La administración del presidente estadounidense Joe Biden está trabajando con sus aliados europeos para hacer llegar a Ucrania sistemas de defensa aérea más sofisticados y otros armamentos, entre ellos sistemas de misiles tierra-aire S-300. Ante tal revelación del Washington Post, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, declaró que los convoyes que trasladan armas para Ucrania pueden ser objetivos para las Fuerzas Armadas de Rusia. «Advertimos de qué consecuencias puede tener la entrega imprudente a Ucrania de tales tipos de armas como sistemas de defensa aérea portátiles, complejos de misiles antitanque, etcétera», informó, y advirtió que el único que está escalando el conflicto es Estados Unidos al hablar de una III Guerra Mundial, y que «ya están preparadas las listas de personas que serán sancionadas en respuesta a las restricciones personales que fueron impuestas contras las autoridades rusas».
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que las tropas de la República Popular de Donetsk liberaron la ciudad de Volnovaja y han tomado bajo control las poblaciones de Olginka, Veliko-Anadoy y Zeleny Gay, en la región de Donetsk. Así mismo, las tropas de la República Popular de Lugansk han tomado bajo control tres poblaciones de la región de Lugansk, controlando casi el 70% del territorio. Las Fuerzas Armadas de Rusia inhabilitaron con armas de alta precisión un aeródromo militar situado en la ciudad de Vasilkov y el principal centro de inteligencia de radio y técnica radiofónica de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Brovary.
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, rechazó en el Foro de Diplomacia de Antalya (Turquía) que la Alianza Atlántica tenga la culpa por la situación de Ucrania y afirma que no hubo provocación en su deseo de adherirse a la Alianza: «la idea de […] que las naciones soberanas hagan lo que quieran, solo demuestra una especie de visión del mundo completamente errónea… ese es un mundo en el que no quiero vivir. La Alianza no se mueve al Este, sino que [Ucrania y Georgia] tomaron decisiones democráticas libres reales sobre sus hombros y eligieron su camino. Es sumamente importante que respetemos esas decisiones democráticas libres». Señor Stoltenberg, ¿acaso fue “decisión democrática libre” que Afganistán, Iraq y Libia recibieran sendas invasiones militares de la Alianza solo porque no eran del agrado de Washington? ¿Fue acaso “decisión democrática libre” bombardear Serbia matando civiles para defender a los terroristas y narcotraficantes de Kosovo? Si Vd. es estólido, no piense que los demás lo son también…
En el año 2020, el gasto militar estadounidense fue de 778.230 millones de dólares, mientras el resto de los países invirtieron en conjunto 1.202.770 millones de dólares. Per cápita, el gasto estadounidense representó 2351,1 dólares, mientras que en el resto del mundo fue de 254 dólares. Así informó Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Exteriores de China mediante una gráfica en un trino, con la frase «Quién es la mayor amenaza a la paz mundial, los datos lo dicen todo…».
Avivar las llamas del odio… Janusz Andrzej Kotański, embajador de Polonia en la Santa Sede, dijo al diario Crux que «Rusia solo entiende el lenguaje fuerte, y no es un socio político normal. Solo respeta a determinados socios». Además, junto al presidente del Consejo Europeo Charles Michel Derbaudrenghien, calificó de “propaganda rusa” las denuncias de discriminación contra los refugiados procedentes de Ucrania: «Las autoridades polacas no discriminan a nadie. Entre los que ingresaron a Polonia hay personas de más de 170 países. Es el mundo entero». Señor Kotański, después que su país se negó a la cuota de “refugiados” cuando el diktat de Ángela Merkel, y que la Unión Europea quería expulsarlos por no plegarse a sus exigencias, ¿ahora la rusofobia les hace virar para inundar a Polonia de musulmanes?
La embajada de Rusia en Canadá condenó como infundadas las acusaciones del régimen de Ottawa que las fuerzas rusas bombardearan el Hospital de Maternidad N.º 1 de Mariúpol (del cual la prensa oligárquica dijo causó la muerte de 3 personas y otros 17 heridos, pero cuyas imágenes –algunas protagonizadas por la “influencer” ucraniana Marianna Podgurskaya– se demostró por medios independientes son falsas). Adicional, el diputado opositor ucraniano Illia Kyva expresó que era una “falsa bandera” de la Junta de Kiev: «Ucrania está llena de mentiras y engaños. La historia de la tragedia en el hospital de Mariupol: otra puesta en escena y falsificación». Y en esa “falsa bandera” cayó el Secretario de Estado vaticano Pietro Parolin Miotti…
Siguiendo el mandato del “arzobispo mayor” Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia Grecocatólica Ucraniana, el obispón Boris Gudziak presidió una Panikhída (servicio fúnebre) por los caídos en la guerra en el Santuario Nacional de la Sagrada Familia en Washington DC el jueves 10. Gudziak no pudo hallar mejor ocasión para hacer politica, diciendo que «la resistencia de Ucrania ha inspirado al mundo y conseguido una “victoria moral”» sobre Putin, y ordenó a los estadounidenses a combatir la “desinformación” (=versión alternativa) de Moscú. Más desinformación es la del actor cómico Zelenski, que pretende mostrarse victorioso cuando sus tropas están rindiéndose desmoralizadas y nadie en el extranjero le compra el discurso que da fuera de Kiev (y tal vez ¡FUERA DE UCRANIA!), ¿y ahí no dice nada? Otro caso de “las mitras son el apagavelas de la inteligencia”…
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