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lunes, 7 de octubre de 2024

BEATO MATEO CARRERI DE MANTÚA, MONJE DOMINICO

«El demonio trata de convencernos de que es soberbia tratar de hacer grandes cosas por Dios. Se trataría de soberbia en el caso de que apeláramos únicamente a nuestras fuerzas» (San Alfonso María de Ligorio).
   

El Beato Mateo –nacido Juan Francisco– Carreri nació en Mantúa (Italia) en 1420. A los veinte años, entró en la Orden de Santo Domingo, tomando el nombre de Mateo. Fue un gran predicador cuyo éxito se debió a la meditación y los ejercicios espirituales entre una prédica y la siguiente, y el principal tema de sus sermones era la paz de Nuestro Señor.
   
Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Carreri fue su captura por un corsario turco, durante un viaje de Génova a Pisa. Cuando se le pidió que explicara su propósito para estar a bordo del barco, Carreri habló con tanta fuerza y ​​​​convicción, que el capitán lo liberó a él y a los dos frailes que lo acompañaban. El fraile vio entonces que los piratas todavía mantenían cautivas a una mujer y a su hija, planeando venderlas como esclavas en Argelia. Propuso al capitán que lo mantuvieran en su lugar. El capitán pirata quedó tan sorprendido por la disposición de Carreri a sacrificarse, que liberó a los cinco cautivos.

Carreri fue un colaborador muy cercano de una célebre terciaria dominica, Estefanía de Quinzanis, en su juventud. Él fue responsable de su catequesis y predijo que ella sería su «heredera espiritual». El significado de esta afirmación se iluminó cuando Estefanía también comenzó a experimentar dolores similares a los de Carreri, que, según los interesados, eran el resultado de su devoción a la Pasión de Cristo
   
Murió en 1470, después de recibir el permiso de su superior para morir. En 1482, el Papa Sixto IV autorizó la traslación solemne de las reliquias de Mateo y permitió la celebración litúrgica formal de su culto. El 23 de septiembre de 1742 fue Benedicto XIV quien concedió al clero de Mantua y Vigevano y a toda la orden la celebración del Oficio. El mismo pontífice el 3 de agosto de 1750 concedió la oración y sus propias lecciones en el Breviario.
  
ORACIÓN (Del Rito Dominico).
Aviva, Señor, en nuestros corazones el amor a la Cruz y Pasión, para que por la intercesión y ejemplo del bienaventurado Mateo, seamos hechos partícipes de los dolores y la gloria de Cristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

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