Noticia tomada de GLORIA NEWS.
El viernes, el obispón retirado Reinhold/Reinaldo Nann Kunz, de 65 años, le dijo a la Agencia Católica de Noticias (KNA) que se había casado con una mujer peruana en una ceremonia civil sin ser laicizado.
Trabajó como presbítero en Perú desde 1991 hasta 1996 (archidiócesis de Lima) y desde 2002 hasta 2017 (archidiócesis de Trujillo), y luego como obispón-prelado territorial de Caravelí hasta 2024.
Nann culpa a los demás de su caída: «Cuanto más ascendía, más clara se volvía la magnitud de los abismos, las tragedias, los abusos, la mediocridad y las mentiras. Vi demasiado y me horroricé y deprimí».
«Me enamoré varias veces, pero luego renové rápidamente mi decisión de celibato. Casi me sentía un héroe, sin darme cuenta de cómo me estaba volviendo cada vez más solitario y superficial», añadió.
Después de su fracaso en mantener el celibato, critica a la Iglesia por su «apego espasmódico» a la práctica. Afirma que el celibato hace «mucho más daño que bien».
Tras la histeria que rodeaba a la pandemia, «se enamoró» de su actual concubina. Nann se refiere a ella como una mujer que lo ama (Cuidado con el Ego).
En diciembre de 2024, informó al Vaticano y a la Archidiócesis de Friburgo de Brisgovia de su intención de renunciar al presbiterado.
En ese momento, Nann mintió públicamente, afirmando que estaba dimitiendo como obispón por razones de salud. Ahora, él admite que necesitaba tiempo para pensar y tomar una decisión.
«La depresión fue el detonante, el amor la razón» (vivir con alguien que está deprimido es una carga trágica).
Ahora que perdió «el estatus clerical, casi de funcionario, mis ingresos, mi pensión, mi seguro médico. Mi posición en la iglesia, el respeto y la atención de mucha gente. Mi fe en la iglesia institucional», el clérigo fracasado «ya no tiene que esconder» a la concubina.

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