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sábado, 7 de enero de 2023

GÄNSWEIN LO ADMITIÓ: «“Summórum Pontíficum” ERA PARA QUITARLE FIELES A LEFEBVRE»


En una entrevista con Guido Horst, editor en jefe del diario católico alemán Die Tagepost el 3 de Enero, Georg Gänswein Gromann, quien fuera secretario privado de Benedicto XVI Ratzinger desde el 2003 hasta su muerte, a la pregunta de Horst:
«Ahora, el levantamiento por el Papa Benedicto de las restricciones a la celebración de la Forma Extraordinaria del Rito Romano según el misal romano de 1962 no duró tanto como pensaba. Como Papa Emérito, él estuvo allí para ver la promulgación del motu próprio “Traditiónis Custódes” del Papa Francisco. ¿Estuvo decepcionado?»,
Gänswein respondió que cuando Ratzinger leyó “Traditiónis Custódes”, lo hizo «con dolor en el corazón»:
«Lo golpeó muy duro. Creo que el Papa Benedicto leyó el nuevo motu próprio con dolor en el corazón, porque su intención había sido ayudar a quienes simplemente encontraron un hogar en la Misa antigua para encontrar paz, para encontrar la paz litúrgica, para alejarlos además de Lefebvre.
  
Y si se piensa en todos los siglos que la Misa antigua fue la fuente de vida espiritual y alimento para muchos, incluyendo muchos santos, es imposible imaginar que ya no tenía nada que ofrecer.
   
Y no olvidemos a los muchos jóvenes que nacieron luego del Vaticano II, que realmente no entienden todo el drama alrededor del Concilio, y que estos jóvenes, conociendo la Misa nueva, sin embargo habían encontrado un hogar espiritual, un tesoro, en la Misa antigua también. Retirar este tesoro a la gente… bueno, no puedo decir que yo esté cómodo con eso».
La declaración de Gänswein confirma las conclusiones a que llegara el padre Anthony Cekada, y contrasta con el entusiasmo iluso de Mons. Bernard Fellay, otrora Superior General de la FSSPX, cuando dijo a Vittorio Messori en entrevista para el diario oligárquico italiano Corriere della Sera el 8 de Julio de 2007, al día siguiente de promulgarse “Summórum Pontíficum”:
«Este es un día verdaderamente histórico. Expresamos nuestro profundo agradecimiento a Benedicto XVI. Su documento es un don de gracia. No es un paso, es un salto en la dirección correcta.
  
La normalización de la misa (no de San Pio V, sino de la Iglesia de siempre) es un acto de justicia, es una extraordinaria ayuda sobrenatural en un momento de grave crisis eclesial.
  
La reafirmación por parte del Santo Padre de la continuidad del Vaticano II y de la misa nueva con la Tradición constante de la Iglesia —por ende la negación de una fractura que el Concilio habría introducido con los 19 siglos precedentes— nos impulsa a continuar la discusión doctrinal. Lex orándi, lex credéndi: se cree como se ora. Y ahora es reconocido que, en la misa de siempre, se ora “bien”.
  
Sí, la Providencia nos ha permitido ser instrumentos para aguijonear a Roma y llegar hasta este día. Pero también somos conscientes de que sólo somos el termómetro que señala una fiebre que requiere remedios adecuados. Este documento es una etapa fundamental en un camino que ahora podrá acelerarse, esperamos con perspectivas reconfortantes, incluso en la cuestión de la excomunión.
   
Yo diría que no hay engaños, aunque algunos pasajes de la carta introductoria nos parezcan menos satisfactorios, donde percibimos condicionamientos de la política eclesial».
  
Mientras, el Priorato Nuestra Señora de las Victorias Manila de la FSSPX en Filipinas le hizo Misa de Réquiem a Benedicto Ratzinger el 4 de Enero, usando sobre el catafalco un solideo perteneciente al finado que les fue cedido por la “Capilla Relicario Beato Iván Merz” para la ocasión (Fotos tomadas de la cuenta de Twitter de Malleus Hæreticorum Modernistarum).
 


  
Vale señalar, NO ES LA PRIMERA VEZ. Ya lo habían hecho para Juan Pablo II Wojtyła, el mismo que los “excomulgó”:
 
 
TRADUCCIÓN
COMUNICADO DE PRENSA DE LA FSSPX
   
Sobre la muerte del Papa Juan Pablo II
 
Menzingen
Sábado Santo
2 de Abril de 2005
    
El Superior General de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X y sus dos asistentes, junto con todos sus miembros: obispos, sacerdotes, hermanos y hermanas, como también los fieles, se unen a la oración de la Iglesia Universal ante el anuncio del fallecimiento del Santo Padre, el Papa Juan Pablo II. Encomendamos su alma a la misericordia de Dios Padre y la intercesión de la Santísima Virgen María.
   
Se dirá una Misa de Réquiem en cada casa de la Fraternidad por el descanso del alma del Santo Padre.
    
La Fraternidad de San Pío X, fundada por el Arzobispo Marcel Lefebvre, aplaude la lucha emprendida por Karol Wojtyła por la protección de la vida y sus esfuerzos en la esfera moral. Sin embargo, siente el deber de repetir que siempre ha desaprobado los infatigables esfuerzos del Papa Juan Pablo II hacia el ecumenismo, esfuerzos que han llevado al debilitamiento de la Fe y de la defensa de la Verdad.
   
La Fraternidad es consciente de la tarea sobrehumana que le espera al futuro Sumo Pontífice, y ora al Espíritu Santo para que ilumine a los cardenales electores. Espera que el nuevo Vicario de Cristo sea capaz de tomar las riendas de la Iglesia con una mano firme y repare el daño causado en ocasión del Concilio Vaticano II: la unidad litúrgica y la unidad de la Fe disueltas, y los herrores doctrinales se han propagado entre todo el clero.
   
Mientras esperamos y ansiamos esto, ahora es tiempo de orar por aquel que acaba de entrar a la eternidad.
    
Obispo Bernard Fellay
Superior general de la FSSPX
  
FRATÉRNITAS, FRATÉRNITAS, CONVÉRTERE AD DÓMINUM DEUM TUUM!

2 comentarios:

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