Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
Un año después, aún fue atrapado intimidando testigos en el caso.
Él puede ahora enfrentarse a persecución penal por acoso a testigos.
¡Es un milagro! (No, no lo es). El obispón Richard Frank Stika Musielak de Knoxville (Tenesí), ha sido sacado de su obispado hace un año, pero ahora ha “regresado del sepulcro”, por así decirlo, para intimidar a los testigos en su contra en un escandaloso encubrimiento de violación homosexual. La historia es que el seminarista polaco Wojciech “Wojtek” Kamil Sobczuk violó a un empleado diocesano, y Sitka entonces interfirió con la investigación. Se han apilado numerosas quejas por los encubrimientos de Stika a las agresiones sexuales por su personal.
Eventualmente, Stika fue forzado a renunciar en Junio de 2023, pero Francisco Bergoglio se negó a sancionar a su corrupto obispón o expulsarlo del “clero” conciliar. Este es el procedimiento operativo estándar del apóstata antipapa [Parte de la información para este Comentario proviene de Knox News].
Católicos tradicionales, Stika ha sido atrapado un año después tratando de amenazar e intimidar a tres testigos en el caso. Cuando las acciones de Stika fueron reveladas en la prensa, él dio marcha atrás. Para las víctimas de las intimidaciones de Stika, este ha sido el modus operándi de Stika, lo que llevó a su derrocamiento original. Según uno de los abogados en el caso, la intimidación a los testigos puede convertirse en un caso penal para Stika, quien está acusado de atentar influenciar el resultado de un caso penal. Estos obispones corruptos nunca se rinden. Verdaderamente ellos son lo que la Biblia llama «raza de víboras» (San Mateo III, 7/versión de Mons. Félix Torres Amat).
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