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sábado, 30 de marzo de 2024

EL SHOW DE LA ÚLTIMA CENA

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

El presbítero Peter Dries Reinartz organizó una liturgia hechiza del Jueves Santo en el Novus Ordo. Dries es el párroco de San Nicolás en Raeren, en la parte germanófona de Bélgica.
    
Sus ayudantes eran seis adolescentes varones y seis adolescentes mujeres vestidos como los Doce Apóstoles. Estaban sentados en una mesa de banquete en forma de U frente al tabernáculo que representaba la Última Cena.
   
Mientras dos mujeres a la derecha detrás de los adolescentes leían el Evangelio ligeramente alterado, Dries interpretó a “Jesús” actuando de acuerdo con el guión del Evangelio. El lema del evento fue “Celebrando una comida juntos” (Gemeinsam ein Mahl feiern). Esta es la explicación más superficial de la Última Cena.
   
En la mesa había cálices de la época en que se celebraba la Santa Misa en la parroquia, jarras de vino tinto y doce platos y copas para los adolescentes que representaban a los apóstoles.
   
El ya no joven Dries, que también está involucrado en la propaganda homosexual, lavó los pies de los jóvenes pero, a diferencia de Francisco Bergoglio, no los besó.
    
En medio de este teatro, presidió una especie de Eucaristía de acuerdo con la regla cardinal del Novus Ordo: «todo vale, siempre y cuando no sea católico». La plegaria eucarística fue en su mayoría inventada. Durante el ofertorio, como se le llama en la Santa Misa, el reverendo Dries dio la vuelta y vertió vino de una jarra de vidrio en las copas de los jóvenes.
    
Dijo las "palabras de institución" [Santa Misa: palabras de consagración] sobre las hostias, un pan, el vino en los cálices de oro, y probablemente también sobre las jarras y copas sobre la mesa.
    
En algún momento, alrededor del Agnus Dei, Dries partió el pan y sirvió los trozos a los jóvenes. El resto de la audiencia tomó las hostoas en sus manos y las sumergió en un cáliz.
     
Al final de la actuación, una niña que representaba a Judas abandonó el escenario con una bolsa de monedas en sus manos, un papel que el propio Dries debería haber interpretado.

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