Traducción de la noticia publicada en LIFE SITE NEWS.
DECLARADA VENERABLE LA HERMANA LUCÍA, VIDENTE DE FÁTIMA, PERO PERSISTE LA CONTROVERSIA SOBRE SU IDENTIDAD
El Papa Francisco ha reconocido las “virtudes heroicas” de la vidente de Fátima Sor Lucía, pero permanece la controversia sobre la verdadera fecha de su muerte.
Michael Haynes
Jueves 22 de Junio de 2023 – 2:13 PM (Hora del Este).
CIUDAD DEL VATICANO (LifeSiteNews) –El Papa Francisco ha reconocido las “virtudes heroicas” de la vidente de Fátima Sor Lucía, significando que la visionaria podrá ser reconocida como Venerable, pero permanece la controversia sobre la fecha de su muerte.
En el boletín diario de prensa del 22 de Junio, el Vaticano anunció que el papa había promulgado los decretos para varios siervos de Dios, incluyendo a Sor Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón, más conocida generalmente como la Hermana Lucía de Fátima. El carden Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, fue autorizado para promulgar (entre otros) los decretos respecto a:
«Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón (en el siglo: Lucía dos Santos), monja profesa de la Orden Carmelita Descalza; nacida el 28 de Marzo de 1907 en Aljustrel (Portugal), y muerta el 13 de Febrero de 2005 en Coímbra (Portugal)».
La Hermana Lucía, junto a sus primos canonizados Francisco y Jacinta Marto, recibieron las visiones del Ángel de la Paz y de la Virgen de Fátima, comenzadas en 1915 y 1917 respectivamente. Las visiones de Nuestra Señora a los tres niños recibieron numeroso respaldo papal, y desde entonces han atraído a miles de peregrinos hacia Fátima.
LA VIDA POSTERIOR Y MUERTE DE LA HERMANA LUCÍA
Después de las visiones públicamente testificadas, la Hermana Lucía se mudó a Porto en 1921, y en 1925 entró al convento de las hermanas doroteas en Pontevedra (España). Tomando votos perpetuos en 1934, asumió el nombre de Sor María de los Dolores.
Pero en 1946 ella regresó a Portugal, y después de recibir permiso especial papal, entró al carmelo de Santa Teresa de Coímbra. Allí tomó el nombre de Sor María Lucía de Jesús y el Inmaculado Corazón.
El informe oficial declara que ella murió el 13 de Febrero de 2005, luego del cual Benedicto XVI levantó el intervalo de espera acostumbrado antes de comenzar el proceso de su eventual canonización.
Sin embargo, como muchas cosas en el mensaje y los eventos de Fátima, la controversia rodea este aspecto también. El doctor Peter Chojnowski (profesor, investigador y fundador de Sister Lucy Truth) ha recopilado análisis forenses y evidencia anecdótica para demostrar que una Sor Lucía “impostora” remplazó a la verdadera vidente de Fátima y que los rostros y manuscritos de las presuntas dos mujeres diferentes son totalmente diferentes.
Chojnowski, cuyos argumentos han encontrado considerable apoyo entre los católicos preocupados con la crisis en la Iglesia, argumenta que:
«En el transcurso de los años 2018-2022, Sister Lucy Truth comisionó una amplia gama de profesionales científicos y especialistas médicos y ahora ha recopilado una cantidad suficiente de informes de expertos para juzgar que, de hecho, había dos mujeres: una la auténtica Hermana Lucía, quien fue la Vidente de Fátima en 1917, y la otra una impostora que se presentó como la verdadera Hermana Lucía de Fátima por lo menos desde el 13 de mayo de 1967 hasta su muerte el 13 de febrero de 2005» [Énfasis en el original].
Él afirma que la razón para semejante engaño es que el Vaticano “no podía silenciar a la verdadera vidente de Fátima», quien no tendría reparos en denunciar el atentado post-1960 de “aguar a Fátima en un llamado genérico y vago a la santidad, la oración y la penitencia».
LAS VISIONES DE FÁTIMA: MARCADAS POR LA CONTROVERSIA CONSTANTE
Las visiones fueron señaladas particularmente por la visión del infierno mostrada a los niños, el llamado a la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, y notablemente por los famosos tres secretos, de los cuales el tercero ha sido el centro de mucha controversia en las décadas recientes.
Los temas del Tercer secreto y de la Consahración de Rusia han señalado un particular elemento de conflicto en la vida de la Iglesia. En el año 2000, la Congregación para la Doctrina de la Fe del entonces cardenal Joseph Ratzinger publicó lo que él describió como la “totalidad” del Tercer Secreto de Fátima, un punto ardientementde discutido por numerosos estudiosos de Fátima y clérigos.
Aunque más recientemente, en 2016, el padre Ingo Dollinger, un amigo personal de Ratzinger, le dijo a Maike Hickson de LifeSite que Ratzinger le había dicho en el 2000 que «Hay más de lo que hemos publicado».
Dollinger relató que le había sido dicho por Ratzinger que la parte publicada del Secreto era auténtica y que la parte no publicada del Tercer Secreto habla de «un mal concilio y una mala misa» que llegaría en un futuro próximo. En una rara intervención, el Vaticano emitió un comunicado presuntamente del entonces papa emérito Benedicto, contradiciendo las afirmaciones del padre Dollinger y declarando: «La publicación del Tercer secreto de Fátima es completa».
Se exhibieron trabajos peculiares similares del Vaticano con respecto a la consagración de Rusia, que los papas se negaron repetidamente a hacer a pesar de los repetidos llamados de la Virgen de Fátima.
La petición fue hecha por la Virgen en 1917, y luego repetida en 1929. A pesar de esto, los papas no prestaron atención a la solicitud. Si bien el Papa Pío XII hizo una consagración de la Iglesia y la humanidad al Inmaculado Corazón, no cumplió con el pedido específico, a pesar de enfrentar la catástrofe global y el derramamiento de sangre de la Segunda Guerra Mundial.
La Hermana Lucía recibió una revelación de Nuestro Señor en 1943, respondiendo a esta acción del Papa Pío XII: «Por el acto de consagración hecho por Su Santidad, Él [Cristo] promete que la guerra terminará pronto. Pero como fue incompleta, se pospone la conversión de Rusia».
Particulatmente, la famosa consagración de 1984, defendida por muchos como la que cumplió finalmente los requisitos, en realidad no nombró a Rusia. El cardenal Paul Josef Cordes confirmó en 2017 que en 1984, Juan Pablo II efectivamente «omitió [mencionar] explícitamente a Rusia porque los diplomáticos del Vaticano le pidieron urgentemente no mencionar este país porque de lo contrario, tal vez podrían suscitarse conflictos políticos».
Tanto en sus impactantes mensajes (que no son para débiles de corazón), como la identidad de la visionaria mayor Sor Lucía, las visiones de Fátima son un tema vigente y rodeado de mucha controversia como nunca antes.
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