Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
Las filas están decreciendo, y ningún nuevo recluta quiere guardar a un Bergoglio ahora anegado en escándalos: pedofilia, malversación, y complicidad con el dictador comunista ateo chino para recibir sobornos en el nombramiento de obispones.
La apostasía bergogliana de la Iglesia Católica le está golpeando fuerte en la cara: no puede conseguir guardias suizos para cuidarlo. Él abrió vacantes para veinte nuevos guardias, pero nadie respondió. Bergoglio ha en cambio contratado una operación de “relación de medios” para tratar de limpiar su imagen sucia. A este punto, esto será un trabajo imposible, porque Bergoglio ha demostrado ser un alcahueta para los crímenes pedófilos entre su “clero”, nunca castigando a las partes culpables. Él también ha sido señalado en varios testimonios jurados en el actual juicio vaticano de ser el determinador detrás de la malversación de medio millardo de dólares donados por los conciliares para su fraudulenta caridad, el Óbolo de San Pedro. También ha sido expuesto de recibir millones de dólares en sobornos de Xi Jinping para permitirle al dictador comunista chino nombrar todos los obispones para su letal régimen.
Las cifras actuales de la Guardia Suiza están comenzando a disminuir, por eso Bergoglio intentó aumentar su número de 110 a 130. Pero cuando fueron publicadas las veinte nuevas plazas, ¡no había postulantes! El rechazo total a Bergoglio es enteramente nuevo en los 616 años de historia de la Guardia Suiza, establecidas por el “Papa Militar”, Julio II della Rovere, conocido de muchos por su retrato en la novela histórica de Ernest Irving de 1961 “La agonía y el éxtasis”, después hecha un filme homónimo en 1965, protagonizada por Rex Harrison como el papa.
Los reclutas deben ser varones, ciudadanos suizos, conciliares practicantes (los Católicos tradicionales no son bienvenidos), solteros, en el rango etario de 19-30 años, al menos 172 centímetros (5 pies con 8 pulgadas) de altura, atléticos, y en buena salud. Deben comprometerse por lo menos 26 meses y tener una “reputación intachable”. Otra desmotivación para los reclutas: en 2014, Bergoglio quedó envuelto en escándalo cuando se reveló que los guardias eran «regularmente proposicionados para sodomía por una “camarilla gay” de obispos [modernistas] cardenales y presbíteros». En 2026, se supone que la Guardia sea “mixta”, con nuevas barracas compartidas que serán construidas por Bergoglio [Parte de la información para este Comentario proviene del Servicio de Noticias Crux].
Católicos tradicionales, Francisco Bergoglio ha corrompido otra organización tradicional con una historia orgullosa. Queda por verse si todos los esfuerzos propagandísticos de Bergoglio serán exitosos en llenar las vacantes. Irónicamente, la Guardia Suiza está teniendo problemas en llenar sus vacantes, tal como el oficio papal ha sufrido su propia vacante durante los últimos sesenta años.
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