hoy somos testigos de una
profecía, la profecía es que Guatemala sería faro de luz a las naciones.
El actuar de Guatemala es un ejemplo para el mundo. Se necesita ser muy
valiente para defender el derecho a la vida y dejar claro que no existe
el derecho humano al aborto».
Por
su parte, el procurador de los Derechos Humanos de Guatemala, Augusto
Jordán Rodas Andrade, expresó su crítica a la nueva ley, y anunció que
la demandará por inconstitucional ante la Corte de Constitucionalidad
del país chapín.
Si
bien la Constitución del 31 de Mayo de 1985 declara a Guatemala un
Estado laico y no hay como tal un censo oficial sobre afiliación
religiosa, un sondeo hecho por la encuestadora Latinobarómetro entre
Octubre y Diciembre de 2020 reveló que el 42,8% de los guatemaltecos
profesa el protestantismo (principalmente pentecostal), mientras que el
catolicismo solo llega al 41,2%. En 1998, el porcentaje era de 19,2% y
69,4% respectivamente.
Además, el aborto en Guatemala solo es lícito cuando hay peligro a la salud de la madre, quedando en medio de sus vecinos México y El Salvador, que adoptan los extremos: México despenalizó el aborto en todos los escenarios hasta la semana 12, y en El Salvador, toda forma de aborto es ilegal.
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