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lunes, 3 de mayo de 2021

PROFECÍA SOBRE FRANCIA

«Nuestro Señor me dijo: Los gritos de alarma y desesperación se elevan al Cielo… El mes del Sagrado Corazón y Mi Sangre será la señal del castigo, la GUERRA CIVIL… 

Cuando el gobierno vea tumulto y rebelión, ¡será como un pájaro! Alzará el vuelo y huirá a otro país, y Francia será libre en revolución… Es en ese momento que se debe huir de París. El primer alzamiento será en la ciudad de París y el trono de los malos reyes colapsará mientras la ciudad y y sus víctimas morirán dentro de sus muros… Se verán muchas veces las llamas y el fuego en esta ciudad criminal, pero esta vez habrá un GRANIZO DE FUEGO y ahogará a los culpables.

Aquí, ellos violarán los Tabernáculos. Aquí ellos perseguirán con furia a los Padres de la Iglesia. Muchos no saldrán. Yo recibirá la sangre de los mártires para ayudar a los verdaderos franceses a obtener la Victoria.
    
Aquí es donde las llamas devorarán las iglesias, la estatua de María será rota y arrojada al fuego… La Francia no tendrá apoyo. Será dejada sola, ¿y por qué? Porque no tiene un Rey». (Profecía de María Julia Jahenny TOSF, 4 de abril de 1877).
   
COMENTARIO: Nuestro Señor dice que la guerra vendrá a Francia en Junio y Julio, meses simbólicos para dicha nación: Fue el 17 de Junio de 1689 cuando el Sagrado Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María de Alacoque que le comunicara al rey de Francia que consagrase la Francia al Sagrado Corazón y lo entronizara en los estandartes y en las armas del reino (y ese mismo día, cien años después, el “Tercer Estado” –a instancias del sacerdote renegado y regicida Emmanuel Joseph Sieyès Angles– se erigió en Asamblea Nacional y le quitó el poder al Rey) y el 8 de Junio de 1794 cuando el masón Maximiliano Robespierre proclamó el “Culto del Ser Supremo” en su esfuerzo de descristianizar la Francia, y el 14 de Julio de 1789 que la Revolución abrió fuego con la asonada de La Bastilla, y entre el 27 y el 29 de Julio de 1830, el rey legítimo Carlos X de Borbón fue derrocado en una revolución que montó al liberal Luis Felipe I de Orléans (por lo que llegó a ser conocido como “El rey de las barricadas”).
   
París será el sitio donde estallará la guerra (ante la cual «los malos reyes», esto es, los presidentes, saldrán huyendo), porque como le dijo Nuestro Señor a Marie Julie Jahenny el día 6, es «una ciudad malvada e ingrata construida sobre la montaña del pecado, donde corren ríos de sangre y que puebla el Infierno», por lo que le ordena a los que tienen la Cruz abandonar la ciudad antes que venga su visita (castigo).
   
Durante ese Juicio, habrá «Padres de la Iglesia» (obispos) que traicionarán al Señor y se unirán a aquellos que violarán los Tabernáculos y perseguirán a los fieles, causándole al Señor mayor aflicción (cf. Profecía del 16 de Abril). Pero Nuestro Señor promete que dará la victoria a los «verdaderos franceses», esto es, aquellos que defienden la Iglesia y la Monarquía querida y consagrada por el Cielo, no a la República sin Dios y contra Dios que trajo inter ália el divorcio, la sodomía, el aborto, la separación entre la Iglesia y la sociedad, y el inmigracionismo.

2 comentarios:

  1. Ahora que en la Francia se vienen asonadas contra Macron, pregunto: ¿N se referira a esa profecia a estos tiempos?

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