MARÍA CORREDENTORA, EN UN DISCURSO DE PÍO XI

Nuestra Señora de Monte Bérico (Vicenza)

   

«Vosotros estáis como enviados [a Roma] y recomendados por la Virgen de Monte Bérico, Señora de vuestra región, venerada en aquel Santuario tan famoso; enviados pues de la Virgen misma, al centro de la fe para enriqueceros de los tesoros del Año Santo de la Redención en el cual Ella tiene tanta parte.

   

El Redentor non podía, por necesidad de cosas, no asociar a Su Madre a Su obra, y por esto nosotros la invocamos con el título de CORREDENTORA. Ella nos ha dado el Salvador, lo ha criado en la obra de Redención hasta el pie de la Cruz, compartiendo con Él los dolores de la agonía y de la muerte en Jesús consumaba la Redención de todos los hombres. Y precisamente bajo la Cruz, en los últimos instantes de Su vida el Redentor la proclamaba Madre nuestra y Madre universal: Ecce fílius tuus, decía de San Juan que representaba a nosotros todos; y en el mismo Apóstol estábamos todavía nosotros todos para acogerla: Ecce Mater tua.

   

Vosotros, buenos fieles, habéis pues venido para celebrar con Nos el XIX Centenario no solo de la Redención, pero también de la maternidad universal de María, proclamada oficial y solemnemente con las mismas palabras del Hijo de Dios en el momento particularmente solemne de Su muerte; habéis venido a rendir también este tributo de piedad a la Virgen Madre de todos los hombres y que vosotros podéis decir con orgullo y con valentía filial Madre vuestra en modo totalmente particular».

  

PAPA PÍO XI, Discurso “Ecco di nuovo” a los peregrinos de Vicenza por el Año Santo de la Redención, 30 de Noviembre de 1933. En Maria nell’insegnamento dei Romani Pontefici. Roma, Ediciones Paulinas, 1959, págs. 242-243. Traducción propia.