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jueves, 7 de noviembre de 2024

SUSPENDIDO PRESBÍTERO PROMOTOR DE PSEUDOMÍSTICA


El cofundador y ex superior y director espiritual de la Familia de María (FM) durante treinta años, el presbítero Paul Maria (en el siglo Gebhard) Sigl, de 75 años, ha sido declarado culpable de presunto abuso del ministerio sacerdotal y malversación en el cargo, así como omisiones en el ejercicio de su ministerio, siendo condenado a 10 años de suspensión y extrañamiento.
   
Fundada en 1990 como la continuidad de la Asociación Pro Deo et Frátribus (una comunidad fundada para ayudar a la Iglesia clandestina en Europa Oriental) y de la Obra del Espíritu Santo (una controvertida congregación cofundada por Sigl y el sacerdote-presbítero Joseph Seidnitzer –condenado por violación en las décadas de 1950 y 1960– como «parte de aquellos movimientos marianos que surgieron del despertar carismático posterior al Concilio Vaticano II y tienen como objetivo la renovación de la Iglesia»), la Familia de María es una comunidad neoconservadora que se adhiere estrictamente al Novus Ordo. Su otro fundador fue Pavol Mária Hnilica SJ, un obispo eslovaco que fue ordenado en la clandestinidad durante la era comunista en la entonces Checoslovaquia. Sigl promovía a la pseudovidente de Denver (Colorado) Theresa Antonia Lopez (quien quería crear “el Međugorje estadounidense”) y las falsas apariciones de Ámsterdam.
   
Según el medio Adista [acrónimo de Agencia di Informazione Stampa, fundada por el periodista, psiquiatra, senador y expartisano Adriano Ossicini Torriglia como medio de difusión del “catocomunismo”], la sentencia fue pronunciada por un tribunal eclesiástico compuesto por tres canonistas: el “monseñor” Markus Graulich SJ (subsecretario del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos) y los presbíteros Grzegorz Erlebach (profesor de derecho canónico en la Universidad Gregoriana) y Ulrich Rhode SJ (decano de la facultad de derecho canónico en la misma universidad).
    
El veredicto de culpabilidad fue pronunciado el 18 de Septiembre, pero sin dar a conocer la motivación, solo la parte dispositiva. El Dicasterio para el Clero notificó la sentencia el 5 de Noviembre. La sentencia fue aprobada por Francisco Bergoglio el 11 de Octubre, por lo que es imposible apelar.
    
El juicio eclesiástico ha durado más de dos años. El presbítero Sigl fue acusado de abuso psicológico y espiritual y manipulación mental, especialmente de antiguos miembros de la comunidad [que a menudo guardan rencor contra la comunidad que dejaron].
    
El juicio (que fue de los primeros que no implicó abuso sexual) contra el presbítero de 75 años [“instalado” el 8 de Septiembre de 1992 por Mons. Hnilica en Fátima] impone varias sanciones durante los próximos diez años. Se le prohíbe vivir en o tener contacto con una casa perteneciente a la Familia de María o de la Obra de Jesús Sumo Sacerdote o donde hayan miembros de estas comunidades, escuchar confesiones (y solicitar facultad para confesar), dar dirección espiritual, predicar retiros o ejercicios espirituales.
   
Debe vivir en un lugar determinado por el comisario pontificio, el «consejero del Santo Padre para la vida consagrada» (lo que sea que sea este puesto tan ad hoc) y otrora obispón auxiliar de Roma Centro Daniele Libanori SJ, y se le prohíbe aceptar nombrambientos en la Familia de María o la Obra de Jesús Sumo Sacerdote, como también las asociaciones civiles vinculadas a estas o que nacieran en el futuro.
    
En su relación personal, se dice que Sigl ejerció formas de chantaje psicológico y afectivo y mistificación teológica destinadas a crear relaciones de dependencia, generar sentimientos de culpa, evitar el pensamiento autónomo [como si el “pensamiento autónomo” fuera bienvenido en la Iglesia “sinodal”] y vincular a las personas a la comunidad.

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