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martes, 28 de marzo de 2023

LA PRIMERA MISA VERNÁCULA EN LOS ESTADOS UNIDOS

Misa para televisión de Frederick McManus en 1969.
  
El 24 de Agosto es una fecha que merece ser marcada con una gruesa cruz negra, por ser ese día del año 1964 la primera vez (documentada) desde “Sacrosánctum Concílium” (la constitución del Vaticano II sobre la Liturgia, promulgada el 4 de Diciembre de 1963) y la carta apostólica “Sacram Litúrgiam” (25 de Enero de 1964) que se celebra una Misa en vernáculo antes de la Instrucción “Inter Œcuménici” del 26 de Septiembre de ese año (que entraría en vigencia el 7 de Marzo de 1965).

Esta celebración tuvo lugar en San Luis, capital del estado de Misuri y cabecera de la archidiócesis, que entre el 24 y el 27 de Agosto fue sede de la 25.ª reunión de la Conferencia Litúrgica, y fue presidida por el sacerdote-presbítero Frederick Richard McManus Twomey (* 1923 - † 2005), que como perito sobre la liturgia en el Vaticano II había ayudado en la elaboración del borrador de Sacrosánctum Concílium.
  
Frederick Richard McManus
  
Así informó The New York Times el 24 de Agosto de 1964:
HOY, LOS CATÓLICOS DE ESTADOS UNIDOS OIRÁN LA MISA EN INGLÉS POR PRIMERA VEZ
   
SAN LUIS, 23 Ago. — El primer paso importante en la modernización de la liturgia católica romana en este país, la inauguración de la misa en inglés tendrá lugar aquí mañana por la tarde.
   
Se espera que miles de sacerdotes, monjas y laicos se congreguen en el Auditorio Kiel a las 5 p. m. para escuchar al reverendo Frederick R. McManus de la Universidad Católica de América celebrar la primera misa. Las misas también se celebrarán en inglés los días martes, miércoles y jueves.
   
Los sacerdotes de la mayoría de las diócesis del país, que albergan a 45 millones de católicos estadounidenses, han sido enviados por sus superiores para observar las primeras celebraciones. Se espera que la misa en inglés entre en uso general en este país el 29 de Noviembre, el primer día del año eclesiástico.
   
Las celebraciones fueron autorizadas por el cardenal Joseph E. Ritter, Arzobispo de San Luis, para marcar la 25.ª reunión de la Conferencia Litúrgica.
   
La conferencia, una organización voluntaria de clérigos y laicos que está al frente de los esfuerzos para fomentar la expansión de la liturgia en la vida de la iglesia, se reúne aquí esta semana. Se espera el registro de 15.000 asistentes.
   
El reverendo Gerard S. Sloyan, presidente del grupo, ha dicho que para fin de año los católicos practicarán una forma de adoración que «ningún hombre viviente podría haber soñado hace cinco años».
   
El uso de la lengua vernácula en la misa y la consiguiente mayor participación de la congregación en la liturgia es el primer paso en la reforma del culto. Se esperan muchos otros cambios, incluidas revisiones reales en la forma y el contenido de la misa.
   
La reelaboración de la liturgia es el primer fruto del Concilio Vaticano II, que fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 para efectuar un “aggorniamento” (actualización) de la iglesia.
  
El pasado 4 de Diciembre fue promulgada por el Papa Pablo VI la primera declaración del concilio, la Constitución sobre la Sagrada Liturgia. Entre otras cosas, el documento de 15.000 palabras autorizó el uso de la lengua vernácula en partes de la misa, el uso de nuevos métodos para aumentar la participación activa de los fieles en la liturgia y un énfasis renovado en el culto público de las Escrituras y los sermones.
    
La elaboración de los detalles de las reformas se dejó a los consejos nacionales de obispos y, en última instancia, a los obispos de sus diócesis.
    
Además de ser la primera misa completa en inglés en los Estados Unidos, la celebración de mañana también será una de las primeras en lengua vernácula desde el decreto del Concilio. Sin embargo, dado que cada uno de los obispos católicos romanos del mundo puede actuar según su propio criterio, los historiadores tienen dificultades para establecer precedentes exactos.
   
Varios liturgistas aquí esta noche dijeron que conocían solo otro país, Australia, en el que la adopción de la misa vernácula había llegado tan lejos como en los Estados Unidos.
   
Los obispos de los Estados Unidos se reunieron el 2 de Abril y adoptaron un texto uniforme en inglés para las partes de la misa que debían ser en lengua vernácula. Comprenden aproximadamente la mitad de la liturgia total. Por el momento, al menos, las otras partes de las misas dichas en Estados Unidos después de la fecha de inicio seguirán siendo en latín, con una sección, el Kýrie, en griego. Algunos liturgistas predicen, sin embargo, que todo el servicio será en lengua vernácula en una década más o menos.
   
El texto uniforme de los obispos fue aprobado por la Comisión Litúrgica del Vaticano el 1 de Mayo. Sus compiladores reconocen que tiene algunos puntos ásperos y probablemente tendrá que ser revisado en unos pocos años. Su principal preocupación, sin embargo, era obtener una forma estándar en efecto tan pronto como sea posible.
    
Después de la aprobación del Vaticano, algunas iglesias y dos diócesis enteras (Winona en Minnesota y Superior en Wisconsin) comenzaron a usar el texto en inglés para las respuestas de la gente al sacerdote. Estas celebraciones, sin embargo, comprendían sólo las partes fijas de la misa. Las traducciones al inglés de otras partes, incluidas las lecturas de las Escrituras, los salmos y varias oraciones, no estuvieron disponibles hasta la semana pasada.
    
La celebración de mañana será así la primera vez que se diga la misa completa en inglés en este país. Es la forma que tomará la misa cuando la lengua vernácula se generalice. Los obispos estadounidenses se reunirán en Roma el próximo mes para determinar esta fecha de inicio, pero generalmente se acepta que la fecha será el 29 de Noviembre.
   
Después de la fecha de inicio general, la forma en inglés probablemente se usará en las parroquias de la nación en las misas regulares a las que asiste una congregación. La decisión final, sin embargo, depende de cada obispo.
    
En la Archidiócesis de Nueva York, se dará instrucción sobre la nueva misa a las congregaciones a partir del próximo mes.
   
El padre McManus, que celebrará la Misa mañana, es profesor de derecho canónico en la Universidad Católica, en Washington, y un destacado liturgista.
   
El martes, el cardenal Ritter, quien ha estado entre los líderes del renacimiento litúrgico, será el celebrante. El miércoles será el reverendo Godfrey Diekmann, editor de la revista litúrgica Worship. La observancia del jueves es una misa mayor o cantada, que será celebrada por Mons. Martin B. Hellriegel de San Luis. Para este evento se utilizará por primera vez música especial para adaptarse al nuevo texto en inglés, compuesto por el Dr. Alexander Peloquin de Providence, Rhode Island.
LA PRIMERA MISA INGLESA EN LOS ESTADOS UNIDOS OFRECIDA EN SAN LUIS
Himnos protestantes abren y cierran la ceremonia ante 11.000 personas en el Auditorio Kiel.
  
SAN LUIS, 24 Ago. — De frente a la congregación en el vasto Auditorio Kiel a través de un sencillo altar gris pizarra, el reverendo Frederick R. McManus de la Universidad Católica celebró hoy la primera misa completa en inglés en los Estados Unidos.
 
Más de 11.000 obispos, sacerdotes, monjas y laicos, complementados por un centenar de observadores protestantes invitados, escucharon la celebración histórica en la arena en forma de herradura. El evento abrió la 25.ª Semana Litúrgica anual aquí.
    
La misa, la primera de cuatro en inglés esta semana, fue un anticipo de la liturgia vernácula que se espera que entre en vigencia en las iglesias católicas romanas de la nación el 29 de Noviembre.
   
El cardenal Joseph E. Ritter, Arzobispo de San Luis, autorizó las celebraciones de esta semana para resaltar la Semana Litúrgica. La semana es la reunión anual de la Conferencia Litúrgica, un grupo con sede en Washington que ha estado al frente de la renovación litúrgica de la iglesia.
   
La misa vernácula es producto de la Constitución del Concilio Vaticano sobre la Sagrada Liturgia, que fue promulgada el pasado 4 de diciembre por el Papa Pablo VI. Desde entonces, los obispos de los Estados Unidos han estado organizando traducciones al inglés estándar de los textos de las misas.
    
Se cree que solo otro país, Australia, está por delante de Estados Unidos en la implementación de la misa vernácula.
    
Las primeras palabras del padre McManus en inglés hoy fueron para el introito de la misa. Las oraciones previas ante el altar, que abren la celebración, fueron en latín. En la versión vernácula completa adoptada por los obispos de los Estados Unidos, aproximadamente la mitad de su texto permanecerá en latín.
  
El texto del introito comenzaba con estas palabras del Salmo 138:
«Para mí, tus amigos, oh Dios, son hechos sumamente honorables; su principado está muy fortalecido».
Esto dice en la versión Rey Jacobo:
«¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!».
Los textos de las misas se basan en la versión de la Biblia de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana, que aún no está completa . Algunas secciones tuvieron que ser traducidas rápidamente para que pudieran incluirse en los misales que contenían los textos en inglés.
    
Además del uso de la lengua vernácula en la misa de hoy y la participación de la congregación en respuesta a las palabras del sacerdote, hubo una serie de otras innovaciones.
    
Una fue la celebración con el sacerdote frente a la congregación al otro lado del altar. Otro fue el uso de himnos protestantes como canciones de apertura y cierre. Por ejemplo, el himno de recesión fue “Praise God, from whom all blessings flow”, conocido por millones de protestantes como “Doxology” u “Old Hundredth”.
   
Mañana por la mañana, cuando el cardenal Ritter celebre la segunda misa en lengua vernácula, el canto de entrada será el himno de Martín Lutero “A Might Fortress Is Our God”.
  
Hoy también se sirvió la comunión de una manera inusual. Cuando los feligreses entraron al auditorio antes de la misa, se les pidió que tomaran obleas gruesas de trigo integral para la comunión de una bandeja de acero inoxidable y las colocaran en un recipiente tapado.
   
Estas fueron llevados al altar, consagradas durante la misa, y luego distribuidos a los comulgantes en el comulgatorio.
   
El padre McManus, quien celebró la misa, es profesor de derecho canónico en la universidad de Washington y ex presidente de la Conferencia Litúrgica.
¿Y cuál fue el resultado? Necesita mejorar. A esa conclusión llegaron algunos de los asistentes a esa Conferencia Litúrgica, como reseñó la revista TIME el 4 de Septiembre (se incluyen partes del texto original): 
LA MISA EN INGLÉS: NECESITA TRABAJO
   
La primera Misa Católica Romana en la versión en inglés aprobada por los obispos de los EE. UU. se celebró la semana pasada en el Auditorio Kiel de San Luis durante la 25.ª Conferencia Anual de la Semana Litúrgica, y el veredicto de la mayoría de los liturgistas fue: necesita trabajo. «Usamos quizás 20 traducciones que ya existían», dice el reverendo Frederick McManus, el nuevo presidente de la Conferencia Litúrgica. «Es puramente experimental y provisional. Todo tiene que hacerse de nuevo». El texto debe hacerse «más simple y más significativo», agregó el cardenal Joseph Ritter después de celebrar una de las cuatro misas durante la conferencia.
   
La mayoría de las críticas enfatizaron los «puntos difíciles» de la misa. El obispo Charles Buswell de Pueblo, Colorado, sugirió que «necesitamos sacar al tú que del Gloria», es decir, la parte que ahora dice: «Tú, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros. Tú, que quitas el pecado del mundo, recibe nuestra oración. Tú, que estás sentado a la diestra del Padre, ten piedad de nosotros».
    
En un lugar donde un tú, que podría ayudar, hace falta: Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, misérere nobis se ha traducido como «Lamb of God, who take away the sins of the world, have mercy on us» [Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros]. Una mejor gramática podría haber sido cambiar “take” por “takes”. Muchos misales católicos dicen “takest”, pero los creadores de esta Misa trataron de evitar las formas thee-thy-thou [la versión formal de “tú”, traducible al español como “vos”, N. del T.]. Sin embargo, cometieron un desliz: el Padrenuestro sigue diciendo: «Thy kingdom come». Otras partes tienen un tono de transliteración, en lugar de traducción, del latín. «Los sacerdotes que traducen la Misa tienden a usar derivados latinos, mientras que el anglosajón es generalmente más corto y más nítido», dijo un monje benedictino.
   
El padre Robert W. Hovda de Fargo, Dakota del Norte, miembro de la junta directiva de la Conferencia Litúrgica, dice: «Necesitamos que la gente literaria se involucre. Tenemos que conseguir poetas». Pero la versión actual entrará en uso general en los EE. UU. el 29 de Noviembre, y tendrá que ser suficiente hasta que se pueda diseñar una más feliz.
  
Cabe mencionar que entre los 11.000 asistentes hubo 180 protestantes, cuya impresión ante la nueva Misa inglesa fue más positiva, como reseñó el teólogo, escritor y misionero presbiteriano Addison Hardie Leight (* 1908 - † 1973) para la revista Christianity Today el 11 de Septiembre:
LA MISA EN INGLÉS: ALGUNAS SORPRESAS TEOLÓGICAS
   
El 24 de Agosto, en San Luis, se celebró una misa católica romana en inglés por primera vez en los Estados Unidos. El Auditorio de Kiel se llenó cómodamente con casi 11.000 personas, incluidos unos 180 protestantes. La Misa en inglés fue parte del programa de la vigésima quinta Semana Litúrgica Católica Romana, que es la reunión individual más grande de católicos romanos y una oportunidad anual para obispos, sacerdotes, monjas y especialmente laicos que están comprometidos con la renovación de la iglesia a través de cambios en el acto central de adoración.
    
Para los protestantes, la misa en inglés era de gran interés. Su escenario era moderno y sencillo, como el de una obra de teatro moderna. El altar era un bloque simple, sin adornos, y los miembros del coro se sentaban en cubos de madera a cada lado. El servicio fue precedido por quince minutos de canto dirigido por un líder de canto que estaba en un escritorio al lado del altar. El canto era de un folleto preparado, y su propósito obviamente era familiarizar a la congregación con las canciones para el servicio que seguiría. Desde un escritorio al otro lado, John Mannion, secretario ejecutivo de la Conferencia Litúrgica, guió a la congregación durante el servicio. Su guía caracterizó todo el servicio: una interacción de alta formalidad y cálida cordialidad.
    
El celebrante de la Misa fue el reverendo Frederick R. McManus, profesor asociado de derecho canónico en la Universidad de Washington y consultor de la Comisión Pontificia sobre la Sagrada Liturgia que se estableció para el Concilio Vaticano II. En una breve homilía antes de la Misa, expuso el papel de cada miembro de la iglesia: “Vosotros sois el cuerpo de Cristo». No todos son apóstoles o “sucesores de apóstoles», pero todos deben servir en «adoración y renovación». Ofreció oraciones por «aquellos otros en Cristo» y por los «creyentes judíos».
   
En la Misa misma, una procesión de laicos llevó el pan al altar para ser bendecido junto con la hostia del sacerdote. Normalmente este pan solo lo toca un sacerdote o una monja. Sin embargo, fue decepcionante el hecho de que en el canon —para los católicos romanos la parte más sagrada de la Misa, durante la cual se consagran las hostias— el celebrante habló en latín y casi inaudiblemente. Se informó después del servicio que aunque esto no fue tanto como la Conferencia Litúrgica hubiera deseado y no estaba necesariamente en línea con las opiniones progresistas de McManus, representó la mejor sabiduría del grupo sobre hasta dónde podían llegar en este primer uso del inglés.
   
Teológicamente, hubo algunas sorpresas. Mannion, al presentar el servicio, explicó la Misa como la «ofrenda de Cristo al Padre en signo». El altar no estaba contra la pared sino al frente, y el celebrante miraba a la congregación. La introducción a la lectura del Evangelio hablaba de «partir el pan de la Palabra de Dios», y Mannion se refirió a la lectura como el «punto culminante» del servicio. La congregación se puso de pie para esta lectura. Mannion no vestía sotana, sino un traje de negocios gris. El canto fue entusiasta y la dirección de los coros hermosa. Un nuevo himno, “God is Love”, fue dirigido por su compositor negro, Clarence Joseph Rivers.
   
Cuando se le preguntó qué significaba más para él, un joven sacerdote respondió: «Que el inglés se usó en su totalidad». Donald Quinn, de la sala de prensa, un laico católico romano, dijo: «Se me estremeció la espalda cuando se dijo el ‘Padre nuestro’ en inglés y cuando nos despidieron en inglés». Toda la gran congregación estaba gozosa y el entusiasmo después del servicio fue contagioso.
En limpio podemos concluir de esta “Misa inglesa” que fue producto de la improvisación de los “locos años del Concilio”, toda vez que no se esperó ni un año de “Sacrosánctum Concílium” y ya se había hecho aprobar el texto en inglés por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y se sumó el hecho que las lecciones se tomaron de una versión bíblica que no estaba terminada (la Biblia de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana se terminó en 1969, y para la elaboración de los cuatro tomos del Antiguo Testamento se tomó parte de la revisión de Mons. Richard Challoner de la versión Douay-Rheims y parte de otras publicaciones traducidas por la CDC, por lo que fue llamada “Biblia Douay-Confraternidad”) y de todos modos tendría corta vida (en 1970, fue remplazada por la Nueva Biblia Americana, versión oficial litúrgica para Estados Unidos y Filipinas). Por otra parte, un triunfo del protestantismo como quiera que se hicieron las cuatro Misas en vernáculo, de cara al pueblo y con himnos de origen y/o trasfondo protestante (por ejemplo, Clarence Rufus Joseph Rivers, compositor de “God is Love”, era sacerdote católico de la archidiócesis de Cincinati, pero su himno es del estilo góspel negro, de origen protestante).

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