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domingo, 16 de julio de 2023

ELENA G. WHITE, LA SEUDOPROFETISA PLAGIARIA


Los adventistas del Séptimo Día no aceptan a María Santísima como madre, pero si a Elena Gould Harmon de White (26 de Noviembre de 1827 - 16 de Julio de 1915), una demente que fundó una secta recogiendo a los milleritas en desbandada después de la Gran Decepción, y dijo ser profeta luego de recibir una pedrada en la cabeza en su infancia.
  
He aquí algunas de sus “profecías” NO cumplidas:
  • Profetizó que ella estaría viva cuando Jesús regrese (Primeros Escritos, págs. 15-16).
  • Profetizó que Inglaterra declararía la guerra a los Estados Unidos durante la guerra de secesión, lo que no sucedió (Testimonios para la Iglesia, tomo I, pág. 259).
  • Profetizó que la guerra de secesión estadounidense (1861 – 1865) era una señal de la pronta venida de Cristo (Testimonios para la Iglesia, tomo I, pág. 260).
  • Profetizó en los años 50 del siglo XIX, que Cristo regresaría en «unos pocos meses». (Primeros Escritos, págs. 58, 64 y 67).
  • Profetizó que los adventistas que vivieran en 1856 estarían vivos para la segunda venida de Cristo (Primer Testimonio, págs. 1331-1332).
  • Profetizó que Cristo regresaría antes de que fuera abolida la esclavitud en Estados Unidos (Primeros Escritos, págs. 35 y 276), lo que sucedió en 1863 (la abolición de la esclavitud).
Difundió conceptos científicos supuestamente disparatados e incluso gravemente inmorales.
  • Afirmó que algunas razas eran fruto de las relaciones sexuales entre animales y hombres (Los dones espirituales, tomo III, págs. 64 y 75; Visiones de la Sra. E.G. White, pág. 103).
  • Afirmó que el profeta Enoc habitó en Júpiter o Saturno, junto con otros seres (Primeros Escritos, págs. 39 y 40).
  • Afirmó que tenemos órganos animales en el cerebro y que el utilizar peluca provocaba la pérdida de la salud mental. (The Health Reformer, 1 de Octubre de 1871; The Second Advent Review and Sabbath Herald, 17 de Octubre de 1871).
Enseñó doctrinas abiertamente contrarias a la Sagrada Escritura:
  • Afirmó que Satanás quitará los pecados de la humanidad (La gran controversia, págs. 422, 485; Testimonios para la Iglesia, tomo V, pág. 475) en contra de la escritura, que señala que fue Cristo quien los quita (1.ª Pedro II, 24; Juan I, 29).
  • Afirmó que Dios había enviado un ángel para conservar con Caín (Los dones espirituales, vol. III, págs. 48-49, edición de 1864) en contra de Génesis IV, 6-7.
  • Afirmó que el sello de Dios es el Sábado (Testimonios para la Iglesia, tomo VIII, pág. 117; La gran controversia, págs. 640) en lugar del Espíritu Santo (Efesios I, 13-14; IV, 30; 2.ª Corintios I, 21-22).
  • Afirmó que la expiación realizada por Cristo no fue concluida en la cruz (La gran controversia, págs. 422 y 623; Testimonios para la Iglesia, tomo I, pág. 58) en contra de lo señalado en la Biblia (Hebreos IX, 26; X, 12; Juan XIX, 30).
  • Afirmó que podemos lograr mediante nuestro esfuerzo la impecabilidad absoluta (Comentario bíblico de los Adventistas del Séptimo Día, tomo VI, pág. 1118) en contra de lo establecido en la Escritura (1.ª Juan I, 8-10).
  • Afirmó que Cristo solo intercede ante Dios por los que son adventistas (Primeros Escritos, pág. 261) en contra de lo establecido en las Escrituras (Juan XVII, 20; 1.ª Juan IV, 7; V, I; etc.).
  • Afirmó que en los últimos días la gente debe abandonar las iglesias y unirse al adventismo para ser salva (Primeros Escritos, pág. 261).
  • Afirmó que la salvación derivaba de las buenas obras y no de la gracia de Dios que inspira a estas (La gran controversia, págs. 480-482; Mensajes selectos, vol. I, pág. 377; Idem, vol. III, pág. 147) en contra de la Escritura (Romanos III, 24 y 28; Efesios II, 8 y 9; Tito III, 5-7).
  • Afirmó que había escuchado el día y la hora de la Segunda Venida (Primeros Escritos, pág. 15; Mensajes selectos, vol. I, pág. 76; La gran controversia, pág 640; Testimonios para la Iglesia, tomo I pág. 59), en contra de lo enseñado por Jesús en Hechos I, 7.
  • Afirmó que hasta el 22 de Octubre de 1844, Jesús no ascendió a la diestra de Dios (La gran controversia, págs. 480), en contra de lo establecido en la Biblia (Hebreos I, 3 y 13; X, 11 y 12; Apocalipsis III, 21; Hechos VII, 55 y 56).
Y además, ha sido señalada de plagiar para sus pretendidas profecías (Diario THE WASHINGTON POST, 7 de Noviembre de 1980)

LA PROFETA WHITE DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA ES LLAMADA PLAGIARIA
Por John Dart y Los Angeles Times - 7 de Noviembre de 1980.
    
Los Adventistas del Séptimo Día consideran a Elena G. White como una profeta y mensajera de Dios que dejó su iglesia mundial con un legado de 25 millones de palabras, incluyendo 53 libros, cuando murió en 1915.

Una gran razón para su prodigiosa obra está siendo develada por investigadores en la denominación de 3,5 millones de miembros.

«Ella fue una plagiaria», afirma el anciano Walter Rea, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día aquí, quien dice que pasó dos años investigando los escritos de White.

Rea no es el primer adventista en encontrar casos de copia y reescritura no reconocida por White, pero su evidencia es la más extensa.

El alcance preciso de los préstamos de White probablemente es incalculable por las paráfrasis, dijo Rea. Pero en la obra de White sobre Jesús, «The Desire of Ages» (El deseado de todas las gentes), Rea ha encontrado paralelos repetidos con seis fuentes no adventistas.

Un profesor del Pacific Union College, una escuela adventista en el norte de California, ha sido nombrado por la iglesia para hacer un estudio cruzado de las fuentes en ese libro.

Los hallazgos de Rea han molestado a los adventistas, a quienes les fue enseñado creer que los escritos de White fueron enteramente inspirados por Dios. White ha sido para los adventistas casi lo que Mary Baker Eddy es para la Iglesia de la Ciencia Cristiana.

Los defensores de White en el liderazgo adventista disputan que ella no fue menos profeta por haber usado selectivamente otros materiales, tal como, dicen, la enseñanza veterotestamentaria sobre el «ojo por ojo» vino de fuentes antiguas, y los autores neotestamentarios de Judas y el Apocalipsis aparentemente usaron algún material de literatura apocalíptica.
   
Algunos líderes eclesiales han deprecado los procedimientos y conclusiones de Rea como no eruditos. Pero Rea, ministro adventista por 36 años, dijo que la evidencia que ha encontrado es tan clara que «podría tomar un camionero fuera de la calle y podría verla».
  
Dijo que frecuentemente las fuentes de White eran autores religiosos no adventistas de mediados del siglo XIX. También fueron usados primeros autores adventistas.

Para muestra, Rea citó una línea muy conocida atribuida a White, publicada alrededor de 1906: «La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo».
    
En la edición de Enero de 1871 de la revista adventista Review and Herald (Reseña y Heraldo), esto fue atribuido como “anónimo”: «La mayor necesidad de este tiempo son hombres, hombres que no se vendan, hombres que sean honestos, sólidos desde el centro a la circunferencia, leales al centro de su corazón, hombres que condenen lo erróneo en un amigo o enemigo, en ellos mismos como también en otros, hombres cuya conciencia sea tan pronta como la brújula al polo».

Rea está completando un manuscrito para su libro con su investigación. Él dijo en una entrevista que no ha encontrado ni una sola gran obra de White que no usara una fuente anteriormente publicada. «Y solo he estudiado ocho de los 700 libros que ella tenía en su biblioteca o había tenido acceso».

«Lo importante es que ella y su denominación siempre afirmaron que ella no copió y no fue influenciada por nadie», dijo Rea.
    
White, a health reformer whose trace-like visions helped guide the fledgling church in its early decades, wrote in an 1867 letter that she was dependent on the spirit of the Lord in receiving and writing her views, «yet the words I employ in describing what I have seen are my own, unless they be spoken to me by an angel, which I always enclose in marks of quotation».
  
She wrote of herself in a letter in 1906: «All who believe the Lord has spoken through Sister White and has given her a message will be safe from the many delusions that will come in these last days».

The significance of the discovery of literary borrowing cannot be overemphasized, Donald R. McAdams, president of Southwestern Adventist College in Keene, Tex., wrote in the independent Adventist quarterly Spectrum.
     
«Ellen White is so central to the lives of Seventh-day Adventists that her words impinge on practically every area of Adventist teaching and practice», McAdams said, referring to Adventists' dress, diet, leisure activities and biblical understanding.

«To consider her words as possibly derived from someone else and not necessarily the final authority introduces an element of chaos into the very heart of Adventism that makes all of us uneasy», McAdams said.

The Seventh-day Adventist Church, formally organized in 1863, grew out of a disappointed group of believers who hoped to witness Jesus' Second Coming in 1844. Ellen and James White, married in 1846, were active among Adventists who reinterpreted the year 1844 as the time when Christ moved into a sanctuary in heaven to begin the investigative judgment of deceased Christians prior to his return to earth. Thus, church members still anticipated Christ's return and the «advent» of a 1,000-year reign in heaven for the truly saved believers.
    
By the time of her death in Napa County, Calif., at age 87, White was the revered prophet of a church body with 136,000 followers and a strong medical missionary thrust overseas. Today, about 590,000 of the church's 3.5 million members live in North America.

The study of Rea's findings has stirred an agonizing, rewarded defense of White.

While acknowledging that White used sources more extensively than previously recognized, church president Neal C. Wilson said in March that a special denominational committee cautioned against the loose use of such terms as «literary dependency» and «extensive borrowing and paraphrasing».

In addition, Wilson wrote in an Adventist magazine, «Originality is not a test of inspiration. God inspires people, not palabras», he said. «The Holy Spirit holds the messenger to select his material carefully . . . The prophet's use of existing materials does not necessarily mean that the prophet is dependent on these sources», Wilson said.
 
The demonination officially declares the Bible to be the sole standard for faith.

Nevertheless, delegates to the international Adventist convention last April in Dallas approved a resolution affirming White as «inspired in the same sense as were the Bible prophets» and «as the Lord's messenger, her writings are a continuing and authoritative source of truth . . .»

Her reliability as an inspired prophet was reaffirmed last summer when a church committee rejected a theological challenge to Adventist beliefs about the year 1844. Desmond Ford, who brought the challenge, was later «defrocked».

Part of ford's arguments were based on the evidence of literary borrowing by White from earlier writings by Adventists Uriah Smith and J.N. Andrews.
    
«It was Rea who first mentioned the parallels to me», said Ford, who now lives near Sacramento, Calif. «Not only was sentence after sentence copied or paraphrased, but her sources contained errors which she repeated», dijo.

Four years ago, in a biography of Ellen White, Ronald L. Numbers, another Adventist scholar, described similar examples.

Now inactive in the church, which criticized his book as «biased», Numbers said of current developments: «There's no way they're going to let her authority slip too much. The capacity to believe what one wants to believe is infinite».

Numbers, now on the University of Wisconsin faculty, said he never charged White with plagiarism. «I'm not sure she was conscious of what she was doing. When you look at her visions, hallucinations, depression and loss of speech, if she weren't a religious leader, you would have had her in therapy», dijo.

Robert Olson, secretary of the Ellen G. White Estate in Washington, D.C., said the church is not denying the accumulating evidence of White's copying. «I'm satisfied she had some works before her as she wrote», Olson said.

Olson also said he puts credence in a theory advanced by Adventist Warren Johns that White had a photographic memory and unconciously used the phrasings and word choices of other writers in many cases.

Rea contends that White's husband James played an important role in her writings. He pleaded with her in a letter dated April 18, 1880, that they take time to get out certain books. «We should receive liberally on our books . . . . There will be an income of several thousand dollars annually, besides the immense amount of good our writings will do».

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