NOVENA AL VENERABLE BERNARDO FRANCISCO DE HOYOS

Devoción publicada para uso privado por el “Mensajero del Sagrado Corazón” en Bilbao a comienzos del siglo XX, con aprobación eclesiástica.

   

NOVENA EN HONOR DEL PADRE BERNARDO FRANCISCO DE HOYOS, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

    

Postrados de rodillas todos los días delante de ua imagen del P. Bernardo de Hoyos, o del Sagrado Corazón de Jesús, dígase:

   

Bendito y alabado sea siempre el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Madre y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Así sea.

   

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

    

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

    

ORACIÓN

¡Oh Padre Bernardo de Hoyos, hijo benemérito de la Compañía de Jesús, gloria y ornamento de España, nación de María, y protector mío amantísimo! Siendo tan poderosa vuestra intercesión en los cielos, donde os contemplo ceñida la frente con la brillantísima corona de primer Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús en España, acudo a Vos confiadamente para que  por vuestro amor a este deífico Corazón, me alcancéis la gracia *de la curación perfecta de N. N., si es lo que conviene para su eterna salvación*, y para la mayor gloria del mismo Corazón de Jesús.

   

Amadísimo Abogado mío, por aquella acendrada devoción que profesasteis asimismo a la Inmaculada Concepción de María, nuestra Amantísima Madre, y las señaladísimas mercedes que ella por esta misma misma razón se dignó dispensaros, interesadla en mi favor para con el divinísimo Corazón de Jesús, y sin duda que mis pobres súplicas serán entonces favorablemente despachadas.

    

Oíd benigno, oh Padre Bernardo, mis plegarias, inspiradas no solo por la caridad cristiana, sino también por el ardiente deseo de que seáis glorificado, como los Santos, en los altares. Acelerad el momento de vuestra canonización, obteniendo del Corazón de Jesús prodigios y toda suerte de beneficios en favor de los enfermos y demás fieles que con fe y confianza imploren vuestro poderoso valimiento. Alcanzadme, por fin, la gracia de cumplir perfectamente con las obligaciones de mi estado, y de ser, según mis fuerzas, propagador celoso de la devoción del Sacratísimo Corazón de Jesús, a fin de que siendo fiel imitador vuestro en la tierra, merezca con Vos amar y ensalzar al divino Corazón allá en el Cielo. Así sea.

   

¡Corazón de Jesús, reinad en nuestra España!

    

¡Corazón de Jesús, glorificad a vuestro apóstol Bernardo de Hoyos; oíd y favoreced con milagros y otras mercedes a los que por él os piden mercedes!

    

¡Corazón de Jesús, por María Inmaculada, socorrednos pronto, y cúmplanse ya vuestras divinas promesas!

    

¡Joven seráfico, amabilísimo Bernardo, rogad por nosotros!

   

Aquí se rezará tres veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri, en reverencia de las tres insignias de la Pasión, con que se apareció el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque y al P. Bernardo de Hoyos, y en memoria de las tres virtudes que practicó este Padre, a saber: su grande amor seráfico y paciente, su ardiente celo por la gloria del Corazón de Jesús y bien de las almas, y su humildad profundísima.

NOTA: Si no se pide por la curación de un enfermo, omítanse las palabras que se hallan entre las estrellitas, y en su lugar hágase con todo fervor y confianza la petición de la gracia que se desea alcanzar, y después prosígase así:_ Esta gracia os pido si es lo que más conviene para mi eterna salvación, y…, etc.