Páginas

miércoles, 26 de junio de 2024

EMERGE SEGUNDO DIARIO DE JESUITA ABUSADOR EN BOLIVIA

Noticia tomada de GLORIA NEWS [Por razones de modestia se suprimieron algunas partes demasiado gráficas, pero de todos modos se recomienda discreción].
   

Entre 1994 y 2005, el jesuita español Luis María “Lucho” Roma Pedrosa fotografió, filmó y abusó sexualmente de más de 100 niñas mientras era “misionero” en Bolivia, informa El País de España el 18 de Junio.
  
Al menos setenta de sus víctimas, la mayoría de ellas de la población indígena guaraní, están identificadas por su nombre en el diario de Roma.
    
Es el segundo diario de un jesuita pedófilo en Bolivia, tras el del también español Alfonso “Pica” Pedrajas Moreno. La investigación contra Roma comenzó en Marzo de 2019 a petición de los jesuitas.
   
Roma, que estaba confinado a una silla de ruedas, falleció meses después en Bolivia, el 6 de Agosto de 2019, a la edad de 84 años. Por ello, los archivos de la investigación permanecieron inéditos hasta ahora.
    
Antes de su muerte, Roma firmó una confesión ante notario: «Confieso, libre y voluntariamente, que en la época en que estuve destinado en la parroquia de Charagua, aproximadamente de 1998 a 2002, me dejé llevar, en algunas situaciones, por actos libidinosos, impropios de una persona religiosa, con niñas de entre ocho y once años, con las que tenía una relación pastoral».
   
   
“Apóstol de los niños”
Luis Roma nació en Barcelona el 12 de Septiembre de 1935. Ingresó en los jesuitas a los 18 años. Dos años más tarde, viajó a Sudamérica como misionero.
   
En 1987, Roma trabajaba como mano derecha del superior provincial, Luis Palomera Serreinat, un amigo de Barcelona. Palomera describió a Roma de esta manera: «Es hermético, poco comunicativo, poco sociable e incluso muy poco amable. (…) Parece mostrar muy poco interés por lo que pasa por los demás. Vive en un mundo muy personal, local, cerebral segmentario (…) trabaja en la sombra».
   
En 1994, el nuevo superior provincial Marcos Recolons y Arquer (actualmente en detención domiciliaria e imputado por encubrimiento en Bolivia) nombró a Roma párroco y director de una nueva escuela en Charagua. Roma «era el apóstol de los niños, llenaba su furgoneta de niñas».
   
Describió con detalle cómo reunía a las niñas en grupos, se duchaba con ellas y les hacía fotos. Días después, volvía para mirar estas fotos y masturbarse.
    
Roma también malversó dinero. Pidió dinero prestado, robó del cepillo parroquial y desvió fondos destinados por los jesuitas a obras humanitarias para comprar “regalos” a las niñas de las que abusaba, por lo que más de una vez sus socios y superiores le reñían. También utilizó fondos malversados para pagar a su socio más cercano conocido como “Bladi”, un joven huérfano proveniente del Hogar de Menores de Tacata que se convirtió en su chófer y compañero.
   
Extractos del diario de “Lucho” Roma
En Noviembre de 1998, Roma anota en su diario «algunos problemas» sin describirlos en detalle. Admite haber pasado por «una época de problemas» a causa de su “pecado”. Se «sentía destruido».
   
Sin embargo, se justifica con la famosa excusa soez de que «Dios me hizo como soy».
   
Hacia las Navidades de 1998 admitió su «falta de madurez» y quiso dejar de abusar de las niñas: «Empaqueté todo ese dichoso material videográfico y me he resuelto no ver ni excitarme ni vivir permanentemente esa lujuria y lascivia». Escribió en 2000 sobre su “obsesión” y su “emocionalidad enfermiza”: «Incluso parece que siento asco».
   
Pero 76 días después, Roma reanudó sus abusos, fotografiando y filmando a niñas en Charagua.
   
El diario termina en Septiembre de 2000 con él reconociendo su naturaleza pedófila: «¿Qué puedo decir de la obsesión? Por el amor de Dios, a veces me asusto» - «¡Me veo como un “anormal”, como un acosador de niñas, como un violador en potencia, como un peligro para las pequeñas!».
   
Los superiores «no sabían nada»
El hermano de Roma, Francisco “Paco”, otro jesuita, también está acusado con credibilidad de pederastia en el Colegio Caspe de Barcelona.
   
El País añade que existen cartas personales que indican que varios superiores en España y Bolivia conocían los abusos de los hermanos Roma en los años ochenta y noventa.
   
En 2006, “Lucho” Roma fue trasladado a Sucre, la capital de jure de Bolivia. Los superiores dijeron que fue por malversación de fondos, no por abusos.
   
En Sucre, un compañero jesuita descubrió el archivo de Roma, pero tardó diez años más en denunciar las fotos, sólo después de dejar a los jesuitas. El superior provincial de entonces, el Osvaldo Chirveches Pinaya, le aseguró que «no sabía nada» de los abusos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.