Elementos tomados de LATINA (Perú), LA FM (Colombia), EL REGIONAL DEL ZULIA (Venezuela) y otras fuentes. ADVERTENCIA: Contiene lenguaje ofensivo y escenas violentas, por lo que se recomienda encarecidamente discreción al lector.
Mandando a paseo sus votos de humildad y el amor al prójimo que tanto predica, el presbítero jesuita Carlos Miguel Silva Canessa, de 56 años, protagonizó un violento incidente en un avión en el aeropuerto Jorge Chávez de El Callao el 11 de Abril.
El presbítero, que funge como vicario parroquial de Nuestra Señora de Fátima de Miraflores, quería colarse en un asiento de la cabina VIP del vuelo LA2067 con destino a Tacna sin pagar el respectivo cambio de asiento so pretexto de un retraso de vuelo, por lo que el personal de la aerolínea LATAM le solicitó que regresase a su asiento, a lo que este se negó profiriendo insultos.
Silva fue retirado de la aeronave en aplicación del protocolo para “pasajeros disruptivos”, pero una vez en la manga, fue reducido por efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) luego de que este, al grito de «¡Me estás tocando! ¡Me estás tocando, maricón de mierda! ¡No! ¡Maricón! ¡Por la justicia y por la reconciliación!» contra el agente Carlos Fabrizio, se lanzara con los brazos en actitud de ataque sobre la supervisora María Gracia Rivera Salas causándole lesiones en el brazo y rasguños en la mejilla mientras la agarraba del cabello y vociferaba «¡Que me suelten, diles que me suelten!».
La aerolínea LATAM emitió un comunicado condenando lo ocurrido y denunció penalmente a Silva Canessa, quien fue apartado de sus funciones en la parroquia (donde, para evitar dar declaraciones a la prensa, eliminó su cuenta de Facebook e incluso llegó a cancelar una eucaristía programada) mientras se realiza la investigación correspondiente. Tras ser atendida por un médico legista, Rivera se encuentra en incapacidad por las lesiones recibidas.
El jesuita, “instalado” presbítero el 31 de Julio de 2010 por el entonces arzobispón de Huancayo Pedro Ricardo Barreto Jimeno SJ, es Ingeniero Industrial y Magister en Ética Social del jesuítico Boston College, y fue hasta 2023 el Delegado del “Apostolado” de Justicia Social y Ecología de la Provincia del Perú de la Compañía de Jesús, cuyo superior general Arturo Sosa Abascal ha sido fotografiado en ritos budistas, favorecido retiros ignacianos con yoga, y negado públicamente la veracidad de la Sagrada Escritura diciendo: «En tiempos de Jesús no habían grabadoras para registrar sus palabras».
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