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miércoles, 17 de abril de 2024

MES DE LA PASIÓN DE CRISTO – DÍA DECIMOSÉPTIMO

Traducción a partir del libro L’Année Pieuse, del padre Francisco de Ligny, publicado en Amiens por la imprenta de Alfredo Caron en 1851.
   

DÍA DECIMOSÉPTIMO: «Ecce Homo», Jesús es presentado al pueblo.
  
PENSAMIENTOS PRÁCTICOS
Considera, alma mía, que Pilato, viendo a Jesús reducido a un estado tan digno de compasión, pensó que su vista ablandaría a los judíos; por lo tanto, se lo presentó desde lo alto de una galería, diciendo: «Aquí está el Hombre, aquí está el que trajisteis a mi tribunal, y a quien yo, a pesar de su inocencia, condené a los látigos para complaceros; ¿estáis felices?». «Crucifícale, crucifícale», clamaron, «y que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos». El Padre Eterno nos presentó, al mismo tiempo desde lo alto del cielo, a su amado Hijo, diciendo de la misma manera: «Aquí está el Hombre, aquí está el que os prometí como Redentor: él es mi único Hijo, quien se ha convertido por ti en el más desgraciado de los hombres; ámalo, ámalo».
            
ORACIÓN
Amado Redentor mío, Pilato Os expone a la vista de los judíos, cubierto con un trapo rojo, una caña en la mano, una corona de espinas en la cabeza, desgarrado por llagas, el cabello arrancado, el rostro desfigurado y cubierto de escupitajos. ¿Quién querrá, Señor, reconoceros como su Rey en este estado de ignominia y de dolor, donde el más vil de todos los hombres se avergonzaría de encontrarse? No será este pueblo ingrato el que, abrumado por vuestros beneficios, Os insulte y ultraje, este pueblo bárbaro que, se me hiela el corazón al decirlo, exige vuestra muerte con gritos redoblados. Seré yo, Señor Jesús: es verdad que ya no tenéis ese rostro radiante que brillaba en el Tabor; pero, a mis ojos, Vos seguís siendo el más hermoso de los hijos de los hombres; cuanto más humillado e infeliz estáis, más digno sois de mi amor y veneración. Si este pueblo infiel Os desprecia como a un villano infame, yo Os adoro como mi Salvador y mi Dios; si Os renuncia por su Rey, yo Os elijo por mi Maestro y mi Señor, y protesto, ante el universo, que nunca tendré otro rey que Vos, porque Vos sois un Rey bueno y clemente, cuya Sangre derramada sobre nosotros nos obtiene Misericordia. Vuestro oprobio hace mi gloria, vuestros sufrimientos mi felicidad, vuestra pobreza mi riqueza: consagrado por vuestro ejemplo y el de vuestros Santos Mártires, las afrentas y desprecios que sufriré por Vos me serán tanto más provechosos porque, si llevo con Vos una corona de espinas en la tierra, recibiré de vuestras manos una corona de Gloria en el Cielo.
       
PRÁCTICA: De vez en cuando durante el día, fija tu mirada en la imagen de Jesús crucificado y bésala con tierno amor. Haz con devoción el Vía crucis (Indulgencia plenaria). 

ASPIRACIÓN: Señor Jesús, me amasteis hasta morir por mí; hacedme amaros al menos hasta el punto de vivir para Vos.

LETANÍA DE LA PASIÓN DE CRISTO
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
    
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
   
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
  
Jesús, que has instituido el santísimo Sacramento del altar en memoria de tu pasión, ten piedad de nosotros.
Jesús, que saliste del cenáculo para morir, ten piedad de nosotros.
Jesús, orando en el Olivete, ten piedad de nosotros.
Jesús, consolado por un ángel, ten piedad de nosotros.
Jesús, sudando sangre y agua, ten piedad de nosotros.
Jesús, vendido y traicionado por Judas, ten piedad de nosotros.
Jesús, apresado y atado por los soldados, ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tus discípulos, ten piedad de nosotros.
Jesús, presentado a Anás y Caifás, ten piedad de nosotros.
Jesús, golpeado por un criado, ten piedad de nosotros.
Jesús, acusado por falsos testigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, juzgado digno de muerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, ultrajado, golpeado durante la noche, ten piedad de nosotros.
Jesús, negado tres veces por San Pedro, ten piedad de nosotros.
Jesús, despreciado por Herodes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con una túnica blanca, ten piedad de nosotros.
Jesús, a quien Barrabás fue preferido, ten piedad de nosotros.
Jesús, azotado, ten piedad de nosotros.
Jesús, magullado por nuestros crímenes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con púrpura, ten piedad de nosotros.
Jesús, coronado de espinas, ten piedad de nosotros.
Jesús, golpeado con una caña, ten piedad de nosotros.
Jesús, presentado al pueblo, ten piedad de nosotros.
Jesús, condenado a muerte por Pilato, ten piedad de nosotros.
Jesús, entregado a la voluntad de los judíos, ten piedad de nosotros.
Jesús, cargado con la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, conducido al Calvario, ten piedad de nosotros.
Jesús, despojado de tus ropas, ten piedad de nosotros.
Jesús, atado a la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, levantado en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, que oraste por tus enemigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, puesto en el rango de malhechores, ten piedad de nosotros.
Jesús, blasfemado en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, que prometiste paraíso al buen ladrón, ten piedad de nosotros.
Jesús, que recomendaste a tu Madre a San Juan, ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tu Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús, ebrio de vinagre en tu sed, ten piedad de nosotros.
Jesús, que dijiste: Todo está consumado, ten piedad de nosotros.
Jesús, que has encomendado tu alma a tu Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús, obediente hasta la muerte en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, muerto en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, traspasado con una lanza, ten piedad de nosotros.
Jesús, que manifestaste tu poder después de tu muerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, descendido de la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, sepultado, ten piedad de nosotros.
   
Sednos propicio, perdónanos Señor.
Sednos propicio, escúchanos Señor.
    
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la pestilencia, del hambre y de la guerra, líbranos, Señor.
De todo peligro del alma y del cuerpo, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tus trabajos y tus vigilias, líbranos, Señor.
Por tus dolorosos azotes, líbranos, Señor.
Por tu coronación de espinas, líbranos, Señor.
Por tu sed, tus lágrimas y tu desnudez, líbranos, Señor.
Por tu preciosa muerte y tu Cruz, líbranos, Señor.
Por tu Preciosísima Sangre, líbranos, Señor.
Por tus santísimas llagas, líbranos, Señor.
   
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
    
℣. Adorámoste, oh Cristo, y bendecímoste.
℟. Porque redimiste al mundo por tu Cruz.
   
ORACIÓN
Adorable Jesús, sufriendo y muriendo por Amor por nosotros, concédenos la gracia de sufrir contigo y por Ti; para que, viviendo, sufriendo y muriendo en Tu Amor, seamos eternamente felices Contigo y en Ti. Amén.

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