SAN MARTÍN PAPA EN LA LITURGIA GRIEGA

Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.

   

De este ilustre confesor de la ortodoxia católica contra los monotelitas, muerto en el Quersoneso (Sebastópolis) el 16 de septiembre de 655 y sepultado allá en la basílica extramuraria dedicada a la Virgen, ya habíamos hablado en su día obitual.

  

Las fuentes griegas recuerdan el gran número de prodigios que acontecían en su tumba; así que el culto del impertérrito Pontífice Romano, logró entre los bizantinos una cierta fama, incluso mayor que la que no obtiene ahora entre los Latinos.

      

[…] He aquí algunas alabanzas que la liturgia griega tributa al papa Martín:

Tί σε Μαπτῖνε προσφέξομαι; ὁπθοδόξων διδαχῶν καθηγτὴν πανευκλεῆ; κοπυφαῖον ιερὸν δογμάτων θείων ἀψευδῶς; τοῦ ψεύδους ἀλεθέστατον κατηγορόν;

… ἈρχιερέωϜ σε ἔγνωμεν κρηπίδα, ὀρθοδοφίας τε σρήλην καὶ ἐυσεβείασς διδάσκαλον.

Ἐπεκόσμησασ τὸν Πέτρου θεῖον θρόνον, καὶ τῇ αὐτοῦ θείᾳ πέτρᾳ τὴν, ἐκκλεσίαν ἀσάλευτον συντῃρήσας σὺν αυτῷ δεδόξασαι.

¿Cómo intitularte, oh Martín? ¿Te saludaré como la más ilustre guía de la doctrina ortodoxa? ¿Te llamaré el infalibile y sacro corifeo de los divinos dogmas? ¿Te proclamaré como veracísimo vengador contra el error?

Nosotros te reconocemos por base del sagrado episcopado, la columna de la fe ortodoxa, y el maestro dela religión.

Tú has adornado el sacro trono de Pedro, y después de haber custodiado inmóvil la Iglesia sobre aquella divina Piedra, con con él tienes conseguida la gloria.

¿Qué piensan en Oriente nuestros hermanos disidentes, cuando en la liturgia pronuncian aún hoy esta solemne confesión en reconocimiento del Primado del Romano Pontífice? He aquí cuál es la antigua fe de las Iglesias orientales, antes que el funesto cisma los separase de la piedra fundamental sobre la cual Cristo tiene fundada su única Iglesia.

CARDENAL ALFREDO ILDEFONSO SCHUSTER OSB, Liber Sacramentórum. Notas históricas y litúrgicas sobre el Misal Romano, Vol. IX. Los Santos en el Misterio de la Redención (Las Fiestas de los Santos desde la Dedicación de San Miguel al Adviento), Turín-Roma, 1932, págs. 145-147.