Las hermanas y sobrinos de Guerrina Piscaglia (50 años al momento de su desaparición el 1 de Mayo de 2014) están demandando civilmente una compensación de casi €1M del presbítero laicizado congolés Gratien Alabi Kumbayo O. Præm., la diócesis de Arezzo y los Canónigos Regulares Premonstratenses (Padres norbertinos). La primera audiencia tendría lugar el 24 de Noviembre, informan Il Giornale e Il Fatto Quotidiano, entre otros diarios italianos.
En 2019, Alabi (actualmente de 53 años) fue condenado definitivamente a 25 años de prisión por el asesinato de Guerrina y el ocultamiento de su cuerpo. Fue encarcelado en la prisión de Rebibbia en Roma, y reducido al estado laico.
Alabi y Guerrina tuvieron una relación sexual adúltera (Alabi era vicepárroco de San Arduino en Ca’ Raffaello, y Guerrina estaba casada con Mirko Alessandrini), de la que el obispón local (Riccardo Fontana) era consciente por una denuncia hecha por una feligrés de Badia Tedalda. Una reconstrucción de los hechos postula que Guerrina y Alabi tuvieron una discusión en la rectoría porque ella estaba embarazada, y en medio de la discusión la mató. Su cuerpo nunca fue encontrado. Anteriormente, un tribunal ya había rechazado las reclamaciones de indemnización.
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