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domingo, 21 de abril de 2024

PARA EL ESTADO, LA VIDA NO VALE NADA (A menos que sea la de los criminales)

   
DE CIUDAD REAL A CHILOECHES: LO QUE VALE LA VIDA EN ESPAÑA
El Estado no nos defiende, pero tampoco nos deja que lo hagamos nosotros.
   
La Corporación Municipal de Chiloeches y los vecinos en el minuto de silencio que han guardado este domingo al mediodía en señal de protesta por el triple asesinato que ha tenido lugar en su localidad/Objetivo CLM Noticias.
   
El destino ha querido que la misma semana que en España un jurado popular haya declarado culpable al anciano de 81 años que mató al ladrón que entró a su casa a robar con una motosierra, se haya producido un crimen horrendo en unas circunstancias muy parecidas en la localidad de Chiloeches (Guadalajara).
    
En la madrugada del pasado sábado 13 de abril el matrimonio Villar Fernández (los esposos Ángel y Elvira, de 52 años) y su hija (Laura, de 22) fueron asesinados a cuchilladas por un ladrón [Fernando P. S., sobrino-nieto de un alcalde de Pioz, N. del E.] que asaltó su vivienda con la intención de robar, el cual además incendió la casa para borrar las huellas del crimen cometido.
   
Hace apenas 3 años, en la madrugada del 1 de agosto de 2021, José Manuel Lomas Espadas, un anciano de 81 años, vio cómo un hombre se colaba en su finca de Ciudad Real armado con una motosierra. Dispuesto a defender su propiedad, cogió su escopeta de caza y mató al intruso con dos tiros. El jurado que lleva el caso le ha considerado culpable de homicidio y ha decretado su ingreso en prisión por un período de seis años.
   
De nada han valido los argumentos de la defensa, como que el asaltante Nelson David Ramírez Carrasco, un hondureño de 35 años, era un peligroso ladrón que acumulaba 46 antecedentes penales. La condena se fundamenta en la tesis de la fiscalía, según la cual José Lomas no actuó en defensa propia sino de su propiedad. El anciano argumentó que la finca es una herencia de su madre y «la tengo que defender como a mi propia vida», sin embargo, la fiscalía considera que tendría que haber huido de su casa para defender su vida en lugar de matar al ladrón.
    
Los hechos comentados hablan por si solos y dejan en evidencia la tremenda injusticia de unas leyes que protegen al criminal y la única alternativa que dejan al honrado español de a pie, es dejarse robar y/o matar.
    
El Estado no nos defiende, pero tampoco nos deja que lo hagamos nosotros. Y esto, a propósito del caso de este anciano en el que un ladrón entró a robar en su propiedad privada, sorprende a la víctima y dispara para defenderse. Sí, para defenderse dado que si alguien entra en nuestra casa de madrugada es poco probable que tenga buenas intenciones.
   
La alternativa que nos ofrece el orden legal establecido es lo que ha ocurrido hace unos días en Chiloeches con el trágico resultado que todos conocemos. La vida de una familia destrozada, un matrimonio y su hija cruelmente asesinados, el otro hijo que se queda sin padres, sin hermana, traumatizado y con la vida destrozada. Y además con la casa en ruinas tras el incendio. Eso sí que está bien, según parece.
   
Vergonzoso y lamentable espectáculo el que estamos dando como país cuando nuestro sistema legal da mayor protección al ladrón que entra armado en una propiedad privada que a un hombre honrado que la defiende. Ese es el mensaje que estamos dando a toda la chusma que campa a sus anchas por nuestras calles. Ellos lo saben y se sienten impunes y fuertes ante un sistema legal que humilla y escarnece a las personas honradas que viven de forma decente.
    
Un Estado culpable que ha permitido que un extranjero con esos antecedes penales siga viviendo entre nosotros, no merece ningún respeto y debería desaparecer. La historia nos enseña que sin justicia no hay paz ni orden que valga y que una comunidad política donde no reina la justicia es como una cueva de bandidos, donde la vida, la libertad y la propiedad no tienen ningún valor como hemos podido contemplar consternados con el horrendo crimen de Chiloeches.
    
AGENCIA FARO, Madrid.

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