Noticia tomada de RELIGIÓN DIGITAL.
EX MIEMBROS PRESENTAN UNA DENUNCIA CANÓNICA POR “FRAUDE NORMATIVO INSTITUCIONAL” CONTRA EL OPUS DEI
Piden la supresión de la Obra a los dicasterios romanos del Clero y de Doctrina de la Fe.
03.07.2023 José Manuel Vidal
El pasado día 27 de junio, dos ex miembros del Opus Dei llamaron a la puerta de la Nunciatura de la Santa Sede en Madrid para depositar una denuncia internacional institucional por fraude normativo contra la Obra, para que la haga llegar a los dicasterios romanos del Clero y de Doctrina de la Fe. La denuncia, escrita en 8 idiomas y que fue enviada también telemáticamente a Roma, la entregaron en la calle, porque no les dejaron entrar a la legación apostólica.
Los denunciantes son todos ex miembros del Opus de diferentes países del mundo y, conscientes de que se trata de un tema muy serio, no quieren espectacularizar el caso y tratan de no perder el control de la información. Por eso, hasta ahora, no hemos podido tener acceso a la denuncia, pero sí a un video de Agora Cuántica, donde la explican a fondo.
Según los denunciantes, el motivo de la denuncia es «incontrovertible»: fraude normativo institucional a la Santa Sede y a los miembros del Opus Dei. Es decir, la Obra estaría usurpando al Papa la función de legislar y estaría faltando a la lealtad a sus propios miembros.
A su juicio, los 46 documentos de uso interno, que en su día publicó la web Opuslibros de Agustina López de los Mozos, van más allá de los propios Estatutos por los que la Obra dice regirse. Es decir, se trataría de una regulación al margen de la normativa de la Santa Sede.
Porque, como recuerdan los denunciantes, en el seno de la Obra hay miles de normas, que están vigentes, pero, en cambio, nadie cita los Estatutos, que son papel mojado y pantalla para funcionar al margen de la normativa canónica.
«Lo más grave es que ese fondo normativo es el punto de partida para los abusos de poder, de conciencia, espirituales y sexuales», explica Antonio Moya Somolinos, uno de los firmantes, arquitecto cordobés que pasó 42 años de numerario en la Obra.
Y añade: «El Opus se basa en una relación asimétrica, que engloba las características de una secta destructiva. Casi todas las personas de la Obra son buenas, pero están inducidas por el paraguas de la autoridad de la Iglesia y el beneplácito de muchos obispos. Todo eso es un rodrigón, que ha apalancado ese modo de actuar».
Aunque, como explican en el video, en la denuncia no le llaman secta al Opus, porque no quieren calificar, dado que la calificación tiene que hacerla la Santa Sede.
Según los denunciantes, el origen del embrollo normativo radica en la ideologización de la figura del fundador, Josemaría Escrivá [sic]. Como explica Moya, «en torno al fundador del Opus se creó un halo de mesianismo. Tanto es así que Escrivá, en el seno de la institución, está muy por encima del Papa y al mismo nivel de Moisés y de San Pablo».
Por todo ello, los denunciantes lanzan este torpedo en plena línea de flotación de la Prelatura y piden la supresión del Opus Dei, porque, además, están convencidos de que la Obra no quiere obedecer a la Iglesia, fieles a uno de sus principios: «ceder sin conceder con ánimo de recuperar».
Por otra parte, una vez que la denuncia entró en los dicasterios romanos el pasado 29 de junio, precisamente el día de San Pedro y San Pablo, los denunciantes quieren dar un segundo paso: comunicársela a los obispos. Sólo después, entregarán la denuncia a los medios de comunicación.
ADENDA: El 7 de Julio, fue publicado el documento titulado “Denuncia internacional institucional contra el Opus Dei por Fraude Normativo a la Santa Sede y a los propios Miembros”, que fue enviado electrónicamente a los dicasterios del Clero y de la Doctrina de la Fe - Sección de Abusos, así como a más de 600 obispos, se presentan los «documentos normativos secretos que el Opus Dei ha ocultado sistemáticamente a la Santa Sede», que los denunciantes consideran «prueba fundamental» de la misma. En el resumen con el que arranca el escrito, se recalcan las «características de deriva sectaria que se advierten en el Opus Dei», entre las que destacan, a modo de Decálogo, las siguientes:
- El grupo está cohesionado por una doctrina que se transmite de manera ‘mesiánica’ y es liderado por una figura carismática que se considera poseedora de la Verdad Absoluta.
- La estructura del grupo es teocrática, vertical y totalitaria.
- Se exige una adhesión total al grupo, lo que implica distanciamiento de relaciones sociales, lazos afectivos y actividades previas.
- Los miembros viven en una comunidad cerrada o en una dependencia psicológica total del grupo.
- Se suprimen las libertades individuales y la intimidad de los adeptos.
- Se controla la información que llega a los miembros del grupo.
- Se emplea un conjunto de técnicas de manipulación y persuasión coercitiva, como la meditación o el renacimiento espiritual.
- Se fomenta un rechazo más o menos fuerte hacia el resto de la sociedad, considerándolos enemigos o al menos sospechosos.
- Las actividades principales del grupo son el proselitismo y la recaudación de dinero.
- Bajo coacción o presión psicológica, se obtiene de los adeptos la entrega de su patrimonio personal y de considerables sumas de dinero.
¿Cuando dinero tiene el OPUS DEI?. Ese es el secreto. Amen de ello, que consideran a Jose Maria Escriba y Albas c.c. Jose Maria Escriva de Balaguer, como casi la deificacion de Cristo. Me parece que es inutil esa denuncia por que el Opus ya compro al Vaticano.
ResponderEliminarSí, el Opus compró el Vaticano cuando le dio ese millardo de dólares en 1982 (3.151’575.129,53 dólares actuales) a cambio de la Prelatura y “canonizar” a Escriba. Pero no les alcanzó para asegurar la mitra que tanto querían ni evitar que Bergoglio los pusiese bajo el Dicasterio para el Clero y no en el de los Obispos, y tener al palmero de Mariano Fazio Fernández (compatriota de Bergoglio, huelga acotar) como próximo Prelado no les ayuda.
EliminarEsperemos a ver cómo termina ese culebrón. Pero, y ante esto con “La Obra”, los neocatecumenales y otras sectas deben también poner las bardas en remojo.