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viernes, 7 de junio de 2019

LETANÍA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Esta letanía es una síntesis de varias otras que se remontan al siglo XVII, entre ellas la publicada por la madre Luisa Enriqueta de Soudeille, superiora de las visitandinas de Moulins en La dévotion au Cœur de Jésus-Christ, pour les premiers Vernedis de chaque mois, Moulins 1687, que pudo haber sido compuesta por Santa Margarita María de Alacoque. El padre Juan Croiset SJ compuso una letanía que fue impresa en La dévotion au Sacré Cœur de Notre-Seigneur Jésus-Christ, par un Père de la Compagnie de Jésus, Lyon 1691, de las cuales 17 invocaciones fueron usadas por la Venerable Ana Magdalena Rémusat cuando compuso la suya en 1718, publicada ese año en el Manuel de l’Adoration perpétuelle du Sacré-Cœur impreso en Marsella y empleado por Mons. François-Xavier de Belsunce de Castelmoron SJ durante las procesiones penitenciales del 1 de Noviembre de 1720 con motivo de la peste que azotó la ciudad (Marsella fue la primera ciudad y diócesis en consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús).
 
Sor Ana María añadió diez invocaciones a las del padre Croiset, para un total de 27 invocaciones. Seis invocaciones más que fueron escritas por Sor Magdalena Joly en el opúsculo La Dévotion au Sacré-Cœur de Notre-Seigneur Jésus-Christ, Dijón 1687, fueron agregadas por la Sagrada Congregación de Ritos en 1899, cuando se aprobó el uso público de la misma, haciendo un total de 33 invocaciones, una por cada año de vida de Nuestro Señor Jesucristo. De estas 33 invocaciones, 15 están en concordancia, en lo que se refiere a su sentido, con la Letanía de Moulins, por lo que pudiéramos decir que la Letanía que nosotros rezamos hoy en día es casi la misma que Santa Margarita María solía rezar.

   
LATÍN
Kýrie, eléison.
Christe, eléison.
Kýrie, eléison.
  
Christe, áudi nos.
Christe, exáudi nos.
  
Pater de cœlis, Deus, miserére nobis.
Fili, Redémptor mundi, Deus, miserére nobis.
Spíritus Sancte, Deus, miserére nobis.
Sancta Trínitas, unus Deus, miserére nobis.
      
Cor Jesu, Fílii Patris ætérni, miserére nobis.
Cor Jesu, in sinu Vírginis Matris a Spíritu Sancto formátum, miserére nobis.
Cor Jesu, Verbo Dei substantiáliter unítum, miserére nobis.
Cor Jesu, majestátis infinítæ, miserére nobis.
Cor Jesu, templum Dei sanctum, miserére nobis.
Cor Jesu, tabernáculum Altíssimi, miserére nobis.
Cor Jesu, domus Dei et porta cœli, miserére nobis.
Cor Jesu, fornax ardens caritátis, miserére nobis.
Cor Jesu, justítiæ et amóris receptáculum, miserére nobis.
Cor Jesu, bonitáte et amóre plenum, miserére nobis.
Cor Jesu, virtútum ómnium abýssus, miserére nobis.
Cor Jesu, omni laude digníssimum, miserére nobis.
Cor Jesu, rex et centrum ómnium córdium, miserére nobis.
Cor Jesu, in quo sunt omnes thesáuri sapiéntiæ et sciéntiæ, miserére nobis.
Cor Jesu, in quo hábitat omnis plenitúdo divinitátis, miserére nobis.
Cor Jesu, in quo Pater sibi bene complácuit, miserére nobis.
Cor Jesu, de cujus plenitúdine omnes nos accépimus, miserére nobis.
Cor Jesu, desidérium cóllium æternórum, miserére nobis.
Cor Jesu, pátiens et multæ misericórdiæ, miserére nobis.
Cor Jesu, dives in omnes qui invócant te, miserére nobis.
Cor Jesu, fons vitæ et sanctitátis, miserére nobis.
Cor Jesu, propitiátio pro peccátis nostris, miserére nobis.
Cor Jesu, saturátum oppróbriis, miserére nobis.
Cor Jesu, attrítum propter scélera nostra, miserére nobis.
Cor Jesu, usque ad mortem obœ́diens factum, miserére nobis.
Cor Jesu, láncea perforátum, miserére nobis.
Cor Jesu, fons tótius consolatiónis, miserére nobis.
Cor Jesu, vita et resurréctio nostra, miserére nobis.
Cor Jesu, pax et reconciliátio nostra, miserére nobis.
Cor Jesu, víctima peccatórum, miserére nobis.
Cor Jesu, salus in te sperántium, miserére nobis.
Cor Jesu, spes in te moriéntium, miserére nobis.
Cor Jesu, delíciæ Sanctórum ómnium, miserére nobis.
  
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, parce nobis, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, exáudi nos, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, miserére nobis, Dómine.
  
℣. Jesu, mitis et húmilis Corde.
℟. Fac cor nostrum secúndum Cor tuum.
  
ORATIO
Omnípotens sempitérne Deus, réspice in Cor dilectíssimi Fílii tui et in laudes et satisfactiónes, quas in nómine peccatórum tibi persólvit, iísque misericórdiam tuam peténtibus, tu véniam concéde placátus in nómine ejúsdem Fílii tui Jesu Christi: Qui tecum vivit et regnat in sǽcula sæculórum. Amen.
   
TRADUCCIÓN
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
       
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
      
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
      
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo Divino, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, lleno de amor y bondad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, rey y centro de todos los corazones, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien están encerrados todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien el Padre tiene todas sus complacencias, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud hemos participado todos nosotros, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseado de los collados eternos, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y de gran misericordia, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, rico para con todos aquellos que te invocan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, saciado de oprobios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestras maldades, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, traspasado con la lanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, nuestra vida y resurrección, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, nuestra paz y reconciliación, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, salud de los que en ti esperan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, delicia de todos los Santos, ten piedad de nosotros.
    
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
   
℣. Jesús, manso y humilde de Corazón.
℟. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
  
ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, pon los ojos en el Corazón de tu muy amado Hijo, y en las alabanzas y satisfacciones que te ha ofrecido a nombre de los pecadores, y aplacado con ellas, perdona a los que imploran tu misericordia en nombre del mismo Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
   
La Santidad del Papa León XIII, mediante decreto de la Sagrada Congregación de Ritos fechado a 2 de Abril de 1899, aprobó esta Letanía para su uso público, y se dignó conceder Indulgencia de 7 años cada vez que se rece; y Plenaria, con las condiciones de rigor acostumbradas, si se reza diariamente durante un mes con el verso y la oración Indulgencias confirmadas por el Papa Pío XI mediante Decreto de la Sagrada Penitenciaría Apostólica del 10 de Marzo de 1933.

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