EL NOVUS ORDO DESMORONÁNDOSE: PRESBÍTERO DICE QUE HAY QUE DARLE PARTES DE LA “PLEGARIA EUCARÍSTICA” A LOS LAICOS

Noticia tomada de GLORIA NEWS.

  

Cath.ch, el sitio web oficial de noticias de los obispones suizos se alegra de que los laicos presidan la Eucaristía del Novus Ordo, después de que los mismos obispones acaban de declarar que los laicos no pueden hacer esto.

  

Para ello, el sitio web utiliza al presbítero Marcel von Holzen (foto) de la parroquia del Buen Pastor y ex decano del distrito Wipkingen de Zúrich.

    

Su Eucaristía no depende de «leer la liturgia», dice, sino «de nuestros corazones» (lo que sea que eso signifique).

   

Para él, la liturgia es un «campo de experimentación» porque el [fallido] Novus Ordo del Vaticano II también fue un «campo de experimentación». Uno debe «tener en cuenta la realidad de una Iglesia cambiada [= derrumbada]», insiste von Holzen.

   

Quiere que los obispones «se mantengan más al día con Francisco» y «solucionen las cuestiones regionales también regionalmente», porque para von Holzen, los sacramentos de Cristo difieren de provincia en provincia.

   

Él está convencido de que existe «una tradición suiza» que «moldea la liturgia»; sin embargo, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X también proviene de Suiza.

    

Para von Holzen, solo «la epiclesis, las palabras de institución y la anámnesis» en las plegarias eucarísticas del Novus Ordo son «partes sacerdotales». El resto lo distribuye entre lo laicos. Él llama a esto una «actitud de una secta de la Iglesia primitiva».

    

En su opinión, el bautismo «confiere a todo el mundo la capacidad de administrar los sacramentos», lo que hace que su “instalación” y la “instalación” de su obispón (José María Bonnemain) sean una pérdida de tiempo.

En una comunidad grande, sin embargo, debe haber «reglas» que determinen lo que se necesita para administrar los sacramentos correctamente y esto se hace a través de la «ordinación» (él calienta los errores de Martin Lutero).

Debido a la escasez [intencionada] de presbíteros, los laicos «deben ser encargados de administrar temporalmente los sacramentos, por ejemplo, en la unción de los enfermos», decreta von Holzen.

Él insulta a los católicos como «defensores del clericalismo» y los acusa de un «miedo a perder el poder», mientras que él mismo difunde su propaganda paleo-protestante bajo el manto protector de los poderes de los medios anticlericales.

   

«En lo que a mí respecta, uno podría ordenar a todos los colaboradores pastorales, casados o célibes, que sean aptos para la ordenación», dice finalmente. Pero ¿cuál es el punto de la ordenación si la ordenación es prescindible?